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Confesión de Fe

de Westminster
Capitulo 2
De Dios y la santísima Trinidad
Párrafo 3
I. 3. En la unidad de la Divinidad hay tres personas de una sustancia, poder
y eternidad; Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. (1) El Padre no
es engendrado ni procede de nadie; el Hijo es eternamente engendrado del
Padre, (2) y el Espíritu Santo procede eternamente del Padre y del Hijo. (3)

1. Mateo 3:16-17 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu
de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien
tengo complacencia.
Mateo 28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo;
2 Corintios 13:14 La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.
2. Juan 1:14,18. Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre),
lleno de gracia y de verdad.
18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.

3. Juan 15:26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él
dará testimonio acerca de mí.
Gálatas 4:6. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!
Habiendo ya mostrado que no hay sino un solo Dios vivo y verdadero, y que sus
atributos esenciales abarcan todas las perfecciones, esta sección añade:

1a. Que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son cada uno e igualmente el mismo
Dios, y que la indivisible esencia divina y todas las prerrogativas y
perfecciones divinas pertenecen a cada uno de ellos en el mismo sentido y
grado.

2a. Que estos títulos, Padre, Hijo y Espíritu Santo, no son nombres diversos de la
misma persona en relaciones diferentes, sino de personas distintas.

3a. Que estas tres personas divinas se distinguen unas de otras por ciertas
propiedades personales, y se revelan bajo cierto orden de subsistencia y
operación.
Estas tres proposiciones abarcan la doctrina cristiana de la Trinidad
(tres en la unidad) la cual no se halla en la religión natural, mas se encuentra
revelada con toda claridad en las Escrituras inspiradas
quizá vagamente en el Antiguo Testamento, pero con precisión especial
en el Nuevo.
la. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son cada uno e igualmente el mismo
Dios, y la indivisible esencia divina todas las prerrogativas y perfecciones
divinas pertenecen a cada uno de ellos en el mismo sentido y grado.

Las Escrituras están llenas de evidencias sobre esta verdad fundamental.


Hasta hoy no ha habido controversia sobre si el Padre es Dios.

Que el Hijo es verdadero Dios se prueba por las consideraciones siguientes:

1) Cristo existía desde antes que naciera de la Virgen.


Juan 8:58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo
soy.
Juan 17:5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que
tuve contigo antes que el mundo fuese.
2) Todos los nombres de Dios son aplicados constantemente a Cristo.
Jeremías 23:5-6 5 He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David
renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la
tierra. 6 En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre
con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra.

Isaías 9:6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su
hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno,
Príncipe de Paz.

Juan 1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Hebreos 1:8 Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Cetro de
equidad es el cetro de tu reino.
1 Juan 5:20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento
para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo.
Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.

Apoc 1:8 Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y
que ha de venir, el Todopoderoso.

3) Todos los atributos divinos le son aplicados:


Apoc 22:13 Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.
Eternidad
Juan 3:13 Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre,
que está en el cielo. Omnipresencia.
Juan 2:25 y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él
sabía lo que había en el hombre. Omnisciencia.
4) Las Escrituras atribuyen todas las obras divinas a Cristo.
La creación.
Col 1:16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que
hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean
potestades; todo fue creado por medio de él y para él.

Preservación y gobierno providencial.


Heb 1:3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y
quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder…

El juicio final.
2 Cor 5:10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de
Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo,
sea bueno o sea malo.
5)—Las Escrituras declaran que se debe adorar a Cristo como divino.
Heb 1:6 Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle
todos los ángeles de Dios.
Juan 5:23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al
Hijo, no honra al Padre que le envió.
Que el Espíritu Santo es verdadero Dios, se prueba de un modo semejante.
1) Se le llama Dios. Lo que dice el Espíritu lo dice Jehová.

Isa 6:8-9 Después oí la voz del Hch 28:25 25 Y como no estuviesen de acuerdo entre sí,
Señor, que decía… Anda, y di a este al retirarse, les dijo Pablo esta palabra: Bien habló el
pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved Espíritu Santo por medio del profeta Isaías a nuestros
por cierto, mas no comprendáis. padres, diciendo:
26 Ve a este pueblo, y diles: De oído oiréis, y no
entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis;

Compare también Jeremías 31:33 con Heb. 10:15-16.

El que miente al Espíritu Santo, miente a Dios.


Hechos 3:5-6 3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que
mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? 4 Reteniéndola, ¿no
se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu
corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.
2) Se le atribuyen las perfecciones divinas.
La omnisciencia.
1 Cor 2:10-11 10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu
todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 11 Porque ¿quién de los hombres sabe las
cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie
conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.

La omnipresencia.
Salmo 139:7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?

La omnipotencia.
Rom 8:11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en
vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros
cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
3) También se le atribuyen al Espíritu Santo las obras divinas.
La Creación.
Job 26:13 Su espíritu adornó los cielos; Su mano creó la serpiente tortuosa.
Sal 104:30 Envías tu Espíritu, son creados, Y renuevas la faz de la tierra.

Los milagros.
1 Cor. 12:9-11 9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el
mismo Espíritu. 10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de
espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. 11
Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en
particular como él quiere.
2º Estos títulos, Padre, Hijo y Espíritu Santo, no son nombres diversos de la
misma persona en relaciones diferentes, sino de personas distintas.

Cuando decimos que son personas distintas, no queremos decir que están
separadas unas de otras como lo están las personas humanas. El modo como ellas
subsisten en una sola sustancia, continuará siendo para nosotros un misterio
profundo.

Todo lo que se nos revela es que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo permanecen
tan unidos y tan distintos que:
1) Cada uno de ellos usa los pronombres personales yo, tú, él, cuando se dirige a
cualquiera de las otras dos personas divina o habla de ellas.
Juan 14:16 Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Consolador, para que
esté con ustedes para siempre.

Juan 17:5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella
gloria que tuve contigo antes de que el mundo existiera.

Juan 15:26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del


Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio
acerca de mí.
2) Que ellas se aman mutuamente, obran la una sobre la otra y cada una
por medio de las otras dos, y entran en consejo juntamente.
El Padre envió al Hijo, (Juan 17:6.) el Padre y el Hijo envían al Espíritu Santo,
(Sal. 104:30) el Padre da mandamiento al Hijo, (Juan 10:18) el Espíritu Santo
no habla de "sí mismo," "testifica de" y "glorifica“ a Cristo. [Juan 16:13-15]

3) Que ellos obran de acuerdo en un plan perfectamente armonioso de


operaciones sobre la creación: el Padre creando y presidiendo como supremo en
la administración general; el Hijo viniendo a encarnar en la naturaleza humana, y
como el Dios-hombre, desempeñando los oficios mediatorios de profeta,
sacerdote y rey; el Espíritu Santo haciendo omnipresente su gracia
y aplicándola a las almas y cuerpos de sus miembros.
3ª Estas tres personas divinas se distinguen unas de otras por ciertas
propiedades personales, y se revelan bajo cierto orden de subsistencia y de
operación.

Los "atributos" de Dios son las propiedades de su esencia divina, y por lo tanto
comunes a cada una de las tres personas, quienes son "las mismas en sustancia,
iguales en poder y gloria.“
La propiedad personal que pertenece a la primera Persona, se expresa por el título,
Padre. Como persona, es eternamente el Padre de su Unigénito Hijo.
La propiedad personal correspondiente a la segunda Persona, se nos revela con el
título, Hijo. Como persona, es eternamente el Unigénito Hijo del Padre.
La propiedad peculiar a la tercera se expresa por el título, Espíritu. Este nombre
quiere decir su relación eterna y personal con las otras divinas personas, pues es
una persona constantemente señalada como el Espíritu del Padre y el Espíritu del
Hijo.
• El Padre envía y obra tanto por el Hijo como por el Espíritu
Santo. El Hijo envía y obra por el Espíritu. Nunca se invierte el
orden. El Espíritu es enviado por el Padre y el Hijo, obra por
ellos y revela sus personas.
• Dichas personas son tan eternas como su esencia, iguales en
rango, poder y gloria: tres personas que constituyen un solo
Dios y que son idénticas en esencia y perfecciones divina.

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