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MÓDULO DE TIPOLOGÍA

BÍBLICA
SIMBOLOGÍA
BÍBLICA
La Biblia presenta un mensaje relevante para las necesidades
de cada hombre y mujer, en todo tiempo y en todo lugar. Sin
embargo, debemos ser conscientes que aunque la Biblia hace
referencia a realidades concretas de su tiempo, muchas veces
lo hizo a través de un lenguaje simbólico.
Este simbolismo se presenta en las Escrituras a través del uso
de imágenes, y de la repetición de patrones y tipos. Es tal la
importancia de las mismas, que a menos que
comprendamos el significado y uso de estas imágenes,
realmente no estaremos comprendiendo el mensaje del
autor.
El SÍMBOLO es un ser u objeto que representa un concepto abstracto, invisible,
por alguna semejanza o correspondencia.

TIPO Y SÍMBOLO
Desde el punto de vista hermenéutico, el símbolo tiene mucho en común con el
tipo, por lo que ambos pueden llegar a confundirse. En cierto sentido, todos los
tipos podrían ser considerados como símbolos, pero no todos los símbolos son
tipos. Unos y otros tienen en común que están constituidos por objetos literales
que entrañan el significado de otras realidades con las que existe una relación de
analogía. La diferencia radica en que el tipo tiene su confirmación y
frecuentemente su explicación en el Nuevo Testamento, requisito que no
distingue necesariamente al símbolo. Una de las diferencias principales entre el
Tipo y las Imágenes o Símbolos es la historicidad del Tipo-Antitipo. Mientras
que la Imagen o Símbolo no necesariamente tienen que ser o corresponder a
eventos reales, el tipo sí.
METODO DE INVESTIGACIÓN DEL SÍMBOLO

• Comparar suficiente número y variedad de los símbolos


bíblicos, especialmen­te los que están acompañados por una
solución autorizada.
• Notar atentamente los principios y métodos exhibidos en la
exposición de aquellos símbolos a los cuales acompaña su
solución.
• Los nombres de los símbolos han de entenderse
literalmente.
• El símbolo siempre denota algo distinto de sí mismo.
• Alguna semejanza, más o menos minuciosa, puede
descubrirse entre el símbolo y lo que simboliza.
El intérprete debe prestar estricta atención a:
1. La posición histórica desde la cual el escritor o el profeta nos
hablan.
2. El objeto y el contexto.
3. La analogía y el intento de símbolos y figuras similares usadas
en otras partes.
Como los símbolos de visiones tenemos:
• La resurrección de huesos secos, en Ezeq. 37:1-14, se explica
como la restauración de Israel a su propia tierra. Expresamente se
declara que los huesos secos son toda la casa de Israel (v. 11 Me
dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de
Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y
pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos.)
• En la visión inicial del Apocalipsis Juan vio la semejanza
del Hijo del hombre en medio de los siete candeleros de
oro y se le dijo que los candeleros eran símbolo de las
siete iglesias de Asia, y no cabe duda acerca de que el
candelero de oro, con sus siete lámparas, visto por el
profeta Zacarías 4:2 Y me dijo: ¿Qué ves? Y
respondí: He mirado, y he aquí un candelabro
todo de oro, con un depósito encima, y sus siete
lámparas encima del candelabro, y siete tubos
para las lámparas que están encima de él.) y el
candelero de siete ramificaciones del tabernáculo
mosaico eran de análoga intención simbólica.
El cuidadoso estudio de la simbología aumenta si tenemos presente que
un objeto determinado no siempre tiene el mismo simbolismo.

• El fuego puede ser simbólico de:

Purificación: 1 Ped 1:7: para que sometida a prueba vuestra fe,


mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se
prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando
sea manifestado Jesucristo.

Juicio: Is. 31:9: Y de miedo pasará su fortaleza, y sus príncipes, con


pavor, dejarán sus banderas, dice Jehová, cuyo fuego está en Sion, y
su horno en Jerusalén.
• El agua puede simbolizar:
Lavamiento moral: Ef. 5:26: Para santificarla, habiéndola
purificado en el lavamiento del agua por la palabra.
La salvación: Jn. 4:14: Mas el que bebiere del agua que yo le
daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré
será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

La vida abundante dada por el Espíritu Santo: Jn. 7:38,39: El


que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior
correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían
de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el
Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
• En el aceite, por su uso original para la unción de
sacerdotes y reyes, se ha visto siempre como un
símbolo del Espíritu de Dios, pero no faltan textos en los
que se usa como símbolo de sanidad: Is. 1:6: Desde la
planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa
sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no
están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con
aceite.
De alegría: Is. 61:3: A ordenar que a los afligidos de
Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo
en lugar de luto, manto de alegría en lugar del
espíritu angustiado; y serán llamados árboles de
justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.
Ante esta pluralidad simbólica de muchos objetos,
el intérprete ha de decidirse no por el significado
que más abunde en el conjunto de la Escritura, sino
por el que esté más en consonancia con el
contexto. Otros factores que han de tomarse en
consideración al interpretar un símbolo son la
situación vital del escritor, su perspectiva histórica,
lo esencial de su mensaje y el significado claro del
mismo símbolo usado en otros pasajes del libro, y,
por supuesto, la analogía entre el símbolo y lo
simbolizado debe ser simple; no deben buscarse
múltiples puntos de semejanza o correspondencia
entre ambos
CLASIFICACIÓN DE LOS SÍMBOLOS

CLASES DE SÍMBOLOS
OBJETOS
MATERIALES

HECHOS
MILAGROSOS
ELEMENTOS DE
VISIONES
PROFETICAS
OBJETOS MATERIALES

El arca del testimonio


La forma cúbica del sacrosanto recinto ya nos habla de la
perfección absoluta del lugar en que Dios habita con toda la
gloria de su santidad, compárese la descripción de la
Jerusalén celestial. Ap.21:16: La ciudad se halla
establecida en cuadro, y su longitud es igual a su
anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil
estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son
iguales.
HECHOS MILAGROSOS

• El querubín con la espada flameante a la puerta del Edén, Gn.


3:24: Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del
huerto de Edén querubines, y una espada encendida que
se revolvía por todos lados, para guardar el camino del
árbol de la vida, símbolo de ruptura en la comunión del
hombre con Dios.
• La zarza ardiente que vio Moisés en Horeb, Ex. 3:2: Y se le
apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en
medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en
fuego, y la zarza no se consumía, símbolo de la presencia
soberana y de la santidad de Dios.
ACCIONES SIMBÓLICAS

• Ezequiel. 2:8-3:3: Mas tú, hijo de hombre, oye lo que yo te hablo;


no seas rebelde como la casa rebelde; abre tu boca, y come lo que
yo te doy.
Y miré, y he aquí una mano extendida hacia mí, y en ella había un
rollo de libro. Y lo extendió delante de mí, y estaba escrito por
delante y por detrás; y había escritas en él endechas y lamentaciones
y ayes. Mas tú, hijo de hombre, oye lo que yo te hablo; no seas
rebelde como la casa rebelde; abre tu boca, y come lo que yo te doy.
Y miré, y he aquí una mano extendida hacia mí, y en ella había un
rollo de libro. Y lo extendió delante de mí, y estaba escrito por
delante y por detrás; y había escritas en él endechas y lamentaciones
y ayes,
Ap. 10:2,8-11: Tenía en su mano un librito abierto; y
puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la
tierra, La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y
dijo: Ve y toma el librito que está abierto en la mano del
ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra. Y fui
al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo:
Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu
boca será dulce como la miel. Entonces tomé el librito de
la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como
la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre.
Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre
muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.
Jer.18:1-6: Palabra de Jehová que vino a Jeremías,
diciendo: Levántate y vete a casa del alfarero, y allí
te haré oír mis palabras. Y descendí a casa del
alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y
la vasija de barro que él hacía se echó a perder en
su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le
pareció mejor hacerla. Entonces vino a mí palabra
de Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros
como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová.
He aquí que como el barro en la mano del alfarero,
así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.
Ilustración conmovedora del desastre en que
desembocaba la historia de Israel y de la acción
restauradora de Dios.
El profeta Isaías, siguiendo la palabra de Dios,
anduvo desnudo y descalzo como señal y
presagio sobre Egipto y Etiopía, cuyos cautivos
serían deportados por el rey de Asiria en
idénticas condiciones, Isaias 20:2: En aquel
tiempo habló Jehová por medio de Isaías
hijo de Amoz, diciendo: Ve y quita el
cilicio de tus lomos, y descalza las
sandalias de tus pies. Y lo hizo así,
andando desnudo y descalzo.
Pero indudablemente la acción más impresionante
se encuentra en el libro de Oseas, el profeta del
amor perdonador. El drama vivido en su experiencia
por la prostitución de su esposa, a quien, a pesar de
todo, ama ya la que finalmente rescata , tiene un
gran fondo simbólico.
Oseas 3:1: Me dijo otra vez Jehová: Ve, ama a
una mujer amada de su compañero, aunque
adúltera, como el amor de Jehová para con los
hijos de Israel, los cuales miran a dioses
ajenos, y aman tortas de pasas.

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