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Tallerista: Yuliana Ortiz Ruano

El mar es Historia
Derek Walcott (Santa Lucía, 1930)

¿Dónde están vuestros monumentos, vuestros mártires y batallas?

¿Dónde, vuestra memoria tribal? Está, señores,


en ese cofre gris: el mar. El mar
los tiene a buen recaudo: es Historia.

En el principio era el aceite, palpitante,


denso como el caos;
luego, luz al final del túnel,

la linterna de una carabela:


tal fue el Génesis.
Luego los gritos hacinados,
la mierda, los lamentos:

el Éxodo.
Huesos por el coral soldados a los huesos,
las Tablas de la ley: mosaicos
que con su sombra un tiburón bendijo;

tal fue el Arca de la Alianza.


Luego, de los quebrados cables
de luz del sol sobre el suelo marino,

las harpas doloridas del cautiverio babilónico,


mientras que blancas cauris como esposas
ceñían las muñecas de las mujeres ahogadas;

tales los brazaletes de marfil


del Cantar de Salomón.
Pero el océano seguía pasando hojas en blanco

en busca de la Historia.
Luego vinieron hombres, ojos pesados como anclas,
que se hundieron sin una tumba,

ladrones que devastaron el ganado


y abandonaron las calcinadas osamentas como hojas de palma sobre
la playa;
tiempo después la marea engulló, furiosa,
entre sus fauces espumeantes, Port Royal,
ése fue Jonás.
¿dónde está pues vuestro Renacimiento?
Tallerista: Yuliana Ortiz Ruano

Enterrado, Señor, en las arenas,


cerca del cenagoso banco del arrecife,
ahí donde los cuerpos de los hombre de guerra iban flotando;

tomad este visor, yo mismo os llevaré.


Todo es sutil y submarino,
entre colonias de coral,

más allá de las góticas ventanas de las gorgonias,


hasta donde, ojos de ónix, parpadean
ásperas carpas abrumadas de joyas como reinas calvas.

Estas cuevas repletas de aristas y escaramujos


como piedras labradas
son nuestras catedrales,

y el ardiente calor anterior a los huracanes


es Gomorra. Huesos pulverizados por ruedas de molino
convertidos en harina y arcilla

fueron nuestro Libro de Lamentaciones,


pero eran solamente Lamentaciones,
no eran la Historia.

Vinieron luego, como sucia espuma en el reseco labio del río,


los juncos pardos de los pueblos
creciendo hasta convertirse en ciudades,

y por la noche, el coro de los mosquitos,


y por encima de ellos, las agujas de los campanarios
hundiéndose en el costado de Dios

al ponerse Su hijo; y ése fue el Nuevo Testamento.

Vinieron después las blancas hermanas


aplaudiendo el avance de las olas
y esa fue la Abolición de la esclavitud–

regocijo, oh regocijo–
que se desvaneció a la misma velocidad
con que el encaje del mar se seca bajo el sol;
pero esa no era la Historia,
era solo la Fe,
y entonces cada roca se escindió y fue su propia nación,

vino luego el concilio de las moscas,


la garza plenipotenciaria,
Tallerista: Yuliana Ortiz Ruano

el sapo reclamando un voto;

¡ah!, luciérnagas con brillantes ideas,


murciélagos veloces cual embajadores en vuelo,
la mantis, caqui como la policía,

y esas togadas orugas: los jueces,


examinando con atención cada caso;
y luego, entre las oscuras espigadas del helecho,

entre las rocas perladas de sal


con sus charcas diminutas, el sonido,
como un rumor sin eco alguno,

de la Historia, de veras comenzando.


Tallerista: Yuliana Ortiz Ruano
Tallerista: Yuliana Ortiz Ruano

ORIKI PARA LAS NEGRAS VIEJAS DE ANTES 1


Georgina Herrera (Cuba, 1936)

En los velorios

o a la hora en que el sueño era ese manto

que tapaba los ojos,

ellas eran como libros fabulosos abiertos

en doradas páginas.

Las negras viejas, pico

de misteriosos pájaros,

contando

como en cantos lo que antes

había llegado a sus oídos.

Éramos, sin saberlo, dueñas

de toda la verdad oculta

en lo más profundo de la tierra.

Pero nosotras, las que ahora

debíamos ser ellas, fuimos

contestonas,

no supimos oír, tomamos

cursos de Filosofía,

no creímos.

Habíamos nacido demasiado cerca

de otro siglo. Solo

1
Oríkì, o poesía de alabanza, es un fenómeno cultural entre los hablantes de yoruba de África
occidental
Tallerista: Yuliana Ortiz Ruano

aprendimos a preguntarlo todo

y, al final, estamos sin respuestas.

Ahora en la cocina, el patio,

en cualquier sitio, alguien,

estoy segura, espera

que contemos lo que debimos aprender.

Permanecemos silenciosas,

parecemos tristes

cotorras mudas.

No supimos

apoderarnos de la magia de contar

sencillamente

porque nuestros oídos se cerraron,

quedaron tercamente sordos

ante la gracia de oír.

De Gatos y liebres o Libro de las conciliaciones (2009).


Tallerista: Yuliana Ortiz Ruano

Este Poema
Mutabaruka (Jamaica, 1952)

Traducción: Claire Pye

Este poema hablará del mar maldito


que trajo a estas playas las naves
hablará de madres que lloran por sus hijos
tragados por el mar
este poema no dirá nada nuevo
este poema hablará del tiempo
del tiempo sin fin del tiempo indefinido
este poema citará nombres
nombres como lumumba kenyatta nkrumah
hannibal akenaton malcolm garvey
haile selassie
este poema desprecia al apartheid al racismo al fascismo
los motínes klu klux klan en Brixton y Atlanta
jim jones
este poema se rebela contra la división primer mundo segundo mundo
tercer mundo: decisión del hombre
este poema es un poema cualquiera
este poema no tendrá lugar entre las obras maestras
no será recitado por entusiastas
no será citado por políticos ni religiosos
Tallerista: Yuliana Ortiz Ruano

este poema es puñal bomba arma fuego


arde por la libertad
si, este poema es tambor
ashanti mau mau ibo yoruba nyahbingi guerrero
uhruru uhruru
uhruru namibia
uhruru soweto
uhruru áfrica

este poema no cambiará nada


a este poema le faltan unos cambios
este poema es el renacimiento de un pueblo
que se levanta se despierta entiende
este poema habla está hablando habló
este poema seguirá aún cuando dejen de escribir los poetas
este poema sobrevivirá a mi
a tí permanecerá en la historia
en tu cabeza
en el tiempo y para siempre
este poema con el tiempo el tiempo dirá
este poema aún no ha sido escrito
este poema no tiene autor
este poema es solo parte del cuento
de su... historia nuestra... historia la historia sin narrar
este poema ya timbra habla molesta
lo quieres detener y no puedes
porque este poema no se detiene
este poema es largo no es corto
este poema no se domina ni se culpa
la historia de este poema no se ha contado
este poema es viejo nuevo
este poema se tomó de la biblia del devocionario
de playboy el new york times readers digest
de los archivos Cia de los archivos Kgb
este poema no guarda secretos
de este poema dirán pendejada estupidez sinsentido
este poema te observa tratando de buscar el hilo
este poema te revuelve los sesos
quieres dejar de escuchar este poema
pero este poema no te deja
necesitas saber qué te dirá ahora este poema
pero este poema te quedará mal porque
este poema continúa en tu mente en tu mente.
Tallerista: Yuliana Ortiz Ruano

Michael Smith

Dub poet nació en Kingston el 14 de septiembre de 1954. Fue educado en el Kingston


College y el St George’s College Extension School. También cursó estudios en la Jamaican
School of Drama, junto a Jean «Binta» Breeze y Oku Onuora; donde se graduó en 1980 con
un Diploma en Artes Teatrales. De hecho, más tarde aparecería en una popular serie de
televisión en la BBC llamada Ebony.

Ver: Michael Smith performing at the First International Bookfair of Radical Black and Third
World Books.
Tallerista: Yuliana Ortiz Ruano

Retorno
Luz Argentina Chiriboga (Esmeraldas, 1940)

Silenciosas huellas
que se nos enredan en el canto,
vienen pegadas de la especie,

Lejanos ojos del ayer,


desenterrados,
atisban nuestros pasos,
extienden sus imágenes
y vuelven al presente.

No importa la distancia,
la sangre rastra signos,
testimonios,
destinos,
en los que,
sonriente,
reaparece el ancestro.

Por los huesos navegan,


ángeles y espectros,
que al son de clarines y tambores
declaman sus mensajes.

Bisabuelos y abuelos
que de repente hablan,
gesticulan,
Tallerista: Yuliana Ortiz Ruano

embargan nuestro cuerpo.

Enigmas que descienden


a profundidades,
susurran el mensaje
universal del A.D.N.,
crean y descrean panoramas
y se asoman a las rendijas del futuro.

Duendes que abren


y cierran puertas
y dan brazadas en el aire
para aposentarse después
en nuestras vidas.

Debajo de la piel
nos surgen miedos
y júbilos que buscan otro yo.
Tallerista: Yuliana Ortiz Ruano

Flor de verano
Catalina Quintero (Esmeraldas, 1960)

Escuchar: https://open.spotify.com/track/6iBcl0WtRrbvruvSV12rJi?si=3ad135be2bad4395

Chigualo
Rosa Wila (Punte piedra, Esmeraldas, 1938)

Escuchar: https://youtu.be/a5INfUYYM0M

Jalisco González
(Quinindé, 1942)

Agrandao versión Benjamín Vanegas: https://youtu.be/PxnB-B1Igxg (minuto 4:36)


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Poema para ser analizado con carbono 14


Antonio Preciado ()

Como si la volviera muchísimo más nítida y acaso la aumentara


a través del discurso iluminado
para que de seguro percibiera
la dimensión enorme del suceso,
Juan García colocó delante de mi asombro la cabeza tolita de un negro indiscutible
(precolombina,
previa,
precoz,
prevaleciente)
que, además, me resulta un fiel retrato
de alguien que no he acertado a esclarecer de dónde tiene cara de viejo conocido,
a saber desde cuándo lo he tenido presente.
Me conmovió tocarla,
recorrer la nariz insospechada (intransigente,
intrusa,
insólita,
insolente),
el olfato a sus anchas,
el intrépido instinto que olió de orilla a orilla aromas similares
y el clima adelantado de ahora estar yo en mí
madurando palabras;
seguir, como si fuera sobre un filo cortante, las líneas indudables de la boca
(abrupta,
abrumadora,
abundosa,
abultada),
que no habla y, sin embargo,
visiblemente a gritos
dice a los cuatro vientos lo que calla; palpar la minuciosa perfección del cabello como si
acariciara
un contorno limítrofe con la sabiduría,
la rizada dureza guardiana del secreto
del mar y nuestras propias singladuras,
de nuestras propias brújulas,
de nuestro propio rumbo
de nuestros propios remos;
sentir que sostenía
algo así como el peso de un orgullo vecino, de mi alto privilegio de testigo,
mi propio testimonio,
mi huella,
mi marchamo;
y que de cierto modo
en ese instante yo también tenía
rastros confidenciales de la arcilla,
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reflejos de oro dócil


y platino doméstico,
secándose de súbito en mi tacto.
Algún tiempo después
Magdalena Gallegos,
(experta desvelada
en las escurridizas revelaciones que convierten en luz asible viejos espejismos
y esas largas esperas sepultadas,
oscuras duraciones en que se apaga el tiempo) me dijo que hacía mucho no era único
el milagro que yo le enarbolaba,
que andan otras cabezas de esa estirpe,
del mismo tiempo
y de la misma greda,
que ya antes, bajo tierra,
se habían puesto de acuerdo,
que ahora dan la cara en los museos,
que hoy de frente sostienen lo que salta a la vista, lo que no ven,
que niegan
o vuelven a enterrar, adrede, los incrédulos.
La bendije
y me dije
que con Juan y conmigo
desde ese instante ya éramos
casi toda la tribu
en pie de guerra contra los historiadores,
contra su historia,
contra su silencio.
Hoy he visto de cerca
otro portento de ese barro insomne:
una suerte de ídolo que aún tengo en la retina,
mezcolanza de alas,
garras
y una cabeza humana
que mira con fijeza por un ojo infinito; que me miró y sentí que me miraba con el
detenimiento que uno sabe cuando alguien lo escudriña.
Es la condensación intranquilizadora
de todos los poderes que hace ya tantas lunas coexistieran así amontonados
en lo que haya sido,
pero que por entonces
lo más seguro es que pastara rayos
y eructara truenos,
y que después
invirtió su furor y se volvió misterio
de la misma parcela subterránea,
del mismísimo barro
y de las manos
de los mismos gloriosos alfareros.
Todavía retengo en la memoria su terrible mirada, y busco en su oquedad algún indicio
Tallerista: Yuliana Ortiz Ruano

de que yo le haya sido


–algo vago siquiera–
parecido a un recuerdo.
Tallerista: Yuliana Ortiz Ruano

Imogene Kennedy/Miss Queenie/Kumina Queen


(Jamaica 1928)

Ver: African Language Imogene Kennedy


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Laba Sosseh (Gambia, 1943)


Diamoule Mawo (Yamulemao)

Escuchar Atumpan de Kamau Brathwaite.


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Cuaderno de un retorno al país natal


Aimé Cesáire (Casa de las Américas, 1969)

Leer Acto II de Una Tempestad.


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Te daré una tunda


Ibsen Hernández (Comuna, Borbón, 1960)
Tallerista: Yuliana Ortiz Ruano

Louise Bennett (Jamaica, 1919)


Ver: "Miss Lou" - Hon. Louise Bennet Coverley - on folk songs
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La mañana definitiva de Kwame Capena


Juan Montaño (Esmeraldas)

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