Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
com>
Estimad@ Simpatizante:
Han sido muchos los que han preguntado acerca de la situación en que se encuentran los
socios de alta y si su situación es mejor o peor que la de los excooperativistas, así como los
que preguntan sobre la conveniencia o no de darse de baja de las cooperativas. Por ello
queremos explicaros algunas cuestiones.
Para los que causaron baja en los años 2009 y 2010 aún no han transcurrido los 18 meses que
están esperando las cooperativas para devolver las aportaciones. Tal plazo no es obligatorio,
las cooperativas no están obligadas a esperar ese tiempo, pero lo cierto es que no solo lo
están apurando al máximo sino que se están negando de forma reiterada a devolver las
aportaciones incluso transcurrido el plazo; accediendo únicamente a devolver el dinero a
aquellos que demandan judicialmente a la cooperativa (alguien estará ganando algo con
ese proceder). Hasta el momento ningún juzgado se ha pronunciado sobre el citado plazo
de 18 meses, por lo que no sabemos si en un momento dado pudiera darse el caso de que
pudiese estimarse una demanda interpuesta antes de finalizar ese periodo de tiempo.
2) Quienes causen baja en 2011 no se puede calcular hasta el momento cual sería el
porcentaje que le correspondería teniendo en cuenta el balance del semestre, como
establecen los estatutos, pero es previsible pensar que tal cantidad será menor que la que le
corresponda a las bajas del 2010, porque, como hemos dicho, la cooperativa no ha tenido
ingresos y sí ha tenido gastos.
3) En el año 2008 y principios del 2009 existía un proyecto para que las cooperativas
pudiesen obtener beneficios y construir viviendas para los cooperativistas que aún
quisieran viviendas, por ello no resultaba aconsejable darse de baja, porque se estaban
guiando las cooperativas hacia la consecución de su fin social. Esto es de fácil
comprobación, a las bajas de 2008 le correspondió un menor porcentaje de devolución
que a las bajas de 2009, y ello porque se consiguió romper con el pasado echando a la
gestora PSG y encarrilar las cooperativas.
Desde que los actuales consejos rectores gestionan las cooperativas se acabó con el
proyecto existente para reflotar las cooperativas y cada día se han dado pasos hacia la
ruina de las mismas, aunque siempre nos han asegurado que se estaba haciendo una buena
gestión y que harían un reparto igualitario entre todos, lo que hasta el momento no está siendo
cierto, puesto que, lejos de cumplir con tal compromiso, a cada demandante le ofrecen una
cuantía distinta negándose a repartir el patrimonio entre todos por igual y llevando a las
cooperativas al suicidio oponiéndose al concurso de acreedores y permitir que un
numeroso grupo de excooperativistas presenten su demanda de reclamación de sus
aportaciones dejando las cuentas de las cooperativas sin un euro.
De esta forma hemos llegado al momento actual, en el que no parece que vaya a haber
beneficios que pudiesen repercutir en una mejora económica para los socios activos,
pero en el que tampoco parece muy aconsejable darse de baja ya que la cuantía a percibir
sería ridícula, debiendo, además, esperar 18 meses. Respecto de los recursos de los
justiprecios debemos recordar que llevan tramitándose más de dos años y aún no hay
sentencia, pero además tampoco es seguro que se pueda conseguir más dinero por esa vía
ya que podría dictarse una sentencia en la que se estableciese que los justiprecios
abonados son los correctos; y de todos modos, en el mejor de los casos, si se fijase una
mayor cuantía la administración podría recurrir la sentencia, lo que supondría otros 4 ó 5
años más de espera.
Esta es la situación, en términos generales, y es la que se debe tener en cuenta para tomar
la decisión personal de solicitar la baja o continuar de alta. Quienes se dieron de baja hace
dos años no sabían que solo se les devolverían parte del dinero aportado, que tardarían todo
este tiempo en recuperarlo y que además, para lograr la devolución se verían obligados a
recurrir a los Tribunales. Así tampoco quienes permanecieron de alta sabían que los consejos
rectores llevarían a las cooperativas a la ruina viendo esfumarse el dinero que podrían
recuperar.
Llegado este punto podríamos decir ya lo advertimos. El GiC nació con la idea de suplir las
carencias que los consejos rectores estaban provocando con su actitud en el desarrollo
de la querella criminal contra PSG y denunciar ante todos los afectados que esa actitud
nos abocaba a la ruina, que se dilapidaba el poco dinero que quedaba y que no se
estaban dando los pasos correctos para luchar por su recuperación en las vías judiciales
abiertas.
En dos ocasiones nos colocamos frente a los cooperativistas en sendas asambleas en las que
intentamos defender que la única posibilidad para garantizar un reparto justo y equitativo entre
todos los afectados era la declaración de concurso de acreedores pero no se nos dejó.
Tambien intentamos denunciar que el cáncer estaba en el nefasto asesoramiento que el grupo
jurídico prestaba a los consejos rectores, tampoco se nos dejó.
Habrá quien, como los consejos rectores, piense que es mejor quedarse hasta el final en la
creencia de que los justiprecios van a reconocer un mayor valor y que cuantos menos sean a
repartir mejor; y habrá quién, por el contrario, piense que es mejor "pájaro en mano que ciento
volando". El concurso hubiera repartido tanto el dinero existente ahora como el que se
pudiera recuperar por la vía de los justiprecios entre todos, sin distinguir entre unos y otros
de tal forma que no haya que crear diferencias entre unos cooperativistas y otros. Todos
fuimos afectados por igual y todos deberíamos ser resarcidos en la misma cantidad
fuera esta mucha o poca.
--
Grupo Independendiente de Cooperativistas
GiCGetafe@gmail.com