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SOCIAL DE LA EMPRESA
RSE
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La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se ha transformado
en una preocupación creciente de las empresas, las que buscan
asegurar a la sociedad y al mundo entero que su actividad se realiza
dentro de un marco ético y con sentido social, particularmente
frente a la presión ejercida por diversos grupos en distintos países.
RSE
En medio de las turbulencias políticas, sociales y económicas de
los años 60 y 70, se generó una conciencia cada vez más clara en
los círculos económicos y empresariales del rol social que cumplían
las empresas. Así surgió la idea de ser socialmente responsables,
pero sin tener mucha claridad sobre qué significaba aquello y
cómo llevarlo a cabo en la práctica.
RSE
No existe unanimidad entre las empresas acerca de las conductas
que deben asumir frente a diversos temas de contenido social,
como lo son el equilibrio entre el trabajo y la familia, la relación
entre la empresa y sus empleados, la preocupación por temas
como la pobreza, la educación, la salud y otros, la incorporación
de la mujer a la empresa, y la atención especial por los temas
medioambientales.
RSE
Al hablar de responsabilidad social empresarial, no podemos
hacerlo al margen de la responsabilidad individual de cara a la
empresa y a la sociedad. La responsabilidad primera es personal.
Sólo descubriendo el impacto de nuestros actos sobre cada persona
y la sociedad toda se generará una cultura auténticamente
humana.
RSE
El punto de partida de la RSE es preguntarse siempre si
lo que se produce y la forma de hacerlo, si los nuevos productos y
el modo de ponerlos a disposición de la sociedad, ayudan a que
cada persona crezca en humanidad, o si lo único que nos mueve
es lo material y lo instintivo.
RSE
La RSE puede entenderse en forma limitada, restringida a lo
económico-legal, o puede mirarse desde una perspectiva más
amplia que incorpore a otras audiencias relevantes
RSE
La RSE puede entenderse en forma limitada, restringida a lo
económico-legal, o puede mirarse desde una perspectiva más
amplia que incorpore a otras audiencias relevantes.
LA MANO INVISIBLE
Visión económica-legal: “La mano invisible”
Una primera respuesta a la inquietud sobre responsabilidad
social surge de una visión económica ortodoxa: “la mano invisible”.
La empresa cumple con su rol social adecuadamente si hace
bien lo que tiene que hacer, utilizando los recursos de buena
manera, y aumentando los beneficios con apego estricto a la ley y
las normas aceptadas socialmente. La única responsabilidad social
de la empresa es favorecer a sus accionistas y respetar rigurosamente
el marco legal por el cual se rigen, pagando sus impuestos,
sometiéndose a la ley laboral, y cumpliendo las regulaciones del
quehacer empresarial.
El bien social surge como consecuencia de esta actividad. No le
corresponde a la empresa solucionar directamente los problemas
sociales.
LA MANO INVISIBLE
No parece razonable que la empresa desvíe recursos en
realizar acciones que no son de su especialidad y que otros harían
de mejor manera. Distraer la atención a otros ámbitos ajenos al
quehacer empresarial comporta una disminución de la eficiencia
de la empresa, aumento de los costos y debilitamiento de la
competitividad.
Sólo consigue generar confusión sobre los verdaderos
objetivos de la empresa.
LA MANO INVISIBLE
Los directivos sólo pueden utilizar los recursos de la manera
que sea más beneficiosa desde el punto de vista económico.
Corresponde a cada persona decidir la forma en que quiera ayudar
socialmente, particularmente a los accionistas que pueden
decidir libremente qué hacer con su dinero, y a los trabajadores,
quienes sobrellevan indirectamente un costo si es que sus recompensas
se ven afectadas. Lo contrario sería una especie de impuesto,
cuyo uso no necesariamente calza con los intereses y preferen-
cias de quienes tienen que pagarlo. Las personas individualmente
pueden hacer la caridad que deseen, pero a título personal.
MÁS ALLÁ DE LOS ACCIONISTAS
Quienes argumentan contra el planteamiento anterior sostienen
que los accionistas no son los únicos beneficiarios de una
empresa y que el progreso económico no es equivalente al progreso
social. Además, la empresa no puede ignorar las expectativas de
la sociedad respecto de ella, no puede desentenderse de preguntas
acerca de sus objetivos ni del modo como va a lograrlos, y la ley
no agota estos temas.
MÁS ALLÁ DE LOS ACCIONISTAS
La empresa tiene una influencia innegable sobre muchas personas
e instituciones además de accionistas y acreedores, incluyendo
empleados, ejecutivos, clientes, proveedores, el Estado, las localidades
donde la empresa opera y la comunidad en general. Esto
resulta bastante evidente tanto en empresas de servicio público,
como de telecomunicaciones, energía eléctrica, agua potable y
alcantarillado, así como en otras que prestan servicios, por ejemplo,
en el ámbito de la salud, como las empresas farmacéuticas. Y
es igualmente claro en todas las empresas, sean éstas de alimentos,
perfumes o juguetes para los niños.
MÁS ALLÁ DE LOS ACCIONISTAS
Por consiguiente, el accionar de la empresa tiene un impacto
social e implicancias éticas en virtud de su influencia sobre la vida
de miles de personas, el bienestar de la sociedad, las costumbres y
las políticas públicas
MÁS ALLÁ DE LOS ACCIONISTAS
Ello nos obliga a preguntarnos quiénes se
benefician y quiénes se perjudican con la actividad empresarial
que realizamos, qué sentido tiene, si humaniza o deshumaniza al
hombre, si logra que la población pase de situaciones poco dignas
a condiciones más humanas de vida.
MÁS ALLÁ DE LOS ACCIONISTAS
La empresa no puede limitarse
a objetivos meramente económicos y eludir los objetivos morales
de su actuar y sus consecuencias, pues son de su esencia. Esto
no puede dejarse librado al actuar de la famosa “mano invisible”.
Hay que exigirlo, gestionarlo, guiarlo y, como parte del proceso de
gestión, también hay que medirlo.
MÁS ALLÁ DE LA EMPRESA
No se la ve simplemente como una entidad
preocupada de los resultados financieros, sino como una red de
relaciones tanto implícitas como explícitas (que a veces pueden ser
conflictivas), entre diversas personas o grupos que participan o tienen
algún tipo de relación con su actividad. También se la ve
como una asociación de personas que presta especial atención a los
temas de responsabilidad social.
UNA VISIÓN MÁS AMPLIA DE LA RSE
Sin embargo, es indiscutible que las empresas y todos los acto-
res sociales van moldeando el contexto con sus acciones. Como
consecuencia de ello, la razón de ser de una empresa no puede
entenderse al margen del bien de las personas, del desarrollo
humano, de la vida social y del respeto al medioambiente.
UNA VISIÓN MÁS AMPLIA DE LA RSE
Lo contrario sería un desperdicio. No se aprovecharía la capacidad
empresarial en la solución de los problemas sociales, y se dejaría
de tener acceso a diagnósticos, propuestas e iniciativas que ni el
Estado, ni el capital, ni la ley por sí solos pueden abordar
adecuadamente.
UNA VISIÓN MÁS AMPLIA DE LA RSE
Las empresas tienen que contribuir a modificar, cambiar, afectar
positivamente el contexto en que se desenvuelven los negocios.
Su sobrevivencia depende no tan sólo de lo que produce u ofrece,
sino de un modo muy relevante de la situación social, económica
y política del lugar en la cual está inmersa. Porque “puede haber
empresas enfermas en un país sano, pero lo contrario nunca ha
ocurrido: no hay empresas sanas en un país enfermo”. De aquí la
relevancia y responsabilidad de las empresas de ayudar a tener
un país más sano. Las empresas no pueden limitarse a “hacer su
negocio”.
UNA VISIÓN MÁS AMPLIA DE LA RSE
La responsabilidad social así entendida es una contribución
manifiesta a la construcción de un país mejor, más estable, más
favorable para el desarrollo de las relaciones en el largo plazo. Si
cada uno de nosotros y nuestras empresas nos comportamos de un
modo responsable de cara a la comunidad, vamos a contribuir a
hacer un mundo mejor, más agradable para vivir, más sustentable,
más respetuoso de los seres humanos y de la naturaleza. De poco
sirven las empresas si no fuese este un objetivo primordial.
CONTRIBUCIÓN DE LA EMPRESA
Es mucho lo que la empresa puede hacer para aliviar los déficit
de la sociedad en educación, cultura, pobreza u otras áreas, parti-
cipando en obras sociales o sumándose a obras de caridad. Por
cierto, todas ellas son actividades muy loables que afectan
positivamente
a la sociedad en la que vivimos
CONTRIBUCIÓN DE LA EMPRESA
Mucho mayores todavía son sus posibilidades de ayudar a mejorar
la educación en el país y mantener a una persona alejada de la
pobreza si la empresa se preocupa de formarla, capacitarla, de
complementar su educación formal, desarrollarla como ser humano,
hacerla más “empleable”; en suma, si se preocupa de incrementar
sus capacidades.
CONTRIBUCIÓN DE LA EMPRESA
La educación es clave en la formación de las capacidades
de las personas. Un profesional tiene más patrimonio intelectual
que un técnico, y éste más que una persona que sólo completa
enseñanza media
CONTRIBUCIÓN DE LA EMPRESA
• Educación y empresa
• Qué es educar: Inteligencia – voluntad.
• Ser perfectible – imperfectos - perfectos
• Santo Tomás de Aquino: la conducción de la prole a su plenitud.
• Padre hijo
La educación
• Derecho a la educación
• Derecho es aquello que me pertenece por naturaleza