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No detención arbitraria.- Si un policía, como toda persona, llegará a ser acusado por
haber cometido un delito, y no hubiese flagrancia:
• No puede ser privado de su libertad, sin una orden del Juez Penal.
• No debe ser puesto a disposición de la Policía Ministerial o Agente del Ministerio
Público en calidad de detenido.
Fuera del caso de flagrancia.- Un policía sólo podrá ser aprehendido mediante orden
girada expresamente por el Juez Penal competente.
Defensa.- Al igual que cualquier ciudadano, el policía debe ser asistido por un Defensor
de Oficio, ante el Ministerio Público o Autoridad Judicial. Dicha defensa comprende una
serie de derechos como son:
Desde luego, que no se le puede obligar a reconocer una falta o declararse culpable de
algún delito.
Respeto a su integridad física.- Por ningún motivo podrá ser agredido en su integridad
física o mental.
Sanciones legales.- Ningún policía podrá ser arrestado más de 36 horas, por la comisión
de una falta de carácter administrativo y si se le impone una multa, ésta no deberá ser
mayor al importe del salario de un día de trabajo.