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4 MOTIVOS POR LOS QUE PIERDES LA PASIÓN (Y CÓMO RECUPERARLA)

¿Qué tan sano estás espiritualmente?...


Aquello que es sano crece naturalmente. Si estamos sanos espiritualmente y estamos siendo nutridos, por
consecuencia vamos a crecer como personas, como cristianos y como iglesia. La pregunta es: ¿Qué tan sano estás
espiritualmente? ¿Estás igual o mejor que hace un año? Si te estás nutriendo espiritualmente, crecerás; de lo
contrario vendrá la enfermedad y muerte espiritual.

Cuando tenemos pasión por la limpieza, ¡ni los zapatos te deja subir sobre la mesa! “¡Ahí comemos!”, te dice ella.
Surge el celo de la limpieza por la casa. Cuando tu jugador favorito falla el penal, el celo de tu equipo te consume.
Cuando le mandas un mensaje a la chava que te gusta y no te contesta, el celo de Whatsapp te consume.
Recuerda que Dios es Apasionado
“NO SEAN NUNCA PEREZOSOS, MÁS BIEN TRABAJEN CON ESMERO Y SIRVAN AL SEÑOR CON ENTUSIASMO”.
ROMANOS 12:11

No veo a Dios en ninguna parte dándonos un ejemplo de trabajo sin pasión. Vemos un Dios de fuego, de entrega
y de entusiasmo. No veo a un Cristo diciendo: “Bueno, pues, ahí voy a morir en la cruz”. ¡Sudó sangre! La creación
nos habla de un Dios de detalles increíbles que transmiten Su pasión. Cada elaborado diseño en las aves, en las
montañas y en un sin fin de ejemplo de la creación nos hablan de un Dios apasionado que los creó.

PORQUE PERDEMOS LA PASIÓN

PASIONES EQUIVOCADAS
“ERA TAN FANÁTICO QUE PERSEGUÍA CON CRUELDAD A LA IGLESIA, Y EN CUANTO A LA JUSTICIA, OBEDECÍA LA
LEY AL PIE DE LA LETRA”. FILIPENSES 3:6

Pablo, antes de venir a Cristo, ya era apasionado, pero tenía una pasión errada. Sin embargo, Dios utilizó esa
misma pasión y la redirigió para glorificarse. ¿Cómo hacemos nosotros las cosas? ¿Cómo asistes a tu iglesia?
¿Cómo sirves en tu congregación? Eso se demuestra en los pequeños detalles: en la asistencia, en la puntualidad,
en la actitud. No asistimos a una reunión para ser servidos o para “sentir bonito”. La prioridad debe ser siempre
Jesús, escuchar Su Palabra y darle alabanza porque en realidad todo se trata de Él.

Algunos se apasionan con su trabajo, algunos se apasionan con aparatos electrónicos, otros con autos o con
equipo deportivos. Muchas cosas pueden apasionarnos, pero debemos cambiar nuestras prioridades y enfocar
nuestra pasión a lo que verdaderamente importa. Si le pudieras dar un regalo a la obra de Dios en la tierra antes
de partir, ¿qué entregarías? Yo entregaría mi pasión. ¡Quiero servir al Señor con todas mis ganas y con todas mis
fuerzas!
Permitimos que algo que es valioso se vuelva común y ordinario.
Santiago 4:3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.

NUESTRA NECESIDAD DE APROBACIÓN

Debes estar consciente de que el ser una persona apasionada ocasionará que algunos te rechacen. Cuando eres
cristiano, estás llamado a agradar a Dios, ¡no a las personas! No todos los que van a la iglesia son verdaderos
cristianos. Debes de tener cuidado porque la mediocridad de algunos te puede arrastrar. Frases como: “¿Para qué
vas otra vez a la iglesia?” o “¡Ya fue mucha oración!” pueden menguar tu pasión.

ENFOCARTE EN LAS PERSONAS QUE TE RECHAZAN LAS PERSONAS


Si te juntas con gente que no está apasionada por las cosas de Dios,o escuchas sus palabras ¡se te va a pegar!
Si tiro un pedazo de leña sobre el piso de concreto, se apagará. Hay que aventarlo sobre las brasas juntos a otros
leños encendidos para que continúe ardiendo.
1 Samuel 1:6-8 Penina siempre molestaba a Ana y la hacía sentir mal porque el SEÑOR no le permitía tener hijos.
7 Cada año sucedía lo mismo cuando la familia iba al santuario del SEÑOR en Siló. Un día Elcaná estaba
ofreciendo sacrificios, pero Ana no comía nada en la fiesta porque estaba molesta, y lloraba. 8 Elcaná, su esposo,
le dijo: «Ana, ¿por qué lloras? ¿Por qué no quieres comer? ¿Por qué estás triste? Me tienes a mí, yo soy tu
esposo. Deberías pensar que yo soy mejor que diez hijos».
¿Qué sucede cuando perdemos la pasión?
“PERO TENGO UNA QUEJA EN TU CONTRA. ¡NO ME AMAS A MÍ NI SE AMAN ENTRE USTEDES COMO AL
PRINCIPIO!” APOCALIPSIS 2:4

¿Se puede servir sin pasión? Desafortunadamente, sí. Tú puedes estar en tu iglesia participando en mil
ministerios, pero, si no tienes pasión y amor por las cosas de Dios, de nada sirve. Pablo decía, “Si pudiera hablar
todos los idiomas del mundo y de los ángeles pero no amara a los demás, yo solo sería un metal ruidoso o un
címbalo que resuena” (1 Corintios 13:1). Las mujeres saben muy bien cuando un hombre las ama de verdad. ¿O
no? Cuando un hombre les dice que las ama, saben por el tono de voz si lo dicen en serio o no.

Si tú estás sentado en una iglesia pero tu corazón no está ahí, de nada sirve. A la iglesia no se va “a cumplir”. Si
no vas con amor y pasión, no eres más que un “metal ruidoso”, como un platillo de batería sin ritmo. Si vas servir
en un ministerio o si hay un estudio bíblico en tu casa, ¡prepáralo bien y hazlo con amor!

CÓMO RECUPERAR LA PASIÓN


1.-Asegúrate de ser parte de la fogata. En un lugar donde hace frío la gente se acerca a la fogata para
mantenerse en calor. La iglesia es nuestra fogata en un mundo que está en contra de la pasión por Jesús. Ese es el
lugar donde tú y yo nos podemos sentar cerca del fuego y permanecer encendidos.
2.-Concentra la llama. No puedes tener un carbón separado, tienes que tener tu pasión enfocada. Hay quienes
tienen su pasión regada entre varias actividades y, por consecuencia, su corazón está desviado.
3.-Deja que la pasión de Dios te consuma. Permite que la pasión del fuego te “desgaste”. Hay quienes piensan
que “hay demasiadas actividades en la iglesia”. Pues, ¡qué bueno que las haya! Es un honor desgastarse en las
cosas de Dios y no en otras cosas sin importancia. ¡Déjate consumir!
4.-Toma tiempo para avivar el fuego. Cuando haces una fogata, ésta se va consumiendo y eventualmente habrá
que echarle más leña. “Te recuerdo que avives el fuego del don espiritual que Dios te dio” (2 Timoteo 1:6).
¿Cómo podemos hacerlo?
5.-Necesitamos tomarnos “breaks” espirituales para afilar el fierro. Hay jóvenes que sirven en sus iglesias pero
que pasan por problemas y dificultades. En ocasiones es necesario poner una pausa al servicio, no para alejarse,
sino para meterse de lleno con el Señor en oración.
6.-Planea tiempos para descansar. Encontrarás descanso en la presencia de Dios a través de la lectura de la Biblia
y la oración.
7.-Decide ser alguien que cambia el ambiente. Conviértete en alguien que afecta a las personas a su alrededor.
Una persona que está apasionada afecta positivamente en su escuela, su trabajo y su familia. Sé alguien que trae
cambio, que aporta y que tiene influencia.
8.-Júntate con personas apasionadas. Las buenas costumbres también se pegan.
9.-Ora con pasión. Tu manera de orar demuestra tu pasión. La pasión que tienes por Dios se ve reflejada en tu
manera de orar. Si no sabes ni orar por los alimentos, ¡algo anda mal! Por otra parte, vemos gente que se pone
de pie en medio de un restaurante y grita: “¡Oh, Jehova…!” a todo pulmón para dar gracias por la comida. Hay
pasiones imprudentes. La oración es la clave para restaurar la pasión.
10.- Hazlo
Alguien le preguntó a Juan Wesley, un gran hombre de Dios, cómo mantenía su pasión. Él contestó que
diariamente le pedía a Dios que lo encendiera y que los demás pudieran verlo. Dwight L. Moody, otro gran
evangelista, dijo que si él fuera la persona más egocéntrica del planeta, aún seguiría predicando a Cristo porque
no hay nada mejor que ver una vida transformada por el poder de Dios. Si el día de hoy tú puedes reconocer que
tu pasión por Dios se ha apagado o que ya no es la misma de lo que era antes, escucha la voz de Dios que te llama
a que tomes decisiones y des pasos para llegar mucho más lejos en tu relación con Él.

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