Baja Aleación. Los aceros que se utilizan en las estructuras de ingeniería civil son principalmente aceros de bajo carbono simples estos se utilizan en las industrias de construcción para caminos, edificios, puentes, tuberías y barcos, y pueden emplearse en forma de varillas, placas y tiras. En los aceros de bajo carbono de baja aleación las adiciones de aleantes tienen el propósito específico de aumentar la resistencia a la corrosión o la resistencia mecánica.
La selección de materiales estructurales depende no solo
del material de base, si no además de la configuración y de las propiedades del componente soldado o fabricado. Selección de Aceros al Carbono y de Baja Aleación Termotratatables. Estos se seleccionan por su endurecimiento y se utilizan principalmente en la condición de templado (endurecido) y revenido. En estos aceros, el contenido de carbono y el por ciento de martensita en la estructura desempeñan papeles importantes en el procedimiento de selección. En estos aceros se han observado las correlaciones empíricas siguientes: o 1.La dureza del acero templado depende solo del
contenido de carbono y del porciento de martensita. El
contenido de aleantes del acero no influye en la dureza del material templado. o 2.La estructura templada y revenida presenta la mejor
combinación de propiedades de resistencia y tenacidad.
En términos generales, los usos principales de los aceros con diversos niveles de carbono son los siguientes: •El acero con no más del 0.20% de C es muy satisfactorio en aplicaciones de soldadura o cuando se requiere la máxima tenacidad. • Con 0.30% de C es idóneo con una combinación de dureza (para desgaste) y tenacidad. Las puntas de escarificador y los cortafríos son dos aplicaciones típicas.
•Con 0.40% de C se utiliza en general para aplicaciones de
alta resistencia mecánica. •Con 0.50% de C es el mejor para aplicaciones de alta resistencia mecánica y resistencia al desgaste.
•Con 0.60% de C goza de aceptación para resortes
térmicamente tratados.
•Con más de 0.60% de C se destina a aplicaciones
especiales, como herramientas y guiaderas de cojinete.
Se pueden seleccionar los aceros con base en la cantidad de
martensita formada, un método más común se basa en la resistencia de una dureza determinada en cierto punto de la sección o pieza. Selección de Aceros para Herramientas.
Son los que se emplean para fabricar herramientas destinadas
específicamente a cortar, conformar o maquinar un material a fin de elaborar una parte o componente destinado a un uso específico. En el corte o en el maquinado, las puntas de las herramientas alcanzan temperaturas muy altas que les producen un color rojo.
Debido a estas condiciones, los aceros para herramientas de
servicio se seleccionan con base en: 1. Su resistencia al desgaste, a la deformación y a la ruptura. 2. Su resistencia al reblandecimiento a temperaturas elevadas o su capacidad para conservar una alta dureza al rojo o dureza en caliente. 3. Su tenacidad, de modo que absorba la aplicación súbita de cargas. Selección de Aceros Inoxidables. La selección de aceros inoxidables se basa principalmente en la resistencia ala corrosión y, en segundo término, en las propiedades mecánicas. Con base en la corrosión, las formas más serias contra las que es necesario precaverse son las de tipo localizado que pueden causar fallas inesperadas y a veces catastróficas. Algunas de estas formas son el ACE (agrietamiento por corrosión bajo esfuerzo), la corrosión de hendidura, la picadura y el ataque intergranular en materiales sensitizados.
Por regla general, el procedimiento de selección se inicia con el tipo
básico 304 (S30400), el acero inoxidable de uso más común. Este tiene buena resistencia a la corrosión y resiste casi todos los ácidos oxidantes. Para procesos industriales que requieren un nivel más alto de corrosión, conviene considerar los tipos 316 (S31600) y 317 (S31700).
Estas calidades contienen molibdeno, el cual incrementa su
resistencia contra la picadura en presencia de cloruros.
Se deben elegir los materiales en función de los posibles
mecanismos de falla, los tipos de cargas y de esfuerzos y las condiciones ambientales, como la temperatura y el ambiente de corrosión, a las que es probable que los materiales estén expuestos.