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La de los das de lluvia siempre fue tu chaqueta preferida, con ella no te importaba mojarte.

Como una nia traviesa, jugabas entre el los charcos, y tu cuerpo se mova al son del aguacero.
Te recuerdo llamndome con el dedo, guindome un ojo de forma sensual. Yo, absorto en tu
figura acuda atrado por tus gestos, calndome como un tonto cuando removas las ramas de
los rboles. Contemplaba tu presencia que tanto poder ejerca sobre m. Tiritando y con el pelo
empapado, eras rodeada por mis brazos y en ese mismo momento me hacas el hombre ms
feliz
Hoy no s si llover. Hace tiempo que cambiaste de chaqueta.

Crislida de luz
Extienden sus alas
Ante mis ojos
Mientras se imprimen
En la tela de mi mente.
Los recuerdos son destellos
De luz que cobran vida
Al pensar.

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