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Grupo Independiente de Cooperativistas <gicgetafe@gmail.

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GiC Informa: Situación Actual Cooperativas


Grupo Independiente de Cooperativistas <gicgetafe@gmail.com>

Estimad@ Simpatizante:

Han sido muchos los que han preguntado acerca de la situación en que se encuentran los
socios de alta y si su situación es mejor o peor que la de los excooperativistas, así como los
que preguntan sobre la conveniencia o no de darse de baja de las cooperativas. Por ello
queremos explicaros algunas cuestiones.

1) Teniendo en cuenta las informaciones facilitadas al GIC, los excooperativistas que se


dieron de baja en el 2008 podrían recuperar unos 9.500 euros, lo que quiere decir que los
años siguientes el importe a recuperar, si nos basamos en lo establecido en el articulo 14 de
los estatutos, sería menor puesto que no existen ingresos y sí ha habido gastos; a
excepción del primer semestre de 2009 que al parecer, y según han manifestado las
cooperativas en el Juzgado, sería algo superior al último semestre de 2008.

Para los que causaron baja en los años 2009 y 2010 aún no han transcurrido los 18 meses que
están esperando las cooperativas para devolver las aportaciones. Tal plazo no es obligatorio,
las cooperativas no están obligadas a esperar ese tiempo, pero lo cierto es que no solo lo
están apurando al máximo sino que se están negando de forma reiterada a devolver las
aportaciones incluso transcurrido el plazo; accediendo únicamente a devolver el dinero a
aquellos que demandan judicialmente a la cooperativa (alguien estará ganando algo con
ese proceder). Hasta el momento ningún juzgado se ha pronunciado sobre el citado plazo
de 18 meses, por lo que no sabemos si en un momento dado pudiera darse el caso de que
pudiese estimarse una demanda interpuesta antes de finalizar ese periodo de tiempo.

2) Quienes causen baja en 2011 no se puede calcular hasta el momento cual sería el
porcentaje que le correspondería teniendo en cuenta el balance del semestre, como
establecen los estatutos, pero es previsible pensar que tal cantidad será menor que la que le
corresponda a las bajas del 2010, porque, como hemos dicho, la cooperativa no ha tenido
ingresos y sí ha tenido gastos.

3) En el año 2008 y principios del 2009 existía un proyecto para que las cooperativas
pudiesen obtener beneficios y construir viviendas para los cooperativistas que aún
quisieran viviendas, por ello no resultaba aconsejable darse de baja, porque se estaban
guiando las cooperativas hacia la consecución de su fin social. Esto es de fácil
comprobación, a las bajas de 2008 le correspondió un menor porcentaje de devolución
que a las bajas de 2009, y ello porque se consiguió romper con el pasado echando a la
gestora PSG y encarrilar las cooperativas.

Desde que los actuales consejos rectores gestionan las cooperativas se acabó con el
proyecto existente para reflotar las cooperativas y cada día se han dado pasos hacia la
ruina de las mismas, aunque siempre nos han asegurado que se estaba haciendo una buena
gestión y que harían un reparto igualitario entre todos, lo que hasta el momento no está siendo
cierto, puesto que, lejos de cumplir con tal compromiso, a cada demandante le ofrecen una
cuantía distinta negándose a repartir el patrimonio entre todos por igual y llevando a las
cooperativas al suicidio oponiéndose al concurso de acreedores y permitir que un
numeroso grupo de excooperativistas presenten su demanda de reclamación de sus
aportaciones dejando las cuentas de las cooperativas sin un euro.
De esta forma hemos llegado al momento actual, en el que no parece que vaya a haber
beneficios que pudiesen repercutir en una mejora económica para los socios activos,
pero en el que tampoco parece muy aconsejable darse de baja ya que la cuantía a percibir
sería ridícula, debiendo, además, esperar 18 meses. Respecto de los recursos de los
justiprecios debemos recordar que llevan tramitándose más de dos años y aún no hay
sentencia, pero además tampoco es seguro que se pueda conseguir más dinero por esa vía
ya que podría dictarse una sentencia en la que se estableciese que los justiprecios
abonados son los correctos; y de todos modos, en el mejor de los casos, si se fijase una
mayor cuantía la administración podría recurrir la sentencia, lo que supondría otros 4 ó 5
años más de espera.

Esta es la situación, en términos generales, y es la que se debe tener en cuenta para tomar
la decisión personal de solicitar la baja o continuar de alta. Quienes se dieron de baja hace
dos años no sabían que solo se les devolverían parte del dinero aportado, que tardarían todo
este tiempo en recuperarlo y que además, para lograr la devolución se verían obligados a
recurrir a los Tribunales. Así tampoco quienes permanecieron de alta sabían que los consejos
rectores llevarían a las cooperativas a la ruina viendo esfumarse el dinero que podrían
recuperar.

Llegado este punto podríamos decir ya lo advertimos. El GiC nació con la idea de suplir las
carencias que los consejos rectores estaban provocando con su actitud en el desarrollo
de la querella criminal contra PSG y denunciar ante todos los afectados que esa actitud
nos abocaba a la ruina, que se dilapidaba el poco dinero que quedaba y que no se
estaban dando los pasos correctos para luchar por su recuperación en las vías judiciales
abiertas.

En dos ocasiones nos colocamos frente a los cooperativistas en sendas asambleas en las que
intentamos defender que la única posibilidad para garantizar un reparto justo y equitativo entre
todos los afectados era la declaración de concurso de acreedores pero no se nos dejó.
Tambien intentamos denunciar que el cáncer estaba en el nefasto asesoramiento que el grupo
jurídico prestaba a los consejos rectores, tampoco se nos dejó.

Al negligente comportamiento de los consejos rectores se le suma la pasividad e


indolencia de la mayoría de los cooperativistas. Nosotros lo advertimos y seguimos
luchando por defender nuestros intereses y por denunciar estos hechos. Lamentablemente, la
conducta errática de los consejos rectores impide saber si es mucho mejor estar de alta
que de baja. Esta disquisición hubiera desaparecido en el caso de la declaración de concurso
ya que esta figura jurídica iguala a cooperativistas y excooperativistas nos considera a todos
afectados por igual y reparte el dinero de las cooperativas entre todos.

Habrá quien, como los consejos rectores, piense que es mejor quedarse hasta el final en la
creencia de que los justiprecios van a reconocer un mayor valor y que cuantos menos sean a
repartir mejor; y habrá quién, por el contrario, piense que es mejor "pájaro en mano que ciento
volando". El concurso hubiera repartido tanto el dinero existente ahora como el que se
pudiera recuperar por la vía de los justiprecios entre todos, sin distinguir entre unos y otros
de tal forma que no haya que crear diferencias entre unos cooperativistas y otros. Todos
fuimos afectados por igual y todos deberíamos ser resarcidos en la misma cantidad
fuera esta mucha o poca.

Ahora se oyen voces a cerca de la opción de la liquidación. La liquidación no es


igual que el concurso, más bien al contrario. La liquidación obliga a pagar a
los excooperativistas conforme el criterio que establece el artículo 14 de los
estatutos y obliga a esperar a los cooperativistas a el resultado de los
justiprecios. Si todos somos iguales, si todos fuimos engañados igual, ¿por qué
tratar a unos de forma distinta a otros? El concurso hubiera permitido que el
dinero actual se repartiera entre todos y que el de los justiprecios también.
Todavía se puede luchar por esta opción. La decisión de darse de baja o no es
personal de cada uno, pero esa circunstancia no debería afectar sobre el dinero que
se recibiese al final. La liquidación no paraliza las demandas que se puedan
interponer contra las cooperativas, el concurso sí. Es cierto que la liquidación es
mejor que dejar las cosas como están, pero no es mejor que el concurso. De todos
modos, el concurso de ambas cooperativas que solicitamos fue desestimado, por lo
que solo queda la opción de la liquidación (que no evitaría la sangría ni
garantiza que se vaya a cobrar) u obligar a los consejos rectores a que
soliciten el concurso voluntario, para poder salvar lo que queda y repartir entre
todos, bajas y altas, todo lo que hay y lo que se pueda obtener.

Recibe un cordial saludo

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Grupo Independendiente de Cooperativistas
GiCGetafe@gmail.com

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