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2. Acciones posesorias
• Estas acciones protegen el dominio indirectamente. Están destinadas a proteger
la posesión, pero cuando el poseedor lo es como consecuencia de ser dueño,
dado que al ser protegida la posesión está siendo protegido el dominio.
Acciones protectoras
Las acciones confesoria y negatoria: con origen en el derecho romano, surgieron principalmente en el
ámbito de las servidumbres, pero se han expandido a todos los derechos reales restringidos.
La acción confesoria pretende que sea declarado (reconocido) a favor del demandante un derecho real
limitado sobre una cosa de propiedad de otro.
Procede cuando el derecho real es desconocido o es obstaculizado su ejercicio. El fin principal es el
reconocimiento del derecho real y sólo como complemento la reintegración efectiva de la cosa o el cese
del obstáculo al ejercicio.
Históricamente la confesoria ha sido aplicada en las servidumbres; pero la tendencia es extenderla a los
demás derechos reales.
Acciones protectoras
Acción confesoria: conforme al art. 891 los derechos reales pueden ser reinvindicados y conforme al art.
916 las acciones posesorias proceden para proteger la posesión de derechos reales sobre inmuebles. Por
tanto, se puede intentar la acción confesoria en los siguientes casos:
Cuando se desconocen derechos reales.
Cuando se perturban derechos reales sobre muebles.
Cuando se perturban derechos reales sobre inmuebles, cuando el breve plazo de las acciones posesorias ha
transcurrido.
Pueden interponerse acciones compatibles conjuntamente y aún incompatibles si son interpuestas una en
subsidio de otra, ya que esto es permitido en las normas procesales (art. 17 CPC)
Acciones protectoras
Acción confesoria:
Puede ser una acción declarativa de todo derecho real restringido cuando es desconocida su existencia y
Puede ir o no acompañada de una petición complementaria para obtener la orden de que sea permitido al
titular hacerlo efectivo, debiendo cesar todo obstáculo.
El CC no la menciona expresamente, pero según Peñailillo es adminisble, fundada en el art. 891.
Acciones protectoras
La acción negatoria pretende obtener una declaración de que una cosa no está gravada con un derecho
real que el demandado está sosteniendo o que ese gravamen tiene una entidad inferior a la postulada por
el otro.
Puede ser añadida la petición de que cese la perturbación que el demandado está provocando. Defiende
la libertad de ejercicio de los derechos reales.
En sus orígenes la negatoria pretendía directamente eliminar la pretensión de derecho real y más
exactamente de una servidumbre. Pero la tendencia actual es extenderla a todos los derechos reales, a los
personales y aun a pretensiones de tenencia.
El CC no la establece, algunas hipótesis en las que podría ser empleada quedan cubiertas por la acción
reivindicatoria, otras por la innominada de dominio o por la declarativa de dominio y con frecuencia las
acciones posesorias cumplen la función de negatoria.
Acciones protectoras
La acción declarativa de dominio: llámese acción declarativa de dominio a la que tiene el dueño de
una cosa para que, siendo constatado, el dominio sea declarado a su favor por el tribunal.
Por ella es perseguida la declaración de que el actor es dueño de un objeto, sin añadir una pretensión
de ejecución y sin que sea necesario que el demandado lo esté poseyendo.
Es empleada ante una controversia por el dominio que hasta ahora no ha llegado a los tribunales,
estimulada por antecedentes reales o aparentes que promueven duda.
Puede ser agregada la petición del cese de alguna perturbación que perpetrada con fundamento en un
supuesto de domino proclamado por el contenedor.
Acciones protectoras
Acciones personales:
Si la turbación del dominio resulta ser una derivación de una relación contractual, también puede sr
protegido mediante una acción personal emanada del respectivo contrato.
Así si al terminar un contrato de comodato el comodatario no restituye la cosa al comodante (dueño),
como es su obligación (art. 2180 CC), éste puede ejercitar la acción personal correspondiente derivada
del contrato de comodato, para lograr judicialmente la restitución.
Si el contrato es declarado nulo, las reglas de la nulidad conceden acción restitutoria (arts. 1687 y 1689
CC); y si el contrato es resuelto, en las reglas de la resolución conceden también la restitución del bien
(arts. 1487, 1490 y 1491 CC).