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A Absnderamiento. I. Autorizacion que concede el Es tado para enarbolar el pabellon nacional a través de tuna declaracion del capitin de puerto © del eénsul mexicano, de que un buque es de nacionalidad mexi- cana, seguida de una ceremonia en la cual el capitin de puerto o et cénsul izan la bandera nacional, lev tando un acta que suseriben las personas que asistic- ron al acto. En el libro segundo de la LNCM, e. V., denomina- do: “De la matricula y abanderamiento”, no se define, ni se desarrolla lo que es el acto de abanderamiento y sélo dispone que la matricula es previa al abandera- miento. La nacionalidad del buque, conforme a 1a LNCM, ¢ comprucba con la suprema patente de navegacion 0 el certificado de matricula, segin el caso. Para este particular hay que tener en cuenta que el signo exte- rior de la nacionalidad de un buque es su bandera En la LVGC, en su libro II, capitulo XIII “De la matricula y abanderamiento", tampoco se establecis una definicién del acto de abanderamiento de un buque mexicano, Es en et Reglamento de abandera- miento y matricula de los buques mercantes naciona- les, publicado en el DO del 2 de agosto de 1946, donde se describe el acto de abanderamiento y lacere- monia que se efectia a hordo del bugue para izar la bandera nacional. En la Ley sobre las caracteristicas y el uso del Bs- cudo, la Bandera y el Himno Nacionales, publicada en el DO del 17 de agosto de 1968, te dispone que el uso de la bandera en las embarcaciones nacionales, se hari conforme a las leyes y reglamentos aplicables. Il, El propietario o naviero deben solicitar la ma. tricula y el abanderamiento de una embareacion. Enel Reglamento de abanderamiento y matricula de los buques mercantes nacionales, se establece que las eoli- citudes de matricula comprenden aun cuando no lo expresen, el abanderamiento de la embarcacién. El abanderamiento sr hace de oficio cn et caso de buques incautados o expropiados por las autoridades mexicanas, los capturados al enemigo considerados ‘como buena presa y los que sean propiedad del Bistado. El abanderamiento puede ser provisional o defini- tivo. El abanderamiento es provisional en el caso de Duques adquiridos on el extranjero, los que para el viaje a un puerto mexicano, requieren la expedicion de un pasavante por el cénsul, el cual para ese efecto abandera el bugque. En el caso de buques que se adquieren en el ex- tranjero por mexicanos, para efectos de su abande- ramiento se requiere ls opinién previa de la Secretaria de Marina, ahora de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes, sobre que la embarcacién reine las condiciones necesarias para garantizar su seguridad y correcta operacién, asi como que los astilleros mexi- ‘canos no tienen la capacidad para construir embarca- ciones con las caracteristicas adecuadas para el trifico aque se destinaria la embarcacién. TIL En la Convencién de Alta Mar, ratificada por México, DO, diciembre 27, 1965, se establece que los Duques tienen la nacionalidad cuya bandera estén torizados para enarbolar y que cada Estado establecera los requisitos para que puedan ser inscritos en sus re- gistros y derecho a enarbolar su bandera. Cada Estado expedira los documentos procedentes. El abanderamiento es definitive cuando lo hace el capitin del puerto de matricula de la embarcacion. BI abanderamiento se pierde por dimision de la bandera, la que requiere antorizacién del Ejecutivo. v, MATRICULA 1V. BIBLIOGRAFIA: BRUNETTI, Antonio, Derecho ma ritimo privado italiano; version espaiiola anotada por R. Gay de Montella, Barcelona Bosch, 1950; RODIERE, René, Droit maritime; 4a. ed., Paris, Dallor, 1969; CERVANTES AHUMADA, Rail, Derecho maritimo, México, Editorial He. rrero, 1970, Ramén ESQUIVEL AVILA Abandono Conyugal, v. SEPARACION DEL HOGAR CONYUGAL Abandono de bienes. 1. El abandono es la renuncia sin beneficio determinado con pérdida del dominio o po- sesin sobre cosas que recobran su condicion de bienes nullius o adquieren la de mostrencos. La definicién del abandono de bienes presenta en Ja literatura juridica civil, serias dificultades, funda- mentalmente por lo que respecta a ciertas hipétesis, vgr- aa, 961 y 962 CC o bien a. 15 LRPC. 1B Varias son las definiciones que se han intentado res- pecto del abandono de bienes. Asi podemos decir que abandono es la pérdida del derecho de propiedad sobre una cosa, mediante la desposesién de le misma, que ha de reatizarse con la intencion de dejar de ser propietario; o bien como un acto de ejerci cultad dispositiva de ta cosa Se ha distinguido entre el abandono y la renuncia El abandono se entiende como una extinein del de- sobre una cost en st tota- lidad; es una renuncia tacita a que implica una extineién de la e cotitulares de la propiedad de una cosa o de un patrimonio, IL El abandono se entiende como un acto unilate- ral, ya que no interviene ningin otro sujeto: au efecto principal no es el de transmitir la propiedad, sino el de extinguir la propiedad, es decir hacerlo res nillius. Y es técito, ya que en otra forma seria una renuncia, wv, BIENES IIL BIBLIOGRAFIA: IBARROLA, Antonio de, Conse y suceriones; 4a. ed., México, Pornia, 1977; ROJINA VILLE- GAS, Rafael, Derecho evil mexicano, tomo III, Bienes, de- echos reales y posesién; 4a. ed.. Mexico, Porria, 1976. Jorge A. SANCHEZ-CORDERO DAVILA ‘Abandono de buque. I. En la LNCM aparecen regula- das tres instituciones bajo el mismo nombre: el abando- no del buque pore! naviero o sus acreedores (a. 138); el abandono de las cosas aseguradas a los aseguradores, y el abandono por el cual el Estado adquiere en propie- dad un buque que no efectiia operaciones y sin tripu- lacién por cierto tiempo, asi como cuando se ha ido a acreedores, representa tna limitacion en la responsa- bilidad del propietario o navieroen los siguientes casos: responsabilidad del capitin o de la tripulacion por dios causados a terveros durante la navegacion; dafios causados al cargamento; obligaciones derivadas det contrato de fletamento; obligacién de movilizar un buque naufrayado; gastos de salvamento;contribucion a las averias gruesas; obligaciones contraidas por el capitin para la conservacion del buque o Ia prosecu- ion del viaje, y, en general, toda obligecién derivada directamente del proceso de la navegacion (a. 134). Por medio de esta institucién se limita la responsa- Dilidad general y normal de los deudores que respon- 4 den de sus obligaciones con todo su patrimonio (a 2964 CC), va que en los casos en que la ley permite hacer abandono, su responsabilidad se reduce slo a la fortuna de mar, la que esta constituida por cada buque, sus pertenencias y accesorios (a. 132). El naviero, que puede ser el propictario del buque 6 el arrendatario del mismo, debera hacer una mani- festacisn expresa de que ejerce el abandono del huque. El abandono puede realizarse en cualquier tiempo, aun después que el naviero haya sido conde nado a pagar los eréditos provenientes de la navega- cin del mismo (a. 136). El abandono a favor de acreedores no traslada el dominio del buque abandonado y sélo da lugar ala li- quidacién «ie sus eréditos hasta ia medida que el pro- ducto de ella aleance para el pago de los mismos (a. 138). La venta del buque deberi realizarse por medio de corredor o de subasta oficial (a. 141). El producto de la venta se aplicard a tos gastos que ésta haya originado y al pago de los créditos en el or- den de su preferencia (a, 142). Bl naviero puede renunciar al derecho de abandonar 1 buque, debiendo tal renuncia pactarse expresamen- te(a. 144). 2. El segundo significado de la palabra abandono se refiere al procedimiento de indemnizacion exelusivo del seguro maritimo, por el cual el asegurado, en de- terminados casos, puede exigir al asegurador el pago total de la suma asegurada, transfiriéndole su derecho sobre la cosa objeto del interés asegurado. Existen en el seguro maritimo dos procedimientos, 4 opeién del asegurado, en los casos que Ia Ley per- mite tal situacion, para obtener la indemniracién: el normal o sea Ie accion de averia y el especial que se conereta en la liquidacién por abandono, la que puede objetar el asegurador. En el derogado libro tercero del CCo., en su ca pitulo XII “Del abandono de tas cosas aseguradas”, reglamentaba la institucién, limitando los casos de su procedencia al naufragio: inhabilitacién del buque tra navegar; apresamiento del mismo, embargo, de tencion por orden del gobierno nacional o extranjero; pérdida total de las cosas aseguradas, entendiéndose por tal la que disminuyera las tres cuartas partes del valor asegurado y, la falta de noticias. En ef Cidigo también se establecia la forma de ejercerlo, plane, condiciones, efectos, asi como los casos en que no era admisible ef mismo. En la LNCM la institucion esti recogida en tres articulos del capitulo LV (libro tercero, titulo tercero, ae los contratos) “Del seguro maritimo”. El regimen, actual considera los casos en que procede el abandono y los reduce a la presuncion de pérdida del buque o ‘que el mismo quede imposibilitado para navegar, li- mitindolo silo al caso de las mercancias aseguradas. Se considera perdido el buque cuando trenscurren 30 dias después de su plazo normal de arribo y sin que se tengan noticias de él, Ein el diltimo articulo (a. 250), 86 determina la necesidad de declaracion del asegurado de optar por ef abandono y ef derecho del ascgura- dor de objetar ef mismo. EI régimen expuesto que sélo admite el abandono el caso de las mercancfas y no para el buque, pudiera considerarse modificado por reformas ala ley introducidas en el afio de 1965. Al adicionarse el a. 86 bis, que coresponde al capitulo IV del libro segundo “Del auxilio, del salvamento y de los naw- fragios”, en que presupone la existencia, en forma de aclaracién, del abandono de un buque a su asegura- dor, ya que el supuesto de la norma es establecer la institucign de abandono como forma de udquirir |a propiedad de un buque por la Nacién. Se considera diseutible que con una sola referencia indirecta, se esté admitiendo el abandon de casos, 0 sea de Duques, a sts aseguradores. Probablemente silo a través de resoluciones judiciales y en su caso de jurisprudencia, podria llegar a aceptaree la posibilidad de abandono a los aseguradores de buques. En todo caso, de admitirse este abandono dnicamente proce- deria, en los casos en que se permite el abandono de mercancias. Por iiltimo, el abandono de un buque # favor dela Nacién tiene lugar en cuatro casos que se establecen en el a. 86 bis de la LNCM, que hacen presuponer el deseo del legislador de que las embareaci siempre aptas para su uso en la navegacién y que de no estarlo caerian en una sancién muy fuerte, como seria la trasladacion de dominio al Estado. Dentro de cesta institucion, hay que resaltar que el traspaso de do- minio no es automatico, sino a eleccion del ejecutivo federal, si bien este aspecto parece restringido sélo al caso de remocion de los restos de una embarcacién, la que en determinados casos resulta muy costose, como pudiera ser el caso de un buque que se va apique dentro del puerto, en que por situaciones de seguridad no puden usarse explosives y remover ese obsticulo, sino que requiere un desmantelamiento que resulta muy oneroso; sin embargo, al no haber reformado estén también el a. 134, suprimiendo su fraceion IV, aun cuando el Estado no hiciera uso del derecho de aban- dono traslativo de propiedad, el propietario o naviero ejercerian la limitacion de su responsabilidad en fun- cin de la fortuna de mar y del derecho de abandono respectivo. Los casos de abandono previstos en ela. 86 bis de la ley son: a. Si permanece en puerto sin hacer operaciones y sin tripalacion, durante un plazo de cinco dias natu- rales y sin que solicite la autorizacion de amarre o de abandono respectivo, ’. Cuando fuera de los limites de un puerto, se en- uentre en el caso de la fraccion anterior, el plazo sera de treinta dias. c, Cuando hubieran transcurrido los plazos o las promogas a los plazos concedidos, sin que la embarca- «ion sea puesta en servicio, y d. Cuando el navio quedare varado o se fuera a pi- aque en los casos a que se refiere el articulo 86 que son, cuando constituya un obstaculo para la navegacion ‘© que la afecte, sin que se lleven a eabo las mar ‘necesarias pata su salvamento. TL BIBLIOGRAFIA: RIPERT, Georges, Compendio de derecho maritimo; trad, Pedro G. deSan Martin, Buenos Aires, ‘Tipogrifica Editora Argentina, 1954: URIA GONZALEZ, Rodrigo, Et seguro meritimo, Barcelona, Bosch, 1940; CERVANTES AHUMADA, Rail, Derecho maritima, México, Editorial Herrero, 1970. Ramon ESQUIVEL AVILA Abandono de empleo, v. ABANDONO DE 'I'RABAJO Abandono de funciones piblicas. 1 En esta rama del derecho el abandono de funciones piblicas es un delito de caréeter especial y del orden comin, o de caracter cexclusivo porque s6lo pneden ser cometidos por deter- rminadaeategoria de personas y se aplica a la condncta de un funcionario o empleado pablico que desatiende, descuida o deja el ejercicio de la funcion o cargo que el Estado le ha encomendado, ya por elecciin popu- lar, ya por nombramiento, dentro de sus Srganos y para cumplir con atribuciones 0 facultades que a estos comresponden en el orden constitucional. En México, el ealificar tal conducta como delictiva, pro- tege al bien juridico de garantizar a la sociedad que las funciones y responsabilidades encomendadas a os funcionarios y empleados del Estado no vulne- 15 ren los derechos de los individuos que la integran, al no garantizar que los servicios piblicos se presten ininterrumpidamente El Cédigo del Distrito Federal vigente en la frac: ibn V del articulo 212 establece que se impondran tres dias a un afo de prision y multa de cincuenta a ‘quinientos pesos a los funcionarios o empleados pi- blicos que sin haberseles admitido la renuncia de tuna comision, empleo o cargo, antes de que se presen te la prersona que haya de reemplazarlos, los abando- nen sin causa justificada. Tal y como es definido el delito de abandono de funciones piblicas en el Codigo Penal, la doctrina dis- tingue de sus elementos dos situaciones distintas, a saber: A) que la conducts de abandono se hubiere realizado antes de haberse admitido la renuncia, B) 0 Dien que sin causa que lo explique, el funcionario © empleado se separe del empleo, sin que se hubiere presentado quien lo hubiese reemplazado. II, Bajo el régimen del articulo 111 constitucional, no # exculpa de la comision de delitos por su rango € investidura a los altos funcionarios de la Federacion y por ende los hace responsables de los delitos del orden comin que cometan durante el desempefto de su car- g0. Por encontrarse estrctamente relacionada la comi- sion de la conducta calificada como delictuosa & tos que por razén de un nombramiento o elect desempefian cargos piblicos es indispensable tener presente para acotar el régimen sancionador que le es aplicable la distincidn de altos funcionarios de Ia Fe- deracién, entre los que deben contarse el propio presi dente de la Repiblica, senadores y diputados al con- reso de la Union, los ministros de la Suprema Corte de Justicia y el procurador general de la Repiblica, de los demas funcionarios y empleados que no tienen tales rangos, pues de ello depende que los primeros, si cometen este delito durante el desempefio de su cargo, para ser sometidos a los tribunales competentes del orden penal deban ser juzgados previamente confor- ime a las disposiciones, jurisdicciones y procedimien- tos especiales que se consagran en la propia Constitu- ‘ign y en la Ley de Responsabilidades de los Funcion ios y Empleados de la Federacién, del Distrito Federal y de los Altos Puncionarios de fos Estados. Ill, BIBLIOGRAFIA: GONZALEZ DE LA VEGA, Fran- cisco, El Cédigo Penal comentado; 5a. ed., México, Porria, 1981; JIMENEZ DE ASUA, Las. Loleyyeldelitoy 10a ed Buenos Aires, Sudamericana, 1980; JIMENEZ HUERTA, Mariano, Derecho penal mexicano: 3a. e4., México, Porria, 16 1978; SERRA ROJAS, Andrés, Derecho odministrativo; 9a. ed., México, Porria, 1979. Olga HERNANDEZ EsPINDOLA Abandono de hijos, v. ABANDONO DE PERSONAS Abandono de hogar, v. SEPARACION DEL HOGAR ‘CONYUGAL Abandono de menores, v. ABANDONO DE PERSONAS ‘Abandono de mereancias. El abandono de mercan- fas es una forma de extinguir la telacion juridica aduanera; puede ser ticita y expresa, la primera con- siste en que las mercancias pasen a propiedad del fisco federal una vex que ha transcurrido el plazo legalmente ‘establecido, por no haber sido destinadas a régimen aduanero alguno y la segunda en la manifestacion vo- luntaria y por escrito hecha por el importador o expor- tador, cediendo las mercancias al fisco. IL Las mercancias que son importadas o exportadas de nuestro pais, legan generalmente a recintos fiscales © a los previamente autorizados para ello, es asi que se encuentran en depdsito durante cierto tiempo. En 41 campo det derecho aduanero existe la figura det libre almacenaje 0 depisito, que se presenta en cas todas las legislaciones del mundo, con base en ella as administraciones de aduanas no cobran derechos de amacenaje por el deposito de mercancias porun tiem po prefijado, lo que se justifica en funcion de que las autoridades necesitan de cierto tiempo para realizar una serie de trimites como reconocer la mercaneia, determinar los impuestos, establecer, en su caso, las restricciones a que la operacidn esta sujeta, eteétera. Lo anterior no puede llevarse a cabo en el acto mismo ‘en que las mercancias quedan bajo sujurisdicciéri, nace ‘sf una necesidad de la autoridad aduanera para alma- cenar las mercaneias. El a. 41 de ta Ley Federal de Derechos para el Ejercicio Fiscal de 1982, establece los plazos de libre almacenaje, a manera de ejemplo se puede seftalar que el lapso de almacenaje general es de “dies dias de aquel en que queden en deposito ante la aduana”, si la mercanefa objeto de un régimen adua- nero permanece en el almacén por mas tiempo, s¢ presume que ello obedece a que el consignatario de fas mercancias no ha activado a la administracion de aduanas en forma eficiente para lograr desaduanar las mercancias, asi la nocesidad de la aduane se con- vierte on una prestacion de servicios al particular y centonces se deben pagar las cuotas que por derecho de almacengje fijan los aa, 42 y 43 de la Ley antes sefialada, De lo anterior se puede concebir que en la medida que la administracion aduanera pueda agilizar el mite de las diferentes operaciones, el tiempo de almacenaje se reduciré, ‘Sin embargo hay ocasiones en que losimportadores ¥ exportadores no realizan los trimites necesarios para ue las mercancias sean despachadas, y entonces el almacenaje se transforma en una carga para la admi- nistracion aduanera, la que no puede permitir que las ‘mercancias permanezcan indefinidamente en los al- macenes, que ademis entorpecerian las maniobras de la aduana y en un momento dado los almacenes serian insuficientes y la aduana se encontraria inca- pacitada para recibir mercancia. Por lo que existe también un plazo establecido en la ley para que las mercaneias deban set retiradas del almacén respectivo © de otra manera pasan a propiedad del fisco federal. La ley aduanera en su articulo 19 establece dos casos de abandono de mercancias que se encuentren en depésito ante las aduanas; expresamente, cuando los interesados asi lo manifiesten por escrito y tacite- mente, cuando veneido el plazo que otorga la ley, las, mercancias no sean retiradas del almacén, se pueden citar los casos siguientes: libre 1. En importaciones, dos meses, con excepeion del tmifico aéreo en que serd de un mes. 2. En exportacidn, tres meses. 3. En trafico de cabotaje, dos meses. 4. En exportaciones por via postal, que hayan sido retornadas al pais, un mes a partir dela fecha en que se le notifique este hecho. 5. Las de naturaleza explosiva, inlamable, contami- ante, radioactiva 0 corrosiva, quince dias. 6. En caso de haber sido secuestradas por las auto- ridades aduaneras con motivo de un procedimiento administrative © proceso judicial o que hayan sido vendidas o rematadas, dos meses contados a partir de la fecha en que queden a disposicién delos interesados. 7. Las que no se reclamen por quienes tengan dere- cho para ello, en un mes, a partir de la fecha en que se realiué la notificacién por lista Los plazos de los numerales 1, 2, 3 y 5 se computan «partir de la fecha en que ingresen al slmacén. cespecificos de abandono de mercancias: as que pertenezcan a embajadas y consulados cextranjeros, organismos internacionales a los que nues- tro pais pertenezca, asi como los equipajes y menajes ‘de casa de los funcionarios que trabajen en todos ellos, cl plazo establecido en el numeral 19 de la ley de la materia se computara, tres meses después de que hayan ingresado en deposito, ~ Las de fécil descomposicién, perecederas o ani- males vivos, serin vendidas por las autoridades de aduanas dentro de los diez dias siguientes al que que- den en deposito. Un caso especial, es el que regula el 2.20 de la ley aduanera, que se refiere al equipo especial para mi niobras de carga y descarga que utilizan las embarca- ciones y que dejan en tierra, caso en el cual causarin abandono tres meses despucs de la fecha en que la embarcacion abandoné puerto. En este periodo lamer. cancia no pagaré derechos de almacenaje ‘Transcurridos los plazos de abandono, las autorida- des aduaneras notificaran al interesado que tiene qui ce dias para retirar las mervancias del deposito previa comprobacién, en su caso, del cumplimiento de res- tricciones o requisitos especiales y haber pagado los cxéditos fiscal respectivos. Sel interesado no cumple con lo anterior, las mercancies pasarén a poder del fisco. plazce sefialados se interrumpen si se dan las hipdtesis previstas por el a. 23: —Por la interposicién de un recurso o de la deman- da en la via jurisdiccional —Por consulta que hagan las autoridades aduaneras 4 otras autoridades, y de la que se derive la entrega de la mercancia. Por extravio de la mercancia, que se encuentre en depésito en la aduana, —Por la prictica de un nuevo reconocimiento orde- nado por las autoridades aduaneras. También existe exeepeiin en el abandono de cancias, cuando estas pertenezcan a la administracion piiblica federal centralizada, al Poder Judicial o Legis lative Federal. Il, BIBLIOGRAFIA: DUQUESNE, Jean, L’entreprise et 4 douane, Paris, Les Editions 4° Onganisation, 1979: FER. NANDEY. Pedro, Derecho aduenero, Buenos Aires, Depalma. 1966, José Othén RAMIREZ GUTIERREZ Vv Abandono de personas. I Abandono es dejar a la persona en sitvacién de desamparo material con peligro para su seguridad fisica. En el vocablo se comprende el desamparo de los que por algin motivo deben ser protegidos por quienes tienen el deber u obligacion de ello. El abandono de pertonas afecta la seguridad fisica de la persona humana, la que se pone en peligro, no sélo por actos dirigidos a ello como el homicidio y las lesiones, sino por el abandono material de quien no se encuentra en condiciones de proveer a su cuidado; su punicion depende de la exposicion al peligro y del in- ‘cumplimiento del deber y obligacion de no abandonar al incapas. Los elementos de cata conducta son el abandono; que ésta recaiga sobre una persona que no puede proveer a su propio cuidado material y que «quien lo lleve a cabo sea una persona obligada a pro- porcionarselo. I. Este vocablo origina los siguientes supuestos: a) de nittos; b) de menores; ¢) de personas mayores inca paces; d) de un eényuge por otro y el ¢) del hogar. Con el nombre genérico de abandono de personas, ele. VIL, del tit. XIX del C.P. regula varios tipos pe- rales, cuyas caracteristices son diversas, pero que tie- nen en comiin el poner en peligro de seguridad fisica de las personas. En todos ellos se describen conductas, ‘que dan lugar a un estado de peligro parala vida y para Ia incolumidad de las personas, como las lesiones o la ‘muerte a virtud del abandono. Las figuras juridicas que se desprenden del c. y tit. citados son las siguient 4) abandono de nifios y enfermos (a. 335); b) aban- dono de hogar (a. 336); c) omision de auxilio (a. 1340); d) abandono de atropellados (2. 341) y e) expo- scion de nifios (a. 342). Al estimar que la seguridad de la persona, en su aspecto fisico se coloca en situa cién de peligro al realizarse las conductas descritas en los articulos 336, 340 y 341, se justifica su inclusi en Tos titulos contra la persona como en los codigos argentino y brasilefio o contra la seguridad de la per- sona (cédigo espafiol de 1870) o contrale personalidad fisica segin el cddigo uruguayo. El abandono de personas ha sido contemplado ‘como antes se dijo, por diversas legislaciones en el mbito nacional o internacional; sin embargo, su ter- rminologia ha variado, denominindosele “omision de socoro”, “omisién de auxilio”, “indolencia culpa. ble” y “omision de asistencia « personas en peligro”. La “omision de socorro” “o de auxilio”, al decir de Porte Petit equivale al hecho de no dar aviso inme- 18 10 a Ja autoridad respecto a una persona que 8¢ encuentre 0 esté en presencia de la misma y amens- zado de un peligro en sus bienes personales. El a 340 del CP., establece, que al que encuen- {re abandonado en cualquier sitio 2 un menor ineapaz de cuidarse a si mismo o a uns persona herids, invilida © amenazada de un peligro cualquiera, se le aplicarin de uno a dos meses de prision o multa de diez a cin- ‘cuenta pesos, sino diera avisoinmediato ala autoridad u omitiera prestarle el auxilio necesatio, cuando pu- diere hacerlo sin riesgo personal. La mayoria de los cédigos penales de los estados de la Repablica Mexicana siguen la misma orientacion. Desde luego, como presupuesto del ilicito que se refiere, encuéntranse un estado de abandono y la cexintencia de un peligro que amenare ala propia per sona, sea por su incapacidad a consecuencia de su En la misma omision de socorro,encontramos como. una hipdtesis el abandono de atropellados, que presu- pone logicamente un atropellamiento, que éste derive de una conducta culposa accidental y que quienes lo ejecuten sean los sujetos a que alude el a. 341 del propio C.P., que se refiere al automovilista, motici- clista 0 conductor de un vehieulo cualquiera, ciclista ojinete. La omision de cuidado de incapaces de proveerse a si mismos que se identifican dentro del concepto abandono, por aquello de que se prive a los pasivos de los cuidados que se les deben satisfacer, tienen su regulacion en el a. 385 del multicitado C.P., ya que determina que el que abandone a un niflo incapar de cuidarse a of mismo 0 a una persona enferma, tenien- do obligacién de cuidarlo se le aplicarin de un mes a cuatro afios de prision, si no resultare dafio alguno, privindolo, ademas, de la patria potestad o de la tutela, si el responsable fuere ascendiente o tutor del ofendido. Por iltimo, y dentro de la misma expresion que se hha manejado sobre el abandono de personas, presénts: se el cumplimiento de la obligacién de proveer los re- cursos para la subsistencia familiar que implica no proporcionar los recursos indispensables para la sub: sistencia familiar cuando se tiene obligacion de ello el deber juridico en el mismo sentido. ‘Asi vemos, que el a. 336 del C.P. establece que al que sin motivo justificado abandone a sus hijos oa su conyuge, sin recursos para atender a sus necesidades de subsistencia, se le aplicarin de un mes a cinco aftos de prision, privacion de los derechos de familia, y pago, como reparacion del dao, de las cantidades no sumi- nistradas oportunamente por el responsable. La doctrina coincide en que el bien juridico que se protege con la penalizarion del abandono de personas, cs la catabilidad familiar, la cual es el principio de la vida civil. Con respecto al abandono de nifios, cabe observar, que frente-a lo que resulta obvio, el hombre en los pri- eros ailos de su vida, requiere de cuidados que garan- ticen su seguridad, al no poder hacerlo por sf mismo, por lo que la ley sanciona el abandono de los deberes de vigilancia y asistencia que incumben a los encarge- dos legalmente de ello. La impiedad del abandono de- Fiva de fa falta de cuidado, que lesiona la seguridad personal, Il BIBLOGRAFIA: PAVON VASCONCELOS, Francis coy VARGAS LOPEZ, Gilberto Lor delitos de peligro pare 4a vide ta integridad corporal, 3a. ed.,México, Porria, 1977; Porte Petit CANDAUDAP, Celestino, Delitos contra Is vida y la salud personel, México, Editorial Juridica Mexicana, 1975, Carlos VIDAL RIVEROLL Abandono de trabajo. Hecho en virtud del cual el tra bsjador decide dejar de prestar en forma definitiva los contratados. 1. Por su expresion y por sus efectos, deben distin- mirse dos formas de abandono de trabajo. En la pri mera el trabajador avisa previamente al empresetio y no se derivan otras consecuencias que no sean las pro- ias del desarrollo normal de la relacién laboral; en la segunda no media aviso previo y se incumple real mente con la obligacion de prestar los servicios, caso cen el cual podria exigitse al trabajador el resercimiento de daitos y perjuicios. La doctrina coincide en que en cesta dltima circunstancia nunca se ejercita la accién resarcitoria, IL. El abandono de trabajo, frase equivoca y por lo mismo muy polémica, es una posibilidad siempre pre- rente, en funcion de la libertad de trabajo, comercio 0 industria admitida y garantizada en todas las cartas constitucionales modernas (a. 50. delaC.). La decisin del trabajador, unilateral y voluntaria, puede proceder dle motivos estrictamente personeles: o bien ser debida 4 causas que provengan exclusivamente del otro n laboral. Las locuciones abandono tte trabajo y abandono de empleo son equiparables; ican la resolucién de dejar la empresa o estableci- miento donde se prestan y tienen contratados los servicios. Pero ambas difieren de las expresiones abandono de labores y suspension de labores, que entrafian la paralizacién de las actividades durante el resto de la jomada, o sélo en parte de ella, una vex ‘que han sido iniciadas; con la particularidad de que no es necesario que el operador —si aslo decide— se aparte de su érea habitual de trabajo, puesto que la interrupcién puede traducirse en un acto de solid dad obrera, en un mecanismo de presion hacia el empresario 0 ser producto de la fatiga, entre ottas causes. TIL, Por sus efectos en cuanto al vinculo laboral, es necesario establecer una clara diferenciacién entre el abandono de trabajo y el abandono de labores (v. a. 46, fr. I. LFTSE). Mientras que en el primer supuesto generalmente se encuentraimplicita una manifestacion de voluntad para dar por concluida la relacidn obrero- patronal y se acurnula la cantidad de faltas de asisten- cia que configuran la causal de rescision o el trabaja- dor se aparta definitivamente del centro de trabajo por causas imputables al empleador, en el segundo simple- mente se desatienden, descuidan, disminuyen en ean- tidad, calidad ¢ intensidad o se detiene las actividades ya iniciadas. Fn este iltimo caso, aunque el patron puede rescindir el contrato de trabajo fundando su decision en una falta de probidad u homnade2, puede también descontar del salario slo la parte proporcio- nal al tiempo no laborado en Ia jornada respectiva IV. La LFT no regula el abandono de trabajo, pre- cisamente con esa denominacién, con motivo de res- cisidn, pero es incuestionable que al producirse las faltas de asistencia a que hace referencia la fraccion X del articulo 47, sin permiso del patrén o sin causa justificada, se actualiza la que podriamos llamar causal de abandono de trabajo, en virtud de que al no presentarse en la empresa o establecimiento el trabajador, se presume su intencién de no seguir pres- tando servicios. Por otra parte, el trabajador puede abandonar el trabajo y rescindir el contrato individual sin responsabilidad para él, de realizarse las hipatesis, previstasen las nueve fracciones del articulo 51, Es importante hacer notar la previsin del articulo 250 de la LFT, relativa a que no se configura la causal de rescision cuando los trabajadores ferrocartileros, por fuerza mayor plenamente comprobada,abandonen sus puestos. Nétese que no se habla de abandono de 19 trabajo 0 de empleo: realmente se trata de un abando- no de labores. V. La LFTSE contempla desde luego la causal de rescisin por falta de asistencia injustificada; pero ademis, en la fraccién primera del articulo 46, incluye sspeeificamente a la figura abandono de empleo, como una de las razones para que el notn- bbramiento o designacion de los trabajadores al ser- vido del Estado deje de surtir efectos, sin responsa- bilidad para los titulares de las dependencias. La huelga no constituye un abandono de trabajo ni individual ni colectivo: sélo es causa legal de auspen- sién de los efectos de las relaciones de trabajo por todo cl tiempo que dure (a. 447, LFT). Los lamados “permisos econémicos” requieren de a autorizacion del patrén para su disfrute; no baste con la simple interposicién de la solicitud, aunque se derecho a un determinado nimero de dias de descanso. Si el trabsjador no espera la aprobacién por parte del empleador, corre el riesgo de que se integre Ta causal de faltas de asistencia injustificadas, equipa- rable al abandono de trabajo o de empleo. Puede cons- tituir abandono de trabajo el no presentarse a reant- dar las labores cuando haya expirado una licencia. Existe una gran cercania entre las locuciones y vo- cablos abandono de trabajo, ausentismo, contrato de trabajo, despido, estabilidad en el empleo, relacién de trabajo y rescision, en virtud de que se exige une causa razonable y suficiente para la disolucion del vineulo obrero-patronal. v, AUSENTISMO, CONTRATO DE TRABAJO, DES. PIDO, ESTABILIDAD EN EL EMPLEO, RELACION DE ‘TRABAJO, RESCISION. VL BIBLIOGRAFIA: LASTRA Y VILLAR, Alfonso, Lar leyer de trabajo. de la Repiblica Mexicana, Mexico, od. del autor, 1935; SECRETARIA DEL TRABAJO Y PREVI SION SOCIAL, Diccionario de ls ley laboral, México, 1965; JUNTA FEDERAL DE CONCILIACION Y ARBITRAJE, Prontuario de la Ley Federal del Trabajo, México, 1978, 2 vols.; ALONSO GARCIA, Manuel, Curso de derecho del ‘trabajo, 52. ed., Barcelona, Ariel, 1975. Braulio RAMIREZ REYNOSO Abastos. Segin el Diccionario de la lengus, proviene de abastar: provision de bastimentos y especialmente do viveres. Abundancia. Kastimiento, a su vea, segiin el propio Diccionario, significa: “‘provision para sus- tento de una ciudad, e}ército, ete.” 20 1. Abastar 0 proveer de abastos, implica, pues, una actividad que se dirige a satisfacer necesidades colee- tivas, con el fin de crear en los mercados abundanci =o cuando menos suficiencia— de ciertas mercaderias, destinadas al consumo, e inclusive a la produccién de otros satisfactores. En aquel caso, las mercancias que se abastan constituyen, generalmente, articulos de primera necesidad; en el segundo, materias primas que utilizan las empresas para elaboracién de productos. El abastecimiento de cosas o de servicios, en paises, capitalistas como en el nuestro, se basa en la libertad de comercio, que supone el derecho de competencia de concurrir al mercado, ofreciendo unos y ot ¥ que se funda en una garantia individual consagrada fen el art. So. de Ia Constitucién de la Repiiblica. De ahi que las trabas e impedimientos que se pongan a esa actividad de aprovisionar o abastecer, puedan cons- tituir delitos contra la economia pablica, y conereta- mente contra el consumo (a. 253 fr. I, sobre todo el inciso ¢), C.P.), que se saneionan con prisign de dos a mil doscientos cincuenta in que la Ley organica del art. 28 Constitucional en materia de monopolios, prohiba “los actos que tiendan a evitar la libre coneu- rrencia en la produecién, distribucién o comercializa- jn de bienes y servicios, y los acuerdos, combinacio- nes © practicas de cualquier naturaleza que celebren los productores industriales, comerciantes empre- sarios para eviter la competencia. .. desplazar a terceros del mercado, o imponer los precios de los articulos o las tarifas de los servicios de manera arbi- traria” (a. 1o.). IL. Por otra parte, el abastecimiento oportuno y adecuado del mercado, respecto a ciertos productos y servicios, constituye un deber y una de las princi ies funciones econdmicas del Estado. Por ello, en la Ley sobre atribuciones al Ejecutivo Federal en materia econdmica, se le feculta “para imponer le obligacién a las personas que tengan existencias de las mercancias a que se refiere el art, lo., de ponerlas a la venta, a precios que no excedan de los maximos autorizados” (a. 40.). Esas mereancias son: “I. Articulos alimenticios de consumo generalizado; II. Efectos de uso general para el vestido de la poblacién del pais; III. Materias primas esenciales para la activi- dad de la industria nacional; IV. Productos de las industrias fundamentales; V. Articulos produ por ramas importantes de la industria nacional; En general, productos que representen renglones Los servicios que afectan a la produccién, distribu- ci6n o comercializacion de mercancias anotadas en las fracciones procedentes, todos aquellos servicios que se refieran a materiss de interés piblico 0 beneficio general”. En esa misma norma, 0 s¢a, el a, 4o. ve excluye de imponer la obligacién de vender, a materias primas, pero siempre que “no sean en cantidad mayor que le necesaria para el abastecimiento de sus actividades durante un aflo” (parrafo segundo). HL. El abasto constituye una actividad que silo pueden realizar empresas, o sea organismos profesio- rales que se dedican a la produecion de bienes y ser- vicios destinados al mercado. Se trata, en consecuei cia, de comerciantes, segin el concepto del a. 30. fr 1, CCo.: “personas que hacen del comereio su ocupa- cién ordinaria”; y la actividad misma, dentro de Ia ‘organizacién de la negociacién, se incluye expresamen- te como “acto de comercio” en el a. 75 fr. V, CCo., que se refiere a las empresas de abastecimiento y su- rministros. Estamos pues, en presencia deuna actividad regulada por la legislacin mercantil, y no por el dere- inguir entre esas dos especies, abastecimiento y suministros, podria decirse que aque- las empresas son de alcance més amplio y general que Jos sumninistros; y que éstos suponen siempre un con- trato especial, llamado asi, precisamente, contrato de suministro, en tanto que l abastecimiento tanto puede efectuarse a través de ese negocio de tracto sucesivo, como de contratos individuales; y que tanto puede llevarse a cabo por negociaciones privadas como pit- Dlicas, como es el caso de la CONASUPO en sus labo: res de importacin de alimentos y su distribuciin a los mercados nacionales. IV. Recientemente, por encargo de una dependen. cia del Gobierno Federal, se elabord en el Instituto de Investigaciones Juridicas de la UNAM, un Antepro- yeeto de Ley Federal de Abastos, en el que esa tarea queda encomendada a empresas nacionales (a. 1o.), privadas o estatales, pero que requeririan autorizacion oficial (a. 20.). Su actividad sélo se referiria a bienes y servicios “que se consideren como de primera nece- sidad”, los que serian especificamente sefialados por reglamentos del Ejecutivo (a. 30.). En dicho Antepro- yeoto se regulan las condiciones generales de contrata- cin (aa. 50.2 11), In ineficacia de estas (aa. 12 y 13);

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