Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cuando tenemos pasión por la limpieza, ¡ni los zapatos te deja subir sobre la mesa! “¡Ahí comemos!”, te dice ella.
Surge el celo de la limpieza por la casa. Cuando tu jugador favorito falla el penal, el celo de tu equipo te consume.
Cuando le mandas un mensaje a la chava que te gusta y no te contesta, el celo de Whatsapp te consume.
Recuerda que Dios es Apasionado
“NO SEAN NUNCA PEREZOSOS, MÁS BIEN TRABAJEN CON ESMERO Y SIRVAN AL SEÑOR CON ENTUSIASMO”.
ROMANOS 12:11
No veo a Dios en ninguna parte dándonos un ejemplo de trabajo sin pasión. Vemos un Dios de fuego, de entrega
y de entusiasmo. No veo a un Cristo diciendo: “Bueno, pues, ahí voy a morir en la cruz”. ¡Sudó sangre! La creación
nos habla de un Dios de detalles increíbles que transmiten Su pasión. Cada elaborado diseño en las aves, en las
montañas y en un sin fin de ejemplo de la creación nos hablan de un Dios apasionado que los creó.
PASIONES EQUIVOCADAS
“ERA TAN FANÁTICO QUE PERSEGUÍA CON CRUELDAD A LA IGLESIA, Y EN CUANTO A LA JUSTICIA, OBEDECÍA LA
LEY AL PIE DE LA LETRA”. FILIPENSES 3:6
Pablo, antes de venir a Cristo, ya era apasionado, pero tenía una pasión errada. Sin embargo, Dios utilizó esa
misma pasión y la redirigió para glorificarse. ¿Cómo hacemos nosotros las cosas? ¿Cómo asistes a tu iglesia?
¿Cómo sirves en tu congregación? Eso se demuestra en los pequeños detalles: en la asistencia, en la puntualidad,
en la actitud. No asistimos a una reunión para ser servidos o para “sentir bonito”. La prioridad debe ser siempre
Jesús, escuchar Su Palabra y darle alabanza porque en realidad todo se trata de Él.
Algunos se apasionan con su trabajo, algunos se apasionan con aparatos electrónicos, otros con autos o con
equipo deportivos. Muchas cosas pueden apasionarnos, pero debemos cambiar nuestras prioridades y enfocar
nuestra pasión a lo que verdaderamente importa. Si le pudieras dar un regalo a la obra de Dios en la tierra antes
de partir, ¿qué entregarías? Yo entregaría mi pasión. ¡Quiero servir al Señor con todas mis ganas y con todas mis
fuerzas!
Permitimos que algo que es valioso se vuelva común y ordinario.
Santiago 4:3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
Debes estar consciente de que el ser una persona apasionada ocasionará que algunos te rechacen. Cuando eres
cristiano, estás llamado a agradar a Dios, ¡no a las personas! No todos los que van a la iglesia son verdaderos
cristianos. Debes de tener cuidado porque la mediocridad de algunos te puede arrastrar. Frases como: “¿Para qué
vas otra vez a la iglesia?” o “¡Ya fue mucha oración!” pueden menguar tu pasión.
¿Se puede servir sin pasión? Desafortunadamente, sí. Tú puedes estar en tu iglesia participando en mil
ministerios, pero, si no tienes pasión y amor por las cosas de Dios, de nada sirve. Pablo decía, “Si pudiera hablar
todos los idiomas del mundo y de los ángeles pero no amara a los demás, yo solo sería un metal ruidoso o un
címbalo que resuena” (1 Corintios 13:1). Las mujeres saben muy bien cuando un hombre las ama de verdad. ¿O
no? Cuando un hombre les dice que las ama, saben por el tono de voz si lo dicen en serio o no.
Si tú estás sentado en una iglesia pero tu corazón no está ahí, de nada sirve. A la iglesia no se va “a cumplir”. Si
no vas con amor y pasión, no eres más que un “metal ruidoso”, como un platillo de batería sin ritmo. Si vas servir
en un ministerio o si hay un estudio bíblico en tu casa, ¡prepáralo bien y hazlo con amor!