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Elementos Químicos

Bryan León Ugarte


30/04/2008

El término elemento químico hace referencia a una clase de átomos,


todos ellos con el mismo número de protones en su núcleo. Aunque,
por tradición, se puede definir elemento químico como aquella
sustancia que no puede ser descompuesta, mediante una reacción
química, en otras más simples.
Hidrógeno
El hidrógeno es un elemento químico representado por el símbolo H y con un
número atómico de 1. En condiciones normales de presión y temperatura, es un gas
diatómico (H2) incoloro, inodoro, insípido, no metálico y altamente inflamable. Con
una masa atómica de 1,00794(7) u, el hidrógeno es el elemento químico más ligero
y es, también, el elemento más abundante, constituyendo aproximadamente el 75%
de la materia del universo.

En su ciclo principal, las estrellas están compuestas por hidrógeno en estado de


plasma. El hidrógeno elemental es muy escaso en la Tierra y es producido
industrialmente a partir de hidrocarburos como, por ejemplo, el metano. La mayor
parte del hidrógeno elemental se obtiene "in situ", es decir, en el lugar y en el
momento en el que se necesita. El hidrógeno puede obtenerse a partir del agua por
un proceso de electrólisis, pero resulta un método mucho más caro que la obtención
a partir del gas natural.

Sus principales aplicaciones industriales son el refinado de combustibles fósiles (por


ejemplo, el hidrocracking) y la producción de amoníaco (usado principalmente para
fertilizantes).

El isótopo del hidrógeno más común en la naturaleza, conocido como protio, tiene
un solo protón y ningún neutrón. En los compuestos iónicos, el hidrógeno puede
adquirir carga positiva (convirtiéndose en un catión compuesto únicamente por el
protón) o negativa (convirtiéndose en un anión conocido como hidruro).

El hidrógeno puede formar compuestos con la mayoría de los elementos y está


presente en el agua y en la mayoría de los compuestos orgánicos. Desempeña un
papel particularmente importante en la química ácido - base, en la que muchas
reacciones conllevan el intercambio de protones entre moléculas solubles. Puesto
que es el único átomo neutro para el cual la ecuación de Schrödinger puede ser
resuelta analíticamente, el estudio de la energía y del enlace del átomo de
hidrógeno ha sido fundamental para el desarrollo de la mecánica cuántica.

Historia
El hidrógeno diatómico gaseoso, H2, fue formalmente descrito por primera vez por T.
Von Hohenheim (más conocido como Paracelso, 1493 - 1541) que lo obtuvo
artificialmente mezclando metales con ácidos fuertes. Paracelso no era consciente
de que el gas inflamable generado en estas reacciones químicas estaba compuesto
por un nuevo elemento químico. En 1671, Robert Boyle redescubrió y describió la
reacción que se producía entre limaduras de hierro y ácidos diluidos, y que
generaba hidrógeno gaseoso.

En 1766, Henry Cavendish fue el primero en reconocer el hidrógeno gaseoso como


una sustancia discreta, identificando el gas producido en la reacción metal - ácido
como "aire inflamable" y descubriendo que la combustión del gas generaba agua.
Cavendish tropezó con el hidrógeno cuando experimentaba con ácidos y mercurio.
Aunque asumió erróneamente que el hidrógeno era un componente liberado por el
mercurio y no por el ácido, fue capaz de describir con precisión varias propiedades
fundamentales del hidrógeno. Tradicionalmente, se considera a Cavendish el
descubridor de este elemento.

En 1783, Antoine Lavoisier dio al elemento el nombre de hidrógeno (en francés


Hydrogène, del griego ὕδωρ, ὕδᾰτος, "agua" y γένος-ου, "generador") cuando
comprobó (junto a Laplace) el descubrimiento de Cavendish de que la combustión
del gas generaba agua.

Helio
El helio es un elemento químico de número atómico 2 y símbolo He. A pesar de
que su configuración electrónica es 1s2, el helio no figura en el grupo 2 de la tabla
periódica de los elementos, junto al hidrógeno en el bloque s, sino que se coloca en
el grupo 18 del bloque p, ya que al tener el nivel de energía completo, presenta las
propiedades de un gas noble, es decir, es inerte (no reacciona) y al igual que éstos,
es un gas monoatómico incoloro e inodoro. El helio tiene el menor punto de
evaporación de todos los elementos químicos, y sólo puede ser solidificado bajo
presiones muy grandes. Es además, el segundo elemento químico en abundancia
en el universo, tras el hidrógeno, encontrándose en la atmósfera trazas debidas a la
desintegración de algunos elementos. En algunos depósitos naturales de gas se
encuentra en cantidad suficiente para la explotación, empleándose para el llenado
de globos y dirigibles, como líquido refrigerante de materiales superconductores
criogénicos y como gas envasado en el buceo a gran profundidad.

Historia
En 1868 al analizar el espectro de la luz solar durante un eclipse solar ocurrido
aquel año, y encontrar una línea de emisión de un elemento desconocido. Eduard
Frankland confirmó los resultados de Janssen y propuso el nombre helium para el
nuevo elemento, en honor al dios griego del sol (Helios) al que se añadió el sufijo
-ium ya que se esperaba que el nuevo elemento fuera metálico.

En 1895 Sir William Ramsay aisló el helio descubriendo que no era metálico, a pesar
de lo cual el nombre original se conservó. Los químicos suecos Nils Langlet y Per
Theodor Cleve consiguieron también, por la misma época, aislar el elemento.

En 1907 Ernest Rutherford y Thomas Royds mostraron que las partículas alfa son
núcleos de helio. En 1908 el físico alemán Heike Kamerlingh Onnes produjo helio
líquido enfriando el gas hasta 0,9 K, lo que le hizo merecedor del premio Nobel. En
1926 su discípulo Willem Hendrik Keesom logró por vez primera solidificar el helio.

Precauciones
Un efecto producido al inhalar helio es hacer la voz humana más aguda. Esto se
debe a que el helio es menos denso que el aire, por lo que las cuerdas vocales
pueden vibrar a mayor frecuencia, pues tienen menor resistencia que superar
(Helium FAQ). Aunque este efecto pueda resultar curioso, es peligroso realizarlo
excesivamente, ya que el helio puede provocar asfixia.
Los depósitos de helio gas de 5 a 10 K deben almacenarse como si contuvieran
líquido debido al gran incremento de presión que se produce al calentar el gas a
temperatura ambiente.

Litio
El litio es un elemento químico de símbolo Li y número atómico 3. En la tabla
periódica, se encuentra en el grupo 1, entre los elementos alcalinos. En su forma
pura, es un metal blando, de color blanco plata, que se oxida rápidamente en aire o
agua. Es el elemento sólido más ligero y se emplea especialmente en aleaciones
conductoras del calor, en baterías eléctricas y, sus sales, en el tratamiento de
ciertos tipos de depresión.

Características principales
Es el metal más ligero, su densidad es la mitad de la del agua. Al igual que los
demás metales alcalinos es univalente y muy reactivo, aunque menos que el sodio,
por lo que no se encuentra libre en la naturaleza. Acercado a una llama la torna
carmesí pero si la combustión es violenta la llama adquiere un color blanco brillante

Historia
El litio (del griego λίθoς -ου, "piedra") fue descubierto por Johann Arfvedson en
1817. Arfvedson encontró el nuevo elemento en la espodumena y lepidolita de una
mina de petalita, LiAl(Si2O5)2, de la isla Utö (Suecia) que estaba analizando. En 1818
C.G. Gmelin fue el primero en observar que las sales de litio tornan la llama de un
color rojo brillante. Ambos intentaron, sin éxito, aislar el elemento de sus sales, lo
que finalmente consiguieron W.T. Brande y Sir Humphrey Davy mediante electrólisis
del óxido de litio.

El nombre del elemento proviene del hecho de haber sido descubiero en un mineral,
mientras que el resto de los metales alcalinos fueron descubiertos en tejidos de
plantas.

En 1923 la empresa alemana Metallgesellschaft AG comenzó a producir litio


mediante la electrólisis del cloruro de litio y cloruro de potasio fundidos.

Precauciones
Al igual que otros metales alcalinos, el litio puro es altamente inflamable y
ligeramente explosivo cuando se expone al aire y especialmente al agua. Es
además corrosivo por lo que requiere el empleo de medios adecuados de
manipulación para evitar el contacto con la piel. Se debe almacenar en un líquido
hidrocarburo inflamable como nafta. El litio se considera ligeramente tóxico.

Berilio
El berilio es un elemento químico de símbolo Be y número atómico 4. Es un
elemento alcalinotérreo bivalente, tóxico, de color gris, duro, ligero y quebradizo. Se
emplea principalmente como endurecedor en aleaciones, especialmente de cobre.

Características principales
El berilio tiene uno de los puntos de fusión más altos entre los metales ligeros. Su
módulo de elasticidad es aproximadamente un 33% mayor que el del acero. Tiene
una conductividad térmica excelente, es no magnético y resiste el ataque con ácido
nítrico. Es muy permeable a los rayos X y, al igual que el radio y el polonio, libera
neutrones cuando es bombardeado con partículas alfa (del orden de 30 neutrones
por millón de partículas alfa). En condiciones normales de presión y temperatura el
berilio resiste la oxidación del aire, aunque la propiedad de rayar al cristal se debe
probablemente a la formación de una delgada capa de óxido.

Historia
El berilio (del griego βερυλλoς berilo) o glucinio (del inglés glucinium y éste del
griego γλυκυς, dulce) por el sabor de sus sales, fue descubierto por Vauquelin en
1798 en forma de óxido en el berilo y la esmeralda. Friedrich Wöhler y A. A. Bussy
de forma independiente aislaron el metal en 1828 mediante reacción de potasio con
cloruro de berilio.

Precauciones
El berilio y sus sales son tóxicas y potencialmente carcinógenas. La beriliosis
crónica es una afección pulmonar causada por exposición al polvo de berilio
catalogada como enfermedad profesional. Los primeros casos de neumonitis
química aguda por exposición al berilio se produjeron en 1933 en Europa y en 1943
en los Estados Unidos; en 1946 se describieron los primeros casos de beriliosis
entre los trabajadores de una planta de fabricación de tubos fluorescentes en
Massachusetts. La beriliosis se asemeja a la sarcoidosis en muchos aspectos, lo que
dificulta en ocasiones el diagnóstico.
Aunque la utilización de compuestos de berilio en lámparas fluorescentes se
interrumpió en 1949, la exposición profesional se produce en las industrias nuclear
y aeroespacial, en el refinado del metal y en la fusión de las aleaciones que lo
contienen, en la fabricación de dispositivos electrónicos y en la manipulación de
otros materiales que contienen berilio.

El berilio y sus compuestos deben manipularse con mucho cuidado, extremando las
precauciones cuando durante la actividad pueda generarse polvo de berilio ya que
la exposición prolongada al polvo de berilio puede causar cáncer de pulmón. La
sustancia puede manipularse con seguridad siempre y cuando se sigan ciertos
procedimientos. Si éstos se desconocen no debe intentarse la manipulación del
berilio.

Boro
El boro es un elemento químico de la tabla periódica que tiene el símbolo B y
número atómico 5. Es un elemento metaloide, semiconductor, trivalente que existe
abundantemente en el mineral bórax. Hay dos alótropos del boro; el boro amorfo es
un polvo marrón, pero el boro metálico es negro. La forma metálica es dura (9,3 en
la escala de Mohs) y es un mal conductor a temperatura ambiente. No se ha
encontrado libre en la naturaleza.

Características principales
El boro es un elemento con vacantes electrónicas en el orbital; por ello presenta
una acusada apetencia de electrones, de modo que sus compuestos se comportan a
menudo como ácidos de Lewis, reaccionando con rapidez con sustancias ricas en
electrones.

Entre las características ópticas de este elemento, se incluye la transmisión de


radiación infrarroja. A temperatura ambiente, su conductividad eléctrica es
pequeña, pero es buen conductor de la electricidad a alta temperatura.

Este metaloide tiene la más alta resistencia a la tracción entre los elementos
químicos conocidos; el material fundido con arco tiene una resistencia mecánica
entre 1600 y 2400 MPa.

El nitruro de boro, un aislante eléctrico que conduce el calor tan bien como los
metales, se emplea en la obtención de materiales tan duros como el diamante. El
boro tiene además cualidades lubricantes similares al grafito y comparte con el
carbono la capacidad de formar redes moleculares mediante enlaces covalentes
estables.

Historia
Los compuestos de boro (del árabe buraq y éste del persa burah) se conocen desde
hace miles de años. En el antiguo Egipto la momificación dependía del natrón, un
mineral que contenía boratos y otras sales comunes. En China se usaban ya
cristales de bórax hacia el 300 adC, y en la antigua Roma compuestos de boro en la
fabricación de cristal. A partir del siglo VIII los boratos fueron usados en procesos de
refinería de oro y plata.

En 1808 Humphry Davy, Gay-Lussac y L. J. Thenard obtuvieron boro con una pureza
del 50% aproximadamente, aunque ninguno de ellos reconoció la sustancia como
un nuevo elemento, cosa que haría Jöns Jacob Berzelius en 1824. El boro puro fue
producido por primera vez por el químico estadounidense W. Weintraub en 1909.

Precauciones
Ni el boro ni los boratos son tóxicos; sin embargo algunos de los más exóticos
compuestos de boro e hidrógenos son tóxicos y han de manipularse con cuidado.

Carbono
El carbono es un elemento químico de número atómico 6 y símbolo C. Es sólido a
temperatura ambiente. Dependiendo de las condiciones de formación, puede
encontrarse en la naturaleza en distintas formas alotrópicas, carbono amorfo y
cristalino en forma de grafito o diamante. Es el pilar básico de la química orgánica;
se conocen cerca de 10 millones de compuestos de carbono, y forma parte de todos
los seres vivos conocidos.

Características secundarias
El carbono es un elemento notable por varias razones. Sus formas alotrópicas
incluyen, sorprendentemente, una de las sustancias más blandas (el grafito) y la
más dura (el diamante) y, desde el punto de vista económico, uno de los materiales
más baratos (carbón) y uno de los más caros (diamante). Más aún, presenta una
gran afinidad para enlazarse químicamente con otros átomos pequeños, incluyendo
otros átomos de carbono con los que puede formar largas cadenas, y su pequeño
radio atómico le permite formar enlaces múltiples. Así, con el oxígeno forma el
dióxido de carbono, vital para el crecimiento de las plantas (ver ciclo del carbono);
con el hidrógeno forma numerosos compuestos denominados genéricamente
hidrocarburos, esenciales para la industria y el transporte en la forma de
combustibles fósiles; y combinado con oxígeno e hidrógeno forma gran variedad de
compuestos como, por ejemplo, los ácidos grasos, esenciales para la vida, y los
ésteres que dan sabor a las frutas; además es vector, a través del ciclo carbono-
nitrógeno, de parte de la energía producida por el Sol.

Historia
El carbón (del latín carbo -ōnis, "carbón") fue descubierto en la prehistoria y ya era
conocido en la antigüedad en la que se manufacturaba mediante la combustión
incompleta de materiales orgánicos. Los últimos alótropos conocidos, los fulerenos,
fueron descubiertos como subproducto en experimentos realizados con haces
moleculares en la década de los 80.

Precauciones
Los compuestos de carbono tienen un amplio rango de toxicidad. El monóxido de
carbono, presente en los gases de escape de los motores de combustión y el
cianuro (CN) son extremadamente tóxicos para los mamíferos, entre ellos las
personas. Los gases orgánicos eteno, etino y metano son explosivos e inflamables
en presencia de aire. Por el contrario, muchos otros compuestos no son tóxicos sino
esenciales para la vida.

Nitrógeno
El nitrógeno es un elemento químico, de número atómico 7, símbolo N y que en
condiciones normales forma un gas diatómico (nitrógeno diatómico o molecular)
que constituye del orden del 78% del aire atmosférico. En ocasiones es llamado
ázoe —antiguamente se usó también Az como símbolo del nitrógeno—.

Características principales
Tiene una elevada electronegatividad (3 en la escala de Pauling) y 5 electrones en
el nivel más externo comportándose como trivalente en la mayoría de los
compuestos que forma.

Historia
El nitrógeno (del latín nitrum -i y éste del griego νίτρον, "nitro", y -geno, de la raíz
griega γεν-, "generar") se considera que fue descubierto formalmente por Daniel
Rutherford en 1772 al dar a conocer algunas de sus propiedades. Sin embargo, por
la misma época también se dedicaron a su estudio Scheele que lo aisló, Cavendish,
y Priestley.

El nitrógeno es un gas tan inerte que Lavoisier se refería a él como azote (ázoe) que
significa sin vida1 (o tal vez lo llamó así por no ser apto para respirar2 ). Se clasificó
entre los gases permanentes, sobre todo desde que Faraday no consiguiera verlo
líquido a 50 atm y -110°C, hasta los experimentos de Pictet y Cailletet que en 1877
consiguieron licuarlo.
Los compuestos de nitrógeno ya se conocían en la Edad Media; así, los alquimistas
llamaban aqua fortis al ácido nítrico y aqua regia (agua regia) a la mezcla de ácido
nítrico y clorhídrico, conocida por su capacidad de disolver el oro.

Precauciones
Los fertilizantes nitrogenados son una importante fuente de contaminación del
suelo y de las aguas. Los compuestos que contienen iones de cianuro forman sales
extremadamente tóxicas y son mortales para numerosos animales, entre ellos
los mamíferos.

Oxígeno
El oxígeno es un elemento químico de número atómico 8 y símbolo O. En su forma
molecular más frecuente, O2, es un gas a temperatura ambiente. Representa
aproximadamente el 21% en volumen de la composición de la atmósfera terrestre.
Es uno de los elementos más importantes de la química orgánica y participa de
forma muy importante en el ciclo energético de los seres vivos, esencial en la
respiración celular de los organismos aeróbicos. Es un gas incoloro, inodoro (sin
olor) e insípido. Existe una forma molecular formada por tres átomos de oxígeno,
O3, denominada ozono cuya presencia en la atmósfera protege la Tierra de la
incidencia de radiación ultravioleta procedente del Sol. Un átomo de oxígeno
combinado con dos de hidrógeno forman una molécula de agua.

Características principales
En condiciones normales de presión y temperatura, el oxígeno se encuentra en
estado gaseoso formando moléculas diatómicas (O2) que a pesar de ser inestables
se generan durante la fotosíntesis de las plantas y son posteriormente utilizadas por
los animales, en la respiración (ver ciclo del oxígeno). También se puede encontrar
de forma líquida en laboratorios. Si llega a una temperatura menor que -219°C, se
convierte en un sólido cristalino azul su valencia es 2.

Descubrimiento
Carl Wilhelm Scheele (1742-1786) farmacéutico y químico sueco (aunque de origen
alemán), describe el descubrimiento del oxígeno, producido durante sus trabajos
entre 1772 y 1773, en su libro Chemische Abhandlung von der Luft und dem Feuer
(Tratado químico del aire y del fuego) publicado en 1777.

Tradicionalmente este descubrimiento ha sido atribuido al químico angloamericano


Joseph Priestley (1733-1804), quien lo descubrió de manera independiente en 1772,
aunque el primero que publicó un trabajo sobre este gas y le dio nombre fue el
químico francés Lavoisier (1743-1794) en 1777. Utilizó para ello dos raíces griegas
ὀξύς (oxýs) (ácido, literalmente "punzante", por el sabor de los ácidos) y -γενής
(-genēs) ("generador, que engendra"), porque creyó que el oxígeno era un
constituyente indispensable de los ácidos).

Al calentar monóxido de mercurio, Priestley obtuvo dos vapores: uno se condensó


en gotitas, el mercurio, pero ¿qué era el otro? Priestley juntó ese gas en un
recipiente e hizo algunos ensayos: si introducía una brasa de madera, ardía; si
acercaba ratones vivos, éstos se volvían muy activos. En vista de lo cual, Priestley
inhaló un poco de ese gas y notó que se sentía muy "ligero y cómodo". A este gas lo
llamó aire desflogistizado, hoy sabemos que era oxígeno. Sin saberlo, Priestley fue
la primera persona que usó la mascarilla de oxígeno.

Precauciones
El oxígeno puede ser tóxico a elevadas presiones parciales. Algunos compuestos
como el ozono, el peróxido de hidrógeno y radicales hidroxilo son muy tóxicos. El
cuerpo humano ha desarrollado mecanismos de protección contra estas especies
tóxicas. Por ejemplo la glutation actúa como antioxidante, al igual que la bilirrubina
(un producto derivado del metabolismo de la hemoglobina).

Flúor
El flúor es un elemento químico de número atómico 9 situado en el grupo de los
halógenos (grupo 17) de la tabla periódica de los elementos. Su símbolo es F.

Es un gas a temperatura ambiente, de color amarillo pálido, formado por moléculas


diatómicas F2. Es el más electronegativo y reactivo de todos los elementos. En
forma pura es altamente peligroso, causando graves quemaduras químicas en
contacto con la piel.

Características principales
El flúor es un gas corrosivo de color amarillo pálido, fuertemente oxidante. Es el
elemento más electronegativo y reactivo y forma compuestos con prácticamente
todo el resto de elementos, incluyendo los gases nobles xenón y radón. Incluso en
ausencia de luz y a bajas temperaturas, el flúor reacciona explosivamente con el
hidrógeno. Bajo un chorro de flúor en estado gaseoso, el vidrio, metales, agua y
otras sustancias, se queman en una llama brillante. Siempre se encuentra en la
naturaleza combinado y tiene tal afinidad por otros elementos, especialmente
silicio, que no se puede guardar en recipientes de vidrio.
En disolución acuosa, el flúor se presenta normalmente en forma de ion fluoruro, F-.
Otras formas son fluorocomplejos como el [FeF4]-, o el H2F+. Los fluoruros son
compuestos en los que el ion fluoruro se combina con algún resto cargado
positivamente. El flúor es un elemento químico esencial para el ser humano.

Historia
El flúor (del latín fluere, que significa "fluir") formando parte del mineral fluorita,
CaF2, fue descrito en 1529 por Georgius Agricola por su uso como fundente,
empleado para conseguir la fusión de metales o minerales. En 1670 Schwandhard
observó que se conseguía grabar el vidrio cuando éste era expuesto a fluorita que
había sido tratada con ácido. Karl Scheele y muchos investigadores posteriores, por
ejemplo Humphry Davy, Gay-Lussac, Antoine Lavoisier o Louis Thenard, realizaron
experimentos con el ácido fluorhídrico (algunos de estos acabaron en tragedia).

No se consiguió aislarlo hasta muchos años después debido a que cuando se


separaba de alguno de sus compuestos, inmediatamente reaccionaba con otras
sustancias. Finalmente, en 1886, el químico francés Henri Moissan lo consiguió
aislar. La primera producción comercial de flúor fue para la bomba atómica del
Proyecto Manhattan, en la obtención de hexafluoruro de uranio, UF6, empleado para
la separación de isótopos de uranio. Este proceso se sigue empleando para
aplicaciones de energía nuclear.

Precauciones
El flúor y el HF deben ser manejados con gran cuidado y se debe evitar totalmente
cualquier contacto con la piel o con los ojos. Tanto el flúor como los iones fluoruro
son altamente tóxicos. El flúor presenta un característico olor acre y es detectable
en unas concentraciones tan bajas como 0,02 ppm, por debajo de los límites de
exposición recomendados en el trabajo.

Neón
El neón es un elemento químico de número atómico 10 y símbolo Ne. Es un gas
noble, incoloro, prácticamente inerte, presente en trazas en el aire, pero muy
abundante en el universo, que proporciona un tono rojizo característico a la luz de
las lámparas fluorescentes en las que se emplea.

Características principales
Es el segundo gas noble más ligero, y presenta un poder de refrigeración, por
unidad de volumen, 40 veces mayor que el del helio líquido y tres veces mayor que
el del hidrógeno líquido. En la mayoría de las aplicaciones el uso de neón líquido es
más económico que el del helio.

• Peso atómico: 20,183 uma


• Punto de ebullición: 27.1 K (-246 °C)
• Punto de fusión: 24.6 K (-248,6 °C)
• Densidad: 1,20 g/ml (1,204 g/cm3 a -246 °C)

Historia
El neón (del griego neos, nuevo) fue descubierto por William Ramsay y Morris
Travers en 1898 por la destilación fraccionada del aire líquido.

Aplicaciones
El tono rojo-anaranjado de la luz emitida por los tubos de neón se usa profusamente
para los indicadores publicitarios, también reciben la denominación de tubos de
neón otros de color distinto que en realidad contienen gases diferentes. Otros usos
del neón que pueden citarse son:

• Indicadores de alto voltaje.


• Tubos de televisión.
• Junto con el helio se emplea para obtener un tipo de láser.
• El neón licuado se comercializa como refrigerante criogénico.

Sodio
El sodio es un elemento químico de símbolo Na y número atómico 11, fue
descubierto por Sir Humphrey Davy. Es un metal alcalino blando, untuoso, de color
plateado, muy abundante en la naturaleza, encontrándose en la sal marina y el
mineral halita. Es muy reactivo, arde con llama amarilla, se oxida en presencia de
oxigeno y reacciona violentamente con el agua.

Características principales
Al igual que otros metales alcalinos el sodio es un metal blando, ligero y de color
plateado que no se encuentra libre en la naturaleza. El sodio flota en el agua
descomponiéndola, desprendiendo hidrógeno y formando un hidróxido. En las
condiciones apropiadas reacciona espontáneamente en el agua. Normalmente no
arde en contacto con el aire por debajo de 388 K (115 °C).
Historia
El sodio (del italiano soda, "sosa") conocido en diversos compuestos, no fue aislado
hasta 1807 por Sir Humphry Davy por medio de la electrólisis de la soda cáustica.
En la Europa medieval se empleaba como remedio para las jaquecas un compuesto
de sodio denominado sodanum. El símbolo del sodio (Na), proviene de natrón (o
natrium, del griego nítron) nombre que recibía antiguamente el carbonato sódico.

Precauciones
En forma metálica el sodio es explosivo en agua y en muchos otros elementos. El
metal debe manipularse siempre cuidadosamente y almacenarse en atmósfera
inerte, generalmente de argon evitando el contacto con el agua y otras sustancias
con las que el sodio reacciona como el O2. La explosion del sodio con el agua es
debida a la generacion de hidrógeno en la misma y con el consecuente calor
formado por la reacción exotérmica se pueden producir explosiones del hidrogeno
generado.

Magnesio
El magnesio es el elemento químico de símbolo Mg y número atómico 12. Su masa
atómica es de 24.31. Es el séptimo elemento en abundancia constituyendo del
orden del 2% de la corteza terrestre y el tercero más abundante disuelto en el agua
de mar. El ion magnesio es esencial para todas las células vivas. El metal puro no se
encuentra en la naturaleza. Una vez producido a partir de las sales de magnesio,
este metal alcalino-térreo es utilizado como un elemento de aleación.

Principales características
El magnesio no se encuentra en la naturaleza en estado libre (como metal), sino
que forma parte de numerosos compuestos, en su mayoría óxidos y sales. El
magnesio elemental es un metal liviano, medianamente fuerte, color blanco
plateado. En contacto con el aire se vuelve menos lustroso, aunque a diferencia de
otros metales alcalinos no necesita ser almacenado en ambientes libres de oxígeno,
ya que está protegido por una fina capa de óxido, la cual es bastante impermeable
y difícil de sacar.

Como su vecino inferior de la tabla periódica, el calcio, el magnesio reacciona con


agua a temperatura ambiente, aunque mucho más lento. Cuando se sumerge en
agua, en la superficie del metal se forman pequeñas burbujas de hidrógeno, pero si
es pulverizado reacciona más rápidamente.

El magnesio también reacciona con ácido clorhídrico (HCl) produciendo calor e


hidrógeno, que se libera al ambiente en forma de burbujas. A altas temperaturas la
reacción ocurre aun más rápido.

El magnesio es un metal altamente inflamable, que entra en combustión fácilmente


cuando se encuentra en forma de virutas o polvo, mientras que en forma de masa
sólida es menos inflamable. Una vez encendido es difícil de apagar, ya que
reacciona tanto con nitrógeno presente en el aire (formando nitrato de magnesio)
como con dióxido de carbono (formando óxido de magnesio y carbono).

Al arder en aire, el magnesio produce una llama blanca muy intensa incandescente,
la cual fue muy utilizada en los comienzos de la fotografía. En ese tiempo se usaba
el polvo de magnesio como la fuente de iluminación (polvo de flash). Más tarde, se
usarían tiras de magnesio en bulbos de flash eléctricos. El polvo de magnesio
todavía se utiliza en la fabricación de fuegos artificiales y en bengalas marítimas.

Historia
El nombre procede de Magnesia, que en griego designaba una región de Tesalia
(Grecia). El inglés Joseph Black reconoció el magnesio como un elemento químico
en 1755. En 1808 sir Humphry Davy obtuvo metal puro mediante electrólisis de una
mezcla de magnesia y HgO.

Aluminio
El aluminio es un elemento químico, de símbolo Al y número atómico 13. Se trata
de un metal no ferroso. Es el tercer elemento más común encontrado en la corteza
terrestre. Los compuestos de aluminio forman el 8% de la corteza de la tierra y se
encuentran presentes en la mayoría de las rocas, de la vegetación y de los
animales.1 En estado natural se encuentra en muchos silicatos (feldespatos,
plagioclasas y micas). Como metal se extrae del mineral conocido con el nombre de
bauxita, por transformación primero en alúmina mediante el proceso Bayer y a
continuación en aluminio mediante electrólisis.

Este metal posee una combinación de propiedades que lo hacen muy útil en
ingeniería mecánica, tales como su baja densidad (2.700 kg/m3) y su alta
resistencia a la corrosión. Mediante aleaciones adecuadas se puede aumentar
sensiblemente su resistencia mecánica (hasta los 690 MPa). Es buen conductor de
la electricidad, se mecaniza con facilidad y es relativamente barato. Por todo ello es
el metal que más se utiliza después del acero.

Fue aislado por primera vez en 1825 por el físico danés H. C. Oersted. El principal
inconveniente para su obtención reside en la elevada cantidad de energía eléctrica
que requiere su producción. Este problema se compensa por su bajo coste de
reciclado, su dilatada vida útil y la estabilidad de su precio.

Historia
Tanto en Grecia como en la Antigua Roma se empleaba el alumbre (del latín
alūmen, -ĭnis, alumbre), una sal doble de aluminio y potasio como mordiente en
tintorería y astringente en medicina, uso aún en vigor.

Generalmente se reconoce a Friedrich Wöhler el aislamiento del aluminio en 1827.


Aun así, el metal fue obtenido, impuro, dos años antes por el físico y químico danés
Hans Christian Ørsted. En 1807, Humphrey Davy propuso el nombre aluminum para
este metal aún no descubierto, pero más tarde decidió cambiarlo por aluminium por
coherencia con la mayoría de los nombres de elementos, que usan el sufijo -ium. De
éste derivaron los nombres actuales en inglés y en otros idiomas; no obstante, en
los EE. UU. con el tiempo se popularizó el uso de la primera forma, hoy también
admitida por la IUPAC aunque prefiere la otra.2

Cuando fue descubierto se encontró que era extremadamente difícil su separación


de las rocas de las que formaba parte, por lo que durante un tiempo fue
considerado un metal precioso, más caro que el oro. Se exhibieron barras de
aluminio junto con las joyas de la corona de Francia en la Exposición Universal de
1855 y se dijo que Napoleón III había encargado un juego de platos de aluminio
para sus más ilustres invitados. En 1884 se seleccionó el aluminio como material
para realizar el vértice del Monumento a Washington, en una época en que la onza
(30 gramos) costaba el equivalente al sueldo diario de los obreros que intervenían
en el proyecto;3 tenía el mismo valor que la plata.

Sin embargo, con las mejoras de los procesos los precios bajaron continuamente
hasta colapsarse en 1889 tras descubrirse un método sencillo de extracción del
metal Aluminio. La invención del proceso Hall-Héroult en 1886 abarató el proceso de
extracción del aluminio a partir del mineral, lo que permitió, junto con el proceso
Bayer inventado por esas mismas fechas, que se extendiera su uso hasta hacerse
común en multitud de aplicaciones. Sus aplicaciones industriales son relativamente
recientes, produciéndose a escala industrial desde finales del siglo XIX. Ello
posibilitó que el aluminio pasara a ser un metal común y familiar.4 Para 1895 su uso
como material de construcción estaba tan extendido que había llegado a Sídney,
Australia, donde se utilizó en la cúpula del Edificio de la Secretaría.

Actualmente el proceso ordinario de obtención del metal consta de dos etapas, la


obtención de alúmina por el proceso Bayer a partir de la bauxita, y posterior
electrólisis del óxido para obtener el aluminio.

La recuperación del metal a partir de la chatarra (reciclado) era una práctica


conocida desde principios del siglo XX. Sin embargo, es a partir de los años 1960
cuando se generaliza, más por razones medioambientales que estrictamente
económicas.

Aplicaciones y usos
Ya sea considerando la cantidad o el valor del metal empleado, el uso industrial del
aluminio excede al del cualquier otro metal exceptuando el hierro / acero. Es un
material importante en multitud de actividades económicas y ha sido considerado
un recurso estratégico en situaciones de conflicto.

Aluminio metálico
El aluminio se utiliza rara vez 100% puro, casi siempre se usa aleado con otros
metales. El aluminio puro se emplea principalmente en la fabricación de espejos,
tanto para uso doméstico como para telescopios reflectores.

Los principales usos industriales de las aleaciones metálicas de aluminio son:

Transporte; como material estructural en aviones, automóviles, tanques,


superestructuras de buques y bicicletas.

Estructuras portantes de aluminio en edificios.

• Embalaje de alimentos; papel de aluminio, latas, tetrabriks, etc.


• Carpintería metálica; puertas, ventanas, cierres, armarios, etc.
• Bienes de uso doméstico; utensilios de cocina, herramientas, etc.
• Transmisión eléctrica. Aunque su conductividad eléctrica es tan sólo el
60% de la del cobre, su mayor ligereza disminuye el peso de los conductores
y permite una mayor separación de las torres de alta tensión, disminuyendo
los costes de la infraestructura.
• Recipientes criogénicos (hasta -200 °C), ya que contrariamente al acero
no presenta temperatura de transición dúctil a frágil. Por ello la tenacidad
del material es mejor a bajas temperaturas.
• Calderería.

Debido a su gran reactividad química, el aluminio se usa finamente pulverizado


como combustible sólido de cohetes espaciales y para aumentar la potencia de los
explosivos.

También se usa como ánodo de sacrificio y en procesos de aluminotermia (termita)


para la obtención y soldadura de metales.

Silicio
El silicio es un elemento químico no metálico, numero atomico 14 y situado en el
grupo 4 de la tabla periódica de los elementos formando parte de la familia de los
carbonoideos. Es el segundo elemento más abundante en la corteza terrestre
(27,7% en peso) después del oxígeno. Se presenta en forma amorfa y cristalizada;
el primero es un polvo parduzco, más activo que la variante cristalina, que se
presenta en octaedros de color azul grisáceo y brillo metálico.

Características principales
Sus propiedades son intermedias entre las del carbono y el germanio. En forma
cristalina es muy duro y poco soluble y presenta un brillo metálico y color grisáceo.
Aunque es un elemento relativamente inerte y resiste la acción de la mayoría de los
ácidos, reacciona con los halógenos y álcalis diluidos. El silicio transmite más del
95% de las longitudes de onda de la radiación infrarroja.

Se prepara en forma de polvo amorfo amarillo pardo o de cristales negros-


grisáceos. Se obtiene calentando sílice, o dióxido de silicio (SiO2), con un agente
reductor, como carbono o magnesio, en un horno eléctrico. El silicio cristalino tiene
una dureza de 7, suficiente para rayar el vidrio, de dureza de 5 a 7. El silicio tiene
un punto de fusión de 1.410 °C, un punto de ebullición de 2.355 °C y una densidad
relativa de 2,33. Su masa atómica es 28,086.

Se disuelve en ácido fluorhídrico formando el gas tetrafluoruro de silicio, SiF4 (ver


Flúor), y es atacado por los ácidos nítrico, clorhídrico y sulfúrico, aunque el dióxido
de silicio formado inhibe la reacción. También se disuelve en hidróxido de sodio,
formando silicato de sodio y gas hidrógeno. A temperaturas ordinarias el silicio no
es atacado por el aire, pero a temperaturas elevadas reacciona con el oxígeno
formando una capa de sílice que impide que continúe la reacción. A altas
temperaturas reacciona también con nitrógeno y cloro formando nitruro de silicio y
cloruro de silicio respectivamente.

El silicio constituye un 28% de la corteza terrestre. No existe en estado libre, sino


que se encuentra en forma de dióxido de silicio y de silicatos complejos. Los
minerales que contienen silicio constituyen cerca del 40% de todos los minerales
comunes, incluyendo más del 90% de los minerales que forman rocas volcánicas. El
mineral cuarzo, sus variedades (cornalina, crisoprasa, ónice, pedernal y jaspe) y los
minerales cristobalita y tridimita son las formas cristalinas del silicio existentes en la
naturaleza. El dióxido de silicio es el componente principal de la arena. Los silicatos
(en concreto los de aluminio, calcio y magnesio) son los componentes principales de
las arcillas, el suelo y las rocas, en forma de feldespatos, anfíboles, piroxenos, micas
y ceolitas, y de piedras semipreciosas como el olivino, granate, zircón, topacio y
turmalina.

Historia
El silicio (del latín silex, sílice) fue identificado por primera vez por Antoine Lavoisier
en 1787, y el elemento.Viene definido por su utilización en las ventanas.
Fósforo
El fósforo es un elemento químico de número atómico 15 y símbolo P. Es un no
metal multivalente perteneciente al grupo del nitrógeno (Grupo 15 (VA):
nitrogenoideos) que se encuentra en la naturaleza combinado en fosfatos
inorgánicos y en organismos vivos pero nunca en estado nativo. Es muy reactivo y
se oxida espontáneamente en contacto con el oxígeno atmosférico emitiendo luz,
dando nombre al fenómeno de la fosforescencia.

Características principales
El fósforo común es un sólido ceroso de color blanco con un característico olor
desagradable, pero puro es incoloro. Este no metal es insoluble en agua, y se oxida
espontáneamente en presencia de aire formando pentóxido de fósforo, por lo que
se almacena sumergido en agua.

Existen varias formas alotrópicas del fósforo siendo las más comunes el fósforo
blanco y el rojo; ambos formando estructuras tetraédricas de cuatro átomos. El
fósforo blanco, extremadamente tóxico e inflamable presenta dos formas, alfa y
beta, con una temperatura de transición de -3,8 °C; expuesto a la luz solar o al calor
(300°C) se transforma en fósforo rojo en reacción exotérmica. Éste es más estable y
menos volátil y tóxico que el blanco y es el que se encuentra normalmente en los
laboratorios y con el que se fabrican la cerillas. El fósforo negro presenta una
estructura similar al grafito y conduce la electricidad, es el más denso de los otros
dos estados y no se inflama.

El fósforo es un elemento químico de número atómico 15 y símbolo P. Es un no


metal multivalente perteneciente al grupo del nitrógeno que se encuentra en la
naturaleza combinado en fosfatos inorgánicos y en organismos vivos pero nunca en
estado nativo. Es muy reactivo y se oxida espontáneamente en contacto con el
oxígeno atmosférico emitiendo luz, dando nombre al fenómeno de la fosforescencia.

Debido a su reactividad, el fósforo no se encuentra nativo en la naturaleza, pero


forma parte de numerosos minerales. La apatita es una importante fuente de
fósforo, existiendo importantes yacimientos en Marruecos, Rusia, EE. UU. y otros
países.

La forma alotrópica blanca se puede obtener por distintos procedimientos; en uno


de ellos, el fosfato tricálcico, obtenido de las rocas, se calienta en un horno a
1450°C en presencia de sílice y carbono reduciendo el fósforo que se libera en
forma de vapor.

Historia
El fósforo —del latín phosphŏrus, y éste del griego φωσφόρος, portador de luz—
antiguo nombre del planeta Venus, fue descubierto por el alquimista alemán Hennig
Brand en 1669 en Hamburgo al destilar una mezcla de orina y arena (utilizó 50
cubos) mientras buscaba la piedra filosofal; al evaporar la urea obtuvo un material
blanco que brillaba en la oscuridad y ardía como una llama brillante; desde
entonces, las sustancias que brillan en la oscuridad sin arder se las llama
fosforescentes. Brand, la primera persona conocida que ha descubierto un elemento
químico, mantuvo su descubrimiento en secreto pero otro alquimista alemán,
Kunckel, lo redescubrió en 1677 y enseñó a Boyle la forma de gastarlo

Azufre
El azufre es un elemento químico de número atómico 16 y símbolo S. Es un no
metal abundante e insípido. El azufre se encuentra en forma nativa en regiones
volcánicas y en sus formas reducidas formando Sulfuros y Sulfosales o bien en sus
formas oxidadas como Sulfatos. Es un elemento químico esencial para todos los
organismos y necesario para muchos aminoácidos y por consiguiente también para
las proteínas. Se usa principalmente como fertilizante pero también en la
fabricación de pólvora, laxantes, cerillas e insecticidas.

Características principales
Este no metal tiene un color amarillo, es blando, frágil, ligero, desprende un olor
característico a huevo podrido al mezclarse con hidrógeno y arde con llama de color
azul desprendiendo dióxido de azufre. Es insoluble en agua pero se disuelve en
disulfuro de carbono. Es multivalente y son comunes los estados de oxidación -2,
+2, +4 y +6.

En todos los estados, sólido, líquido y gaseoso presenta forma alotrópicas cuyas
relaciones no son completamente conocidas. Las estructuras cristalinas más
comunes son el octaedro ortorrómbico (azufre α) y el prisma monoclínico (azufre β)
siendo la temperatura de transición de una a otra de 96 °C; en ambos casos el
azufre se encuentra formando moléculas de S8 con forma de anillo, siendo la
diferente disposición de estas moléculas la que provoca las distintas estructuras
cristalinas. A temperatura ambiente, la transformación del azufre monoclínico en
ortorrómbico, es más estable y muy lenta.

Historia
El azufre (del latín sulphur, sulfŭris, vinculado con el sánscrito śulvāri) es conocido
desde la antigüedad y ya los egipcios lo utilizaban para purificar los templos. En el
Génesis (19,24), los hebreos decían que el Dios Yahvé hizo llover sobre Sodoma y
sobre Gomorra sulfuro y fuego desde el cielo.

Homero recomendaba, en el siglo IX aec, evitar la pestilencia del azufre (zeio en


griego, relacionado con zeos-Zeus). Y Ulises dijo a la querida vieja nodriza Eurücleia:
«Tráeme sulfuro (zéeion), que limpia toda polución, y ve a buscarme fuego también,
para que yo pueda quemarlo y purificar (zeeoso) los claustros».

Homero, La Odisea (22, 480-483) Según el Diccionario sánscrito-inglés (1899) de


Monier Monier-Williams, en sánscrito al azufre se lo llamaba śulbāri (pronunciado
/shulbári/), siendo śulba o śulva: ‘cobre’, y a-rí o a-rís: ‘enemigo, envidioso’ (lit. ‘no
liberal’).
En el Apocalipsis (20, 10) se dice que el diablo fue lanzado a un lago de fuego y
azufre. Durante toda la Edad media se vinculó a Satanás con los olores sulfurosos
(relacionados con los volcanes, que se suponían entradas a los infiernos
subterráneos).

Aproximadamente en el siglo XII, los chinos inventaron la pólvora, mezcla explosiva


de nitrato de potasio (KNO3), carbón y azufre. Los alquimistas de la Edad Media
conocían la posibilidad de combinar el azufre con el mercurio, pero no fue hasta
finales de la década de 1770 cuando Antoine Lavoisier convenció a la comunidad
científica de que el azufre no era un compuesto sino un elemento químico.

Cloro
El cloro es un elemento químico de número atómico 17 situado en el grupo de los
halógenos (grupo VII A) de la tabla periódica de los elementos. Su símbolo es Cl. En
condiciones normales y en estado puro es un gas amarillo-verdoso formado por
moléculas diatómicas, Cl2, unas 2,5 veces más pesado que el aire, de olor
desagradable y venenoso. Es un elemento abundante en la naturaleza y se trata de
un elemento químico esencial para muchas formas de vida.

Características principales
En la naturaleza no se encuentra en estado puro ya que reacciona con rapidez con
muchos elementos y compuestos químicos, sino que se encuentra formando parte
de cloruros y cloratos, sobre todo en forma de cloruro de sodio, en las minas de sal
y disuelto y en el agua de mar.

Se emplea para potabilizar el agua de consumo disolviéndolo en la misma; también


tiene otras aplicaciones como oxidante, blanqueante y desinfectante. El cloro
gaseoso es muy tóxico (neumotóxico) y se usó como gas de guerra en la Primera y
Segunda Guerra Mundial.

Historia
El cloro (del griego χλωρος, que significa "amarillo verdoso") fue descubierto en
1774 por el sueco Carl Wilhelm Scheele, aunque creía que se trataba de un
compuesto que contenía oxígeno. Lo obtuvo a partir de la siguiente reacción: En
1810 el químico inglés Humphry Davy demuestra que se trata de un elemento
químico y le da el nombre de cloro debido a su color. El gas cloro se empleó en la
Primera Guerra Mundial, siendo el primer caso de uso de armas químicas.

Precauciones
El cloro provoca irritación en el sistema respiratorio, especialmente en niños y
personas mayores. En estado gas irrita las mucosas y en estado líquido quema la
piel. Se puede detectar en el aire por su olor a partir de 3,5 ppm, siendo mortal a
partir de unos 1000 ppm. Se usó como arma química en la Primera Guerra Mundial.

Una exposición aguda a altas (pero no letales) concentraciones de cloro puede


provocar edema pulmonar, o líquido en lo pulmones. Una exposición crónica a
concentraciones de bajo nivel debilita los pulmones aumentando la susceptibilidad
a otras enfermedades pulmonares.

En muchos países se fija como límite de exposición en el trabajo para este gas 0,5
ppm (media de 8 horas diarias, 40 horas a la semana).

Se pueden producir humos tóxicos cuando se mezcla hipoclorito de sodio con urea,
amoniaco o algún otro producto de limpieza. Estos humos consisten en una mezcla
de cloro y cloruro de nitrógeno; por lo tanto, estas combinaciones deberían evitarse.

Argón
El argón o argon es un elemento químico de número atómico 18 y símbolo Ar. Es
el tercero de los gases nobles, incoloro e inerte como ellos, constituye en torno al
1% del aire. Del griego Argos que significa inerte.

Características principales
Tiene una solubilidad en agua 2,5 veces la del nitrógeno y la del oxígeno. Es un gas
monoatómico inerte, incoloro e inodoro tanto en estado líquido como gaseoso. No
se conocen compuestos verdaderos del argón, habiéndose anunciado una
compuesto con flúor muy inestable cuya existencia aún no se ha probado. El argón
puede formar clatratos con el agua cuando sus átomos quedan atrapados en una
red de moléculas

Historia
Henry Cavendish, en 1785, expuso una muestra de nitrógeno a descargas eléctricas
repetidas en presencia de oxígeno para formar óxido de nitrógeno que
posteriormente eliminaba y encontró que alrededor del 1% del gas original no se
podía disolver, afirmando entonces que no todo el «aire flogisticado» era nitrógeno.
En 1892 Lord Rayleigh descubrió que el nitrógeno atmosférico tenía una densidad
mayor que el nitrógeno puro obtenido a partir del nitro. Rayleigh y Sir William
Ramsay demostraron que la diferencia se debía a la presencia de un segundo gas
poco reactivo más pesado que el nitrógeno, anunciando el descubrimiento del argón
(del griego αργóν, inactivo, vago o perezoso) en 1894, anuncio que fue acogido con
bastante escepticismo por la comunidad científica.

En 1904 Rayleigh recibió el premio Nobel de Física por sus investigaciones acerca
de la densidad de los gases más importantes y el descubrimiento de la existencia
del argón.
Potasio
El potasio es un elemento químico de la tabla periódica cuyo símbolo es K (del latín
Kalium) y cuyo número atómico es 19. Es un metal alcalino, blanco-plateado que
abunda en la naturaleza, en los elementos relacionados con el agua salada y otros
minerales. Se oxida rápidamente en el aire, es muy reactivo, especialmente en
agua, y se parece químicamente al sodio. Es un elemento químico esencial.

Características principales
Es el quinto metal más ligero y liviano; es un sólido blando que se corta con
facilidad con un cuchillo, tiene un punto de fusión muy bajo, arde con llama violeta
y presenta un color plateado en las superficies no expuestas al aire, en cuyo
contacto se oxida con rapidez, lo que obliga a almacenarlo recubierto de aceite.

Al igual que otros metales alcalinos reacciona violentamente con el agua


desprendiendo hidrógeno, incluso puede inflamarse espontáneamente en presencia
de agua.

Historia
El potasio, del latín científico potassium, y éste del neerlandés pottasche, ceniza de
pote, nombre con que lo bautizó Humphry Davy al descubrirlo en 1807, fue el
primer elemento metálico aislado por electrólisis, en su caso del hidróxido de
potasio (KOH), compuesto de cuyo nombre latino, Kalĭum, proviene el símbolo
químico del potasio.

El propio Davy hacía el siguiente relato de su descubrimiento ante la Royal Society


of London el 19 de noviembre de 1807: «Coloqué un pequeño fragmento de potasa
sobre un disco aislado de platino que comunicaba con el lado negativo de una
batería eléctrica de 250 placas de cobre y zinc en plena actividad. Un hilo de platino
que comunicaba con el lado positivo fue puesto en contacto con la cara superior de
la potasa. Todo el aparato funcionaba al aire libre. En estas circunstancias se
manifestó una actividad muy viva; la potasa empezó a fundirse en sus dos puntos
de electrización. Hubo en la cara superior (positiva) una viva efervescencia,
determinada por el desprendimiento de un fluido elástico; en la cara inferior
(negativa) no se desprendía ningún fluido elástico, peropequeños glóbulos de vivo
brillo metálico completamente semejantes a los glóbulos de mercurio. Algunos de
estos glóbulos, a medida que se formaban, ardían con explosión y llama brillante;
otros perdían poco a poco su brillo y se cubrían finalmente de una costra blanca.
Estos glóbulos formaban la sustancia que yo buscaba; era un principio combustible
particular, era la base de la potasa: el potasio.»

La importancia del descubrimiento radica en que confirmó la hipótesis de Antoine


Lavoisier de que si la sosa y la potasa reaccionaban con los ácidos de igual modo
que los óxidos de plomo y plata era porque estaban formados de la combinación de
un metal con el oxígeno, extremo que se confirmó al aislar el potasio y tan sólo una
semana después el sodio por electrólisis de la sosa. Además, la obtención del
potasio permitió el descubrimiento de otros elementos, ya que dada su gran
reactividad es capaz de descomponer óxidos para combinarse y quedarse con el
oxígeno; de este modo pudieron aislarse el silicio, el boro y el aluminio.

Calcio
El calcio es un elemento químico, de símbolo Ca y de número atómico 20.

Se encuentra en el medio interno de los organismos como ion calcio (Ca2+) o


formando parte de otras moléculas; en algunos seres vivos se halla precipitado en
forma de esqueleto interno o externo. Los iones de calcio actúan de cofactor en
muchas reacciones enzimáticas, interviene en el metabolismo del gluconeo, junto al
potasio y el sodio regulan la contracción muscular. El porcentaje de calcio en los
organismos es variable y depende de las especies, pero por término medio
representa el 2,45% en el conjunto de los seres vivos; en los vegetales, solo
representa el 0,007%.

En el habla vulgar se utiliza la voz calcio para referirse a sus sales (v.g., esta agua
tiene mucho calcio; en las tuberías se deposita mucho calcio, etc.)

Características principales
El calcio es un metal alcalinotérreo blando, maleable y dúctil que arde con llama
roja formando óxido de calcio y nitruro. Las superficies recientes son de color blanco
plateado pero palidecen rápidamente tornándose levemente amarillentas expuestas
al aire y en última instancia grises o blancas por la formación del hidróxido al
reaccionar con la humedad ambiental. Reacciona violentamente con el agua para
formar el hidróxido Ca(OH)2 desprendiendo hidrógeno.

Historia
El calcio (del latín calx, calcis, cal) fue descubierto en 1808 por Humphry Davy
mediante electrólisis de una amalgama de mercurio (elemento) y cal. Davy mezcló
cal humedecida con óxido de mercurio que colocó sobre una lámina de platino, el
ánodo, y sumergió una parte de mercurio en el interior de la pasta que hiciera de
cátodo; por electrólisis obtuvo una amalgama que destilada dejó un residuo sólido
muy oxidable, aunque ni siquiera el mismo Davy estaba muy seguro de haber
obtenido calcio puro; con posterioridad Bunsen en 1854 y Matthiessen en 1856
obtuvieron el metal por electrólisis del cloruro de calcio, y Henri Moissan obtuvo
calcio con una pureza del 99% por electrólisis del yoduro. No obstante, hasta
principios del siglo XX el calcio (ca) sólo se obtenía en laboratorio.

Escandio
El escandio es un elemento químico de la tabla periódica cuyo símbolo es Sc y su
número atómico es 21. Es un metal de transición que se encuentra en minerales de
Escandinavia y que se clasifica con frecuencia entre los lantánidos por sus
similitudes con ellos.

Características principales
Es un metal blando, muy ligero, resistente el ataque del ácido nítrico y fluorhídrico,
de color plateado deslustra expuesto al aire adoptando una color ligeramente
rosado. Su estado de oxidación más común es +3 y sus sales son incoloras. Sus
propiedades son más parecidas a las del itrio y los lantánidos que a las del titanio
por lo que suele incluirse con frecuencia entre las tierras raras.

Historia
El escandio (del latín científico scandĭum, y éste de Scandi, Escandinavia) fue
descubierto por Lars Fredrick Nilson en 1879 mientras trabajaba con su equipo en la
búsqueda de metales tierras raras mediante análisis espectral de los minerales
euxenita y gadolinita. Para aislar el elemento procesó 10 kg de euxenita con otros
residuos de tierras raras logrando aproximadamente 2 gramos de óxido (Sc2O3) de
gran pureza.
En 1869 Dmitri Mendeleyev predijo, basándose en las leyes periódicas, que este
metal debía tener propiedades similares a las del boro por lo que llamó al elemento
aún por descubrir ekaboro (símbolo Eb). Aproximadamente en la misma época que
Nilson, Per Theodor Cleve descubrió el óxido de escandio y confirmó que se trataba
del ekaboro.

En 1937 se aisló por vez primera el metal por electrólisis de una solución eutéctica
de potasio, litio y cloruros de escandio a 700-800 °C empleando como electrodos un
filamento de wolframio y un baño de cinc líquido en un crisol de grafito. La primera
libra de escandio del 99% de pureza se fabricó en 1960.

Precauciones
El polvo de escandio metálico es inflamable.

Titanio
El titanio es un elemento químico, de símbolo Ti y número atómico 22. Se trata de
un metal de transición de color gris plata. Comparado con el acero, con quien
compite en aplicaciones técnicas, es mucho más ligero (4,5/7,8). Tiene alta
resistencia a la corrosión y gran resistencia mecánica, pero es mucho más caro que
el acero, lo cual limita su uso industrial.

Es un metal abundante en la naturaleza; se considera que es el cuarto metal


estructural más abundante en la superficie terrestre y el noveno en la gama de
metales industriales. No se encuentra en estado puro sino en forma de óxidos, en la
escoria de ciertos minerales de hierro y en cenizas de animales y plantas. Su
utilización se ha generalizado con el desarrollo de la tecnología aeroespacial, donde
es capaz de soportar las condiciones extremas de frío y calor que se dan en el
espacio y en la industria química, por ser resistente al ataque de muchos ácidos;
asimismo, este metal tiene propiedades biocompatibles, porque los tejidos del
organismo toleran su presencia y por tanto permite fabricar muchas prótesis e
implantes de este metal.

Posee propiedades mecánicas parecidas al acero, tanto puro como en las aleaciones
que forma. Y por tanto compite con el acero en muchas aplicaciones técnicas,
especialmente con el acero inoxidable.

El titanio fue declarado material estratégico por parte Estados Unidos durante
muchos años. Puede formar aleaciónes con otros elementos, tales como hierro,
aluminio,vanadio, molibdeno y otros, para producir componentes muy resistentes
que son utilizados por la industria aeroespacial, aeronáutica, militar, petroquímica,
agroindustrial, automovilística y médica.

Historia
El titanio (llamado así por los Titanes, hijos de Urano y Gea en la mitología griega)
fue descubierto en Inglaterra por William Gregor, en 1791, cuando estudiaba un
metal de color gris-plata que había encontrado. Poco después, en 1795, el químico
austríaco Martín Kalprotz, descubridor también del uranio, le dio el nombre de
titanio.

Este elemento es, en cuanto a su abundancia, el noveno de los que forman la


corteza terrestre. Virtualmente, todas las rocas ígneas, y sus sedimentos, así como
muchos minerales, principalmente los que contienen hierro y todos los organismos
vegetales y animales, contienen titanio.

El mineral más importante del que se extrae titanio es el rutilo (óxido de titanio),
muy abundante en las arenas costeras. Por su parte el titanio debe ser sometido
previamente a un proceso metalúrgico de refinado, para prevenir su eventual
reacción con sustancias gaseosas, tales como el nitrógeno, el oxígeno y el
hidrógeno.

Matthew A. Hunter preparó por primera vez titanio metálico puro (con una pureza
del 99.9%) calentando tetracloruro de titanio (TiCl4) con sodio a 700-800 °C en un
reactor de acero.

El titanio como metal no se usó fuera del laboratorio hasta que en 1946 William
Justin Kroll desarrolló un método para poder producirlo comercialmente, mediante la
reducción del TiCl4 con magnesio, y este método, llamado Método de Kroll, es el
utilizado aún hoy en día (2008). En este proceso el metal se mantiene
constantemente en una atmósfera de gas inerte, como argón o helio, que inhibe la
reacción con cualquier otro elemento.1

Durante los años 50 y 60 la Unión Soviética promovió el empleo de titanio en usos


militares y submarinos (Clase Alfa y Clase Miguel) como parte de sus programas
militares relacionados con la guerra fría. En los EE. UU., el Departamento de
Defensa (DOD) comprendió la importancia estratégica del metal y apoyó los
esfuerzos para su comercialización. A lo largo del período de la guerra fría, el
gobierno estadounidense consideró al titanio como un material estratégico, y las
reservas de esponja de titanio fueron mantenidas por el Centro de Reservas
Nacional de Defensa, que desapareció en 2005. Hoy el mayor productor mundial es
el consorcio ruso VSMPO-AVISMA, que representa aproximadamente el 29% de la
cuota mundial de mercado.

En 2006, la Agencia de Defensa estadounidense concedió 5,7 millones de dólares a


un consorcio de dos empresas para desarrollar un nuevo proceso para fabricar polvo
de metal de titanio. Bajo calor y presión, se puede usar el polvo para crear artículos
fuertes, de peso ligero en las superficies de revestimiento de armaduras o
componentes para el espacio aéreo, el transporte e industrias de tratamiento
químico.

Titanio y toxicidad
Debido a la biocompatibilidad del titanio no se han descubierto casos de toxicidad
tanto en el titanio elemental como en el dióxido de titanio

Se han detectado algunos efectos de la sobreexposición al polvo de titanio por lo


que la inhalación del polvo puede causar tirantez y dolor en el pecho, tos, y
dificultad para respirar. El contacto con la piel y los ojos puede provocar irritación.
Vías de entrada: Inhalación, contacto con la piel, contacto con los ojos.

Respecto a la cancerología que pueda tener, la agencia internacional para la


investigación del cáncer (IARC) ha incluido el dióxido de titanio en el grupo 3 que
consiste en que el titanio no es clasificable como elemento cancerígeno en los
humanos (el agente no es clasificable con respecto a su carcinogenicidad en
humanos).

Vanadio
El vanadio es un elemento químico de número atómico 23 situado en el grupo 5 de
la tabla periódica de los elementos. Su símbolo es V. Es un metal dúctil, blando y
poco abundante. Se encuentra en distintos minerales y se emplea principalmente
en algunas aleaciones. El nombre procede de la diosa de la belleza Vanadis en la
mitología escandinava.

Características principales
El vanadio es un metal de transición blanco, dúctil y brillante. Este metal de
transición presenta una alta resistencia a las bases, al ácido sulfúrico (H2SO4) y al
ácido clorhídrico (HCl). Se obtiene de distintos minerales, así como de petróleos.
También se puede obtener de la recuperación del óxido de vanadio (V) en polvos
procedentes de procesos de combustión. Tiene algunas aplicaciones nucleares
debido a su baja sección de captura de neutrones. Es un elemento esencial en
algunos seres vivos, aunque no se conoce su función.

En sus compuestos presenta variados estados de oxidación, siendo los más


comunes +2, +3, +4 y +5.

Historia
El vanadio (de la diosa de la belleza en la mitología escandinava Vanadis debido a
los colores de sus compuestos), fue descubierto en un principio por el mineralogista
mexicano Andrés Manuel del Río, en Zimapan, municipio Hidalguense en 1801, en
un mineral de plomo. Primero lo denominó pancromo, debido a que los colores eran
parecidos a los del cromo, y luego eritronio debido al color de sus sales (se volvían
rojas al calentarlas). Sin embargo, el químico francés Hippolyte Victor Collet-
Descotils cuestionó este descubrimiento diciendo, erróneamente, que se trataba de
cromo impuro. Esto provocó que Andrés Manuel del Río se retractara de su
descubrimiento.

En 1830, el sueco Nils Gabriel Sefström lo redescubrió en un óxido que encontró


mientras trabajaba en unas minas de hierro y le dio el nombre que hoy se conoce.
Después, en 1831, Friedrich Wöhler concluyó que se trataba del mismo elemento
descubierto en 1801 por Andrés Manuel del Río El vanadio metálico no se preparó
hasta el año 1867, por Henry Enfield Roscoe, mediante la reducción de tricloruro de
vanadio, VCl3 con hidrógeno.

Precauciones
El polvo metálico es pirofórico, y los compuestos de vanadio deberían de ser
considerados como altamente tóxicos. Su inhalación puede causar cáncer de
pulmón.

La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) ha establecido un


límite de exposición para el polvo de pentóxido de vanadio de 0,05 mg/m3, y de 0,1
mg/m3 para el gas de pentóxido de vanadio en el aire del lugar de trabajo para una
jornada de 8 horas, 40 horas a la semana.

El Instituto Nacional de Salud y Seguridad Ocupacional (NIOSH) recomienda que


debe considerarse peligroso para la salud y la vida un nivel de 35 mg/m3 de
vanadio. Este nivel se corresponde al cual puede causar problemas permanentes de
salud o muerte.

Cromo
El cromo es un elemento químico de número atómico 24 que se encuentra en el
grupo 6 de la tabla periódica de los elementos. Su símbolo es Cr. Es un metal que
se emplea especialmente en metalurgia.
Características principales
El cromo es un metal de transición duro, frágil, gris acerado y brillante. Es muy
resistente frente a la corrosión.

Su estado de oxidación más alto es el +6, aunque estos compuestos son muy
oxidantes. Los estados de oxidación +4 y +5 son poco frecuentes, mientras que los
estados más estables son +2 y +3. También es posible obtener compuestos en los
que el cromo presente estados de oxidación más bajos, pero son bastante raros.

Historia
En 1761 Johann Gottlob Lehmann encontró en los Urales un mineral naranja rojizo
que denominó plomo rojo de Siberia; este mineral se trataba de la crocoita
(PbCrO4), y se creyó que era un compuesto de plomo con selenio y hierro.

En 1770 Peter Simon Pallas estuvo en el mismo lugar que Lehmann y encontró el
mineral, que resultó ser muy útil en pinturas debido a sus propiedades como
pigmento. Esta aplicación se extendió rápidamente, por ejemplo, se puso de moda
un amarillo brillante, obtenido a partir de la crocoita.

En 1797 Nicolas-Louis Vauquelin recibió muestras del mineral. Fue capaz de


producir óxido de cromo (CrO3) mezclando crocoita con ácido clorhídrico (HCl). En
1798 descubrió que se podía aislar cromo metálico calentando el óxido en un horno
de carbón. También pudo detectar trazas de cromo en gemas preciosas, como por
ejemplo, en rubíes y esmeraldas. Lo llamó cromo (del griego chroma, "color")
debido a los distintos colores que presentan sus compuestos.

El cromo se empleó principalmente en pinturas y otras aplicaciones hasta que, a


finales del siglo XIX, se empleó como aditivo en aceros. Este uso no se extendió
hasta principios del siglo XX, cuando se comenzó a obtener cromo metálico
mediante aluminotermia. Actualmente en torno a un 85% del cromo se utiliza en
aleaciones metálicas.

Precauciones
Generalmente, no se considera que el cromo metal y los compuestos de cromo (III)
sean, especialmente, un riesgo para la salud; se trata de un elemento esencial para
el ser humano, pero en altas concentraciones resulta tóxico.

Manganeso
El manganeso es un elemento químico de número atómico 25 situado en el grupo
7 de la tabla periódica de los elementos y se simboliza como Mn.
Características principales
El manganeso es un metal de transición blanco grisáceo, parecido al hierro. Es un
metal duro y muy frágil, refractario y fácilmente oxidable. El manganeso metal
puede ser ferromagnético, pero sólo después de sufrir un tratamiento especial.

Sus estados de oxidación más comunes son +2, +3, +4, +6 y +7, aunque se han
encontrado desde +1 a +7; los compuestos en los que el manganeso presenta
estado de oxidación +7 son agentes oxidantes muy enérgicos. Dentro de los
sistemas biológicos, el catión Mn+2 compite frecuentemente con el Mg+2. Se emplea
sobre todo aleado con hierro en aceros y en otras aleaciones.

Historia
Se ha encontrado dióxido de manganeso, MnO2, en pinturas rupestres (dando un
color negro). También se han utilizado a lo largo de la historia, por ejemplo por los
egipcios y los romanos, compuestos de manganeso para decolorar el vidrio o bien
darle color. Asimismo se ha encontrado manganeso en la minas de hierro utilizadas
por los espartanos, y se piensa que tal vez sea debido a esto la especial dureza de
sus aceros.

En el siglo XVII, el químico alemán Glauber, produjo por primera vez permanganato,
un reactivo de laboratorio bastante utilizado. A mediados del siglo XVIII, el dióxido
de manganeso se empleó para la producción de cloro. El químico sueco Scheele fue
el primero que descubrió que el manganeso era un elemento, pero fue J. G. Gahn
quien lo aisló por reducción del dióxido con carbono.

A principios del siglo XIX se comenzó a probar el manganeso en aleaciones de


acero. En 1816 se comprobó que endurecía al acero, sin hacerlo más frágil.

Precauciones
El manganeso es un elemento esencial, siendo necesario un aporte de entre 1 a 5
mg por día, cantidad que se consigue a través de los alimentos.

El manganeso en exceso es tóxico. Exposiciones prolongadas a compuestos de


manganeso, de forma inhalada u oral, pueden provocar efectos adversos en el
sistema nervioso, respiratorio, y otros.

El permanganato de potasio, KMnO4, es corrosivo.

Hierro
El hierro es un elemento químico de número atómico 26 situado en el grupo 8 de la
tabla periódica de los elementos. Su símbolo es Fe.
Este metal de transición es el cuarto elemento más abundante en la corteza
terrestre, representando un 5% y, entre los metales, sólo el aluminio es más
abundante. Igualmente es uno de los elementos más importantes del Universo, y el
núcleo de la Tierra está formado principalmente por hierro y níquel, generando al
moverse un campo magnético. Ha sido históricamente muy importante, y un
período de la historia recibe el nombre de Edad de Hierro.

Características principales
Es un metal maleable, tenaz, de color gris plateado y presenta propiedades
magnéticas; es ferromagnético a temperatura ambiente y presión atmosférica.

Se encuentra en la naturaleza formando parte de numerosos minerales, entre ellos


muchos óxidos, y raramente se encuentra libre. Para obtener hierro en estado
elemental, los óxidos se reducen con carbono y luego es sometido a un proceso de
refinado para eliminar las impurezas presentes.

Es el elemento más pesado que se produce exotérmicamente por fusión, y el más


ligero que se produce a través de una fisión, debido a que su núcleo tiene la más
alta energía de enlace por nucleón (energía necesaria para separar del núcleo un
neutrón o un protón); por lo tanto, el núcleo más estable es el del hierro-56 (con 30
neutrones).

Presenta diferentes formas estructurales dependiendo de la temperatura y presión.


A presión atmosférica:

Hierro-α: estable hasta los 911 °C. El sistema cristalino es una red cúbica centrada
en el cuerpo (bcc).

Hierro-γ: 911 °C - 1392 °C; presenta una red cúbica centrada en las caras (fcc).

Hierro-δ: 1392 °C - 1539 °C; vuelve a presentar una red cúbica centrada en el
cuerpo.

Hierro-ε: Puede estabilizarse a altas presiones, presenta estructura hexagonal


compacta (hcp).

El hierro-α es ferromagnético hasta la temperatura de Curie (768 °C), a partir de la


cual pasa a ser paramagnético. Antiguamente, al hierro-α paramagnético se le
llamaba hierro-β, aunque hoy en día no se suele distinguir entre las fases α y β.

Historia
Se tienen indicios de uso del hierro, cuatro milenios antes de Cristo, por parte de los
sumerios y egipcios.

En el segundo y tercer milenio, antes de Cristo, van apareciendo cada vez más
objetos de hierro (que se distingue del hierro procedente de meteoritos por la
ausencia de níquel) en Mesopotamia, Anatolia y Egipto. Sin embargo, su uso parece
ser ceremonial, siendo un metal muy caro, más que el oro. Algunas fuentes
sugieren que tal vez se obtuviera como subproducto de la obtención de cobre.
Entre 1600 adC y 1200 adC va aumentando su uso en Oriente Medio, pero no
sustituye al predominante uso del bronce.

Entre los siglos XII adC y X adC se produce una rápida transición en Oriente Medio
desde las armas de bronce a las de hierro. Esta rápida transición tal vez fuera
debida a la falta de estaño, antes que a una mejora en la tecnología en el trabajo
del hierro. A este periodo, que se produjo en diferentes fechas según el lugar, se
denomina Edad de Hierro, sustituyendo a la Edad de Bronce. En Grecia comenzó a
emplearse en torno al año 1000 adC y no llegó a Europa occidental hasta el siglo VII
adC La sustitución del bronce por el hierro fue paulatina, pues era difícil fabricar
piezas de hierro: localizar el mineral, luego fundirlo a temperaturas altas para
finalmente forjarlo.

En Europa Central, surgió en el siglo IX adC la cultura de Hallstatt (sustituyendo a la


cultura de los campos de urnas, que se denomina primera Edad de Hierro, pues
coincide con la introducción de este metal.

Hacia el 450 adC se desarrolló la cultura de La Tène, también denominada segunda


Edad de Hierro. El hierro se usa en herramientas, armas y joyería, aunque siguen
encontrándose objetos de bronce.

Junto con esta transición del bronce al hierro se descubrió el proceso de


carburización, consistente en añadir carbono al hierro. El hierro se obtenía como
una mezcla de hierro y escoria, con algo de carbono o carburos, y era forjado,
quitando la escoria y oxidando el carbono, creando así el producto ya con una
forma. Este hierro forjado tenía un contenido en carbono muy bajo y no se podía
endurecer fácilmente al enfriarlo en agua. Se observó que se podía obtener un
producto mucho más duro calentando la pieza de hierro forjado en un lecho de
carbón vegetal, para entonces sumergirlo en agua o aceite. El producto resultante,
que tenía una superficie de acero, era más duro y menos frágil que el bronce, al que
comenzó a reemplazar.

En China el primer hierro que se utilizó también procedía de meteoritos, habiéndose


encontrado objetos de hierro forjado en el noroeste, cerca de Xinjiang, del siglo VIII
adC. El procedimiento era el mismo que el utilizado en Oriente Medio y Europa. En
los últimos años de la Dinastía Zhou (550 adC) se consigue obtener hierro colado
(producto de la fusión del arrabio). El mineral encontrado allí presenta un alto
contenido en fósforo, con lo que funde a temperaturas menores que en Europa y
otros sitios. Sin embargo durante bastante tiempo, hasta la Dinastía Qing (hacia
221 adC), no tuvo una gran repercusión.

El hierro colado tardó más en Europa, pues no se conseguía la temperatura


suficiente. Algunas de las primeras muestras de hierro colado se han encontrado en
Suecia, en Lapphyttan y Vinarhyttan, del 1150 a 1350.

En la Edad Media, y hasta finales del siglo XIX, muchos países europeos empleaban
como método siderúrgico la farga catalana. Se obtenía hierro y acero bajo en
carbono empleando carbón vegetal y el mineral de hierro. Este sistema estaba ya
implantado en el siglo XV, y se conseguían alcanzar hasta unos 1200 °C. Este
procedimiento fue sustituido por el empleado en los altos hornos.

En un principio se usaba carbón vegetal para la obtención de hierro como fuente de


calor y como agente reductor. En el siglo XVIII, en Inglaterra, comenzó a escasear y
hacerse más caro el carbón vegetal, y esto hizo que comenzara a utilizarse coque,
un combustible fósil, como alternativa. Fue utilizado por primera vez por Abraham
Darby, a principios del siglo XVIII, que construyó en Coalbrookdale un alto horno.
Asimismo, el coque se empleó como fuente de energía en la Revolución Industrial.
En este periodo la demanda de hierro fue cada vez mayor, por ejemplo para su
aplicación en ferrocarriles.

El alto horno fue evolucionando a lo largo de los años. Henry Cort, en 1784, aplicó
nuevas técnicas que mejoraron la producción. En 1826 el alemán Friedrich Harkot
construye un alto horno sin mampostería para humos.

Hacia finales del siglo XVIII y comienzos del XIX se comenzó a emplear ampliamente
el hierro como elemento estructural (en puentes, edificios, etcétera). Entre 1776 a
1779 se construye el primer puente de fundición de hierro, construido por John
Wilkinson y Abraham Darby. En Inglaterra se emplea por primera vez en la
construcción de edificios, por Mathew Boulton y James Watt, a principios del siglo
XIX. También son conocidas otras obras de ese siglo, por ejemplo el Palacio de
Cristal construido para la Exposición Universal de 1851 en Londres, del arquitecto
Joseph Paxton, que tiene un armazón de hierro, o la Torre Eiffel, en París, construida
en 1889 para la Exposición Universal, en donde se utilizaron miles de toneladas de
hierro.
Cobalto
El cobalto (del alemán kobalt, voz derivada de kobold, término utilizado por los
mineros de Sajonia en la Edad Media para describir al mineral del cual se obtiene)
es un elemento químico de número atómico 27 y símbolo Co situado en el grupo 9
de la tabla periódica de los elementos.

Características principales
El cobalto es un metal duro, ferromagnético, de color blanco azulado. Su
temperatura de Curie es de 1388 K. Normalmente se encuentra junto con níquel, y
ambos suelen formar parte de los meteoritos de hierro. Es un elemento químico
esencial para los mamíferos en pequeñas cantidades. El Co-60, un radioisótopo de
cobalto, es un importante trazador y agente en el tratamiento del cáncer.

El cobalto metálico está comúnmente constituido de una mezcla de dos formas


alotrópicas con estructuras cristalinas hexagonal y cúbica centrada en las caras
siendo la temperatura de transición entre ambas de 722 K.

Presenta estados de oxidación bajos. Los compuestos en los que el cobalto tiene un
estado de oxidación de +4 son poco comunes. El estado de oxidación +2 es muy
frecuente, así como el +3. También existen complejos importantes con el estado de
oxidación +1.

Historia
El elemento fue descubierto por George Brandt. La fecha del descubrimiento varía
en las diversas fuentes entre 1730 y 1737. Brandt fue capaz de demostrar que el
cobalto era el responsable del color azul del vidrio que previamente se atribuía al
bismuto.

Su nombre proviene del alemán kobalt o kobold, espíritu maligno, llamado así por
los mineros por su toxicidad y los problemas que ocasionaba ya que al igual que el
níquel contaminaba y degradaba los elementos que se deseaba extraer.

Durante el siglo XIX, entre el 70 y 80% de la producción mundial de cobalto se


obtenía en la fábrica noruega Blaafarveværket del industrial prusiano Benjamin
Wegner.

En 1938 John Livingood y Glenn Seaborg descubrieron el cobalto-60. La primera


máquina de radioterapia, bomba de cobalto, construida en Canadá por un equipo
liderado por Ivan Smith y Roy Errington se utilizó en un paciente el 27 de octubre de
1951; el equipo se encuentra actualmente expuesto en el Saskatoon Cancer Centre,
en la ciudad de Saskatoon (Saskatchewan).

Níquel
El níquel es un elemento químico de número atómico 28 y símbolo Ni, situado en el
grupo 10 de la tabla periódica de los elementos.

Características Principales
Aproximadamente el 65% del níquel consumido se emplea en la fabricación de
acero inoxidable austenítico y otro 12% en superaleaciones de níquel. El restante
23% se reparte entre otras aleaciones, baterías recargables, catálisis, acuñación de
moneda, recubrimientos metálicos y fundición:

Alnico, aleación para imanes.

El mu-metal se usa para apantallar campos magnéticos por su elevada


permeabilidad magnética.

Las aleaciones níquel-cobre (monel) son muy resistentes a la corrosión, utilizándose


en motores marinos e industria química.

La aleación níquel-titanio (nitinol-55) presenta el fenómeno de memoria de forma y


se usa en robótica, también existen aleaciones que presentan superplasticidad.

Crisoles de laboratorios químicos.

Níquel Raney: catalizador de la hidrogenación de aceites vegetales.

Historia
El uso del níquel se remonta aproximadamente al siglo IV aec, generalmente junto
con el cobre, ya que aparece con frecuencia en los minerales de este metal.
Bronces originarios de la actual Siria tienen contenidos de níquel superiores al 2%.
Manuscritos chinos sugieren que el «cobre blanco» se utilizaba en Oriente hacia
1700 al 1400 aec; sin embargo, la facilidad de confundir las menas de níquel con las
de plata induce a pensar que en realidad el uso del níquel fue posterior, hacia el
siglo IV aec.
Los minerales que contienen níquel, como la niquelina, se han empleado para
colorear el vidrio. En 1751 Axel Frederik Cronstedt, intentando extraer cobre de la
niquelina, obtuvo un metal blanco que llamó níquel, ya que los mineros de Hartz
atribuían al «viejo Nick» (el diablo) el que algunos minerales de cobre no se
pudieran trabajar; y el metal responsable de ello resultó ser el descubierto por
Cronstedt en la niquelina, o Kupfernickel, diablo del cobre, como se llama aún al
mineral en idioma alemán.

Según un diccionario etimológico italiano, níquel proviene del sueco nickel, que
viene del alemán Kupfernickel, propiamente ‘falso cobre’, compuesto de Kupfer
(cobre) y Nickel (sobrenombre de Nikolaus), nombre dado por los mineros a los
minerales inútiles, usado en broma para indicar un mineral que del cobre tiene sólo
el color.

La primera moneda de níquel puro se acuñó en 1881.

Cobre
El cobre, de símbolo Cu, es el elemento químico de número atómico 29. Se trata de
un metal de transición de color rojizo y brillo metálico que, junto con la plata y el
oro, forma parte de la llamada familia del cobre. Es un metal conocido por el
hombre desde el Neolítico.

Tres de sus principales propiedades físicas son su alta conductividad eléctrica, su


elevada ductilidad y su maleabilidad , las cuales le ha convertido en la materia
prima más utilizada para fabricar cables eléctricos. La conductividad eléctrica del
cobre puro merece especial mención por ser la adoptada por la Comisión
Electrotécnica Internacional en 1913 como base de la norma IACS.1

Es un metal duradero y se puede reciclar un número casi ilimitado de veces sin que
pierda sus propiedades mecánicas. El cobre mejora sus propiedades mecánicas,
cuando forma aleaciones con otros metales a costa de perder conductividad
eléctrica.

Con un consumo de unas 22 millones de toneladas al año (2005), el cobre es el


tercer metal más usado en el mundo, por detrás del acero y del aluminio. Alrededor
del 25% de la producción de cobre proviene de chatarras recicladas.

Historia
El cobre en la Antigüedad
El cobre es uno de los pocos metales que se encuentran en la naturaleza en estado
"nativo", es decir, como metal directamente aprovechable. Por ello fue uno de los
primeros en ser utilizado por el ser humano.2 Los otros metales nativos son el oro, el
platino, la plata y el hierro proveniente de meteoritos.

Se han encontrado utensilios de cobre nativo de en torno a 7000 adC en Çayönü


Tepesí (en la actual Turquía) y en Iraq. El cobre de Çayönü Tepesí fue recocido pero
el proceso aun no estaba perfeccionado.2 En esta época, en Oriente Próximo
también se utilizaban carbonatos de cobre (malaquita y azurita) con motivos
ornamentales.
De en torno al quinto milenio adC datan los primeros crisoles que permitían producir
cobre metálico a partir de carbonatos mediante reducciones con carbón.2 Es el
inicio de la llamada Edad del Cobre, apareciendo crisoles en toda la zona entre los
Balcanes e Irán, incluyendo Egipto. Se han encontrado pruebas de la explotación de
minas de carbonatos de cobre desde épocas muy antiguas tanto en Tracia (Ai
Bunar) como en la península del Sinaí.3

Hacia el 3500 adC la producción de cobre en Europa entró en declive a causa del
agotamiento de los yacimientos de carbonatos. Por esta época se produjo la
irrupción desde el este de unos pueblos, genéricamente denominados kurganes,
que portaban una nueva tecnología: el uso del cobre arsenical. Esta tecnología,
quizás desarrollada en Oriente Próximo o en el Cáucaso, permitía obtener cobre
mediante la oxidación de sulfuro de cobre. Para evitar que el cobre se oxidase, se
añadía arsénico al mineral. El cobre arsenical (a veces llamado también "bronce
arsenical") era más cortante que el cobre nativo y además podía obtenerse de los
muy abundantes yacimientos de sulfuros. Uniéndolo a la también nueva tecnología
del molde de dos piezas, que permitía la producción en masa de objetos, los
kurganes se equiparon de hachas de guerra y se extendieron rápidamente.2

Ötzi, el cadáver hallado en los Alpes y datado hacia el 3300 adC, llevaba un hacha
de cobre con un 99,7% de cobre y un 0.22% de arsénico.4 5 De en torno a esta
época data también el yacimiento de Los Millares (Almería, España), centro
metalúrgico cercano a las minas de cobre de la sierra de Gádor.

No se sabe cómo ni dónde surgió la idea de añadir estaño al cobre, produciendo el


primer bronce. Se cree que fue un descubrimiento imprevisto, ya que el estaño es
más blando que el cobre y, sin embargo, al añadirlo al cobre se obtenía un material
más duro cuyos filos se conservaban más tiempo.2 El descubrimiento de esta nueva
tecnología desencadenó el comienzo de la Edad del Bronce, fechado en torno a
3000 adC para Oriente Próximo, 2500 adC para Troya y el Danubio y 2000 adC para
China. Durante muchos siglos el bronce tuvo un papel protagonista y cobraron gran
importancia los yacimientos de estaño, a menudo alejados de los grandes centros
urbanos de aquella época.

El declive del bronce empezó hacia el 1000 adC, cuando surgió en Oriente Próximo
una nueva tecnología que posibilitó la producción de hierro metálico a partir de
minerales férreos. Las armas de hierro fueron reemplazando a las de cobre en todo
el espacio entre Europa y Oriente Medio. En zonas como China la Edad del Bronce
se prolongó varios siglos más. Hubo también regiones del mundo donde nunca llegó
a utilizarse el bronce. Por ejemplo, el África subsahariana pasó directamente de la
piedra al hierro.

Sin embargo, el uso del cobre y el bronce no desapareció durante la Edad del
Hierro. Reemplazados en el armamento, estos metales pasaron a ser utilizados
esencialmente en la construcción y para hacer estatuas. El latón, una aleación de
cobre y zinc, fue inventado hacia el 600 adC. También hacia esta época se
fabricaron las primeras monedas en el estado de Lidia, en la actual Turquía.
Mientras que las monedas más valiosas se acuñaron en oro y plata, las de uso más
cotidiano se hicieron de cobre y bronce.6

La búsqueda de cobre y metales preciosos por el Mediterráneo condujo a los


cartagineses a explotar el gran yacimiento de Río Tinto, en la actual provincia de
Huelva. Tras las Guerras Púnicas los romanos se apoderaron de estas minas y las
siguieron explotando hasta agotar todo el óxido de cobre. Debajo de él quedó una
gran veta de sulfuro de cobre, el cual los romanos no sabían aprovechar
eficazmente. A la caída del Imperio Romano la mina había sido abandonada y sólo
fue reabierta cuando los andalusíes inventaron un proceso más eficaz para extraer
el cobre del sulfuro.

Precauciones Sanitarias del cobre


Todos los compuestos de cobre tendrían que tratarse como si fuesen tóxicos, ingerir
una cantidad de 30 g de sulfato de cobre es potencialmente letal en los humanos.

El cobre en polvo es combustible y su inhalación puede provocar tos, dolor de


cabeza, mareos, etc., por lo que se recomienda el uso de guantes, gafas y
mascarillas en el manejo de de este producto en los centros de trabajo donde se
elabore y manipule. El valor límite tolerado es de 0,2 mg/m³ para el humo y
1 mg/m³ para el polvo y la niebla. Reacciona con oxidantes fuertes tales como
cloratos, bromatos y yoduros, originando un peligro de explosión.

El agua con contenidos superiores a 1 mg/l puede ensuciar con cobre a la ropa y
objetos lavados con ella si los contenidos 5 mg/l se decoloran y tiene un sabor
desagradable.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) en la Guía de la calidad del agua potable


recomienda un nivel máximo de 2 mg/l, el mismo valor ha sido adoptado en la
Unión Europea como valor límite de cobre en el agua potable, mientras que en
Estados Unidos la Agencia de Protección Ambiental ha establecido un máximo de
1,3 mg/l.

Las actividades mineras pueden provocar la contaminación de ríos y aguas


subterráneas con cobre y otros metales durante su explotación así como una vez
abandonada la minería en la zona.

El color turquesa del agua y las rocas se debe a la acción que el cobre y otros
metales desarrollan durante su explotación minera.

Zinc
El zinc o cinc es un elemento químico de número atómico 30 y símbolo Zn situado
en el grupo 12 de la tabla periódica de los elementos.

Características principales
El zinc es un metal, a veces clasificado como metal de transición aunque
estrictamente no lo sea, que presenta cierto parecido con el magnesio y el berilio
además de con los elementos de su grupo. Este elemento es poco abundante en la
corteza terrestre pero se obtiene con facilidad. Una de sus aplicaciones más
importantes es el galvanizado del acero. Es un elemento químico esencial.

Es un metal de color blanco azulado que arde en aire con llama verde azulada. El
aire seco no le ataca pero en presencia de humedad se forma una capa superficial
de óxido o carbonato básico que aísla al metal y lo protege de la corrosión.
Prácticamente el único estado de oxidación que presenta es el +2. En el año 2004
se publicó en la revista Science el primer y único compuesto conocido de zinc en
estado de oxidación +1, basado en un complejo organometálico con el ligando
pentametilciclopentadieno. Reacciona con ácidos no oxidantes pasando al estado
de oxidación +2 y liberando hidrógeno y puede disolverse en bases y ácido acético.

El metal presenta una gran resistencia a la deformación plástica en frío que


disminuye en caliente, lo que obliga a laminarlo por encima de los 100°C. No se
puede endurecer por acritud y presenta el fenómeno de fluencia a temperatura
ambiente —al contrario que la mayoría de los metales y aleaciones— y pequeñas
cargas provocan deformaciones no permanentes.

Historia
Las aleaciones de zinc se han utilizado durante siglos —piezas de latón datadas en
1000-1400 adC se han encontrado en Canaán y otros objetos con contenidos de
hasta el 87% de zinc han aparecido en la antigua región de Transilvania— sin
embargo por su bajo punto de fusión y reactividad química el metal tiende a
evaporarse por lo que la verdadera naturaleza del metal no fue comprendida por los
antiguos.

Se sabe que la fabricación de latón era conocida por los romanos hacia 30 adC.
Plinio y Dioscórides describen la obtención de aurichalcum (latón) por el
procedimiento de calentar en un crisol una mezcla de cadmia (calamina) con cobre;
el latón obtenido posteriormente era fundido o forjado para fabricar objetos.

La fusión y extracción de zinc impuro se llevó a cabo hacia el año 1000 en India —
en la obra Rasarnava (c. 1200) de autor desconocido se describe el procedimiento—
y posteriormente en China y a finales del siglo XIV los indios conocían ya la
existencia del zinc como metal distinto de los siete conocidos en la Antigüedad, el
octavo metal. En 1597 Andreas Libavius describe una «peculiar clase de estaño»
que había sido preparada en la India y llegó a sus manos en pequeña cantidad a
través de un amigo; de sus descripciones se deduce que se trataba del zinc aunque
no llegó a reconocerlo como el metal procedente de la calamina.

En occidente, hacia 1248, Alberto Magno describe la fabricación de latón en Europa,


y en el siglo XVI ya se conocía la existencia del metal. Agrícola observó en 1546 que
podía rascarse un metal blanco condensado de las paredes de los hornos en los que
se fundían minerales de zinc; añadiendo en sus notas que un metal similar
denominado zincum se producía en Silesia. Paracelso fue el primero en sugerir que
el zincum era un nuevo metal y que sus propiedades diferían de las de los metales
conocidos sin dar, no obstante, ninguna indicación sobre su origen; en los escritos
de Basilio Valentino se encuentran también menciones del zincum. A pesar de ello,
en tratados posteriores las frecuentes referencias al zinc, con sus distintos nombres,
se refieren generalmente al mineral no al metal libre y en ocasiones se confunde
con el bismuto.

Johann Kunkel en 1677 y poco más tarde Stahl en 1702 indican que al preparar el
latón con el cobre y la calamina ésta última se reduce previamente al estado de
metal libre, el zinc, que fue aislado por el químico Anton von Swab en 1742 y por
Andreas Marggraf en 1746, cuyo exhaustivo y metódico trabajo Sobre el método de
extracción del zinc de su mineral verdadero, la calamina cimentó la metalurgia del
zinc y su reputación como descubridor del metal.
En 1743 se fundó en Bristol el primer establecimiento para la fundición del metal a
escala industrial pero su procedimiento quedó en secreto por lo que hubo que
esperar 70 años hasta que Daniel Dony desarrollara un procedimiento industrial
para la extracción del metal y se estableciera la primera fábrica en el continente
europeo.

Tras el desarrollo de la técnica de flotación del sulfuro de zinc se desplazó a la


calamina como mena principal. El método de flotación es hoy día empleado en la
obtención de varios metales.

Precauciones
El zinc metal no está considerado como tóxico pero sí algunos de sus compuestos
como el óxido y el sulfuro

En la década de los 40 se observó que en la superficie del acero galvanizado se


forman con el tiempo «pelos de zinc» (zinc whiskers) que pueden liberarse al
ambiente provocando cortocircuitos y fallos en componentes electrónicos. Estos
pelos se forman tras un período de incubación que puede durar días o años y crecen
a un ritmo del orden de 1 mm al año. El problema causado por estos pelos se ha
agudizado con el paso del tiempo por haberse construido las salas de ordenadores y
equipos informáticos sobre suelos elevados para facilitar el cableado en las que era
común el uso de acero galvanizado, tanto en la estructura portante como en la
parte posterior de las baldosas. Las edades de dichas salas, en muchos casos de 20
o 30 años propician la existencia de pelos en cantidades y longitudes peligrosas
susceptibles de provocar fallos informáticos. Además, la progresiva miniaturización
de los equipos disminuye la longitud necesaria para provocar el fallo y los pequeños
voltajes de funcionamiento impiden que se alcance la temperatura de fusión del
metal provocando fallos crónicos que pueden ser incluso intermitentes.

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