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Este documento describe un panteón familiar donde descansan varios miembros de una familia. El padre yace en el suelo de la izquierda, la madre encima de él. Más arriba están las hijas y el hijo más joven. Los hijos mayores, que vivieron solteros en otra parte de la propiedad, ahora descansan debajo de sus padres y hermanos. La muerte ha reunido a toda la familia en paz después de vivir separados en vida.
Este documento describe un panteón familiar donde descansan varios miembros de una familia. El padre yace en el suelo de la izquierda, la madre encima de él. Más arriba están las hijas y el hijo más joven. Los hijos mayores, que vivieron solteros en otra parte de la propiedad, ahora descansan debajo de sus padres y hermanos. La muerte ha reunido a toda la familia en paz después de vivir separados en vida.
Este documento describe un panteón familiar donde descansan varios miembros de una familia. El padre yace en el suelo de la izquierda, la madre encima de él. Más arriba están las hijas y el hijo más joven. Los hijos mayores, que vivieron solteros en otra parte de la propiedad, ahora descansan debajo de sus padres y hermanos. La muerte ha reunido a toda la familia en paz después de vivir separados en vida.
La siesta del domingo | Arnaldo Calveyra (Iguana, iguana 1985)
Entreabierto a las miradas, el pulcro panten donde reposan, unos frente a
otros, los miembros de una familia. El sol que cae casi a plomo, penetra sin embargo en el inmvil grupo. Aqu, a la izquierda y por poco en el suelo, el padre. Sobre esa oscura encina, la madre. En el tercer estante, el ms joven de los hijos, muerto joven. A la derecha, las muchachas, muertas de muchos aos. En lo que es el piso, si se levantara de su argolla la losa, se vera reposar, en el fervor de la penumbra, con los amigos que ms tarde fueron sus cuados, los restantes hijos varones repitiendo el prolijo conjunto de arriba. Pero hay una repeticin ms densa en la muerte: los hermanos mayores vivieron, an solteros, apartados de la casa por un enorme patio, hermoso como un bosque. En esas habitaciones reciban amigos, tenan una guitarra. Ahora, entre ellos mismos en severo desnivel, y debajo de los padres, de las buenas hermanas, de su hermano ms joven, descansan. Se dira que all abajo, ocultos por la pesada losa como antes por el bosque, siguen conspirando hermosuras, siguen fuertes en la cacera nocturna, ajenos a la severidad paterna, a la inocencia pacfica, al candor de los blanqusimos paos bordados. Hay una repeticin en la muerte. Tambin la casa, cuando todos ellos estaban en la tierra, permaneca abierta, y con los das festivos hasta el humo de la chimenea despachaba limpieza. Ahora que la muerte recata la puerta y la entreabre slo, todos duermen la siesta campesina.