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¿Que es la religión?
Autor: Paulo Arieu
Administrador del blog www.lasteologias.wordpress.com
Allí en donde el hombre habite, las formas religiosas se expresaran a través de
sistemas de creencias, mitos y rituales. Este espacio explora lo religioso como una
respuesta del ser humano ante la necesidad de protección y trascendencia. Cuando
hablamos de religión no nos estamos refiriendo a ningún credo o institución
religiosa, tomamos el concepto "religión" en un sentido más amplio.
Religión proviene del latín "religare", que significar re-ligar, volver a unir, juntar
algo que está separado pero alguna vez estuvo unido.
Entendemos que en un principio el hombre tenía una relación plena con Dios, hasta
que como consecuencia de la introducción del pecado al mundo esta relación fue
interrumpida y se produjo una separación entre el hombre y Dios. Esta misma
ruptura entre el hombre con Dios produjo una relación diferente también entre los
hombres y su entorno.
La función de la religión debe ser volver a relacionar al hombre con Dios y
consecuentemente crear una nueva relación también entre los hombres y su
entorno.
Entendemos que en la actualidad, en general, el concepto "religión" está más
relacionado con organizaciones religiosas que al verdadero sentido de esta palabra.
Lamentablemente en nombre de este falso concepto de religión a través de la
historia se han cometido los actos más horrendos de la humanidad.
Por todo el mundo la gente adora a muchísimos dioses. Hay religiones, como el
shintoismo, el budismo y el hinduismo, y también en religiones de tipo animistas, la
creencia politeísta es una realidad para ellos. En el hinduismo se adoran millones de
dioses.
Si vamos a la Biblia, encontramos que en la época en la que se escribió el Nuevo
Testamento, se adoraba a dioses como Zeus y Hermes (hch. 14:11-12)
La Biblia reconoce el culto a los dioses, como una realidad de los seres humanos,
que no tienen en cuenta que solo hay un Dios verdadero (I Cor. 8:5-6)
Es común oír que la gente opina que todas las religiones son buenas. Me pregunto
si después del 11 de septiembre en Estados Unidos, donde se derribaron las torres
gemelas, provocando varios cientos de muertos, o después del ataque de
fundamentalistas islámicos a la AMIA en Argentina, pensarán lo mismo. O después
del reciente atentado en Rusia en un subterráneo, por las esposas de terroristas
muertos ("viudas negras")
Si esto fuera cierto (que todas las religiones son buenas y que todas nos llevan al
mismo Dios), no habría problemas en cual sea la religión que se practique. Pero eso
quitaría fundamento al mandato apostólico de ir a todos las etnias para anunciarles
el evangelio y hacer discípulos.
Cuando Jesucristo estaba en los tiempos de su humanidad, había un grupo de
religiosos que se llamaban fariseos (ej: Nicodemo y el apóstol Pablo pertenecieron a
este grupo)
Estos habían establecido un sistema de adoración y creían que su sistema tenía la
aprobación del Seño. ¡in embargo, al mismo tiempo procuraban matar al Señor
Jesús! (cf. Jn. 8:41)
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Acaso de verdad era Dios el Padre de ellos? Aprobaba el Señor sus practicas
religiosas. Podemos ver que no, ya que el Señor Jesus les deijo u n dia que eran
hijos del mismo diablo de tan perversos que eran (Jn. 8:44)
No hay dudas que la religión de los fariseos estaba lejos del ideal de Dios. Le eran
mas útil al diablo que al Señor al cual decían servir. Recorrían cielo, tierra y mar
para hacer un convertido y luego lo transformaban en un diablo en potencia.
Estas son palabras fuertes, pero vienen del Señor mismo. Y Jesús dirigió esas
palabras a judíos celosos y prosélitos. Estos eran estudiosos de la Biblia, hombres
quienes conocían las Escrituras.
Puedes pensar, "¿Cómo puede ser que lo que Jesús dijo sea posible? ¿Cómo puede
ser que aquellos que buscan convertir hagan que los perdidos pasen a una
condición peor?" Jesús contesta esto. Cuándo él gritó, "¡Hipócritas!"; él estaba
declarándoles a los Fariseos, "Su fruto es malo." Y él les advirtió, "por esto
recibiréis mayor condenación." (23:14).
Los Fariseos a los cuales Jesús se dirigió estaban más preocupados con los números
en vez de ver una verdadera obra de conversión, tomar lugar en los corazones de
la gente. Jesús les dijo, en efecto:
"Ustedes les están cerrando los cielos a sus tales llamados 'convertidos.' Y esta
sucediendo porque ustedes no tienen palabra de Dios en su propia vida. Ustedes
van a tal extremadas labores planeando hacer convertidos. Pero, en realidad, están
cerrándoles los cielos a la gente que alcanzan."
Debido a los crímenes que los miembros de muchas diferentes religiones han
cometido en el nombre de Dios durante toda la historia, hoy millones de personas
se han apartado de Dios y de Cristo. Culpan a Dios por las terribles guerras
religiosas, como las que hubo entre católicos y musulmanes, llamadas las
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Cruzadas, las guerras entre musulmanes e hindúes y las guerras entre católicos y
protestantes. Señalan al asesinato de judíos en el nombre de Cristo, y a las crueles
inquisiciones católicas. Sin embargo, aunque los líderes religiosos que fueron
responsables de aquellos horribles crímenes afirmaban que Dios era su Padre, ¿no
eran acaso tan hijos del Diablo como lo fueron los fariseos a quienes Jesús
condenó? Puesto que Satanás es el dios de este mundo, ¿no es de esperarse que
también tenga el control de las religiones que practica la gente
del mundo? 2 Cor. 4:4; Ap. 12:9.10
¿Que es la religion?
Otra definición:
También estudia las funciones de la creencia religiosas, por ejemplo, hacer frente a
los sentimientos de desamparo, la impredecibilidad, el miedo a la muerto y los
sentimientos de culpa. La sociología de la religión estudia las funciones y
disfunciones sociales de las creencias y de las comunidades religiosas, tales como
su contribución a la cohesión y desintegración sociales y su empleo como una
herramienta de control social. La historia de las religiones estudia su aparición y
transformaciones en relación con otros aspectos de la vida social, como los
económicos y los políticos. La filosofía de la religión puede ser un adjunto de la
teología o bien ser independiente de ésta. En el primer caso carece de la libertad
intelectual inherente a la investigación filosófica; en particular, no puede permitirse
cuestionar la existencia de un Dios o dioses ni de ninguno de los otros dogmas
esenciales de la religión en cuestión. Por lo tanto, puede decirse que no es
auténticamente filosófico Una auténtica filosofía de la religión examinara los
problemas lógicos, semánticos, epistemológicos, ontológicos y éticos que plantea la
hipótesis de la existencia de las deidades.
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Realmente, ¿qué buscamos en la vida cuando nos preguntamos por la religión, por
las muchas religiones que hay en el mundo, por los cultos sagrados y las
ceremonias rituales? ¿Qué buscamos cuando nos preguntamos por el problema de
Dios o el problema del mal? ¿Qué buscamos cuando atacamos o defendemos a la
Iglesia y a los líderes? ¿Por qué hablamos mal o bien de los imanes o de los rabinos
o de los pastores?
La religión debería ser un camino para encontrar a Dios. Pero la verdad es que casi
siempre se convierte en un impedimento para relacionarse con Dios. Porque hay
personas que se quedan atrapadas por la religión, en ella se complacen, con ella se
sienten bien y hasta es posible que las observancias religiosas les sirvan de
ascensor que les sube al piso más alto del alto cielo, desde donde ellos, los
observantes, se sienten mejores, se ven superiores a los demás y hasta con
derecho para menospreciar o despreciar a otros. Pero Jesús nos llama, sea quien
sea, sea la religion que practique, Jesús nos llama a encontrarnos con el por medio
de la fe en su resurrección.
Jesús es Verbo, es acción y no religión, Su labor es continua en los corazones y no
cesa de trabajar en los seres humanos para darles a conocer su amor.
Una presencia que resultaba cada vez más evidente, en la relación viva y personal
con el verbo eterno.
En la iglesia primitiva resultaba que había unidad: un solo corazón y una sola alma.
· "Ya no hay griego y judío, circunciso e incircunciso, bárbaro, escita,
esclavo, libre, sino que Cristo es todo en todos" (Col 3,11).
Una comunión ciertamente imperfecta, con muchas fallas, rupturas,
reconciliaciones, nuevas laceraciones, nuevas reconciliaciones. La unidad era algo
objetivo, era obra de Otro, que por tanto resultaba indudablemente presente. Si
actúa, quiere decir que está.
· "Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que
también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea..." (Jn
17, 21).
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Por lo pronto, la religión griega careció de texto sagrado como la Biblia. Fueron sus
artistas y poetas, y ante todo Homero y Hesíodo, los encargados de forjar las
imágenes de lo divino; pero con la espontaneidad propia del artista y sin que se
convirtieran en dogma ninguno. Circunstancia que con seguridad tiene relación con
la libertad característica del espíritu griego, con el empleo autónomo que supieron
hacer de su racional filosofía -así, por ejemplo, las críticas de Platón a la
religiosidad tradicional. Sus dioses, por lo demás, no expresan nada propiamente
trascendente, sino que le están dados de modo inmediato, por así decir, en su más
directa experiencia cotidiana; porque no son, bien mirados, sino "figuras" o
"aspectos" (esto es "ideas) del ser
Pero con esto no es aun suficiente para caracterizar lo propio del Dios del Antiguo
Testamento; pues ello vale igualmente para el Dios del Antiguo Testamento. Lo
característico del cristianismo estriba en que, sin romper o anular aquella
trascendencia, instaura un momento de mediación, un puente, digamos, entre Dios
(Padre) y el hombre: ese puente es Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, mediante
el cual Dios, en su infinito amor y misericordia, redime al hombre del pecado. En
efecto, a diferencia de lo que ocurre en el paganismo y aun en el judaísmo, el Dios
cristiano es un Dios de amor; no meramente un Dios al que se ama -pues esto ya
se encuentra en Platón y Aristóteles-, sino un Dios que ama a sus criaturas, y que
por ello las salva por Su amor, que incluso se sacrifica mediante su Hijo, quien
asume en sí el pecado de la humanidad.
Etimología
La etimología del término religión ha sido debatida durante siglos debido a las dos
interpretaciones que se han sostenido que además de ofrecer una propuesta acerca
del origen de la palabra, subrayan alguna actitud religiosa.
Antes de ser usada con un sentido relacionado con las divinidades, el término
«religión» o «religioso» era utilizado para expresar un temor o un escrúpulo
supersticioso. Así consta en textos de Julio César (De Bello Gallico VI 36) y Tito
Livio (Historia de Roma desde su fundación IV 30).
La otra etimología propuesta por Lactancio hace derivar la palabra «religión» del
verbo latino religare:
Este segundo sentido resalta la relación de dependencia que «religa» al hombre con
las potencias superiores de las cuales él se puede llegar a sentir dependiente y que
le lleva a tributarles actos de culto.[9]
En su ensayo Del imperio romano, José Ortega y Gasset escribe «Cuando el hombre
cree en algo, cuando algo le es incuestionable realidad, se hace religioso de ello.
Religio no viene, como suele decirse, de religare, de estar atado el hombre a Dios.
Como tantas veces, es el adjetivo quien nos conserva la significación original del
sustantivo, y religiosus quería decir "escrupuloso"; por tanto, el que no se comporta
a la ligera, sino cuidadosamente. Lo contrario de religión es negligencia, descuido,
desentenderse, abandonarse. Frente a relego está nec-lego; religente (religiosus)
[10] se opone a negligente.» [11]
Una posibilidad es intentar una definición desde el punto de vista de las personas
que practican la religión. Así encontramos propuestas como las de Friedrich
Schleiermacher: «sentimiento de dependencia absoluta» que luego distingue este
sentimiento de los tipos de dependencia relativa. William James subraya más bien
«el carácter entusiasta de la adhesión» de los miembros de las religiones. Desde
este punto de vista se pueden considerar elementos como los sentimientos, los
factores experienciales, emotivos o intuitivos, pero siempre desde una perspectiva
más bien individualista.
Con el estudio que las diversas ciencias humanas (sociología y antropología cultural
especialmente) han realizado de la religión, se ha logrado formular otro conjunto de
definiciones que consideran este fenómeno en su ámbito social y cultural.
Sin embargo, estos elementos que Otto refiere como propios de la experiencia
religiosa parecen estar ausentes en las religiones asiáticas. En Mircea Eliade se da
una ampliación de la noción de «sagrado» que perfecciona la definición de Otto.
Habla de espacios, cosas y tiempos sagrados en la medida en que estos se
relacionan con simbolismos y rituales propios de las religiones. Así la religión es la
configuración u organización de la existencia a partir de dimensiones profundas de
la experiencia humana que relacionan al hombre con algo que se le presenta como
último y trascendente. Tales dimensiones varían de acuerdo con las circunstancias
y culturas.
2. Por revelación
Otra división que se utiliza consiste en hablar de religiones reveladas o no
reveladas.
a. Las religiones reveladas se fundamentan en una verdad revelada de carácter
sobrenatural desde una deidad o ámbito trascendente y que indica a menudo cuáles
son los dogmas en los que se debe creer y las normas y ritos que se deben seguir.
b. Las religiones no reveladas no definen su origen según un mensaje dado por
deidades o mensajeros de ellas, aunque pueden contener sistemas elaborados de
organización de deidades reconociendo la existencia de éstas deidades y espíritus
en las manifestaciones de la naturaleza.
3. Por origen
Otra clasificación de las religiones es por origen o familia. Las religiones se agrupan
en troncos de donde derivan, por ejemplo:
Usualmente se acepta que las principales familias de religiones son las siguientes:
No existen hasta la fecha unas estadísticas fiables del número de seguidores de las
religiones del mundo. Cada religión suele aportar sus propios cálculos estimativos,
que a menudo suelen sumar seguidores sin criterios demasiado científicos, tales
como geografía, ritos tempranos de iniciación (bautismos, etc.) o la pertenencia
familiar. En la siguiente estadística se muestra el cálculo estimativo aportado por
las diferentes religiones. A falta de datos actualizados, aquellas que no han hecho
públicos sus cálculos muestran aquí el recopilado en el sitio adherents.com,
dependiente de una organización cristiana evangélica estadounidense.
Religiones en el mundo
Lista de las principales religiones actualmente practicadas en el mundo,
por orden alfabético.
1. Budismo: fundada por Siddhārtha Gautama (Buda Gautama o El Buda) en el
siglo VI a. C. Actualmente extendida por todo el mundo a excepción de la mayoría
de países africanos.
• Animismo.
• Brujería.
• Chamanismo.
• Fetichismo.
• Totemismo.
• Australianas: practicadas por los aborígenes de Australia, suelen usar la
interpretación de sueños.
• Americanas: realizan un culto a la naturaleza y pueden utilizar plantas y
elementos psicoactivos como el peyote.
o Andinas: recogen elementos de la mitología inca y de otras
antiguas, realizando un sincretismo chamanista.
o Mexicanas: recogen elementos de la mitología azteca y maya
realizando un sincretismo chamanista.
• Africanas: agrupan multitud de creencias transmitidas oralmente.
o Yoruba (yorubá): de ella se derivan multitud de sincretismos en
toda América.
Vudú: originada en África Occidental y asentada en el Caribe
y sur de EE. UU.
Santería: originada desde un sincretismo entre el animismo y
las creencias cristianas.
Candomblé: de origen totémico, es un sincretismo de
religiones afrobrasileñas.
Kimbanda: originada en Brasil por el sincretismo del
cristianismo con religiones africanas y creencias cristianas.
Umbanda: originada desde un sincretismo entre candomblé,
el kardecismo espiritualista y las creencias cristianas.
• Asia: que incluyen los cultos animistas y chamánicos de:
o Bön: religión tradicional de Tíbet.
o Chamanismo extendido por toda Asia en poblaciones tribales.
o Chondogyo de Corea.
o La religión tradicional china.
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7. Islam: basada en las enseñanzas del Corán, transmitido por el profeta Mahoma
(nacido en el 570 d. C.).
11. Sijismo: fundada por Gurú Nanak en el siglo XV en la India, en la región del
Panyab.
12. Mandeísmo: una religión muy antigua que parece ser descendiente del
gnosticismo antiguo y rinde culto a Juan el Bautista. Probablemente son los sabeos
mencionados en el Corán. Cuenta con 38.000 seguidores, casi todos en Iraq.
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16. Zoroastrismo: de orígenes inciertos, aparece como religión alrededor del siglo
V a. C. Sus enseñanzas se basan en el profeta y poeta Zoroastro del antiguo
Imperio persa.
Estudio de la religión
El estudio de la religión suele implicar numerosos campos de investigación, entre
ellos:
6 No-teísmo afirma la inexistencia de deidades o bien las admite pero les niega un
papel directamente activo en la liberación del individuo. El no-teísmo, también
denominado ateísmo, existe en el budismo y el taoísmo. En algunas variantes del
budismo existe el culto a deidades si bien tienen un papel psicológico, ritual o
simbólico, pero en todo caso siempre provisional. El taoísmo observa dos variantes
unidas pero bien diferenciadas: la filosófica y la más contemplativa o de
meditación. En este último, las deidades de la religión tradicional china han sido
absorbidas como elementos simbólicos para prácticas de carácter psicofísico.
Etimología (griego)
Dios habla hoy, "versión popular", 2ª eds. 1983 también en 2 Ti. 3.5, pasaje en el
que instintivamente utilizaríamos la palabra "cristianismo".
Nota:
Según esto, lejos de ser paradójico que un ateo (terciario) se interese por la
esencia de la religión, habrá que reconocer que sólo ese ateo podría interesarse
propiamente por tal «esencia». [351-372] Lo paradójico hubiese sido que el
creyente terciario en el Dios verdaderísimo se hubiese formulado tal pregunta. Pero
el ateísmo terciario presupone, desde luego, el desarrollo de las religiones terciarias
hasta un punto crítico tal -determinado por las contradicciones entre las mismas
religiones terciarias (judíos contra musulmanes, musulmanes contra judíos y
cristianos, cristianos romanos y cristianos anglicanos entre sí)- que pueda
comenzar su neutralización mutua, el deísmo o el ateísmo, pero acompañado, a la
vez, del conocimiento o saber relativo al alcance históricamente «transcendental»
de la religión (no ya sólo para la política o para la economía, sino también para «el
hombre» en general). En El animal divino (parte I, capítulo 6) se presentó a la
filosofía de Espinosa como el primer núcleo de cristalización reconocible de una
auténtica filosofía de la religión. La llamada «teología filosófica», en cuanto
contradistinta de la «teología natural», es tanto como filosofía de la religión,
teología y, generalmente, nematología preambular. Esta «teología filosófica» puede
considerarse como una filosofía no positiva de la religión; es sólo una filosofía
metafísica aunque no fuera más que porque procede mediante la evacuación, casi
total, del material de las religiones positivas, reteniendo sólo los momentos
teológico-terciarios. Su paralelo sería una filosofía natural que, por decreto,
evacuase todos los objetos del mundo físico y se atuviese únicamente, a lo sumo,
al Espacio-tiempo vacío. Una filosofía de la religión que quiera mantenerse como
filosofía positiva de la religión ha de ser una filosofía que se acerca a las religiones,
ante todo, desde un plano fisicalista, aquel desde el cual los contenidos religiosos
no son tanto «vivencias» o «experiencias anímicas o metafísicas» sino (para decirlo
groseramente) bultos, sólo que «bultos» con significado religioso (bulto, de vultus,
faz). Bultos, entidades corpóreas finitas, son en efecto los templos, los sacerdotes y
hasta el Corpus Christi del sagrario católico. La filosofía positiva de la religión se
ocupa de cosas positivas, es decir, de bultos portátiles: Dios ubicuo no es portátil.
Pero la filosofía positiva no tiene por qué entenderse como sujeta a la disciplina
positivista, en tanto pretende determinar leyes a partir de los hechos fisicalistas.
[33]
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iglesias. Algunos líderes religiosos han dicho que la homosexualidad y el que las
personas tengan relaciones sexuales sin haberse casado no son cosas incorrectas.
Durante las guerras mundiales del siglo pasado, de las cuales son sobrevivientes
millones de personas que siguen vivas hoy, las religiones de los dos lados en
contienda estimularon a la gente a matar.
"Maten alemanes... sí, mátenlos"!, dijo el obispo de Londres.
Y, al otro lado, el arzobispo de Colonia, dijo a los alemanes:
"Les ordenamos, en el nombre de Dios, que luchen hasta la última gota de
sangre por el honor y la gloria de la patria."
De este modo católicos mataron a católicos con la aprobación de sus líderes
religiosos, y los protestantes hicieron lo mismo. El clérigo Harry Emerson
Fosdick confesó lo siguiente:
es también el caso hoy en día, como lo demuestran los símbolos fálicos en los
templos de la India.
9. A consecuencia de ello, el típico adorador de ídolos de los tiempos bíblicos
cometía tanto un pecado religioso como sexual siempre que participaba en
determinadas ceremonias religiosas. Y esto era cierto en particular cuando la
religión incluía la prostitución cúltico-ritual, como el culto a Afrodita, la diosa del
amor de Corinto.
10. En el sentido más amplio de la palabra, «idolatría es rendir culto a cualquier
cosa que usurpe el lugar que sólo Dios merece». Pablo habla de la «avaricia, que es
idolatría» (Colosenses 3.5). [43]
La idolatría en el Antiguo Testamento
El Antiguo Testamento tiene mucho más que decir acerca de las prácticas
idolátricas del mundo pagano circundante que el Nuevo. La idolatría del Nuevo
Testamento no era más que un desarrollo posterior de lo que comenzó en el mundo
antiguo. Para hablar de este tema me apoyaré en dos estudios panorámicos
magistrales de la idolatría: el primero lo hace P. H. Garber en la International
Standard Bible Encyclopedia [Enciclopedia Bíblica Internacional]; y el segundo, F. B.
Huey, hijo, en the Zondervan Pictorial Encyclopedia of the Bible.
Garber examina en primer lugar el término ídolo y luego idolatría. Y ya que
estamos enfocando el tema desde una perspectiva bíblica y no de religiones
comparadas, utilizaremos muchas citas de la Escritura. P. H. Garber comienza con
una larga lista de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamentos que se utilizaban
para referirse a los ídolos y la idolatría. Existen unos veinticinco términos hebreos
para la primera palabra y cuatro para la segunda. El Nuevo Testamento se limita a
unos pocos términos básicos tanto para el concepto de ídolos como para el de
idolatría. Examinemos los cinco más corrientes.
En primer lugar tenemos eídolon, la palabra utilizada con más frecuencia para
ídolos y «algunos términos de la misma familia». En segundo lugar eidolóthyton,
que se emplea de manera específica para la carne sacrificada a ídolos. En tercer
lugar está eidololatría, la palabra que ya consideramos en Gálatas 5.20, se utiliza
también en la polémica bien desarrollada de Pablo contra los ídolos y la idolatría en
1 Corintios 10.7–33. En cuarto lugar tenemos kateídolos, que aparece sólo en
Hechos 17.16, en el contexto del difícil ministerio del apóstol en Atenas, cuando vio
«la ciudad entregada a la idolatría».
Y por último, está la palabra eikónos, que se utiliza en Romanos 1.23: una de las
condenas más firmes que hace el apóstol Pablo de toda idolatría y adoración de
imágenes. Allí el apóstol dice que la humanidad en general cambió «la gloria del
Dios incorruptible en semejanza de imagen (eikónos) de hombre corruptible, de
aves, de cuadrúpedos y de reptiles».
Garber explica que una palabra hebrea empleada para los ídolos se deriva de zana,
que significa «tener relaciones sexuales ilícitas. Sus connotaciones sexuales
sugieren la participación de prostitución idolátrica, una característica habitual de la
adoración pagana cananea (y más tarde de los cultos grecorromanos)».
En el Antiguo Testamento, los peligros de los ídolos y la idolatría constituían la
mayor preocupación para Dios y los líderes por Él nombrados. Incluso la firme
prohibición de los matrimonios mixtos con los pueblos paganos de la tierra de
Canaán se debía primordialmente a la corrupción religiosa y moral que esta práctica
podía traer y trajo a Israel.
La terrible destrucción de las ciudades y los pueblos de Canaán por los judíos,
ordenada por Dios, resultaba esencial a causa de la entrega completa de aquellos
pueblos a la idolatría y las increíbles prácticas religiosas y morales asociadas con
ella. Dichas prácticas incluían orgías sexuales cúlticas, tanto heterosexuales como
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Más adelante, aunque salieron de Egipto, Egipto no salió de ellos; y justo cuando se
disponían a entrar en la Tierra Prometida, su adicción a la idolatría y la inmoralidad
que ésta implicaba les hizo «fornicar con las hijas de Moab». Los moabitas los
invitaron «a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió, y se inclinó a ellos. Así
acudió el pueblo a Baal-peor; y el furor de Jehová se encendió contra Israel»
(Números 25.1–3).
Este fue el suceso culminante de idolatría, inmoralidad y rebeldía contra Dios desde
que salieron de Egipto. Y fue entonces cuando Dios juzgó a la nación
manteniéndolos fuera de la tierra hasta que toda la generación rebelde, excepto
Josué y Caleb, murió en el desierto (Número 26).
Por último, justo antes de que la nueva generación entrase en la Tierra Prometida
bajo el mando de Josué, Moisés les dio su largo mensaje de despedida
(Deuteronomio 1–33). Y una parte importante de dicho mensaje versó sobre no
hacerse ninguna imagen de Jehová ni de ningún otro tipo. Tampoco debían contraer
matrimonios mixtos con las naciones del país. Los pasajes de Deuteronomio 4.15–
20 y 7.1–6 son ejemplos excelentes de las apasionadas advertencias de Moisés:
Y no emparentarás con ellas [las naciones]; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a
su hija para tu hijo.
Porque desviarán a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de
Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá pronto.
Mas así habéis de hacer con ellos: sus altares destruiréis, y quebraréis sus
estatuas, y destruiréis sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas en el
fuego (Deuteronomio 7.3–5).
Moisés afirmó además que cualquier persona que intentase seducir la fe de un judío
para guiarle a la idolatría o al sincretismo debía ser ejecutada (Deuteronomio 13.6–
16) y cualquier judío que adorase a algún otro dios distinto de Yahvé, o le sirviese,
también debía ser muerto (Deuteronomio 17.1–7).
Huey escribe que los judíos:
[ … ]no obedecieron a las amonestaciones de Moisés en cuanto a destruir a la gente
por completo, sino que se establecieron entre ellos. Continuaron adorando a los
dioses extranjeros que habían traído de Egipto (Josué 24.14, 15, 23) y fueron
también seducidos por los de los cananeos una vez que se hubieron asentado en el
país (Jueces 2.11–13; 6.25–32; véase también Jueces 17–18).
La continua rebelión de Israel contra Dios y su contemporización con la idolatría y
el sincretismo no hace sino empeorar en el resto del período histórico y en el
profético. Samuel tuvo que luchar contra ella durante toda su vida (1 Samuel 7.3–
4). Garner escribe al respecto:
La tensión entre la idolatría y el espíritu esencial de la religión israelita está
reflejada en la protesta profética temprana de Samuel, cuando dice: «Porque como
pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación» (1
Samuel 15.23). En esta afirmación, Samuel coloca la desobediencia a Dios y la
idolatría en la misma categoría. En último análisis, la idolatría era rebelión, ya que
constituía una violación de los mandamientos de Dios.
El período más brillante fue durante el largo reinado de David. Sin embargo, su hijo
Salomón, que comenzó muy bien, en su vejez fue arrastrado a las peores formas
de idolatría y paganismo por sus muchas mujeres (1 Reyes 11.1–9). Llenó sus
jardines reales de repulsivas imágenes de los dioses de sus esposas y concubinas, y
Dios tuvo que juzgarle y arrancarle de la mano diez de las doce tribus de Israel (1
Reyes 11.11s).
Jeroboam se convirtió entonces en el líder de las diez tribus separadas, a las que
ahora se llamó Israel. Él también parecía empezar con buen pie (1 Reyes 11.26–
40), pero pronto erigió dos becerros de oro, uno en Bet-el y otro en Dan, y obligó al
pueblo a que adoraran allí en vez de ir al templo de Jerusalén (1 Reyes 12.25–
14.19). De ahí en adelante se le llegó a conocer en la historia de Israel como
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Hechicería o brujería
Ahora debemos considerar la segunda clase de pecado religioso contra el cual Pablo
advierte una y otra vez que luchamos. El término griego es extraño: pharmakeía,
que se traduce por «hechicería» o «brujería». Fung dice que esta palabra en
principio «indicaba el uso médico de drogas». El término farmacia procede de esta
palabra. Vine explica que «en primer lugar se refería al uso de la medicina, drogas
y encantamientos, y luego [tomó el sentido] de envenenamiento, brujería (o)
hechicería».
Enseguida hace otro comentario. Antes de afirmar que posteriormente la palabra se
aplicó a la brujería y la hechicería, expresa:
En la hechicería, el uso de drogas, sencillas o fuertes, iba acompañado por lo
general de encantamientos e invocaciones a los poderes ocultos mediante diversos
hechizos, amuletos, etc., supuestamente ideados para guardar al solicitante o
paciente de la atención y el poder de los demonios, pero en realidad era para
impresionarlo con los misteriosos recursos y poderes del hechicero.
Ronald Fung afirma paralelamente a las perspicaces palabras de Vine, y añade que
el valor de los libros de artes mágicas que quemaron los cristianos efesios «son un
testimonio elocuente del predominio de tales prácticas en aquellos tiempos»
(Hechos 19.19; cf. 8.9–11; 13.8–10) a pesar de que la hechicería era un delito
grave según la ley romana».
Resulta difícil encontrar la palabra idónea para lo que Pablo está condenando aquí.
La mayor parte de las traducciones varían entre «brujería» y «hechicería»,
inclinándose más por esta última. Tal vez el término más amplio de «ocultismo»
sería más apropiado, ya que la práctica en cuestión, en tiempos del Nuevo
Testamento, abarcaba la mayoría de lo que hoy se realiza en las distintas ramas de
las artes ocultas: hechicería, brujería, espiritismo, adivinación, magia,
encantamientos, maldiciones y prácticas relativas a los médiums para entrar en
contacto con los espíritus de personas muertas y proyección astral o espiritual.
Esta actividad de la carne en la esfera espiritual abarca por lo menos nueve áreas:
1. Cualquier clase de práctica que tiene como meta entrar en contacto con el
mundo espiritual (ángeles, espíritu [fantasmas] de muertos y otros) con propósitos
egoístas, tales como la furia del «channeling» (canalización) popularizada por la
actriz Shirley MacLaine.
2. Intentar lo anterior incluso sólo por curiosidad.
3. Tratar de manipular el mundo espiritual para que haga lo que uno quiere.
4. Intentar obtener conocimiento del mundo espiritual fuera o más allá de lo que
Dios ha revelado en su Palabra.
5. Conseguir poder del mundo espiritual sobre la vida propia, la de otros y/o sobre
las circunstancias y acontecimientos de este mundo.
6. Conseguir poder del mundo espiritual para hacer el bien a uno mismo u otros,
como por ejemplo: sanar, mejorar las finanzas u obtener placeres; o para dañar a
quienes obstaculizan el bien que uno desea y busca.
7. Obtener protección de los buenos espíritus contra los espíritus malos y
perversos.
8. Entrar en contacto con los espíritus [fantasmas] de los muertos.
9. Entrar en contacto o servir a Satanás en oposición al verdadero Dios o al Señor
Jesucristo, por el motivo o idea, cualquiera que sea, que uno tenga sobre la
persona y actividad del diablo.
La hechicería incluye la esfera de la magia (no la prestidigitación), es decir, el uso
de drogas, salmodias y rituales que poseen en sí mismos poder para producir los
resultados deseados o los cambios que se quieren obtener en las personas,
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Religiosidad Popular
Creencias de la población. Según Enrique Dussel, se trata «de un momento de la
cultura popular… creencias subjetivas populares, símbolos y ritos, junto a
comportamientos o prácticas objetivas con sentido, producto de historia… que no
debe confundirse con la religión oficial».
serán castigados en sus hijos. Porque Moisés con frecuencia se expresa así;
"Jehová, que visitas la maldad de los padres sobre los hijos hasta la
tercera y cuarta generación" (Nm. 14, 18). E igualmente Jeremías: '"¡Oh
Señor Jehová!...que haces misericordia a millares, y castigas la maldad de
los padres en sus hijos después de ellos" (Jer.32, 18).
Algunos no pudiendo resolver esta dificultad, piensan que hay que entenderlo
solamente de las penas temporales, las cuales no hay inconveniente en admitir que
las sufran los hijos por los padres, pues muchas veces castiga Dios con ellas para
un bien mayor. Y esto es, desde luego, cierto. Porque Isaías anuncié al rey
Ezequías que sus hijos serían privados del reino y deportados a tierra extraña, a
causa del pecado que él había cometido (Es. 39,7). Así mismo las familias de
Faraón y del rey Abimelec fueron castigadas a causa de la injuria que sus amos
habían hecho a Abraham (Gn. 12, 17; 20,3). Mas citar tales cosas para resolver
esta duda es servirse de subterfugios más bien que presentar una interpretación
verdadera. Porque el Señor anuncia en este lugar y en otros semejantes un castigo
mucho más grave que el que pueda afectar únicamente a esta vida presente. Hay,
pues, que interpretar que la justa maldición de Dios no cae solamente sobre la
cabeza del impío, sino además sobre toda su familia. Y, siendo esto así, ¿qué se
puede esperar sino que el padre, privado del Espíritu de Dios, viva
abominablemente? ¿Y que el hijo asimismo, dejado de la mano del Señor a causa
de la maldad de su padre, siga el mismo camino de perdición? ¿Y, finalmente, que
los nietos y demás sucesores, semilla de hombres detestables, den consigo en el
mismo abismo?
Pero, dirá alguno, el Señor dice lo contrario, al asegurar que el castigo del pecado
del padre no pasará al hijo (Ez. 18,20). Hay que fijarse bien de qué se trata en esta
sentencia de Ezequiel. Los israelitas siendo de continuo y por tanto tiempo afligidos
por innumerables calamidades tenían ya como proverbio el decir que sus padres
habían comido las uvas y los hijos sufrían la dentera; dando con ello a entender,
que los padres habían cometido los pecados, y ellos injustamente eran castigados
por ellos; y ello debido al riguroso enfado de Dios más bien que a una justa
severidad. A éstos el profeta les dice que no es así, sino que son castigados por las
culpas que ellos mismos han cometido, y que no es propio de la justicia divina que
el hijo inocente pague por el pecado que su padre cometió; lo cual tampoco se
afirma en el pasaje del mandamiento que estamos explicando. Porque si la
visitación de que hablamos se cumple cuando el Señor retira de la familia de los
impíos su gracia, la luz de su verdad, y todos los demás medios de salvación, en el
sentido de que los hijos sienten sobre si la maldición de Dios por los pecados de sus
padres, en cuanto que, abandonados por Dios en su ceguera, siguen las huellas de
sus padres; y que luego sean castigados, tanto con penas temporales, como con la
condenación eterna, no es más que el justo juicio de Dios, en virtud no de pecados
ajenos, sino de su propia maldad.
Considerando lo cual Salomón dice que los hijos de los justos después de la muerte
de sus padres serán dichosos (Prov. 20,7); no solamente a causa de su buena
educación e instrucción, que evidentemente tiene gran importancia para ello, sino
también por esta bendición que Dios prometió en su pacto, de que su gracia
residiría para siempre en las familias de los piadosos.
Esto sirve de admirable consuelo a los fieles y de gran terror a los malvados.
Porque si, aun después de la muerte, tienen tanta importancia a los ojos de Dios la
justicia, y la iniquidad, que su bendición o maldición correspondiente alcanza a la
posteridad, con mayor razón será bendecido el que haya vivido bien, y será
maldecido el que haya vivido mal.
Notas
0. http://es.wikipedia.org/wiki/Religión
1. Adolfo P.Scarpio, Principios de Filosofía, p. 134-136,ed. Glauco
2. Patricio Hopkins, La Filosofía, p. 15, ediciones Almagro, Buenos Aires, Argentina
3. G. LENSKI, El factor religioso (pág. 316). Labor. cit en
http://es.wikipedia.org/wiki/Religión
4. C. GEERTZ, La interpretación de las culturas (pág. 89). Gedisa. cit en
http://es.wikipedia.org/wiki/Religión
5. Véase el Diccionario de la lengua española , de la Real Academia Española
(«religión»). cit en http://es.wikipedia.org/wiki/Religión
6. Cicerón: De Nat. Deorum (II): «Qui autem omnia quae ad cultum deorum
pertinerent diligenter retractarent et tamquam relegerent [...] sunt dicti religiosi ex
relegendo». cit en http://es.wikipedia.org/wiki/Religión
7. José FERRATER MORA: Diccionario de filosofía, voz «religión». Buenos Aires:
Sudamericana (5.ª edición), 1964.cit en http://es.wikipedia.org/wiki/Religión
8. Lactancio: Institutiones Divinas (4): «Hoc vinculo pietatis obstricti Deo et religati
sumus, unde ipsa Religio nomen accepit, non ut Cicero interpretatus est, a
relegendo». Esta etimología fue retomada y popularizada por san Agustín, cf.
Retractationes (1.13), quien también acepta la etimología propuesta por Cicerón,
cf. De Civitate Dei (10.3).cit en http://es.wikipedia.org/wiki/Religión
9. Enciclopedia Cattolica (voz «religión»). Florencia: Sansoni, 1953.cit en
http://es.wikipedia.org/wiki/Religión
10. Aulo Gelio, IV,9 cit en http://es.wikipedia.org/wiki/Religión
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38 "Usted puede vivir para siempre en el Paraíso en la Tierra." Watch Tower Bible
and Tract Society of New York,Inc. International Bible Students Association,Brooklin
New York, USA ,p. 27-28, publ. en español 1982
39. Dr. Harold Caballleros, El poder transformador del evangelio de Jesucristo, pag.
55, Publ. El Shadai 2002,Guatemala CxA.
40. W.T. Conner, "Doctrina cristiana", pag. 94, 173,Casa Bautista de Publicaciones
41 F.S. Collins,¿Cómo habla Dios? La evidencia cientifica de la fe. 2º ed. Pag. Ed.
Temas de Hoy
42 Ibid,pag.
43 Murphy, Dr. Ed, Manual de Guerra Espiritual, (Nashville, TN: Editorial Caribe
Inc.) 2000, © 1994.
44 Ibid
45 Ibid
46 Ibid
47 Ramos, Marcos Antonio, Nuevo Diccionario de Religiones Denominaciones y
Sectas, (Nashville, TN / Miami, FL: Editorial Caribe Inc., Thomas Nelson, Inc.)
2000, c1998.
48 Cómo habla Dios? La evidencia cientifica de la fe ,pag. 48-49, op. cit
49 Voltaire cit. por Alister McGrath “The Twilight of Atheism”
(N.Y:Doubleday,2004),pag. 26, cit en Ibid
50 Cómo habla Dios? La evidencia cientifica de la fe ,pag. 48-49, op. cit
51 Juan Calvino, Institución de la religion cristiana, pag. 274-278,FELIRE
Bibliografía consultada
• http://es.wikipedia.org/wiki/Religión
• Adolfo P.Scarpio, Principios de Filosofía, ed. Glauco
• Patricio Hopkins, La Filosofía, ediciones Almagro, Buenos Aires,
Argentina
• Diccionario biblico editorial Certeza
• Diccionario expositor biblico Vine NT
• http://www.filosofia.org/filomat/df021.htm
• "Usted puede vivir para siempre en el Paraíso en la Tierra." Watch
Tower Bible and Tract Society of New York,Inc. International Bible
Students Association,Brooklin New York, USA ,p. 27-28, publ. en
español 1982
• Dr. Harold Caballleros, El poder transformador del evangelio de
Jesucristo, pag. 55, Publ. El Shadai 2002,Guatemala CxA.
• W.T. Conner, "Doctrina cristiana", pag. 94, 173,Casa Bautista de
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