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INCONFÓRMAT

E CON TU
TIBIEZA
Texto Base:
Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a
los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has
hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado
arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti,
que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y
arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu
candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. Pero tienes esto, que
aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco.
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré
a comer del árbol de la vida,(A) el cual está en medio del paraíso de Dios. Apo 2:1-7
Introducción
hay algo que el Señor le reclama: “Has abandonado tu primer amor”, el
Señor pasa de los elogios a las advertencias de juicio. Esta iglesia
comenzó a servir a Dios de manera automática y habían perdido el
fuego de una relación profunda con Dios.

Se puede servir al Rey sin tener una relación con el Rey, podemos caer
en el error de trabajar para el Señor de la Mies sin relacionarnos con él.
Caer en el error de ser siervos y no hijos.
I. FAMILIARIDAD
¿Recuerdas la primera vez que dirigiste la liturgia o predicaste en la iglesia
donde te desarrollaste? ¿Cuál es la emoción que tuviste? Es probable que la
emoción de participar te haya quitado el sueño días antes ¿Recuerdas cuando
te ungieron como ministro? Mientras se entonaba el himno “Desde hoy te
consagro mi vida, la puedes usar mi Señor, el vivir y el morir predicando,
para mí no hay vida mejor”.
La familiaridad con las personas, situaciones o cosas nos hacen perder la
capacidad de sorprendernos y de ser agradecidos. Nos acostumbramos a tener
reuniones, a predicar, a dar conferencias de manera que podemos caer en el
peligro de no valorar lo que Dios nos ha dado. La familiaridad muchas veces
nos lleva a que se nos haga de poco valor algunos aspectos del ministerio.
ll. Tradiciones
“Así, por la tradición que se transmiten entre ustedes, anulan la palabra de Dios. Y
hacen muchas cosas parecidas”. Marcos 7:13,

Algo que tiene el potencial de apagar el fuego son las tradiciones y las costumbres.
Son buenas y muchas veces necesarias, pero si no se cuidan tienen el potencial de
opacar la creatividad que Dios nos ha dado. Una persona que no ha manejado
adecuadamente las costumbres y las tradiciones suele decir “A mi así me enseñaron y
yo así lo voy a enseñar”. Debemos tener cuidado, pues a los fariseos les sucedió que
anularon la Palabra fresca y vida de Dios por las tradiciones.
lll. La Recompensa

¿Qué es lo que nos lleva a hacer lo que hacemos? Es nuestra motivación,


los teóricos de la motivación enseñan que lo que nos impulsa a hacer
algo es la motivación. Hay dos tipos de motivación: intrínseca y
extrínseca.
La motivación intrínseca nos impulsa a participar en una actividad para
nuestro propio gozo, y no por alguna recompensa tangible que se pueda
derivar de ella. En contraste, la motivación extrínseca nos impulsa en una
determinada dirección con el propósito de obtener una recompensa
tangible.
IV. Las Amarguras
Todos en diferentes momentos de nuestra vida tenemos que lidiar con
no permitir que se desarrollen raíces de amargura en nuestras vidas. Hay
muchas razones que tienen el potencial de producir raíces de amargura
en nuestras vidas. De hecho, cada expectativa no cumplida nos puede
traer decepción y frustración y así nacer raíces de amargura. El reto que
tenemos cada cristiano es que nuestro corazón esté tan cercano al
corazón de Dios, de manera que, soñemos Sus suelos. Cuando soñamos
lo que Dios no suela para nosotros vendrá a nuestra vida decepción. Pero
recuerda que los sueños de Dios para tu vida son 100% alcanzables.
Conclusión
Cuidemos nuestro corazón. Por la Gracia de Dios, en este tiempo hemos
sido llamados a liderar a la IAFCJ en los mayores niveles. Éfeso era la
iglesia líder entres las demás. Era una iglesia madura, firme,
perseverante, trabajadora. Pero que por diversas razones se enfrió en su
pasión por el Señor. Llama la atención que según la Escritura y la
tradición Timoteo fue pastor de Éfeso y, muy probablemente era el
pastor receptor de la carta. A este Timoteo el Apóstol Pablo, tal vez al ver
síntomas de decadencias le dijo:” Por lo cual te aconsejo que avives el
fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos” (2
Timo 1.6, RVR60). Hermano ¡Aviva el fuego de Dios en tu vida!

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