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Érase una vez un pequeño pueblecito llamado Brueghel.

Era una villa


muy tranquila, con su iglesia y un río que se helaba completamente en
invierno.
Un día de invierno llegaron unos extraños personajes que se instalaron
en una de las casas. Todo el mundo fue a verlos porque decían que
traían una medicina que daba la eterna felicidad.
Pero todo el que pasaba por la consulta de estos sospechosos
curanderos salía preso de una extraña locura.
Pronto todos, en su empeño por ser felices, sólo hacían tonterías.
Los
Pensaron
pocos cuerdos
que les vendría
que quedaron
bien tener
se pusieron
a alguiena que
investigar
les pusiera
un remedio.
en orden
En uno
y que de los libros
la princesa se hablaba
ya tendría de una
que estar princesapara
preparada que gobernar
había ido después
a vivir
lejos para prepararse, pero
de tanto que no había vuelto.
tiempo.
La princesa Vermeer vivía en Delft.
En una pequeña
casita para que nadie
supiera que era
princesa y pudiera
estudiar y prepararse
tranquila.
De pequeña le contaron
que algún día tendría que
volver a su tierra. Cuando
sintiera que estaba
preparada debía beber una
pócima que habían bebido
todos sus antepasados y
que habían dejado sus
padres antes de morir.

Esa pócima le ayudaría a ser


buena reina.
Ahora la princesa
ya era mayor
Durante todo este
tiempo había
estudiado mucho.
Y había aprendido muchos oficios.
Todos los días
le preparaban
la bebida por
si era el día.
Pero ella no
quería
beberlo
porque no
quería dejar
su cómoda
vida en Delft.
Un dia
llegó una
carta.
Contaba la situación crítica en el reino. La gente
se comportaba como niños.
La princesa
Vermeer leyó
la carta con
gran
preocupación.
Pero pensó que
no sería para
tanto y decidió
contestar que,
de momento,
tenían que
apañárselas sin
reina.
Mientras tanto, en el reino ya no trabajaba nadie.
Estaban cansados hasta de divertirse.
Otros reinos se habían aprovechado de la situación y
habían comenzado los saqueos.
Entonces,
decidieron ir a
buscarla.
Había que
buscar
urgentemente
dónde vivía y
convencerla
para que
viniese.
Enviaron un emisario a Delf.
Él le explicó que la
necesitaban urgentemente
y le rogó que bebiera la
pócima.
Ella contestó que lo
pensaría hasta el día
siguiente.
A la mañana
siguiente le
prepararon de
nuevo la
bebida.
Y la princesa Vermeer bebió.
Al
momento
se quedó
dormida
y tuvo un
sueño…
Vio una inmensa torre construida por un rey que pensaba más en sí mismo que en el reino.
Vio unos ciegos guiados por otro ciego.
Vio un paisaje desolador
Ella le contó su
sueño al día
siguiente y lo que
había aprendido de
él.
La torre significaba
un reino, los ciegos
una falta de guía y
el paisaje desolado
las consecuencias
de que ella no
asumiera su
responsabilidad
Ya estaba decidida a volver
La princesa Vermeer gobernó bien y el reino volvió a
la normalidad.
Aunque ya nunca dejó de ser un pueblo un poco
juguetón.

Pero eso
no era
malo,
claro…
ALETHEIA
http://aletheia-informa.blogspot.com/

La cultura nos humaniza

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