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* EL DERECHO Y EL MUNDO

NORMATIVO

REGULACION DE LA ACTIVIDAD HUMANA


* Reglas Técnicas: indican los medios de que deben valerse para
lograr sus fines. (construir un puente, fabricar una cosa, escribir un
libro, etc.)

* Estas no son verdaderas leyes ni normas,


pues no se imponen a la conducta; su observancia no es obligatoria,
sino simplemente facultativa, y la única consecuencia de su
incumplimiento reside en no alcanzar el fin propuesto o perseguido.

* Normas Éticas: consiste en establecer las reglas a las cuales debe


ajustar el hombre su conducta.
“Mientras las ciencias naturales enseñan lo que es, las ciencias
normativas indican lo que debe ser”

* Señalan el modo de obrar para conseguir el bien propio de cada uno


y el de sus semejantes.
La diferencia substancial entre las reglas técnicas y las normas éticas
aunque ambas abarcan la actividad consciente del hombre, es la
consecuencia del incumplimiento.

En el incumplimiento de las normas éticas se impone una sanción, no


ocurre lo mismo cuando se trata de reglas técnicas.
* Elingeniero a quien se encarga una obra y no pone los
materiales adecuados viola la regla técnica de su arte y a la
vez la norma ética que lo obligaba a cumplir fielmente el
contrato.

* “pero sólo este último aspecto permitirá aplicarle una sanción”

* Demodo que en definitiva las reglas técnicas señalan lo que


vamos a hacer y cómo debemos hacerlo, mientras que las
normas éticas indican, como debemos obrar para que nuestra
conducta sea recta.
* LA NOCION DEL DERECHO

LAS NORMAS JURIDICAS


Las normas jurídicas provienen de las tres
formas que rigen la actividad humana. En
otros términos el derecho establece o
absorbe simultáneamente normas morales,
normas sociales y reglas técnicas.

No abarca nunca la totalidad de esos tres


sistemas, pero adopta o crea una parte de
ellos y los convierte en normas jurídicas.
Las Normas Jurídicas tienen, por lo tanto el
triple contenido que hemos señalado.
Existe en el derecho un elemento MORAL que fija
las bases fundamentales de la convivencia humana
distinguiendo lo bueno de lo malo, lo justo de lo
injusto y es de por si inmutable y universal.

'todo el que ejecuta un hecho, que por su culpa o


negligencia ocasiona un daño
a otro, está obligado a la reparación del perjuicio"

Este elemento moral sólo da las reglas básicas del


ordenamiento jurídico.
Luego un elemento SOCIAL, que señala los
caracteres secundarios del ordenamiento
jurídico determinando lo permitido, lo
ordenado y lo prohibido, que es variable al
infinito según las circunstancias de tiempo y
lugar, y, que deriva tanto de la razón como de la
experiencia.
Este conjunto de normas sociales forma la
reglamentación práctica de los preceptos
morales, que deben siempre prevalecer. Pero
como éstos -a causa de su misma generalidad-
son insuficientes para regular todos los casos
posibles; la sociedad va creando nuevas normas
que llegan más hacia lo particular.
Las circunstancias geográficas, históricas,
económicas y políticas determinan la
sanción de esas nuevas normas sociales
y sus cambios ulteriores a fin de ajustarlas
a las modalidades variables de cada
comunidad.
De ahí las diferencias que se advierten
entre los distintos sistemas jurídicos. Pues
mientras el fundamento moral es inmutable
y común a todos los pueblos, las normas
sociales son contingentes y cambiantes de
acuerdo a las costumbres de cada pueblo.
Por último, el derecho se compone también
de REGLAS TECNICAS, que señalan los
medios de que deben valerse los hombres
para alcanzar los fines permitidos por el
derecho, para ello es preciso cumplir una
serie de requisitos formales; si se quiere:

* vender una propiedad: la escritura pública.


* reclamar el pago de una deuda: la acción
judicial.
*contraer matrimonio: la ceremonia religiosa
o civil.
El derecho se compone, por lo tanto, de
preceptos morales, de normas sociales y de
reglas técnicas que al ser sancionados por
la autoridad competente se convierten en
normas jurídicas.

Éstas imponen deberes, señalan


prohibiciones, establecen castigos.
Siempre indican cómo debe orientarse la
conducta de cada uno para que se
cumplan los fines que el derecho persigue.
De este modo las normas jurídicas
constituyen el principio
arquitectónico del derecho, lo que
le da su forma y su sentido, el
sistema mediante el cual se ordenan
los actos humanos a fin de
que estos se ajusten a las exigencias
y necesidades de la comunidad.
Pero además las normas jurídicas tienen una
característica general que hasta ahora no
hemos mencionado: su obligatoriedad.

El libre albedrío se restringe por la amenaza


de una sanción externa positiva, distinta de
las sanciones morales o sociales.
*LA RELIGION Y EL DERECHO
Los diez mandamientos -aunque
algunos sean estrictamente jurídicos-
son preceptos religiosos, porque
violarlos constituye un pecado.

Así la verdad revelada y las creencias


de las demás sociedades primitivas-
fueron las primeras fuentes del
derecho.
Con el desarrollo de las culturas se origina una
profunda y creciente diferenciación. En primer
término al perder vigor el sentimiento religioso
que por sí solo resultaba suficiente para
orientar la conducta, fue necesario sustituirlo
por normas obligatorias que impusieran las
mismas soluciones con la fuerza del derecho y
no ya con la simple coerción de las creencias.
En segundo lugar, la complejidad de la vida
social obligó a reglamentar una multitud de
instituciones y de problemas que la religión
y la moral no habían resuelto.
En el siglo XVII, la escuela del derecho
natural quiso sustituir a la voluntad y a
la acción ordenadora de Dios por el
orden inminente de la naturaleza,
negando así lo sobrenatural y lo divino.

Más tarde, los positivistas estudiaron el


derecho como un producto puro y
exclusivo de la vida social, ignorando
deliberadamente el indispensable
fundamento religioso y moral de todo
orden jurídico.
En la doctrina contemporánea se advierte una
feliz reacción contra esas ideas que olvidaron la
tendencia innata e irresistible del espíritu
humano a buscar la explicación de su destino y
las normas que deben guiar su conducta en algo
superior a sus propios actos y realizaciones.

Mientras la religión deriva de lo alto y tiende a


lo sobrenatural, el derecho sólo tiene fines
terrenos y no trasciende al más allá. Hay por lo
tanto una jerarquía lógica entre ambos
sistemas normativos que obliga al derecho a
respetar las creencias religiosas y las reglas de
conducta impuestas por la fe.
Ambos ordenamientos suponen y admiten
el libre albedrío de los hombres, y su
violación entraña sanciones en la
generalidad de los casos.

Pero mientras las que provienen de la


religión son siempre de orden interno (el
remordimiento) o espirituales, las
del derecho son materiales y exteriores.
Estas diferencias no son totalmente exactas
cuando se considera la existencia del derecho
especial creado por la Iglesia Católica.
El derecho canónico constituye un orden jurídico
perfecto en cuanto establecido a través de los
siglos por una comunidad religiosa que es a la vez
un Estado y tiene personalidad de derecho
público (independencia y soberanía] “El
Vaticano”. Sus normas rigen la organización y
funcionamiento de la Iglesia en sus diversas
jerarquías de tal manera que no pueden
considerarse como normas religiosas, aunque
siempre se inspiren en la verdad revelada.
Son preceptos jurídicos que se imponen
obligatoriamente a los religiosos y a los fieles,
y cuya violación determina sanciones tanto
espirituales como exteriores.

De modo que, a diferencia de los demás


sistemas jurídicos el canónico puede
prevalerse de un origen divino mediato o
inmediato, se dirige simultáneamente a las
conciencias y a la voluntad y origina toda
clase de sanciones.
*LA MORAL Y EL DERECHO
La moral ocupa en cierto modo un lugar intermedio
entre el derecho y la religión, en cuanto los tres aspiran
a regular la conducta humana, pero el origen y los fines
respectivos son diferentes:
* la religión: proviene de un conjunto de creencias
reveladas por Dios y trata de orientar a los hombres por
el camino de su salvación eterna,
* la moral proviene en cambio de la razón y persigue el
bien individual mediante la práctica de las virtudes; y *
el derecho deriva tanto de la razón como de la
experiencia y su finalidad consiste en alcanzar el bien
común, o sea el bien de la sociedad entera.
La moral estudia cuál es el bien absoluto o el
fin natural del hombre, y examina los actos
humanos señalando lo que los aproxima a ese
fin (las virtudes) y lo que los aleja del mismo
(los vicios).

Adviértase bien que la moral no proviene de la


conciencia individual de cada sujeto (en cuyo
caso habría tantas morales como individuos),
sino de la razón humana orientada a buscar los
principios que deben guiar la conducta a fin de
alcanzar el ideal de perfección.
La moral orienta las relaciones de cada uno con los demás,
mediante la práctica de dos virtudes: la caridad y la justicia.
La primera permanece en el recinto de la moral, mientras
que la segunda entra en el campo del derecho sin perder su
contenido fundamentalmente moral.
El derecho, a su vez, no es otra cosa que la realización
objetiva de la justicia.
El hombre debe procurar la conservación y
perfeccionamiento de la comunidad en que vive y de esta
necesidad provienen los deberes para con los demás:
respetar la vida y la propiedad ajenas, cumplir las
obligaciones, no hacer daño a otro, fortalecer la familia,
etcétera.
Preceptos todos que vienen impuestos a la vez por la justicia
como virtud moral y por el derecho como exteriorización de
la justicia.
De esta relación derivan los estrechos vínculos que existen
entre moral y derecho. Todas las ramas del sistema
jurídico tienen un fundamento moral.
De la moral derivan también las nociones de buena y mala
fe, tan necesarias para juzgar muchos actos de la vida
jurídica, ej.: los asesinatos culposos o dolosos.
A la moral recurren también los tribunales en procura de
soluciones que faltan en las leyes, los jueces también
buscan, en los casos dudosos; la solución que mejor se
ajuste a los principios morales. Toda la vida del derecho
está impregnada de moral. Ésta y aquél forman un todo
inseparable, un conjunto armónico y racionalmente
necesario, dado que la conducta humana ha de ser recta,
es decir, a la vez virtuosa y jurídica.
El derecho mismo se beneficia de su adecuación a la
moral, pues en tal forma ha de ser obedecido "no sólo
por temor del Castigo, sino también por obligación de
conciencia", según dijo San Pablo [Epístola a los
Romanos, XIII, 5).

Es conveniente recordar, no obstante. que el


derecho no contiene únicamente normas morales.
Estas dan los primeros principios, la base de las
instituciones, el fundamento del orden jurídico pero
el derecho realiza además dos funciones que lo
separan de aquella: reglamenta las normas morales
que orientan la convivencia humana, y dicta
también otras normas sociales que son totalmente
ajenas a cualquier preocupación moral.
* EL FUNDAMENTO DEL
DERECHO
La razón nos demuestra que el derecho debe ajustarse a
principios superiores de justicia, en cuya observancia
radican precisamente su intima esencia y su finalidad
suprema.

Y además como ordenamiento destinado a regular la


conducta humana, el derecho debe también someterse a
las exigencias que derivan de la naturaleza misma de los
hombres, la cual no puede ser modificada por quienes
elaboran las normas jurídicas.
Teorías Iusnaturalistas: Esta doble subordinación a los
principios de justicia y a la naturaleza humana es lo que
constituye este postulado, que trata de encontrar un
fundamento racional y necesario al derecho. Estas
doctrinas sostienen en síntesis que el orden jurídico se
justifica por su conformidad a los principios superiores
que deben guiarlo, y cuyo conocimiento permite valorar
el contenido de las normas.

La obligatoriedad del derecho no deriva por lo tanto, de


la simple existencia de un mandato -ya sea divino o
humano-, sino de su adecuación a los preceptos
fundamentales que constituyen su base racional.
El conjunto de esos principios se conoce, desde la
antigüedad clásica con el nombre de derecho natural
porque derivan de la naturaleza o esencia del ser
humano, de su condición de ente racional, de sus
instintos de conservación, desarrollo y sociedad y de la
necesidad de asegurar el cumplimiento de sus fines.

En otros términos, se trata de las bases necesarias sobre


las cuales debe edificarse cualquier ordenamiento
jurídico.
EL DERECHO NATURAL Y EL
POSITIVO
Derecho Positivo: es el creado o reconocido por el
estado a través de sus órganos, imponiéndolo de
esta manera a una sociedad.

Derecho Natural es el conjunto de principios que


emanan de la naturaleza humana y que organizan de
modo fundamental la convivencia humana.

El Derecho Positivo es creado por el hombre, el


Derecho Natural nace con el hombre.
Entre el derecho natural y el positivo existe en efecto, una
relación de jerarquía análoga a la que hay entre la
Constitución y las leyes. Estas últimas deben conformarse a las
normas superiores de la Constitución, y eso es lo que ocurre en
la inmensa generalidad de los casos. Excepcionalmente, sin
embargo. Se sancionan algunas que luego son declaradas
contrarias a la ley suprema. Han sido aplicadas y producido
efectos antes de esa declaración, pero no hay duda alguna de
que su inconstitucionalidad era intrínseca y originaria, lo cual
les quitaba naturaleza jurídica. Del mismo modo el derecho
positivo se ajusta en gran parte al derecho natural pero las
normas contrarias a este último adolecen de un vicio que las
priva de todo carácter jurídico. La única diferencia que existe
entre esta y aquella relación reside en el hecho de que no hay
poder alguno -salvo el de las conciencias y el de la razón- que
declare la antijuridicidad de las leyes injustas.
Para que exista conformidad entre las normas positivas y
los principios del derecho natural, es preciso que unas y
otras se encuentren en relación lógica. Las normas
jurídicas positivas pueden derivar de las naturales por vía
de deducción, o determinar racionalmente casos concretos
no previstos en esos preceptos superiores. Así, por
ejemplo, la obligación de pagar el precio de las
cosas compradas deriva de la regla que exige el
cumplimiento de los compromisos contraídos. Pero cuando
el derecho natural no ha previsto solución alguna, y
cualquiera que se establezca le resulta indiferente. las
normas sociales pueden adoptar la que crean más útil o
adecuada a las particularidades del país, siempre que no
alteren los principios del orden natural.
El Derecho Positivo es palpable (está escrito), pero por sobre éste
está el Derecho Natural que existe antes que el legislador y el
jurista.

El Derecho Natural posee validez y eficacia jurídica por sí mismo,


en tanto que la validez del Derecho Positivo depende de una
norma legal vigente.

Ejemplos:

Derecho natural: derecho a la vida


Derecho positivo: derecho a ser defendido por un abogado en un
juicio.

Podemos llegar a la conclusión de que el derecho natural


constituye también el límite del derecho positivo, pues las normas
* LOS FINES DEL DERECHO
El Derecho tiene por objeto implantar un
orden justo en la vida social.

Dijimos ya que el derecho rige las relaciones


de los hombres entre sí. Estas relaciones
suponen la existencia de un objeto (cosa o
acto humano] pretendido por alguien [sujeto
activo).
Si este último tiene un título o razón suficiente
que haga legítima su pretensión, el otro sujeto
pasivo de la relación debe darle lo que le
corresponde. Y en esto consiste precisamente la
justicia: en dar a cada uno lo suyo, lo que le
corresponde por derecho. Así es preciso dar las
cosas a su dueño, los impuestos al Estado, la pena
al delincuente, la obediencia a los padres, etc.
El derecho es el medio necesario para alcanzar el
fin de justicia a que toda la sociedad aspira, de
modo que aquél da la forma y esta el contenido.
Además, el derecho sólo fija las obligaciones: su
cumplimiento efectivo es el acto justo.
EL IDEAL DE JUSTICIA
Como no siempre corresponden las
aspiraciones jurídicas con la realidad del
derecho, se demuestra así la existencia de ese
sentimiento originario y autónomo que
estimula la justicia de las relaciones sociales.

Cuando ese sentimiento se eleva a


consideraciones mas generales y se funda
en la moral llega a formarse un ideal de
justicia.
Este IDEAL DE JUSTICIA consiste en la idea de un
orden superior que debe dominar el campo del
derecho, Ideal nunca totalmente alcanzado pero
que persiguen siempre los legisladores, los
gobernantes, los juristas y magistrados que
tienen una intención recta y aspiran a
perfeccionar los instrumentos que rigen la
convivencia humana.
Este ideal es por lo tanto, algo que supera la
realidad, permaneciendo en la esfera de las
abstracciones, pero cuyo conocimiento
podemos alcanzar por medio de la inteligencia y
de la razón.
Así como los artistas trabajan por crear
nuevas obras en las que resplandezca la
belleza, así también los hombres de
derecho se esfuerzan, en una aspiración
constantemente renovada, por encontrar
soluciones cada vez más justas a los
problemas concretos y por acrecentar la
justicia de todo el ordenamiento social.
EL DERECHO INJUSTO
Cuando el derecho positivo entra en conflicto
con el derecho natural, cuando se dictan
normas jurídicas contrarias a los postulados
fundamentales de ese sistema rector, tales
normas se califican de injustas.
. Es la situación que se produce con las leyes
contrarias a la libertad de conciencia, las que
se dictan por codicia, intolerancia u odio y
originan situaciones de desigualdad que no
tienen razón de ser, etc.
Dos problemas suscita la cuestión del
derecho injusto: el de saber en qué casos
ocurre esta violación de la justicia y el de
señalar los medios que permiten combatirla
u oponerse a ella.

Debe considerarse injusta toda norma


jurídica contraria a los principios
fundamentales de la moral y por lo tanto al
derecho natural.
INJUSTICIA, ILEGALIDAD Y
ARBITRARIEDAD

No quedaría completo este estudio


sobre la justicia si no hiciéramos
referencia a los vicios que se le
oponen, que son la Injusticia, la
ilegalidad y la arbitrariedad.
La injusticia es el vicio que se opone directamente
a la virtud de justicia.
La ilegalidad es generalmente, una especie de
injusticia, pues consiste en obrar en contra del
derecho positivo. Y como este último concuerda casi
siempre con los dictados de la justicia, la ilegalidad
se vincula así al vicio anteriormente examinado.
Pero también habrá ilegalidad -es decir, oposición a
la norma jurídica vigente- aun en los casos
excepcionales en que el derecho positivo fuera
injusto. Es ilegal, por lo tanto. toda norma contraria
a la superior y todo acto contrario al derecho.
La arbitrariedad consiste en un abuso del
poder que tienen los gobernantes, que en el
ejercicio de sus cargos obran por interés,
odio, capricho o maldad, y realizan actos
contrarios a la razón y a la justicia aunque
encuadren dentro del marco del derecho.

Los medios de que se vale la autoridad para


ello son múltiples, pero siempre se
caracterizan por ser excepcionales y
Extraordinarios.
Aun cuando en ciertos casos los gobernantes
obren dentro de la legalidad se trata de una
legalidad aparente, pues los actos arbitrarios
encierran una profunda injusticia que el
derecho no ha pretendido ni permite.
Hay por lo tanto, una estrecha relación en tre
la injusticia y la arbitrariedad, porque en
ambos casos se trata de actos contrarios a
la moral o al orden jurídico rectamente
interpretado.
La diferencia radica en los medios que se
utilizan para cometerlos, porque en el
primer caso traducen violaciones
manifiestas del derecho, y en el segundo
tales violaciones aparecen generalmente
disfrazadas y es difícil conseguir el
restablecimiento del orden jurídico.
LA EQUIDAD, EL ORDEN,

LA PAZ Y LA SEGURIDAD
La equidad es un correctivo del derecho
positivo, que se emplea cuando es
preciso aplicar sus fórmulas generales a
los casos concretos que pueden
presentarse.
O bien, para emplear las palabras de
Aristóteles: “la equidad es una dichosa
rectificación de la justicia
rigurosamente legal".
El derecho moderno, al delimitar las atribuciones de
los organismos encargados de aplicar el derecho, ha
restringido notablemente el campo de acción de la
equidad. Sólo se le permite actuar -y aun esto es
discutido- en la función integradora del derecho, o
sea en ausencia de una norma directamente
aplicable.
Los jueces en efecto, no pueden juzgar de la
equidad de la ley, y por lo tanto deben aplicarla
cualquiera sea el resultado a que conduzca. No
obstante la rigurosidad de esta regla, el espíritu de
equidad puede ejercitarse, y lo hace en realidad, en
todo aquello que permita, mediante una razonable
interpretación, suavizar la rigidez muchas veces
absoluta del derecho escrito.
El orden es la realidad del derecho; la
justicia, su aspecto espiritual. Ésta le
da su contenido lleno de aspiraciones
ideales; aquél consigue realizar ese
contenido en la práctica. Por eso son
dos finalidades coadyuvantes y que
deben completarse necesariamente
porque sin orden no hay justicia
posible y sin la justicia el orden no
sería otra cosa que la fuerza.
Al orden se opone la libertad que es una de las
exigencias fundamentales de la justicia y del
derecho natural. No porque sean incompatibles,
sino porque son conceptos opuestos. A mayor
libertad, menor orden en la vida social: y
recíprocamente.

Por esta vía entran fácilmente en conflicto la


justicia y el orden.
Precisamente el orden, para que sea tal, debe
ser consentido por la generalidad como un
elemento para la convivencia y para el
desarrollo armónico de las actividades sociales.
Pero el conflicto puede también tornarse
dramático en épocas de crisis, en que el
orden sólo puede conservarse a expensas de
la libertad. En tales casos, las constituciones
autorizan remedios heroicos (estado de sitio,
estado de prevención, etc.), que suspenden
el ejercicio de los derechos individuales o de
una parte de ellos para proteger así el orden
social. Pero tales medidas sólo pueden
admitirse en situaciones excepcionales y con
carácter transitorio, pues la justicia debe
recuperar el predominio que le corresponde.
La paz social deriva de la justicia y la
seguridad es resultado del orden.
Desde la más remota antigüedad se
consideró a la paz como una de las
finalidades que debía proponerse el
derecho y precisamente el derecho fundado
en la justicia.
La justicia contribuye, en efecto, a
implantar ese estado de tranquilidad social
que el derecho debe tratar de conseguir.
El último de los valores que el derecho realiza
consiste en la seguridad jurídica, que da a los
individuos, a los grupos sociales y
a los Estados mismos, la sensación y el
convencimiento de que sus derechos han de
ser respetados y que no ha de alterarse la
estabilidad y permanencia de las situaciones
jurídicas.
La seguridad constituye así un efecto del
orden social.
Esta seguridad permite prever lo que ha de
ocurrir en las transacciones y anticipar el
resultado de los actos humanos: porque al tener
la certeza de que la norma ha de ser aplicada,
la conducta de cada uno se adaptará a lo que
esa norma le sugiere.

La seguridad jurídica requiere, por lo tanto,


no sólo el respeto de los derechos
legítimamente adquiridos, sino también la
existencia de organismos destinados a
prevenir o castigar su violación.
De las normas superiores ( la Constitución )
derivan. asimismo, dos instituciones
universales: la irretroactividad de las leyes y la
cosa juzgada. La primera consiste en la
garantía de que una ley nueva no ha de alterar
los efectos de los hechos ya cumplidos, ni ha de
convertir en delictuosos actos ya ejecutados; y
la segunda es la que da validez definitiva a los
fallos judiciales, impidiendo que la misma
cuestión sea juzgada una segunda vez. Ambas
garantías contribuyen a acentuar la
sensación de estabilidad que el derecho
requiere para su eficaz vigencia.
Las cuatro finalidades que hemos analizado
–equidad, orden, paz y seguridad-son
objetivos propios del derecho y que sólo
con el derecho se pueden conseguir. Ningún
otro sistema normativo, ni disciplina social
alguna podrían obtener simultáneamente
esos resultados que derivan todos de la
existencia de reglas de conducta impuestas
al hombre en sus relaciones con los demás,
y a las cuales no puede éste sustraerse.
EL ESTADO DE DERECHO
Un Estado de Derecho será aquel en el cual las
autoridades que lo gobiernan, se encuentran,
aceptan y respetan el derecho vigente, es decir,
en un estado de derecho, toda acción de parte
de la sociedad y del estado está sometida y
sustentada por normas jurídicas, las cuales,
contribuirán para que el desarrollo y
crecimiento del estado en cuestión se de dentro
de un marco de absoluta paz y armonía. Esto
además significa que a instancias de un estado
de derecho el poder del Estado se encuentra
limitado por el Derecho.

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