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Domingo,
Los militares de Haití, que contaba con una población y un Ejército muy superior al de la República
Dominicana, entraron a Santo Domingo y recibieron las llaves de la ciudad de manos de José Núñez de
Cáceres,
22 AÑOS DE REPRESIÓN Y EXILIO
ocupación haitiana por la brutalidad del régimen militar, por las expropiaciones de tierra a gran escala, que
obligaron a sus dueños a abandonar el país, por las restricciones al uso del idioma español, el cierre de la
universidad y por el intento de eliminar costumbres tradicionales.
"Huyó todo el que pudo hacia tierras extrañas", resumió el intelectual dominicano Pedro Henríquez Ureña
En 1838 un grupo de jóvenes liderados por Juan Pablo Duarte fundó la sociedad secreta La Trinitaria, con el
con el lema: Dios, Patria y Libertad, República y firme propósito de lograr la separación de la República
Dominicana de Haití.
Seis años después, el 27 de febrero de 1844, La separación de Haití fue proclamada por el patricio Matias Ramón
Mella la madrugada del 27 de febrero de 1844, en la puerta de la Misericordia, cuando disparó el trabucazo,
mientras Francisco del Rosario Sánchez puso izó la Bandera Dominicana en la Puerta del Conde, acompañado
del grito ¡Dios, Patria y Libertad! , ambos motivados por los ideales de Juan Pablo Duarte. A partir de ése
momento había nacido una nueva república bajo la forma de gobierno republicano y democrático, libre de
potencia extranjera. Posterior a esta proclamación de independencia, los funcionarios haitianos salieron del
territorio dominicano
se proclamó la independencia, dando paso a doce años de conflictos armados que consolidaron la separación
de los dos países.
La libertad de expresión es el derecho de todo individuo a expresar ideas libremente, y por tanto sin censura.
La libertad de culto es una libertad que refiere a la opción de cada ser humano de elegir libremente su religión y
poder ejercerla públicamente, sin ser víctima de opresión,
La libertad de prensa es el derecho de poder expresarse libremente a través de cualquier medio de comunicación
(radio, televisión, Internet, diarios, etc.) sin temor a tener represalias por los puntos expuestos en documentales,
trabajos, opiniones o comunicaciones que una persona exprese.
La libertad de Derecho postula que la ley que nos quita una parte de nuestra libertad nos asegura la porción que nos
queda
Libertad absoluta
La libertad humana no es absoluta, por cuanto ella debe detenerse ante la esfera de la libertad de los otros hombres
con quienes convivimos.
De allí que la libertad sea una entidad relativa y podríamos conceptuarla como la no sujeción a algo. Pero esta
concepción, vaga y generalizada, debe delimitarse; así decimos: libertad física, o sea no sujeción a algo material;
libertad biológica, o sea vida independiente de otros organismos; libertad política, o sea gobierno propio que es
independencia con respecto a lo externo y posibilidad de elegir gobernantes o de ser elegido en lo interno; libertades
públicas; libertades civiles; libertades económicas; etc.
“y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y
jamás hemos sido esclavos de nadie
¿Cómo dices tú: Seréis libres? Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel
que hace pecado, esclavo es del pecado.
Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo
os libertare, seréis verdaderamente libres”.
Juan 8:32-36
La Biblia nos demuestra que todo ser humano está bajo la esclavitud del pecado y por lo tanto
todos necesitamos ser liberados de esa esclavitud. Jesús nos dice en Juan 8:34 lo siguiente,
“De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado”
Como Cristianos, debemos reconocer que nosotros hemos declarado nuestra independencia
del pecado porque Cristo Jesús nos liberó del pecado.
Nosotros como Cristianos, también debemos reconocer que aunque somos libres del pecado,
no somos independientes de Dios, y así debe ser. Dios es nuestro mayor beneficio, nuestra
mayor herencia. Seria ilógico e inútil buscar independencia de Dios, solo nos llevaría a la
destrucción. Lamentablemente, eso es precisamente lo que nuestra sociedad esta
experimentando en este momento de su historia. El Cristiano maduro es aquel que reconoce
cada día más su dependencia a Dios. Jesús le comparte a sus discípulos en Juan 15:5, “Yo soy
la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho
fruto; porque separados de mi nada podéis hacer.”