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OPERACIONES DE CRÉDITO

LIC. FRANCISCO JAVIER GUERRA SEPÚLVEDA


CONCEPTO DEL CRÉDITO

La vida comercial moderna no podría ser concebida sin el


crédito. La mayor parte de la riqueza, es riqueza
crediticia. Por el crédito se desenvuelven y multiplican los
capitales y se realiza el fenómeno fundamental de la
producción.

El descubrimiento del valor mágico del crédito, como


generador de riqueza, marca indudablemente un momento
estelar en la historia del hombre. El crédito ha sido el
pivote del progreso de la sociedad contemporánea.
CONCEPTO DEL CRÉDITO

En un sentido genérico, crédito (del latín credere), significa confianza. De


una persona en quien se cree, a la que se le tiene confianza, se dice que
es persona digna de crédito. Mas no siempre que hay confianza hay
crédito en sentido jurídico, y sí hay ocasiones en que el crédito se
concede con ausencia de confianza (como cuando se da dinero a un
comerciante para que salga de situación angustiosa, y, como no se confía
en él, se le nombra un administrador para su empresa, caso frecuente en
la vida bancaria). En sentido jurídico, habrá un negocio de crédito cuando
el sujeto activo, que recibe la designación de acreditante, traslade al
sujeto pasivo, que se llama acreditado, un valor económico actual, con la
obligación del acreditado de devolver tal valor o su equivalente en dinero,
en el plazo convenido.

En este concepto se comprende lo mismo la traslación de propiedad de


un bien tangible (contrato de mutuo), que la trasmisión de un valor
económico intangible (casos en que se presta la firma o se contrae una
obligación por cuenta del acreditado).
CONCEPTO DEL CRÉDITO

CRÉDITO. Etimología credere significa


crear, tener confianza y es equivalente a
fides o fiducia.
CONCEPTO DEL CRÉDITO

Teorías Económicas

J. STUAR MILL. Crédito es el permiso de utilizar el capital


de las otras personas en provecho propio.

H. D MACLEAD. Crédito es un derecho de actuar.

ROSCOE TURNER. Crédito es simplemente una promesa


de pagar en dinero.

FEDERICO VON KLEINWATCHTER. El crédito es la


confianza en la posibilidad, voluntad y solvencia de un
individuo que se refiere al cumplimiento de una obligación
contraída.
CONCEPTO DEL CRÉDITO

TEORÍAS JURÍDICAS

OCTAVIO A. HERNÁNDEZ. Institución económica jurídica


en cuya virtud una persona entrega a otra un bien presente a
cambio de la promesa de que se le entregará al vencimiento
de la obligación otro bien o su equivalente.

DR. RAYMOND KENT. Crédito es el derecho a recibir pagos


o la obligación de hacer pagos al ser requeridos o en algún
futuro sobre la transferencia inmediata de pago.

JOAQUÍN RODRÍGUEZ Y RODRÍGUEZ. Transmisión actual


de la propiedad de dinero o de títulos, por el acreedor, para
que la contrapartida se realice tiempo después por el
deudor.
ELEMENTOS DEL CRÉDITO

* Idoneidad del prestatario

* Eficacia de las garantías

* Destino del crédito

* Plazos de vencimiento

* Transmisibilidad del título


OPERACIÓN DE CRÉDITO Y OPERACIÓN BANCARIA

La operación de crédito, en sentido estricto, es un negocio jurídico en


que el crédito existe (mutuo, depósito irregular, aval, etc.).

Pero conviene advertir que, con cierta impropiedad, nuestra Ley General
de Títulos y Operaciones de Crédito comprende bajo el rubro de tales
operaciones, a negocios jurídicos en los que, en sentido estricto y como
fundamental elemento, no se da el fenómeno del crédito (depósito
bancario regular, depósito en almacenes generales, fideicomiso,
etcétera). Es que por razones prácticas, el término “operación de
crédito” se ha extendido al campo de aquellos negocios que bien, si no
son estrictamente crediticios, tienen relación normal con los negocios
de crédito, principalmente por alguno de los sujetos del negocio.

Operación de crédito, no es muy propio. Debería decirse, con mayor


precisión, “negocio de crédito”; pero como tales negocios suelen
celebrarse en gran escala por los bancos, que son instituciones
especializadas que tradicionalmente se ha dicho que “operan” en el
campo del crédito, el antiguo término “operación” ha persistido en las
leyes y en el lenguaje jurídico.
REPORTO

DEFINICIÓN

Reporto es el contrato por el que el reportador adquiere por una suma


de dinero la propiedad de títulos de crédito y se obliga a transferir al
reportado la propiedad de otros tantos títulos de la misma especie, en
el plazo convenido y contra reembolso del mismo precio, más un
premio, que generalmente queda a beneficio del reportador.

Reporto es aquel contrato por medio del cual el reportado transfiere la


propiedad y entrega al reportador, por la suma convenida, y de él
inmediatamente percibida, determinados títulos de crédito por un tanto
que se llama tasa o precio del reporte; a su vez, por el mismo contrato,
el reportador se obliga, contra reembolso de la suma originalmente
pagada, a transferirlos al vencimiento pactado al reportado, obligado a
rescatar otros tantos títulos de la misma especie.
REPORTO

* Se trata de una transmisión temporal, en todo caso de títulos de crédito


exclusivamente.

* Quien entrega los títulos se llama reportado, y es el deudor en el


contrato; y quien los recibe se denomina reportador, y es el acreedor.

* Durante el plazo, por tratarse de un contrato de crédito traslativo de


propiedad, el reportador no tiene límite en el uso y dominio de los títulos
transferidos.

* Al término del contrato, el reportador se obliga a regresar al reportado


otros tantos títulos de crédito de la misma especie o bien los mismos, y
contra ellos el reportado se obliga a dar el precio que tengan, más un
premio (un porcentaje, una cantidad fijada convencionalmente, etc.); es
decir, aquél que entregó los títulos, tiene el derecho de volver a recibirlos,
pero al volver a recibirlos deberá pagar su precio, más un premio.
REPORTO

DESCRIPCIÓN DEL CONTRATO. Elementos Personales. Objeto.


Obligaciones de las Partes. El ejemplo quedará más claro, con el
concepto que del reporto da el artículo 259; “en virtud del reporto, el
reportador adquiere por una suma de dinero la propiedad de títulos de
crédito, y se obliga a transferir al reportado la propiedad de otros
tantos títulos de la misma especie en el plazo convenido y contra el
reembolso del mismo precio, más un premio. El premio queda en
beneficio del reportador, salvo pacto en contrario”.

Los elementos personales son el reportador y el reportado, y la


operación se desdobla en dos momentos. En un primer momento, el
reportador adquiere la propiedad de títulos de crédito; y en un segundo
momento, traslada al reportado igual cantidad de títulos de la misma
especie y calidad. En el primer momento, el reportador paga el precio
de los títulos y en el segundo momento, al readquirirlos, el precio lo
cubre el reportado al reportador.
REPORTO

Los títulos objeto de la operación deben ser títulos


fungibles, esto es, seriales y de mercado. Una letra de
cambio, por ejemplo, no podrá ser objeto de reporto. El
objeto típico o más usual del reporto son las acciones al
portador.

El reportador, adquiere títulos, paga su precio, y se obliga a


vender al reportado, al plazo convenido, otros tantos títulos
equivalentes. El reportado vende títulos a un precio, y se
obliga a comprar, al plazo convenido, otros tantos títulos
equivalentes, al mismo precio. Al vencerse el reporto, la
operación podrá ser liquidada por el pago de las
diferencias, en caso de que el valor de los títulos haya
sufrido variación.
REPORTO

PARTES. CAPACIDAD

Como se desprende de lo dicho hasta este momento, en el contrato de


reporto, son dos las partes que intervienen:

El reportador: que adquiere los títulos de crédito pagando su precio, y


los podrá utilizar como quiera durante el plazo del contrato; después,
deberá reintegrarlos contra el pago del mismo precio más un premio.

El reportado: quien originalmente entrega los títulos de crédito a


cambio de su precio, y al término del contrato, cuando se le regresen
los títulos, deberá reembolsar su precio, más un premio.

Toda persona que no esté disminuida para ejercer el comercio tiene


capacidad jurídica para firmar y obligarse en términos del contrato de
reporto (Art. 3º., LGTOC).
REPORTO

OBJETO

El objeto del reporto es permitir al reportador el uso y


aprovechamiento indiscriminado, temporalmente, de ciertos
títulos de crédito, puede tener aplicación en actividades
bursátiles, financieras o corporativas. El premio que el
reportador obtendrá al reintegrar los títulos de crédito,
generalmente no es el interés primordial de las personas que
firman estos contratos, sino más bien el uso temporal de los
títulos de que se trate.

Por su parte, las ventajas (es decir el objetivo) que presenta


el reporto para el reportado, es la seguridad en la estabilidad
del precio de sus títulos, lo que puede ser sumamente valioso
en materia bursátil y financiera.
REPORTO

OBLIGACIONES DE LAS PARTES

El reportador tiene básicamente las siguientes obligaciones:

1.- A la firma del contrato, contra la recepción de los títulos de


crédito, deberá pagar el precio que se les haya fijado.

2.- Si los títulos de que se trate atribuyen un derecho de opción


que debe ser ejercitado durante el término del contrato, el
reportador estará obligado a ejercitarlo por cuenta del reportado,
pero éste deberá proveerlo de los fondos suficientes para ello
cuando menos dos días antes del vencimiento señalado para el
ejercicio del derecho opcional (art. 261 LGTOC).
REPORTO

OBLIGACIONES DE LAS PARTES

3.- Cuando los títulos de que se trate tengan derechos


accesorios, el reportador estará obligado a ejercitarlos por
cuenta del reportado, y los dividendos o intereses que se
apaguen sobre ellos durante el reporto serán entregados al
reportado al vencimiento de la operación (art. 262 LGTOC).

4.- Al término del contrato el reportador está obligado a


reintegrar al reportado los mismos títulos, u otros, pero de la
misma especie, contra el cumplimiento de las obligaciones del
reportado.
REPORTO

OBLIGACIONES DE LAS PARTES

Las obligaciones principales del reportado son las siguientes:

1.- Al inicio del contrato, debe entregar al reportador los títulos


de que se trate la convención.

2.- Cuando durante el término del reporto se deba pagar alguna


cantidad por concepto de los títulos, el reportado deberá
proporcionar al reportador los fondos necesarios a más tardar
dos días antes de la fecha en que la exhibición hay6a de ser
pagada; de o hacerlo, el reportador podrá desde luego liquidar
el contrato de reporto (art. 263 LGTOC).
REPORTO

OBLIGACIONES DE LAS PARTES

Las obligaciones principales del reportado son las siguientes:

3.- Cuando el reportador debe ejercitar un derecho opcional en


nombre del reportado, éste deberá proveerlo de los fondos suficientes
cuando menos dos días antes del vencimiento para ejercer ese
derecho.

4.- Al término del contrato, contra la entrega que le haga el reportador


de los títulos objeto del negocio, el reportado pagará exactamente el
mismo precio que aquél pagó a la firma; además, deberá entregarle un
precio que será pactado convencionalmente.

En general, la carga obligacional del reporto, que no esté


específicamente prevista y diseñada en la ley, quedará al arbitrio de
los contratantes (art. 78. C. Com. Y art. 2º., párrafo , LGTOC).
REPORTO

NATURALEZA DEL CONTRATO. Se discute la naturaleza de esta


operación, y las diversas teorías para explicarla podrían resumirse
así: a).- Teoría del préstamo; b).- Teoría de la venta con pacto de
retroventa; c).- Teoría de la venta con promesa de venta, y d).-
Teoría de la doble venta.

La intención de los contratos, dice Thaller, se debe concluir que se


trata de un préstamo con interés y con garantía prendaria.

La teoría no resiste el análisis, principalmente porque en el


préstamo prendario no hay transmisión de propiedad de la garantía
ni pago de precio, y ya se ha visto que el reportador adquiere la
propiedad de los títulos dados en reporto.
REPORTO

CLASIFICACIÓN

El contrato reporto es típico, real, principal, formal, de tracto


sucesivo, bilateral, oneroso, conmutativo, y traslativo de dominio.

Es típico porque se encuentra regulado por la Ley del Mercado de


Valores, y asimismo le son aplicables las disposiciones tanto de
la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, como de la
Ley de Instituciones de Crédito.

Es real porque se perfecciona con la entrega de los títulos que


serán materia de la operación.

Es principal porque existe por sí mismo y no requiere de otro para


su subsistencia.
REPORTO

CLASIFICACIÓN

Es formal porque debe ser otorgado siempre por escrito. Así, el


artículo establece;

Artículo 260.- El reporto debe constar por escrito, expresándose el


nombre completo del reportador y del reportado, la clase de los títulos
dados en reporto y los datos necesarios para su identificación, el
término fijado para el vencimiento de la operación, el precio y el
premio pactados o la manera de calcularlos.

Es de tracto sucesivo porque las obligaciones de las partes se


extienden durante un período determinado de tiempo que es el
establecido en cada caso en el contrato, hasta que el reportador
restituya los títulos o sus equivalentes al reportado.
REPORTO

CLASIFICACIÓN

Es bilateral porque las partes tienen obligaciones y derechos


recíprocos.

Es oneroso porque contiene provechos y gravámenes para


ambas partes.

Es conmutativo porque las prestaciones, provechos y


gravámenes que derivan del contrato son plenamente conocidas
por las partes desde su celebración, por lo que a las condiciones
del contrato celebrado entre ambas partes se refiere.

Es traslativo de dominio, porque los títulos serán transferidos en


propiedad a favor del reportador.
REPORTO

EL REPORTO COMO CONTRATO BURSÁTIL.- El reporto es considerado


como un contrato bursátil típico. Se le utiliza para cubrir una especulación,
un juego de bolsa.

En la bolsa se cotizan valores de especulación, generalmente acciones,


sujetos a variaciones de altas y bajas. El juego de bolsa tiene el
mecanismo siguiente: las acciones de la compañía X tienen un valor de
$100.00 en bolsa; Pedro presume que dichas acciones subirán dentro de
quince días, y las compra hoy, a su valor de 100, para que dentro de quince
días le sean entregadas; Juan, que piensa que las acciones bajarán, las
vende hoy a cien. Pedro jugó al alza y Juan a la baja. Si dentro de quince
días las acciones tienen un valor de 80, Juan habrá ganado, porque su
previsión habrá sido realizada: comprará las acciones a 80 y las venderá a
100. Por el contrario, si las acciones tienen un valor de 110, se habrá
realizado la previsión de Pedro, que jugó al alza, y él habrá ganado: Juan
tendrá que comprar las acciones a 110 para entregarlas al precio de 100.
Este juego, que en algunos países ha estado prohibido, puede hacerse sin
la entrega material de las acciones, y por el simple pago de las diferencias.
REPORTO

Para cubrir tal juego ha tenido aplicación el reporto. Quien


prevé una baja, compra los valores al precio actual, para
venderlos dentro de breve plazo (según nuestra ley a un
máximo de cuarenta y cinco días. Art. 265). Adquiere los
títulos y los vende hoy a un tercero, lisa y llanamente. Si al
llegar el plazo se cumple su previsión, y los títulos bajan,
los adquirirá al precio reducido y los venderá a su antiguo
vendedor al precio antiguo, con la consiguiente utilidad.
REPORTO

EL REPORTO EN LA PRÁCTICA BANCARIA MEXICANA.- El reporto es


nuevo en la legislación mexicana, y dado el raquitismo de nuestro tráfico
bursátil, a que se ha hecho referencia, se pensó que en nosotros no
prosperaría. Sin embargo, su uso se ha extendido en una práctica
bancaria que se considera indebida. Se utiliza para cubrir operaciones de
préstamo con garantía prendaria, por lo que, en esa forma, se viola la
prohibición del pacto comisorio.

Los bancos, en vez de celebrar un contrato de préstamo con garantía de


títulos, prefieren reportarlos, y así, si el reportado no cubre al vencimiento
el valor fijado a los títulos, quedan éstos como propiedad definitiva del
banco. Concluyendo: el reporto, en la práctica mexicana, ha salido del
terreno bursátil para internarse e los campos de la actividad bancaria. No
es un contrato exclusivamente bancario; sino que puede celebrarse entre
particulares. Es más: como contrato bancario debería prohibirse, ya que
los bancos tienen prohibido especular en operaciones bursátiles y el
reporto, lo utilizan en la práctica para burlar la prohibición del pacto
comisorio.
REPORTO

EL DEPORTO.- El premio del reporto queda a favor del


reportador, porque ordinariamente la operación se celebra en
interés principal del reportado. Pero puede darse el caso de que
el reportador sea el más interesado en la celebración de negocio
(como sería, por ejemplo, el caso de que el reportador necesitara
acciones de una sociedad para obtener mayoría en una
asamblea). En este caso, el reportador adquiriría, por el reporto,
la propiedad de los títulos y se obligaría a devolverlos en la
forma ya estudiada, y como la operación se habría celebrado en
interés suyo, el premio pactado se pagaría al reportado. En la
hipótesis, la operación recibiría el nombre de deporto.
DEPÓSITO

DEFINICIÓN

Desde antiguas edades es conocido el contrato de


depósito. El Código de Hammurabi (20 Siglos antes de
Cristo), se le reglamentó. Desde tal fecha, pasando por
Grecia y Roma, se ha Practicado la operación hasta
nuestros días. Aunque el depósito es, en general, un
contrato que cualquier sujeto puede celebrar, es la
operación bancaria pasiva básica, por medio de la cual el
Banco se allega capitales para el desempeño de la función
bancaria.
DEPÓSITO

DEFINICIÓN

Contrato por el cual el depositario se obliga a recibir


una cosa, mueble o inmueble, que se le confía. Y a
guardarla para restituirla cuando la pida el depositante.
DEPÓSITO

DEFINICIÓN

Es un contrato por el cual el depositario se obliga hacia el


depositante a recibir una cosa, mueble o inmueble, que
aquél le confía. Y a guardarla para restituirla para cuando
la pida el depositante, según la definición que nos da el
artículo 2516 del Código Civil para el Distrito Federal.
DEPÓSITO

DEFINICIÓN

Es mercantil si tiene por origen una operación


mercantil, o si las cosas depositadas son cosas
mercantiles, según lo establece el artículo 332 del
Código de Comercio.
DEPÓSITO

DEFINICIÓN

Depósito bancario, es aquel emanado de un


contrato por cuya virtud el depositante entrega
una cosa a una institución de crédito, para su
guarda y custodia, o bien le trasmite la
propiedad de la cosa que la institución se obliga
a restituirla en la misma especie.
DEPÓSITO

DEFINICIÓN

Depósito administrativo, es aquel que se hace


con motivo de laguna concesión, permiso, o
autorización administrativa; y, el depósito
judicial es aquel que se hace en un juicio civil o
penal para caucionar determinados actos,
mediante la constitución de un depósito.
DEPÓSITO

DEFINICIÓN

Depósito judicial de una cosa litigiosa en


poder de un tercero, hasta que se decida a
quién debe entregarse.
DEPÓSITO

CLASIFICACIÓN

El contrato depósito mercantil es típico, real, principal, consensual o


formal, de tracto sucesivo, bilateral, oneroso y conmutativo.

Es típico porque se encuentra regulado tanto por el Código de


Comercio, como también por la Ley General de Títulos y Operaciones
de Crédito; la Ley de Instituciones de Crédito y la Ley General de
Organizaciones y Actividades Auxiliares de Crédito.

Es real porque se perfecciona con la entrega de la cosa materia del


depósito, ya que el artículo 334 establece que el depósito queda
constituido mediante la entrega al depositario de la cosa que constituye
su objeto.

Es principal porque existe por sí mismo y no requiere de otro para su


subsistencia.
DEPÓSITO

CLASIFICACIÓN

Es consensual porque la ley no exige forma alguna para


su otorgamiento, de modo que la voluntad de las partes
puede expresarse de manera verbal, no obstante en
ocasiones es otorgado por escrito.

Es de tracto sucesivo porque las obligaciones de las


partes se extienden durante un período determinado de
tiempo.

Es bilateral porque las partes tienen obligaciones y


derechos recíprocos.
DEPÓSITO

CLASIFICACIÓN

Es oneroso porque contiene provechos y gravámenes


para ambas partes. Así, de acuerdo con el artículo 333
del Código de Comercio, salvo pacto en contrario, el
depositario tiene derecho a exigir retribución por el
depósito, la cual se arreglará a los términos del contrato,
y en su defecto, a los usos de la plaza en que se
constituyó el depósito.

Es conmutativo porque las prestaciones, provechos y


gravámenes que derivan del contrato son plenamente
conocidas por las partes desde su celebración.
DEPÓSITO

DEPÓSITO REGULAR E IRREGULAR

Depósito regular. Es aquel por el cual el depositario se obliga


hacia el depositante a recibir una cosa, a conservarla según la
reciba y a devolverla con los documentos si los tuviere cuando el
depositante se la pida. (Art. 335 del CCo.).

El depósito de una suma determinada de dinero en moneda


nacional o en divisas o monedas extranjeras, transfiere la
propiedad al depositario, y lo obliga a restituir la suma
depositada en la misma especie, salvo lo dispuesto en el artículo
siguiente. (Art. 267 LTOC).

Los depósitos que se constituyan en caja, saco o sobre


cerrados, no transfieren la propiedad al depositario, y su retiro
quedará sujeto a los términos y condiciones que en el contrato
mismo se señalen. (Art. 268 LTOC).
DEPÓSITO

DEPÓSITO REGULAR E IRREGULAR

Salvo el caso a que se refiere el artículo siguiente, los Almacenes


Generales están obligados a restituir los mismos bienes o
mercancías depositados, en el estado en que los hayan recibido,
respondiendo sólo de su conservación aparente y de los daños que
se deriven de su culpa. (Art. 280 LTOC).

Los Almacenes pueden recibir en guarda mercancías o bienes


genéricamente designados, con obligación de restituir otros tantos
de la misma especie y calidad, siempre que dichos bienes o
mercancías sean de calidad tipo, o que, de no serlo, pueda
conservarse en los Almacenes en condiciones que aseguran su
autenticidad, una muestra conforme a la cual se efectuará la
restitución. En este caso, los Almacenes responden no sólo de los
daños derivados de su culpa, sino aún de los riesgos inherentes a
las mercancías o efectos materia del depósito. (Art. 281 LTOC).
DEPÓSITO

DEPÓSITO REGULAR E IRREGULAR

Depósito irregular. Se constituye respecto de bienes


genéricamente designados, en los que el depositario no se
obliga a la guarda y conservación de ellos, sino que su
obligación consiste en restituir otros tantos de la misma especie
y calidad, siempre que dichos bienes o mercancías sean de
calidad tipo o que, de no serlo, puedan conservarse en los
almacenes en condiciones que aseguren su autenticidad, una
muestra conforme a la cual se efectuará la restitución.

El depósito de una suma determinada de dinero en moneda


nacional o en divisas o monedas extranjeras, transfiere la
propiedad al depositario, y lo obliga a restituir la suma
depositada en la misma especie. (Art. 267 LTOC).
DEPÓSITO

DEPÓSITO BANCARIO DE TÍTULOS

Depósito de dinero. Es aquel por el cual el depositante transfiere la


propiedad al depositario de una suma determinada de dinero en moneda
nacional o en divisas o monedas extranjeras, con la obligación del
depositario de devolver la suma depositada en la misma especie, salvo
que se trate de depósitos que se constituyan en caja, saco o sobre
cerrados, en cuyo caso no se transfiere la propiedad y el depositario
debe devolver las mismas monedas o dinero en caja, saco o sobre
cerrados (arts. 267 y 268 de la LGTOC). La diferencia entre el préstamo
y el depósito no es sólo el carácter gratuito que puede tener el primero,
sino que en el préstamo quien recibe los bienes debe devolver otro tanto
de ellos en el plazo fijado o dentro de los 30 días siguientes de la
interpretación, mientras que en el depósito el depositario queda obligado
a entregar otro tanto en la fecha en que se lo pida el depositante.
Además, el préstamo siempre es irregular, es decir, siempre transfiere la
propiedad de los bienes, mientras que el depósito puede ser regular o
irregular.
DEPÓSITO

DEPÓSITO BANCARIO DE TÍTULOS

Depósito bancario de títulos. Consiste en la entrega que hace el


depositante al depositario de títulos de crédito o valores con la
obligación de éste de custodiarlos, conservarlos y devolverlos al
depositante en el plazo pactado o cuando el depositante los pida
(art. 276 de la LGTOC).

Depósito mercancías. Es el depósito mercantil regulado por el C


Co por el cual el depositario se obliga hacia el depositante a recibir
una cosa objeto de comercio, que aquél le confía, y a guardarla
para restituirla cuando la pida el depositante (art. 332). También
se incluye el depósito de mercancías en almacenes generales,
ante una organización auxiliar del crédito, el almacén general, y
puede ser un depósito regular o uno irregular.
DEPÓSITO

DEPÓSITO BANCARIO DE TÍTULOS

En Función de la disponibilidad

Depósito a la vista. Es el contrato de depósito por el cual el depositante


entrega bienes al depositario para que éste los restituya, o restituya otros
tantos de la misma especie, cantidad o calidad en cualquier momento que el
depositante lo solicite. En este depósito, el depositante tiene derecho de
hacer remesas en efectivo para abono de su cuenta y a disponer, total o
parcialmente, de la suma depositada, mediante cheques girados a cargo del
depositario. Los depósitos de dinero constituidos a la vista en instituciones
de crédito se entienden entregados en cuenta de cheques, salvo convenio en
contrario (art. 269 de la LGTOC).

Depósito con previo aviso. Conforme este depósito, el depositante tiene


derecho a disponer de la cosa depositada, generalmente dinero, mediante un
aviso dado con antelación al depositario; a falta de pacto, el depositario tiene
derecho a disponer de los bienes al día siguiente del aviso (art. 271 de la
LGTOC).
DEPÓSITO

DEPÓSITO BANCARIO DE TÍTULOS

Depósito a plazo. Es el contrato por el cual las partes convienen en


señalar el plazo en el cual el depositario deberá devolver al depositante
los bienes depositados. Antes de ese plazo el depositario no puede
disponer de los bienes depositados.

Depósito en cuenta corriente. En este depósito, el depositante puede


disponer en cualquier momento de la cosa depositada dentro del plazo
de vigencia del contrato y tiene derecho también a hacer nuevas
entregas en depósito. Por virtud del contrato de depósito en cuenta
corriente, una persona entrega a otra cantidades de dinero, con objeto de
que sean custodiadas o para obtener de ellas cierto rendimiento, con la
obligación por parte del depositario de permitir los retiros y reembolsos
parciales del depositante. Se diferencia de la cuenta corriente por la
unilateralidad del suministro por parte del depositante, la falta de
identidad y reciprocidad de posición.
DEPÓSITO

DEPÓSITO BANCARIO DE TÍTULOS

Elementos de existencia y validez

Para que exista contrato de depósito se requiere el acuerdo de voluntades


entre el depositante y depositario, así como del objeto.

Objeto. El objeto del contrato de depósito mercantil se constituye por bienes


muebles: dinero, títulos de crédito (pagarés, cheques y letras de cambio),
valores (acciones, bonos u obligaciones) o mercancías.

Capacidad. La capacidad en materia de depósitos mercantil es la misma


exigida en derecho común. Tienen capacidad para celebrar un contrato de
depósito las personas que la tienen para celebrar contratos, sean o no en
derecho comerciantes. Lo que califica de mercantil al depósito es en principio
la cosa objeto de comercio, pero también el sujeto cuando éste es un
comerciante, como en el caso de los almacenes generales de depósito y las
instituciones de crédito que reciben mercancías y dinero en ese concepto.
DEPÓSITO

DEPÓSITO BANCARIO DE TÍTULOS

Partes de contrato. Son partes del contrato de depósito el depositante, la


persona que entrega en depósito dinero, títulos o mercancías, y el
depositario, quien asume la obligación de restituirlas o de restituir otro
tanto de la misma especie y cantidad, según que el depósito sea regular
o irregular.

Formalidades. El Cco no exige formalidad alguna para la celebración del


contrato de depósito; sin embargo, la LGTOC establece que los
depósitos en cuenta de cheques se comprobarán con los recibos del
depositario o con anotaciones hechas por él en libretas que al efecto
debe entregar al depositante, y respecto de los depósitos a plazo o
preaviso, señala que los mismos se comprobarán con las constancias
por escrito nominativas y no negociables.
DESCUENTO

Los créditos abiertos en los libros de comerciantes podrán ser objeto de


descuento, aun cuando no estén amparados por títulos de crédito suscritos
por el deudor, siempre que se reúnan las siguientes condiciones:

I.- Que los créditos sean exigibles a término o con previo aviso fijos;
II.- Que el deudor haya manifestado por escrito su conformidad con la
existencia del crédito;
III.- Que el contrato de descuento se haga constar en póliza a la cual se
adicionarán las notas o relaciones que expresen los créditos descontados,
con mención del nombre y domicilio de los deudores, del importe de los
créditos, del tipo de interés pactado, y de los términos y condiciones de
pago;
IV.- Que el descontatario entregue al descontador letras giradas a la orden
de éste y a cargo de los deudores, en los términos convenidos para cada
crédito. El descontador no quedará obligado a la presentación de esas letras
para su aceptación o pago, y sólo podrá usarlas en caso de que el
descontatario lo faculte expresamente al efecto o no entregue al
descontador, a su vencimiento, el importe de los créditos respectivos. (Art.
288 LGTOC).
DESCUENTO

El descontatario será considerado, para todos los


efectos de ley, como mandatario del descontador, en
cuanto se refiere al cobro de los créditos materia del
descuento. (Art. 289 LGTOC).

Sólo las instituciones de crédito podrán celebrar las


operaciones a que se refiere este Capítulo. (290
LGTOC).
DESCUENTO

El descuento es una operación mediante la cual, el


banco adquiere en propiedad un título de crédito no
vencido (letra de cambio o pagaré), anticipando al
cliente el valor, menos la comisión y los intereses
respectivos en la fecha de transacción y la del
vencimiento del documento.
REDESCUENTO

El redescuento es un nuevo descuento que se


superpone a otro anterior y en el que quien antes
fue cesionario (Banco Privado) se convierte
ahora en cedente del crédito al banco emisor.
APERTURA DE CRÉDITO

CONCEPTO

La apertura de crédito es definida por el artículo 291 de la


Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito como el
contrato en virtud del cual el acreditante se obliga a poner
una suma de dinero a disposición del acreditado o a
contraer por cuenta de éste una obligación para que el
mismo haga uso del crédito concedido en la forma,
términos y condiciones convenidos, quedando obligado el
acreditado a restituir al acreditante las sumas de que
disponga o a cubrirlo oportunamente por el importe de la
obligación que contrajo y en todo caso, a pagarle los
intereses, prestaciones, gastos y comisiones que se
estipulen.
APERTURA DE CRÉDITO

CONCEPTO

Además, el artículo 292 señala que si las partes fijaron límite al


importe del crédito, se entenderá, salvo pacto en contrario, que
en él quedan comprendidos los intereses, comisiones y gastos
que deba cubrir el acreditado.

Por su parte el artículo 293 establece que si en el contrato no


se señala un límite a las disposiciones del acreditado, y
tampoco es posible determinar el importe del crédito por el
objeto a que se destina, o de algún otro modo convenido por
las partes, se entenderá que el acreditante está facultado para
fijar ese límite en cualquier tiempo.
APERTURA DE CRÉDITO

NATURALEZA

En virtud del contrato de apertura de crédito, el acreditante se


obliga a poner una suma de dinero a disposición del
acreditado, o a contraer por cuenta de éste una obligación,
para que el mismo haga uso del crédito concedido en la forma
y en los términos y condiciones convenidos, quedando
obligado el acreditado a restituir el acreditante las sumas de
que disponga, o a cubrirlo oportunamente por el importe de la
obligación que contrajo, y en todo caso a pagarle los intereses,
prestaciones, gastos y comisiones que se estipulen (art. 291)
APERTURA DE CRÉDITO

NATURALEZA

La apertura de crédito es un contrato estructurado en la


práctica bancaria, y de reciente reglamentación en los
ordenamientos positivos. Entre nosotros, se reglamento por
primera vez en la Ley General de Títulos y Operaciones de
Crédito, y en Italia, en el Código Civil de 1942. En varios
países no se le reglamenta, pero puede decirse que se practica
mundialmente. En la práctica bancaria norteamericana se le
llama “línea de crédito” (line of credit) y este término se ha
adoptado en la práctica bancaria mexicana, principalmente
para las aperturas de crédito celebradas entre banco y banco.
APERTURA DE CRÉDITO

DIVERSAS CLASES DE APERTURA DE CRÉDITO

Teoría del mutuo.- Siguiendo la ley del menor esfuerzo, los


juristas han pretendido enmarcar la figura jurídica del contrato de
apertura de crédito dentro del tradicional marco del mutuo. A esta
teoría, hace tiempo superada, se adhiere la jurisprudencia
francesa, que ve en la apertura de crédito un préstamo
condicional. El préstamo mercantil es un contrato real, traslativo
de la propiedad de la cosa prestada, al prestatario. Claramente se
ve, por la transcripción del artículo 291, que en la apertura de
crédito no se da el fenómeno de trasmisión de dominio, cuando
menos en el primer momento del contrato, y menos aún cuando el
objeto del mismo es la firma, es decir, el crédito que el acreditante
pone a disposiciones del acreditado al asumir obligaciones por
cuenta de éste.
APERTURA DE CRÉDITO

DIVERSAS CLASES DE APERTURA DE CRÉDITO

Teoría del mutuo consensual y de los actos ejecutivos.- Para superar las
objeciones a la teoría del mutuo, se pretendió que la apertura es un mutuo
consensual, seguido de actos ejecutivos (los actos de disposición del crédito).
En realidad, las objeciones no fueron superadas, ya que la teoría, por una parte,
desnaturaliza al mutuo, y por otra no explica los efectos inmediatos de la
apertura de crédito.

Teoría del mutuo-depósito.- La apertura de crédito, ha dicho Rocco, es “en


realidad un mutuo, con simultáneo depósito de la suma mutuada: el mutuante, en
vez de entregar la suma al mutuario, se constituye depositario irregular de ella” y
la pone por tanto a disposición del mutuario. La aguda teoría de Rocco no
resiste el golpe del análisis: es demasiado artificiosa. De ser válida la teoría, en
realidad, dos mutuos: en el primero, el acreditante prestaría al acreditado el
importe del crédito pactado; y el acreditado, en un segundo tiempo, prestaría el
mismo importe al acreditante (el depósito irregular es, en esencia, un mutuo).
Además, la teoría no explicaría el crédito llamado de firma, o sea cuando el
acreditante no pone a disposición dinero, sino su propia firma, para contraer una
obligación por cuenta del acreditado (art. 291).
APERTURA DE CRÉDITO

DIVERSAS CLASES DE APERTURA DE CRÉDITO

Teoría del contrato preliminar.- Esta teoría ve en la apertura de


crédito un contrato preliminar, o promesa de contrato de celebrar
en el futuro un contrato de préstamo. Se trataría de una promesa
de mutuo. A esta teoría prestan su adhesión autorizados
tratadistas. La doctrina ha sido vigorosamente combatida por
Messineo. El contrato preliminar da sólo derecho a exigir la
celebración de un contrato futuro, y en la apertura de crédito se
producen desde luego los efectos de un contrato definitivo: por su
lado, la obligación del acreditante de poner el crédito a disposición
del acreditado; y por otro, la obligación del acreditado de pagar
los “intereses, prestaciones, gastos y comisiones que se
estipulen” (art. 291 in fine). Estas prestaciones, excluidos los
intereses, se deberán pagar aun en el caso de que el acreditado
no haga uso del crédito.
APERTURA DE CRÉDITO

DIVERSAS CLASES DE APERTURA DE CRÉDITO

Teoría del contrato preliminar mixto.- Ante las objeciones hechas a la


teoría del contrato preliminar, se ha pretendido que se trata de un
contrato preliminar mixto, que produciría por un lado y de inmediato el
efecto de acreditar la suma al acreditado, y prepararía los actos de
disposición, como contratos definitivos. Puede objetarse que en esta
teoría el contrato preliminar queda desnaturalizado.

Teoría del contrato especial, autónomo y definitivo, de contenido


complejo. Que el contrato de apertura de crédito es un contrato
especial, diverso de otros contratos, autónomo, en el sentido de que por
sí mismo, produce sus propios efectos, y de contenido complejo, esto
es, que produce un doble efecto: “el primero inmediato y esencial, que
consiste en que el acreditante pone una cantidad a disposición (todavía
no en propiedad) del acreditado (obligación de hacer)”; y el segundo
efecto, que consiste en las posteriores disposiciones que del crédito
haga el acreditado.
APERTURA DE CRÉDITO
DIVERSAS CLASES DE APERTURA DE CRÉDITO

a).- Por el objeto: de dinero y de firma; b).- Por la forma de disposición: simple y
en cuenta corriente.

a).- Si se atiende el objeto del contrato de apertura de crédito, se dirá que la


apertura de crédito es de dos clases: de dinero y de firma. Será apertura de
crédito en dinero cuando el acreditante se obligue a poner a disposición del
acreditado una suma determinada de dinero, para que el acreditado disponga de
ella en los términos pactados y será apertura de crédito de firma, cuando el
acreditante ponga a disposición del acreditado su propia capacidad crediticia,
para contraer por cuenta de éste una obligación. Es el caso en que el
acreditante, por ejemplo, se obliga a aceptar documentos por cuenta del
acreditado, a prestar su aval, etc. En estos casos el acreditado, si no se ha
convenido lo contrario, estará obligado a proveer al acreditante de las sumas
necesarias para hacer el pago, a más tardar el día hábil anterior a la fecha del
vencimiento de la obligación respectiva. (art. 297).
.………
VIII.- Asumir obligaciones por cuenta de terceros, con base en créditos
concedidos, a través del otorgamiento de aceptaciones, endoso o aval de títulos
de crédito, así como de la expedición de cartas de crédito; …… (Art. 46 LIC)
APERTURA DE CRÉDITO

CLASIFICACIÓN

Es un contrato típico, principal, formal, de adhesión, de tracto


sucesivo y excepcionalmente instantáneo, bilateral, oneroso y
conmutativo y aleatorio.

Es típico porque se encuentra regulado por la ley.

Es principal porque existe por sí mismo y no requiere de otro para


su subsistencia.

Es formal porque debe ser otorgado por escrito.

Es de adhesión porque su clausulado es establecido de manera


unilateral por la institución de crédito.
APERTURA DE CRÉDITO

CLASIFICACIÓN

Es de tracto sucesivo, porque que las prestaciones se otorgan de


momento a momento, pero será instantáneo en el caso de la
apertura de crédito simple, en que la cantidad se entrega en una sola
exhibición.

Es bilateral porque las partes tienen obligaciones y derechos


recíprocos.

Es oneroso porque contiene provechos y gravámenes recíprocos.

Es conmutativo porque las prestaciones, provechos y gravámenes


que derivan del contrato son plenamente conocidas por las partes
desde la celebración del contrato.
APERTURA DE CRÉDITO

GARANTÍAS

En un inútil artículo 298, la ley dice que “la apertura


de crédito, simple o en cuenta corriente, puede ser
pactada con garantía personal o real”. La
disposición es inútil, porque, sin que sea necesaria
autorización legal expresa, puede, en términos
general, establecerse garantía para cualquier
crédito.
APERTURA DE CRÉDITO

OTORGAMIENTO DE TÍTULOS DE CRÉDITO POR EL


ACREDITADO

Es usual que cada disposición que el acreditado haga se


documente por medio de un título de crédito, generalmente un
pagaré. El artículo 299 previene que si el acreditado no lo
autoriza expresamente, el acreditante no podrá ceder el
crédito que en la forma indicada se haya documentado; y si lo
negocia, abonará al acreditado los intereses
correspondientes, al tipo pactado en el contrato de apertura.
APERTURA DE CRÉDITO

TÉRMINO DEL CONTRATO Y EXTINCIÓN DEL CRÉDITO

En el contrato deberá establecerse su duración o término, y los


plazos en que el acreditado deba pagar las obligaciones a su cargo.
Si no se fijó plazo para tal pago, deberá hacerse al expirar el
término establecido en el contrato para hacer uso del crédito, y si
tampoco ese término se estableció, la obligación del acreditado
(tanto en lo principal como en lo accesorio), se considerará vencida
al mes siguiente de haberse extinguido el crédito (art. 300).

La ley establece las siguientes causas de extinción del crédito: (art.


301).
APERTURA DE CRÉDITO

“I.- Por haber dispuesto el acreditado de la totalidad de su importe, a


menos que el crédito se haya abierto en cuenta corriente.”

Esta causa de extinción opera de pleno derecho, por el simple uso o


disposición del crédito.

“II.- Por la expiración del término convenido, o por la notificación de


haberse dado por concluido el contrato”, o por el aviso de
terminación del mismo, que puede dar cualquiera de las partes
cuando no se hubiere fijado plazo (art. 294).

“III.- Por la denuncia que del contrato” se haga por el acreditante, si


en el propio contrato se le autorizó expresamente para denunciarlo.

“IV.- Porque falten o disminuyan las garantías pactadas, si el


acreditado no las sustituye oportunamente”.
APERTURA DE CRÉDITO

“V.- Por hallarse cualquiera de las partes en estado de suspensión de


pagos, de liquidación judicial o de quiebra”. Es natural que la quiebra,
liquidación judicial o suspensión de pagos del acreditado extinga el
crédito, porque no debe obligarse al acreditante a seguir concediendo
crédito con la seguridad de que no podrá cobrarlo; y las mismas
situaciones, en el acreditante, son también causa de extinción, por la
imposibilidad de seguir proporcionando el crédito. Pero en estos
casos, podrá pactarse la continuación del contrato. Esta afirmación se
aclara con un ejemplo: el síndico de una negociación quebrada puede
tener mucho interés en que se siga operando un contrato de apertura
de crédito para proveer de mercancías a la negociación. Con la
autorización judicial, podrá pactar con el acreditante, y darle especiales
garantías. El acreditante, en este caso, será acreedor en la masa, es
decir, concurrente, por lo que se le deba antes de la declaración de
quiebra, y será acreedor de la masa, que cobrará directamente y fuera
de concurso, por lo que se le deba en virtud del convenio con el
síndico.
APERTURA DE CRÉDITO

“VI.- Por la muerte, interdicción, inhabilitación o


ausencia del acreditado”, y si éste fuere una sociedad,
por su disolución.

La extinción del crédito hace cesar las obligaciones del


acreditante, y con la extinción surgen, contra el
acreditado, las obligaciones de pago de las
prestaciones derivadas del contrato de apertura de
crédito.
CUENTA CORRIENTE

El contrato de cuenta corriente en una


convención, además de útil, necesaria, en el
supuesto de que dos comerciantes, por el tipo de
actividad que realizan, adquieran de forma
simultánea y recíproca los papeles de deudor y de
acreedor, uno respecto del otro.
CARTAS DE CRÉDITO

ANTECEDENTES

En las ordenanzas de Bilbao se reglamentaban las cartas-


órdenes de crédito; y que tanto que en el Código de
Comercio de 1884, como en el de 1890, fueron también
reguladas bajo la denominación de cartas de crédito,
nombre con el que pasaron a la vigente Ley General de
Títulos y Operaciones de Crédito.

El contrato de carta de crédito, desarrollado en la práctica


bancaria constituye un instrumento sumamente útil para la
realización de operaciones bancarias neutras tales como la
transferencia de fondos.
CARTAS DE CRÉDITO

ANTECEDENTES

“La transferencia bancaria es una operación que se explica teniendo


en cuenta la existencia de dos cuentas bancarias, pertenecientes a
dos personas distintas. El cliente ordenador de la transferencia
autoriza al banco para que deduzca de su cuenta la cantidad objeto de
la transferencia y lo abone, bien el propio banco u otro al que trasmita
esa orden, en la cuenta de otra persona, el beneficio”.

“Se trata en realidad de un financiamiento que el deudor (banco) le


está haciendo al tomador (su cliente) al cubrir al pagador la cantidad
que entregó al tomador; la forma en la que por lo general los bancos
instrumentan éste tipo de crédito, es mediante el depósito en cuenta
de cheques, contra línea de crédito, o bien, a través de la apertura de
crédito simple, con la indicación de la puesta a disposición de ese
dinero en otra plaza diferente.
CARTAS DE CRÉDITO

ANTECEDENTES

La carta de crédito contiene una invitación que hace el


dador de la carta al destinatario para que entregue cierta
cantidad de dinero al beneficiario, dentro de los límites
establecidos en la misma carta.

No constituyendo título de crédito, la ley la regula como


operación de crédito, al señalar el artículo 312; las cartas
de crédito no se aceptan ni son protestables, ni confieren
a sus tenedores derecho alguno contra las personas a
quienes van dirigidas.
CARTAS DE CRÉDITO

CONCEPTO

La carta-orden de crédito, es un documento que dan un


comerciante a favor de otra persona y contra otro comerciante,
para que le entregue el dinero que le pida, hasta cierta cantidad
determinada, y dentro de un plazo señalado expresamente.

El contrato denominado carta de crédito es una carta (misiva)


dirigida a un sujeto al que se le pide que entregue un determinado
valor a su portador, la carta de crédito es en términos propios una
carta de recomendación, que involucra dos principios, a saber; se
introduce al portador de la carta con el destinatario, identificándolo
como el acreedor del derecho que de la misma carta se
desprende, y, que contiene la solicitud que hace el remitente al
destinatario de entregar al portador un derecho, una cantidad de
dinero en efectivo o un servicio.
CARTAS DE CRÉDITO

DEFINICIÓN

* Se redacta dirigida a un destinatario susceptible de proporcionar un beneficio


al portador.

* Se entrega a quien será su portador y quien recibirá los beneficios que se


deriven de ella.

* El destinatario puede acatar o no la solicitud hecha por el remitente, en caso


afirmativo entrega al portador el derecho o dinero que expresamente aparezca
delimitado en su texto.

Existen dos tipos de cartas de crédito: con provisión y sin ella. En la primera el
portador pone a disposición del remitente el dinero que costará el derecho, y
que el destinatario le proporcionará en otra plaza; es decir, el portador de la
carta pagó por adelantado el derecho que le será proporcionado por el
destinatario y, por tanto, tiene exigibilidad sobre ese derecho. Las cartas sin
provisión son aquellas cuyo valor el portador debe pagar a su regreso, a quien
suscribió la carta, pues gracias a su recomendación el destinatario le
proporcionó tal beneficio.
CARTAS DE CRÉDITO

OBJETO

Básicamente las cartas de crédito tienen como función principal


permitir a un sujeto cierta seguridad de que dispondrá, en una plaza
diferente a la suya, de una determinada cantidad de dinero; es, en
lo fundamental, un contrato que sirve para cambiar dinero de una
plaza a otra. Como la persona a quien se dirige la carta pidiéndole
que entregue al portador determinada cantidad de dinero, no está
obligado a hacerlo, sino que queda a su arbitrio aceptar o no la
petición, la mecánica de operación de la letra de cambio (t I), pero
por ningún motivo se deben confundir ya que la letra de cambio es
un título de crédito y la carta de crédito es un contrato de crédito no
aceptable ni protestable, carente de autonomía y de forma alguna
ejecutivo (art. 312 LGTOC).
CARTAS DE CRÉDITO

PARTES

Como ya quedó esbozado el número de elementos participantes en la carta de


crédito son tres:

* Dador es la persona que escribe la carta (remitente)

* Pagador (destinatario) es a quien se dirige la carta y será el encargado de


materializar su objeto, consistente en la entrega al beneficiario de la cantidad
pactada.

* Portador (beneficiario) o tomador a quien el pagador entrega el dinero objeto


de la misma y quien recibirá la carta del dador para que la presente al pagador.

El dador, el tomador y el pagador alcanzan derechos y reciben obligaciones


diferentes, que a continuación se analizan; antes de ello se precisa que la
capacidad necesaria para contratar de esta manera es la general de ejercicio,
tal como define la LGTOC (arts. 2º. Y 3º.).
CARTAS DE CRÉDITO

OBLIGACIONES DEL DADOR

Cuando el pagador acepta entregar al beneficiario la cantidad objeto de la


carta, la principal obligación del dador es pagársela hasta el límite y en los
términos fijados en el texto.

Si la carta se expidió con provisión o el tomador dio fianza o aseguró su


importe, y ésta no se paga, el dador está obligado por los daños y perjuicios
causados. Tratándose de cartas de crédito con provisión, el dador no puede
revocarlas y si así lo hace queda obligado al pago de los daños y perjuicios.
Los daños y perjuicios no pueden exceder la décima parte del importe de la
suma no pagada, además de los gastos causados por el aseguramiento o por
la fianza (art. 313 LGTOC). Tratándose de cartas de crédito sin provisión, el
dador podrá anularla en cualquier momento, pero deberá poner su deseo en
conocimiento del tomador y de aquel a quien fuere dirigida.

Es necesario precisar que el pagador (el destinatario de la carta) no está


obligado a aceptar la invitación que le hace el dador, pero si la acepta y entrega
la cantidad consignada al tomador adquiere ipso jure derechos de cobro contra
el dador (y no contra el beneficiario) justamente por la cantidad exhibida.
CARTAS DE CRÉDITO

OBLIGACIONES DEL TOMADOR

La obligación fundamental del tomador sólo se presenta en las


cartas de crédito sin provisión, y consiste en pagar al dador la
cantidad que el pagador le exhibió. La segunda obligación,
subsiguiente de la anterior, es la de pagar la cantidad dentro del
plazo convenido.

Es importante precisar que el tomador no tiene derecho alguno


contra el pagador, ya sea porque no le exhiba la cantidad
estipulada, o bien porque se la exhiba parcialmente; en todo
caso las acciones intentables lo serán contra el dador y siempre
que se trate, de cartas de crédito con provisión.
CARTAS DE CRÉDITO

CLASIFICACIÓN

Es un contrato típico, principal, formal, de tracto instantáneo o


bien sucesivo, bilateral, oneroso y conmutativo.

Es típico porque se encuentra regulado por la ley General de


Títulos y Operaciones de Crédito.

Es principal porque existe por sí mismo y no requiere de otro


para su subsistencia.

Es formal porque debe ser otorgado por escrito.


CARTAS DE CRÉDITO

CLASIFICACIÓN

Es de tracto instantáneo siempre que el pago de la cantidad amparada


por la carta de crédito se realice en una sola exhibición, y será
sucesivo si la invitación incorpora pagos diferidos en diferentes épocas.

Es bilateral porque las partes tienen obligaciones y derechos


recíprocos.

Es oneroso porque contiene provechos y gravámenes recíprocos, ya


que la institución bancaria percibirá el pago de una contraprestación
por la transferencia que realice, y el dador tendrá el servicio que
contrate.

Es conmutativo porque las prestaciones, provechos y gravámenes que


derivan del contrato son plenamente conocidas por las partes desde la
celebración del contrato.
CARTAS DE CRÉDITO

CARACTERÍSTICAS

* Las cartas de crédito deberán expedirse en favor de persona determinada


y no serán negociables; expresarán una cantidad fija o varias cantidades
indeterminadas; pero comprendidas en un máximo, cuyo límite se señalará
precisamente;

* El tomador no tendrá derecho alguno contra el dador, sino cuando haya


dejado en su poder el importe de la carta de crédito, o sea su acreedor por
ese importe, en cuyos casos el dador estará obligado a restituir el importe
de la carta, si ésta no fuere pagada, y a pagar los daños y perjuicios. Si el
tomador hubiere dado fianza o asegurado el importe de la carta, y ésta no
fuere pagada, el dador estará obligado al pago de los daños y perjuicios.

Los daños y perjuicios no excederán de la décima parte del importe de la


suma que no hubiere sido pagada, además de los gastos causados por el
aseguramiento o la fianza;
CARTAS DE CRÉDITO

CARACTERÍSTICAS

* El que expida una carta de crédito, salvo en el caso de que el


tomador haya dejado el importe de la carta en su poder, lo haya
afianzado o asegurado, o sea su acreedor por ese importe, podrá
anularla en cualquier tiempo, poniéndolo en conocimiento del tomador
y de aquél a quien fuere dirigida;

* El que expida una carta de crédito quedará obligado hacia la persona


a cuyo cargo la otorgó, por la cantidad que ésta pague en virtud de la
carta dentro de los límites fijados en la misma;

* Salvo convenio en contrario, el término de las cartas de crédito será


de seis meses contados desde la fecha de su expedición. Pasado el
término que en la carta se señale, o transcurrido, en caso contrario, el
que se indica, la carta quedará cancelada.
CRÉDITO DOCUMENTARIO

DEFINICIÓN

En toda transacción comercial el comprador, en mayor o menor grado, se


preocupa por el envío de la mercancía que adquirió; el vendedor, por el
pago que se le debe hacer. En las relaciones internacionales estos riesgos
se acentúan porque vendedor y comprador son generalmente de
nacionalidad diferentes y en todo caso son residentes de países también
distintos. Este intercambio internacional provoca numerosos riesgos:

* Las reglas aplicables en materia de derecho internacional son


generalmente diferentes de un país a otro.

* Cada gobierno, en el ejercicio de su soberanía, puede estimular o


contraer, por decisiones unilaterales, las relaciones comerciales de sus
ciudadanos respecto de proveedores extranjeros.

* El distanciamiento físico/ideológico entre comprador y vendedor impone


transferencias largas, difíciles y con frecuencia peligrosas.
CRÉDITO DOCUMENTARIO

DEFINICIÓN

Todos estos riesgos muestran la necesidad de recurrir


a procedimientos particulares de pago y de
financiamiento internacionales, que adaptados a su
naturaleza cumplan con las exigencias y duración de
las operaciones comerciales entre particulares de
diferentes países. El crédito documentario responde
precisamente a esta necesidad.
CRÉDITO DOCUMENTARIO

DEFINICIÓN

El mecanismo del crédito documentario es el siguiente:

* Un comprador mexicano le compra a un vendedor estadounidense;


* El estadounidense desconfía de que se le pague puntualmente;
* El mexicano desconfía de la calidad e integridad de la mercancía;
* Entonces, el comprador mexicano pide a su banco que le pague al
vendedor estadounidense contra la recepción del certificado de
embarque (No. 124) y de conformidad, el banco mexicano se pone en
contracto con su corresponsal en Estados, a quien trasmite la orden;
* El vendedor estadounidense embarca la mercancía, y el técnico
mexicano, si está de acuerdo con la calidad e integridad de la misma,
le entrega su certificado de conformidad al estadounidense;
* El estadounidense, con el certificado de conformidad y de embarque
se presenta con el banco corresponsal del banco mexicano, en
Estados Unidos, y le cobra al precio de la mercancía.
CRÉDITO DOCUMENTARIO

DEFINICIÓN

El comprador ordena a su banco que le pague al vendedor, contra la


recepción de ciertos documentos probatorios. Por obviedad de espacio
geográfico, el banco que recibe la orden no puede hacerlo él mismo, y
la transmite a su corresponsal en el lugar en que se efectuará el pago.

Los créditos documentarios pueden ser de diferentes tipos, según sus


momentos de exhibición, y la posibilidad de revocarlos o no. Es por
eso que pueden ser créditos documentarios revocables, créditos
documentarios irrevocables, créditos documentarios confirmados, etc.

Sin embargo, cabe precisar que la legislación mexicana (art. 317/320,


LGTOC) sólo habla del crédito confirmado, no porque sea éste el tipo
de crédito que reglamenta en exclusiva, sino por una equivocación de
denominación. El crédito confirmado es, al crédito documentario, lo
que la parte al todo.
CRÉDITO DOCUMENTARIO

DEFINICIÓN

Generalmente en el comercio puro internacional, la mercancía se


entrega contra el dinero y viceversa. En caso de que no se entregue el
dinero cuando se entrega la mercancía, ésta tampoco se entrega.
Aparentemente, el vendedor no tiene riesgos que correr, sin embargo,
su situación es francamente incómoda y desfavorable:

* Aunque puede hacer regresar la mercancía a su país de origen, como


solución, esta opción entraña un aumento importante de los gastos de
transporte;
* En caso de intentar una acción para cumplimiento de contrato, queda
la enorme desventaja de la duración del juicio, y lo que es más,
presenta, a priori, la enrome posibilidad de insolvencia del deudor;
* Fundamentalmente, esa misma mercancía la pudo haber vendido a
otra persona, y así podría haber continuado su actividad normalmente.
CRÉDITO DOCUMENTARIO

DEFINICIÓN

El crédito documentario permite conciliar estos intereses


opuestos, poniendo en presencia con igual rango de
importancia a tres personas: el comprador; el vendedor; y
el banco que sirve de puente entre los dos.

En virtud de la mecánica del crédito documentario, las


partes suplen la ausencia de confianza mutua basando la
operación en la confianza común que tienen en un tercero:
el banco.
HABILITACIÓN Y AVÍO Y REFACCIONARIO

Los créditos de habilitación y avío y los refaccionarios se distinguen por


su destino específico: son créditos destinados al fomento de la
producción. Su ascendencia histórica es claramente mexicana. El
crédito de avío adquirió especial esplendor durante la época colonial,
en la que operaron los Bancos de Plata, fomentando la minería por
medio del avío. En la colonia, se consideraban sinónimos créditos de
avío y crédito refaccionario.

La Ley General de Instituciones de Crédito de 1897 creó los bancos


refaccionarios, que tenían por objeto fomentar la producción por medio
de la concesión de créditos refaccionarios, que se reglamentaban
como créditos específicamente destinados a la producción. “El
préstamo refaccionario tiene por objeto sostener los gastos de la
explotación agrícola, minera o industrial, y debe reproducirse pronto,
con la cosecha, con la explotación de la mina o con la venta de los
productos de la fábrica”.
HABILITACIÓN Y AVÍO Y REFACCIONARIO

NATURALEZA DE AMBOS CRÉDITOS.- En la Ley General de


Títulos y Operaciones de Crédito aparecen diferenciados los
créditos de habilitación y avío y los refaccionarios. En el fondo,
ambos son créditos de especial destino; el fomento a la
producción. Las diferencias son de grado.

a).- El crédito de avío.- “En virtud del contrato de crédito de


habilitación o avío, el acreditado queda obligado a invertir el
importe del crédito precisamente en la adquisición de las materias
primas y materiales, y en el pago de los jornales, salarios y gastos
directos de explotación indispensables para los fines de su
empresa” (art. 321).

En éste crédito, el acreditado recibe tradicionalmente el nombre


de aviado, y de aviador el acreditante. El Proyecto para el Nuevo
Código de Comercio vuelve a la terminología tradicional.
HABILITACIÓN Y AVÍO Y REFACCIONARIO

El crédito de avío se concede para el fomento de la producción


e una empresa que está ya trabajando o lista para trabajar. Se
dedica al proceso directo e inmediato de la producción, y el
acreditante deberá cuidar (a riesgo de perder sus privilegios o
garantías) de que el crédito se invierta precisamente en la
forma convenida (art. 327).

Los créditos de avío tendrán como garantía natural “las


materias primas y materiales adquiridos”, y “los frutos,
productos o artefactos que se obtengan con el crédito, aunque
éstos sean futuros o pendientes” (art. 322). Se trata de una
garantía natural (término que usa el anteproyecto para el
Código de Comercio) porque la garantía queda constituida
simple, natural y automáticamente, por efecto del contrato, y
porque sólo se constituye en este tipo de créditos. El aviado
se considerará depositario de los bienes que constituyan la
garantía.
HABILITACIÓN Y AVÍO Y REFACCIONARIO

Claro es que además de la existencia de las garantías naturales,


quedan automáticamente constituidas, pueden pactarse
cualquiera otras garantías adicionales.

Generalmente estos créditos se otorgan bajo la forma de


apertura de crédito. “Se consignarán en escrito privado que se
firmará por triplicado ante tres testigos conocidos y se ratificará
ante el Encargado del Registro Público” de Comercio (art. 326
frac. III) donde deberán ser inscritos. Esta forma no excluye la
posibilidad de que los contratos respectivos se consignen en
escritura notarial.
HABILITACIÓN Y AVÍO Y REFACCIONARIO

b).- El crédito refaccionario. “En virtud del contrato de crédito


refaccionario, el acreditado queda obligado a invertir el importe
del crédito precisamente en la adquisición de aperos,
instrumentos, útiles de labranza, abonos, ganado o animales de
cría; en la realización de plantaciones o cultivos cíclicos o
permanentes; en la apertura de tierras para el cultivo, en la
compra o instalación de maquinaria y en la construcción de
obras materiales necesarias para el fomento de la empresa del
acreditado” (art. 323). También podrá dedicarse el importe del
crédito al pago de pasivo derivado de créditos utilizados en el
año anterior al contrato, y que se hayan invertido en la forma
antes indicada, o en el pago de adeudos fiscales.

Los elementos personales recibirán los nombres de


refaccionador y refaccionado (proyecto para el Nuevo Código de
Comercio).
HABILITACIÓN Y AVÍO Y REFACCIONARIO

Las garantías naturales del crédito refaccionario


serán las fincas, construcciones, edificios, aperos
y en general, todo lo adquirido o mejorado con la
inversión de su importe, más los frutos o
productos de la empresa refaccionaria (art. 324).

Los créditos refaccionarios se otorgarán en la


misma forma que los de avío.
HABILITACIÓN Y AVÍO Y REFACCIONARIO

DIFERENCIAS ENTRE AVÍO Y REFACCIÓN.- Ambos créditos, tienen


característica fundamental de ser destinados al fomento de la
producción. Pero en tanto que el avío se aplica directamente al proceso
inmediato de la producción, a la acción inminente de producir, la
refacción se aplica en una operación más de fondo, en preparar a la
empresa para el fenómeno productivo.

Diferencia con algunos ejemplos: el propietario de un predio agrícola


solicita un crédito para desmonte, canalización y preparación de su
tierra para el cultivo. Este será un crédito refaccionario. Una vez
desmontada y lista la tierra, necesitará un crédito de avío para realizar
la siembra. El dueño de una fábrica de zapatos necesita adquirir
maquinaria e instalarla; para ello requerirá un crédito refaccionario. P
ero ya instalada la maquinaria, tomará un crédito de avío para comprar
materias primas y pagar jornales.
HABILITACIÓN Y AVÍO Y REFACCIONARIO

SISTEMA DE PREFERENCIAS.- La forma de inversión del importe de los


créditos influye sobre las garantías naturales y sobre las preferencias. El
refaccionario tiene como garantía natural, en primer lugar, las construcciones,
maquinaria, etc., y en segundo lugar, los frutos, que son la garantía natural del
avío. Como el avío se utiliza para la inmediata finalidad de obtener los frutos o
productos, éstos constituyen su principal garantía, y en relación con ella, el avío
es preferente al refaccionario, y ambos, serán preferentes a los hipotecarios
inscritos con posterioridad. En realidad, el avío debería ser preferente a todos,
aun a los hipotecarios inscritos con anterioridad. En el antiguo derecho minero,
cuando había varios acreedores sobre una mina y ninguno de ellos quería
aumentar su crédito, se les requería para que lo hicieran, y si nadie daba avío,
podía venir un nuevo acreedor a darlo, y su crédito era preferente a todos los
anteriores, lo que permitía “alentar el beneficio de la Mina”. El sistema debería
conservarse, y extenderse su aplicación a todas las empresas productivas.

En los casos de avío o refacción, si el crédito se concede a quien explota la


empresa, aunque no sea dueño, podrá constituir la prenda de los productos que
constituyen la garantía natural de ambos créditos.
LA PRENDA

ANTECEDENTES

Su origen etimológico en el latín pignora, plural de pignus oris,


que significa objeto que se da en garantía.

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua la define en su


aceptación legal como la cosa mueble que se sujeta
especialmente a la seguridad o cumplimiento de una obligación.

El Código Civil de 1884, definía a la prenda señalando “la prenda


es un contrato real constituido sobre un objeto mueble para
garantizar el cumplimiento de una obligación y su preferencia en
el pago”.
LA PRENDA

ANTECEDENTES

La prenda es un negocio jurídico muy utilizado en la práctica porque


permite al acreedor garantizar su crédito con uno o más bienes respecto de
los cuales tiene un derecho preferente frene a los demás acreedores del
deudor. Así, la prenda es un derecho real constituido sobre un bien
mueble enajenable para garantizar el cumplimiento de una obligación y su
preferencia en el pago.

Según Vivante, pro virtud de la prenda el deudor o un tercero entregan al


acreedor una cosa mueble, confiriéndole el derecho a hacerse el pago
sobre la misma con preferencia a los demás acreedores, si no se satisface
el crédito. Branca afirma que se tiene prenda cuando una o más cosas del
deudor o de un tercero (tercer garante prendario) quedan sustraídas a uno
u otro (llamados pignorantes) por su propia voluntad, y puestas en manos
del acreedor (que por sí solo o con ellos las custodia) o bien en manos de
un tercero, a fin de que sirvan de garantía de una obligación, ya sea a
cargo de quien da la cosa o de otro.
LA PRENDA

ANTECEDENTES

Nuestro CCo no regula el contrato de prenda mercantil, ya que los arts.


605 y siguientes de este ordenamiento que se referían a la prenda
mercantil fueron derogados por el artículo tercero transitorio de la Ley
General de Títulos y Operaciones de Crédito (LGTOC), ordenamiento
que regula la prenda dentro del título segundo, “De las operaciones de
crédito”, capítulo II, “De los créditos”, en la sección sexta relativa a la
“prenda” y en la sección séptima: la “prenda sin transmisión de
posesión”. De cualquier forma, la LGTOC no define el contrato de
prenda en general. Únicamente señal que la prenda sin transmisión de
posesión constituye un derecho real sobre bienes muebles que tiene
por objeto garantizar el cumplimiento de una obligación y su
preferencia en el pago, conservando el deudor la posesión material de
tales bienes (art. 346 de la LGTOC).
LA PRENDA

ANTECEDENTES

El CCF, a pesar de que regula la prenda en el libro cuarto,


dentro de la segunda parte relativa a los contratos, tampoco
define la prenda como un contrato, sino como un derecho real, y
señala que es el derecho real constituido sobre un bien mueble
enajenable para garantizar el cumplimiento de una obligación y
su preferencia en el pago (art. 2856 del CCF). Sin embargo, por
regla general la prenda se constituye en virtud de un acuerdo de
voluntades entre el acreedor y el deudor o en su caso un tercero;
incluso el mismo CCF (art. 2860) se refiere al contrato de
prenda.
LA PRENDA

CONCEPTO

El contrato de prenda es aquel por virtud del cual el deudor o un tercero


constituyen a favor del acreedor un derecho real sobre uno o más bienes
muebles para garantizar el cumplimiento de una obligación y su preferencia
en el pago, conservando o no el deudor la posesión material de tales
bienes. Es decir, se trata de un contrato accesorio. Tradicionalmente, en
virtud de la prenda el deudor o el tercer garante se privan de la posesión de
los bienes dados en garantía; sin embargo, es posible que esto no ocurra
cuando se trata de prenda sin transmisión de posesión, en la que el deudor
conserva la posesión de los bienes y hasta su disposición.

Existe la prenda cuando una cosa queda sustraída del patrimonio del
deudor o de un tercero por su propia voluntad y es puesta en manos del
acreedor o de otro tercero, o sin desposesión, a fin de garantizar al
acreedor el cumplimiento de una obligación y cuya restitución procede una
vez que se ha cubierto o extinguido el crédito.
LA PRENDA

CONCEPTO

RAFAEL ROJINA VILLEGAS, propone una definición que recoge y amplía


el contenido del Código Civil vigente, en el aspecto de que constituye un
derecho real sobre un bien mueble enajenable para garantizar el
cumplimiento de una obligación y su preferencia en el pago, pero agrega
que los bienes deben ser entregados real o jurídicamente al acreedor y
que la ley concede derechos de persecución y venta de los bienes en
caso de incumplimiento.

RAFAEL DE PINA, por su parte, señala; “puede la prenda ser definida


como el contrato en virtud del cual se constituye un derecho real sobre
un bien enajenable para garantizar el cumplimiento de una obligación y su
preferencia en el pago y citando a CLEMENTE DE DIEGO en sus
Instituciones de Derecho Civil Español, refiere que dicho autor define el
contrato de prenda como un contrato por virtud del cuál el deudor o un
tercero por él, entrega al acreedor o un tercero, de común acuerdo, una
cosa mueble en seguridad de crédito, de tal modo, que vencido éste,
pueda hacerse efectivo con el precio de la venta de aquélla, siendo
restituida en natura en los demás casos de extinción del contrato.
LA PRENDA

CONCEPTO

LUIS MUÑOZ, al referirse a la prenda como garantía real señala que la


cosa queda afecta a las consecuencias del incumplimiento de una
obligación para, con el producto de su venta, realizar el pago del crédito o
resarcir los daños y perjuicios.

“El efecto que se pretende conseguir de todo contrato se resume en la


ejecución perfecta. A la mala intención de los deudores deshonestos
contrapone la ley la energía de medidas coactivas. La ley comercial
reconoce que la puntualidad mas escrupulosa es el centro de gravedad de
los negocios y este efecto procura conseguirlo o agravando el rigor de las
medidas ya adoptadas por la legislación civil o introduciendo otras nuevas.

Para SÁNCHEZ CALERO, constituida la prenda en la forma necesaria,


según se trate de títulos nominativos o al portador, el prestamista goza del
derecho de preferencia sobre los demás acreedores para cobrar su crédito
y éstos no podrán retirar de su poder dichos títulos a no ser que satisfagan
el crédito constituido sobre ellos.
LA PRENDA

CONCEPTO

Señala por su parte VÁZQUEZ DEL MERCADO que en virtud de la


constitución de la prenda el acreedor no adquiere la propiedad de la
cosa, la que sigue siendo propiedad del deudor y debe restituirla
salvo el caso en que habiéndose constituido sobre bienes fungibles,
se haya pactado que la propiedad de estos se transfiera al acreedor,
en cuyo caso, este último estará obligado a restituir al deudor otros
tantos de la misma especie.

RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ, destaca la importancia del contrato al


señalar “el desarrollo de nuevas corrientes en el comercio nacional e
internacional y la aparición de nuevos instrumentos así como las
modalidades ofrecidas por los títulos valor, han hecho que el contrato
de prenda pase a ocupar un lugar preeminente en la práctica jurídica y
comercial, perdiendo el carácter de deshonorabilidad que le
caracterizaba en épocas pasadas.
LA PRENDA

FORMAS DE CONSTITUCIÓN

En materia de comercio, la prenda se constituye:

I.- Por la entrega al acreedor de los bienes o títulos de crédito, si


éstos son al portador;

II.- Por el endoso de los títulos de crédito en favor del acreedor, si se


trata de títulos nominativos y por este mismo endoso y la
correspondiente anotación en el registro, si los títulos son de los
mencionados en el artículo 24;

III.- Por la entrega al acreedor del título o del documento en que el


crédito conste, cuando el título o crédito materia de la prenda no sean
negociables, con inscripción del gravamen en el registro de emisión
del título o con notificación hecha al deudor, según que se trate de
títulos o créditos respecto de los cuales se exija o no tal registro;
LA PRENDA

FORMAS DE CONSTITUCIÓN

IV.- Por el depósito de los bienes o títulos, si éstos son al portador, en


poder de un tercero que las partes hayan designado y a disposición del
acreedor;

V.- Por el depósito de los bienes, a disposición del acreedor en locales


cuyas llaves queden en poder de éste, aun cuando tales locales sean de
la propiedad o se encuentren dentro del establecimiento del deudor;

VI.- Por la entrega o endoso del título representativo de los bienes


objeto del contrato, o por la emisión o el endoso del bono de prenda
relativo;

VII.- Por la inscripción del contrato de crédito refaccionario o de


habilitación o avío, en los términos del artículo 326;

VIII.- Por el cumplimiento de los requisitos que señala la Ley General de


Instituciones de Crédito, si se trata de créditos en libros. (Art. 334
LTOC).
LA PRENDA

PRENDA REGULAR.- Es la prenda que se constituye


sobre bienes cuya propiedad conserva el deudor prendario
y que puede ser sobre bienes muebles o derechos de
cualquier clase con tal que sean enajenables, tales como
títulos cambiarios, títulos valores, bienes tangibles o
intangibles como los de propiedad industrial. Dichos
bienes, aun cuando se entreguen al acreedor prendario,
deben ser conservados y devueltos al deudor prendario en
caso de que la obligación garantizada sea cubierta.
LA PRENDA

PRENDA IRREGULAR.- Existe prenda irregular cuando el garante


entrega al acreedor bienes genéricos o fungibles (dinero, mercancías o
títulos) de los que el acreedor puede disponer para sí conservando
como única obligación la de restituir otros tantos de la misma especie y
calidad (art. 335 de la LGTOC). Por virtud de esta prenda, se transfiere
la propiedad de los bienes al acreedor prendario, el cual queda
obligado a entregar al deudor, a expensas de éste, el resguardo de los
bienes recibidos en prenda con especificación de los mismos. A decir
de Bauche Garciadiego, esta prenda no se puede constituir sobre
títulos de crédito cambiarios (letra de cambio, cheque y pagaré) porque
son títulos esencialmente individuales por naturaleza, pero sí puede
constituirse sobre valores, títulos de crédito emitidos en serie o masa,
de suerte que la entrega de estos bienes debe ser una entrega
legitimadora en la que no basta la entrega material de los bienes, sino
también el endoso del título y, en su caso, su inscripción en el registro
del emisor.
LA PRENDA

CLASIFICACIÓN

El contrato de prenda mercantil es de garantía, típico, accesorio, formal, de


tracto sucesivo, bilateral, oneroso o gratuito, real y conmutativo.

Es de garantía porque su función es la de asegurar el cumplimiento de una


obligación.

Es típico porque se encuentra regulado por la Ley General de Títulos y


Operaciones de Crédito.

Es accesorio porque requiere de la existencia de una obligación principal,


cuyo cumplimiento garantiza mediante su constitución, pero que otorga
siempre un derecho de preferencia para su ejecución mediante el ejercicio
de las acciones judiciales de persecución, que se contemplan tanto en la
Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito como en el Código de
Comercio, dependiendo de la clase de prenda constituida.
LA PRENDA

CLASIFICACIÓN

En efecto, si la misma se otorga en la forma tradicional ya contemplada


por el artículo 334 de la Ley General de Títulos y Operaciones de
Crédito, su ejecución se realiza en términos del artículo 341 de la
propia ley y en el caso de constitución en las nuevas formas de prenda
sin trasmisión de posesión, su ejecución se realiza de conformidad con
el nuevo Título Tercero Bis, del Código de Comercio.

Es formal porque debe ser otorgado por escrito, aunque en ocasiones


puede ser consensual.

Es de tracto sucesivo porque la obligación se cumple de momento a


momento y no en un solo instante.

Es bilateral porque las partes tienen obligaciones y derechos


recíprocos.
LA PRENDA

CLASIFICACIÓN

Puede ser oneroso o gratuito, dependiendo de quien constituya la


prenda, ya que si lo hace el deudor, el contrato es oneroso y si lo hace
un tercero el contrato será gratuito.

Siendo un contrato real para su perfeccionamiento requiere que el bien


objeto de la garantía se entregue al acreedor de manera real, jurídica o
virtual.

De acuerdo con la tradición jurídica del contrato que nos ocupa a partir
de su incorporación en la Ley General de Títulos y Operaciones de
Crédito en 1932, se entiende entregada jurídicamente la prenda al
acreedor cuando éste o el deudor convienen en que la misma quede
en poder del propio deudor porque así lo haya estipulado con el
acreedor o lo autorice la Ley, lo cual se complementa y cobra
relevancia con las recientes adiciones que se hicieron a la legislación
mercantil al incorporar la llamada prenda sin trasmisión de posesión.
LA PRENDA

ELEMENTOS PERSONALES

Son el acreedor prendario que es quien ha concedido


un crédito o préstamo y el deudor que puede ser el
mismo que constituye la prenda o bien un tercero
que en su calidad de garante lo realiza en apoyo al
deudor del crédito principal.
LA PRENDA

PRENDA SIN TRANSMISIÓN DE POSESIÓN

Se trata de la prenda constituida en créditos refaccionarios, de habilitación o


avío, o sobre créditos en libros que no se entregan al acreedor prendario,
sino que quedan en poder del otorgante de la garantía, a quien se considera
depositario judicial de los mismos (art. 27 de la LFIF), en los que la prenda se
constituye sin transmisión de posesión de los bienes.

Los arts. 346 a 380 de la LGTOC se refieren a la prenda sin transmisión de


posesión, la que tiene por objeto garantizar el cumplimiento de una obligación
y su preferencia en el pago, conservando el deudor la posesión material de
tales bienes y en la que excepcionalmente puede pactarse que el acreedor o
un tercero tenga la posesión material de los bienes pignorados.

Conforme la LGTOC, la prenda sin transmisión de posesión puede garantizar


cualquier obligación con independencia de la actividad preponderante del
deudor (art. 352 de la LGTOC), incluso obligaciones futuras, pero en este
caso la garantía sólo puede ejecutarse una vez que la obligación principal
sea exigible (art. 359 de la LGTOC). Las características de esta prenda son
las siguientes:
LA PRENDA

PRENDA SIN TRANSMISIÓN DE POSESIÓN

1.- El importe de la garantía puede ser una cantidad determinada en el momento


de la constitución de la garantía o determinable en el momento de su ejecución
(art. 348 de la LGTOC), procede la inscripción de la garantía aun cuando no se fije
la cantidad máxima que garantice el gravamen (art. 378 de la LGTOC).

2.- Pueden ser objeto de garantía toda clase de derechos y bienes muebles, los
que deben identificarse, salvo que sean objeto de prenda todos los bienes que el
deudor prendario utilice para la realización de su actividad preponderante, en cuyo
caso basta su identificación genérica. Específicamente, pueden ser objeto de
prenda sin transmisión de posesión: los bienes y derechos que obren en el
patrimonio del deudor en el momento de otorgar la garantía, incluidos los nombres
comerciales, marcas y otros derechos; los bienes de naturaleza igual o semejante
a los anteriores que el deudor adquiera en fecha posterior a la constitución de la
prenda; los frutos o productos futuros, pendientes o ya obtenidos; los bienes que
resulten de la transformación de los bienes mencionados, y los bienes y derechos
que el deudor reciba o tenga derecho a recibir, en pago por la enajenación a
terceros de los bienes pignorados o como indemnización en caso de daños o
destrucción de dichos bienes.
LA PRENDA

PRENDA SIN TRANSMISIÓN DE POSESIÓN

3.- No puede constituirse prenda ordinaria u otra garantía


sobre los bienes que ya se encuentren dados prenda sin
transmisión de posesión, pero el deudor podrá dar en prenda
sin desposesión a otros acreedores los bienes que adquiera
con los recursos del crédito que le otorguen los nuevos
acreedores, en cuyo caso el primer acreedor prendario tiene
preferencia para el pago de su crédito sobre todos los bienes
muebles que el deudor le haya dado en prenda, frente a
cualquier acreedor, con excepción de los bienes adquiridos
por el deudor con los recursos que le proporcione el nuevo
acreedor.
LA PRENDA

PRENDA SIN TRANSMISIÓN DE POSESIÓN

4.- El contrato de prenda debe constar por escrito y ser ratificado ante
fedatario en el caso de que el valor de los bienes sea igual o superior al
equivalente en moneda nacional a 250 mil Unidades de Inversión. En el
contrato debe establecerse el lugar o lugares en donde deberán
encontrarse los bienes dados en garantía; las contraprestaciones mínimas
que deberá recibir el deudor de su contraparte, por la venta o
transferencia de los bienes; las características o categorías que permitan
identificar a la persona o personas a las que el deudor podrá vender o
transferir los bienes, así como el destino del dinero, bienes o derechos
obtenidos por la venta, y la información que el deudor deba entregar al
acreedor respecto de la transformación, venta o transferencia de los
bienes. El incumplimiento a tales estipulaciones por el deudor trae como
consecuencia el vencimiento anticipado del crédito garantizado (art. 357
de la LGTOC).
LA PRENDA

PRENDA SIN TRANSMISIÓN DE POSESIÓN

En el mismo contrato deben establecerse las bases para designar un


perito, que podrá ser un almacén general de depósito, cuya
responsabilidad será dictaminar, una vez que haya oído a ambas
partes, los deterioros que haya sufrido la cosa o la pérdida de su valor
de mercado. Asimismo, las partes podrán encomendar a éste la
guarda y conservación de los bienes dados en prenda (art. 363 de la
LGTOC). También deberá designarse un perito para que determine el
valor de los bienes, pero la designación de éste no es esencial en el
contrato, ya que el art. 1414 bis del Cco prevé la posibilidad de que la
misma se haga desde la celebración del contrato o en fecha posterior.
En todo caso las partes deben establecer las bases para designar a
una persona autorizada, distinta del acreedor, para que realice el
avalúo de los bienes, en caso de que éste no pueda llevarse a cabo
por el perito designado o mediante el procedimiento al efecto
acordado.
LA PRENDA

PRENDA SIN TRANSMISIÓN DE POSESIÓN

Asimismo, antes de las reformas del 24 de abril de 2003, publicadas


en el Diario Oficial de la Federación del 13 de junio del mismo año, el
art. 379 de la LGTOC establecía que las partes debían estipular en el
contrato que en caso de que el producto de la venta de los bienes
objeto de la garantía no alcanzara para cubrir el importe total de las
obligaciones garantizadas a cargo del deudor, éste quedaría liberado
de cubrir las diferencias que resultasen, considerándose extinguidos
los derechos del acreedor de exigir las diferencias, derecho que es
irrenunciable para el deudor; con la reforma, que derogó dicho
precepto, no existe dicha obligación y supone que el deudor no queda
liberado de dicha obligación, salvo pacto expreso.

5.- La constitución de la garantía surte efectos desde la celebración


del contrato, pero para terceros, desde el momento de su inscripción
en el registro.
LA PRENDA

PRENDA SIN TRANSMISIÓN DE POSESIÓN

6.- Salvo pacto en contrario, la garantía incluye los intereses ordinarios y


moratorios estipulados en el contrato respectivo y los gastos incurridos
en el proceso de ejecución.

7.- Cuando el deudor esté facultado para hacer pagos parciales, la garantía
debe reducirse desde luego y de manera proporcional a los pagos
realizados, si ésta recae sobre varios objetos o éstos son cómodamente
divisibles en razón de su naturaleza jurídica, sin reducir su valor, y
siempre que los derechos del acreedor queden debidamente garantizados.

8.- En el caso de concurso mercantil, los créditos garantizados serán


exigibles desde la fecha de la declaración y seguirán devengando los
intereses ordinarios pactados, hasta donde alcance la garantía; asimismo,
el acreedor prendario podrá ejecutar los bienes ante el juez del concurso,
quien deberá decretar la ejecución sin más trámite, pero si hubiera
oposición, ésta deberá resolverse en la vía incidental. La resolución
dictada por el juez, haya o no litigio, sólo es apelable en efecto devolutivo.
LA PRENDA

PRENDA SIN TRANSMISIÓN DE POSESIÓN

9.- El deudor prendario, salvo pacto en contrario, tiene derecho a


hacer uso de los bienes pignorados, así como a combinarlos con otros
y emplearlos en la fabricación de otros bienes, siempre que no se
disminuya el valor de la garantía y que los productos formen parte de
la garantía; percibir y utilizar los frutos y productos de los bienes
pignorados, a dar bienes adicionales que garanticen la deuda principal
y sus accesorios cuando el importe del valor de mercado de la
garantía pactada en el contrato disminuya de tal manera que no baste
a cubrir dicha deuda y accesorios, si así se convino entre las partes; a
enajenar los bienes pignorados en el curso normal de su actividad
preponderante, quedando en garantía los bienes o derechos que el
deudor reciba o tenga derecho a recibir en pago por la enajenación de
los bienes, siempre que lo haga antes de recibir la notificación del
inicio de cualquier procedimiento de ejecución.
LA PRENDA

PRENDA SIN TRANSMISIÓN DE POSESIÓN

El deudor está obligado a solicitar autorización por escrito al acreedor


garantizando, para vender los bienes dados en prenda a las siguientes
personas (art. 374 de la LGTOC): personas físicas o morales que sean
titulares de más de 5% de los títulos representativos del capital social
del deudor; los miembros propietarios suplentes del consejo de
administración del deudor; los cónyuges y las personas que tengan
parentesco por consanguinidad o afinidad hasta el segundo grado, civil
con los accionistas titulares de más de 5% del capital social del
deudor, o los miembros del consejo de administración, y los
empleados, funcionarios y acreedores del deudor. Antes de la reforma
del 24 de abril citada, la LGTOC establecía que el acreedor prendario
tenía un plazo de 10 días naturales para dar su autorización o negarla;
en caso de que no manifestara nada al respecto, la ley consideraba
que la autorización había sido otorgada tácitamente a favor del
deudor; sin embargo, con la reforma se suprime la presunción de
considerar el consentimiento tácito ante el silencio del acreedor.
LA PRENDA

PRENDA SIN TRANSMISIÓN DE POSESIÓN

La LGTOC (art. 374) declara nulas las ventas realizadas sin


autorización del acreedor prendario y, como consecuencia, los efectos
de las garantías no cesan y el acreedor prendario conserva el derecho
de persecución sobre los bienes en contra de los acreedores.
Asimismo, la ley considera que el adquirente es de mala fe cuando
sabedor de la existencia de la prenda adquiera los bienes objeto de
ésta mediante operaciones en las cuales se pacten condiciones o
términos apartados significativamente de las condiciones que
prevalecen en el mercado en el momento de su celebración, de las
políticas generales de comercialización que siga el deudor o de las
sanas prácticas y usos comerciales, a menos que obtenga
autorización expresa del acreedor prendario. Además, el deudor
prendario que transfiera los bienes contra lo previsto por la ley, se
hace acreedor a una pena corporal y económica.
LA PRENDA

PRENDA SIN TRANSMISIÓN DE POSESIÓN

En el caso de que los bienes dados en prenda sin desposesión representen más
del 80% de los activos del deudor, éste podrá enajenarlos en el curso ordinario
de sus actividades, con la previa autorización del juez o del acreedor, según el
caso (art. 356 de la LGTOC).

10.- El deudor prendario asume la obligación de conservar la cosa objeto de


prenda por su cuenta y cargo, como consecuencia no puede utilizarla con
propósitos distintos de los pactados con el acreedor y es responsable de los
deterioros o pérdidas que sufra por su culpa o negligencia.

11.- El acreedor prendario tiene derecho a exigir del deudor otra prenda o el
pago de la deuda aun antes del plazo convenido, si la cosa dada en prenda se
pierde o deteriora en exceso del límite pactado por las partes; a inspeccionar los
bienes pignorados a efecto de determinar, según corresponda, su peso, cantidad
y estado de conservación general; a dar por vencido anticipadamente el crédito
cuando el valor de mercado de los bienes dados en prenda disminuya, de
manera que no baste para cubrir el importe de la deuda garantizada y sus
accesorios.
LA PRENDA

PRENDA SIN TRANSMISIÓN DE POSESIÓN

12.- El acreedor prendario está obligado a liberar la prenda una vez que
sean cubiertos íntegramente la deuda principal, intereses y demás
accesorios, conforme las mismas reglas seguidas para la constitución de la
prenda. La omisión de la liberación implica la obligación del acreedor
prendario de pagar al deudor los daños y perjuicios ocasionados, además de
la obligación de liberar los bienes (art. 364 de la LGTOC).

13.- La prenda, su extinción, modificación, cesión y prelación surten efectos


contra terceros a partir de su inscripción en el registro. La prenda sin
posesión registrada tiene prelación sobre los créditos quirografarios, créditos
con garantía real no registrada y gravámenes judiciales preexistentes no
registrados (arts. 366 y 376 y 371 de la LGTOC) y otorga derecho al
acreedor prendario para percibir el principio y los intereses de su crédito con
el producto de los bienes objeto de la prenda, con exclusión absoluta de los
demás acreedores del deudor, sin perjuicio de las preferencias que
conforme a la Ley Federal del Trabajo correspondan a los trabajadores del
deudor.
LA PRENDA

PRENDA SIN TRANSMISIÓN DE POSESIÓN

14.- Sanción penal. La LGTOC establece en su art. 380 que al que teniendo
la posesión material de los bienes, aun siendo el acreedor, transmita en
términos distintos de los prevenidos por la ley, grave o afecte la propiedad o
posesión de los mismos, sustraiga sus componentes o los desgaste fuera de
su uso normal o por alguna razón disminuya intencionalmente el valor de
ellos, se le sancionará con prisión hasta de un año y multa d e100 veces el
salario mínimo general vigente en el Distrito Federal, cuando el monto de la
garantía no exceda de 200 veces el equivalente a dicho salario. Si excede
de ese monto pero no de 10 mil, la prisión será de uno a seis años y la multa
de 100 a 180 veces el salario mínimo general vigente en el Distrito Federal;
y si excede de 10 mil días de salario, la prisión será de seis a 12 años y la
multa de 120 veces el salario mínimo general vigente en el Distrito Federal.

15.- Las acciones del acreedor prendario prescriben en tres años contados a
partir de que la obligación garantizada pudo legalmente exigirse.
LA PRENDA

PROCEDIMIENTO DE EJECUCIÓN

El acreedor podrá pedir al Juez que autorice la venta de los bienes o títulos
dados en prenda, cuando se venza la obligación garantizada.

El juez correrá traslado de inmediato al deudor de dicha petición,


notificándole que contará con un plazo de quince días, contados a partir de
la petición del acreedor, para oponer las defensas y excepciones que le
asistan a efecto de demostrar la improcedencia de la misma, en cuyo caso,
el juez resolverá en un plazo no mayor a diez días. Si el deudor no hace
valer este derecho, el juez autorizará la venta. En caso de notoria urgencia,
y bajo la responsabilidad del acreedor que determine el juez, éste podrá
autorizar la venta aun antes de hacer la notificación al deudor.

El corredor o los comerciantes que hayan intervenido en la venta, deberán


extender un certificado de ella al acreedor.

El producto de la venta será conservado en prenda por el acreedor, en


substitución de los bienes o títulos vendidos. (Art. 341 LGTOC).
LA PRENDA

PACTO COMISORIO

El pacto comisorio, o sea aquel por el que se autoriza al


acreedor para hacerse dueño de la prenda en caso de falta de
cumplimiento del deudor, está prohibido desde el derecho
romano. El Código Civil (art. 2887) acentúa la prohibición al
declarar la nulidad del pacto. La Ley General de Títulos y
Operaciones de Crédito también, lo prohíbe (art. 345); pero
permite que el deudor lo autorice por escrito, con posterioridad
a la constitución de la prenda.

Esta modalidad es inconveniente, porque se presta a que los


acreedores de mala fe burlen la prohibición tradicional del pacto
comisorio, obligando a sus deudores a firmar las autorizaciones
con fecha adelantada.
EL FIDEICOMISO

ANTECEDENTES

El fideicomiso encuentra sus orígenes más remotos en derecho romano


germánico, en donde era entendido como un encargo confiado a la
honradez y a la fe ajena, y que surgió en relación con la manifestación de
última voluntad, ligada a la sucesión para la ejecución de actos fuera de
testamento.

CERVANTES AHUMADA, por su parte señala que el fideicomiso surge


en Inglaterra con el desarrollo del trust, entendido como obligación de
equidad, en donde el trustee usaba la propiedad para beneficio del cestui
que trust, extendiéndose a los Estados Unidos, en donde su aplicación
se canaliza a la actividad bancaria.

En México, el antecedente más remoto del contrato se encuentra en la


Ley General de Instituciones de Crédito y Establecimientos Bancarios de
1924, (con cuya expedición se abrogó a la Ley General de Instituciones
de Crédito de 1897), en donde si bien se menciona, no se reglamenta.
EL FIDEICOMISO

ANTECEDENTES

Con la expedición de la Ley de Bancos de Fideicomiso de 1926, se


reconoce al fideicomiso como un mandato irrevocable, lo que se
reitera en la siguiente Ley General de Instituciones de Crédito y
Establecimientos Bancarios del propio año.

En 1932 se expidió la Ley General de Instituciones de Crédito que


abrogó a la anterior de 1926, y en ella si bien se contempla al
fideicomiso, su regulación es limitada a supuestos de quiebra, así
como en materia de fideicomisos de administración y testamentarios.

Es en realidad hasta la expedición de la Ley General de Títulos y


Operaciones de Crédito en el propio año de 1932, que se regula al
fideicomiso de una manera completa, y así ha pasado hasta nuestros
días.
EL FIDEICOMISO

ANTECEDENTES

“Esta ley fue la primera que reguló al fideicomiso de forma integral y


sustantiva, no solo en México, sino en todo el mundo, porque el
Uniform Trust Act se habría de publicar cinco años después, en
1937”.

Así, el fideicomiso es una institución que si bien surgió de la


práctica anglosajona, en nuestro país ha tenido un gran desarrollo,
que apartándose de los principios del derecho ingles, y
evolucionado hasta nuestros días, es utilizado para múltiples fines,
con la única limitante de que sean lícitos. Se utiliza el contrato de
fideicomiso, sobre la base del elemento “confianza”, que es
aportado en teoría por la solvencia moral y económica de las
instituciones que intervienen en el contrato.
EL FIDEICOMISO

CONCEPTO

Por el fideicomiso, el fideicomitente trasmite la titularidad de un


derecho al fiduciario, quien queda obligado a utilizarlo para la
realización de un fin determinado.

De conformidad con el artículo 381 de la ley, en virtud del


fideicomiso, el fideicomitente destina ciertos bienes a un fin lícito
determinado, encomendando la realización de ese fin a una
institución fiduciaria.

RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ, considera que el concepto legal del


fideicomiso debe ser completado a partir del establecimiento de su
naturaleza jurídica, que comprenda su configuración como negocio
jurídico; a su estructura como modalidad del derecho de propiedad, y
en lo concerniente a su calificación como operación bancaria.
EL FIDEICOMISO

CLASIFICACIÓN DEL CONTRATO

El contrato de fideicomiso es típico, real, principal o accesorio, formal, de


tracto sucesivo, bilateral, oneroso, conmutativo, y traslativo de dominio o
de uso.

Es típico porque se encuentra regulado por la Ley General de Títulos y


Operaciones de Crédito, además de serle aplicables las disposiciones
relativas a los fideicomisos en que intervienen casas de bolsa,
instituciones de fianzas, compañías de seguros, y desde luego bancos,
por lo que deben ser consideradas; la Ley del Mercado de Valores, La
Ley Federal de Instituciones de Fianzas, la Ley General de Instituciones
y Sociedades Mutualistas de Seguros, y desde luego, la Ley de
Instituciones de Crédito.

Además, deben considerarse los procedimientos de ejecución que en


forma genérica establece el Código de Comercio, para el caso de
ejecución en el supuesto de fideicomiso de garantía.
EL FIDEICOMISO

CLASIFICACIÓN DEL CONTRATO

Es real porque se perfecciona con la entrega de la cosa materia del


fideicomiso, y porque implicando la afectación de un bien, requiere
de su entrega por parte del fideicomitente.

Es principal porque existe por sí mismo y no requiere de otro para


su subsistencia, pero cuando el fideicomiso se constituye para
garantizar un crédito será accesorio.

Es formal porque debe ser otorgado siempre por escrito.

De conformidad con el artículo 387 el fideicomiso puede ser


constituido por acto entre vivos o por testamento. La constitución
del fideicomiso deberá siempre constar por escrito y ajustarse a los
términos de la legislación común sobre la transmisión de los
derechos o la transmisión de propiedad de las cosas que se den en
fideicomiso.
EL FIDEICOMISO

CLASIFICACIÓN DEL CONTRATO

Además, de acuerdo con el artículo 388, el fideicomiso cuyo


objeto recaiga en bienes inmuebles, deberá inscribirse en la
Sección de la Propiedad del Registro Público del lugar en que los
bienes estén ubicados. El fideicomiso surtirá efectos contra
tercero, desde la fecha de inscripción en el Registro.

Es de tracto sucesivo porque las obligaciones de las partes se


extienden durante un período determinado de tiempo que es el
establecido en cada caso en el contrato.

Es bilateral porque las partes tienen obligaciones y derechos


recíprocos.
EL FIDEICOMISO

CLASIFICACIÓN DEL CONTRATO

Es oneroso porque contiene provechos y gravámenes para


las partes que en él intervienen.

Es conmutativo porque las prestaciones, provechos y


gravámenes que derivan del contrato son plenamente
conocidas por las partes desde su celebración.

Es traslativo de dominio, en el caso del fideicomiso


irrevocable, en el que se afectan bienes muebles o
inmuebles.
EL FIDEICOMISO

ELEMENTOS PERSONALES Y OBLIGACIONES DE LAS


PARTES

Tocante a los elementos personales del contrato,


inicialmente éste puede surgir a la vida jurídica siempre y
cuando existan cuando menos el fideicomiso y el
fiduciario, ya que el fideicomisario constituye un elemento
que puede surgir con posterioridad, o bien puede ocupar
dicha posición tanto el propio fideicomitente, como la
fiduciaria.
EL FIDEICOMISO

EL FIDEICOMITENTE

El fideicomitente, es el elemento personal, física o moral que


afecta determinados bienes muebles, inmuebles, derechos, etc., a
la realización de un fin lícito y determinado.

De conformidad con el artículo 384 sólo pueden ser


fideicomitentes las personas físicas o jurídicas que tengan la
capacidad necesaria para hacer la afectación de bienes que el
fideicomiso implica y las autoridades judiciales o administrativas
competentes, cuando se trate de bienes cuya guarda,
conservación, administración, liquidación, reparto o enajenación
corresponda a dichas autoridades o a las personas que éstas
designen.
EL FIDEICOMISO

El fideicomitente tiene las siguientes facultades:

* Reservarse los derechos que estime pertinentes;


* Designar a uno o varios fideicomisarios;
* Nombrar al comité técnico;
* Modificar los términos del contrato (si se reserva ese
derecho);
* Requerir cuentas al fiduciario;
* Trasmitir sus derechos (si se reserva ese derecho), y
* Renovar o terminar el fideicomiso (si se reserva ese
derecho).
EL FIDEICOMISO

La institución fiduciaria

El fiduciario es la entidad financiera que por ley tiene como función la de


recibir los bienes afectos a dicho contrato, llevar a cabo su
administración, tener asimismo la representación legal del fideicomiso y
como función última, la de cumplir con los fines previstos en el contrato.

De ese modo, el artículo 391 establece “la institución fiduciaria tendrá


todos los derechos y acciones que se requieran para el cumplimiento del
fideicomiso, salvo las normas o limitaciones que se establezcan al efecto,
al constituirse el mismo; estará obligada a cumplir dicho fideicomiso
conforme al acto constitutivo; no podrá excusarse o renunciar su encargo
sino por causas graves a juicio de un Juez de Primera Instancia del lugar
de su domicilio, y deberá obrar siempre como buen padre de familia,
siendo responsable de las pérdidas o menoscabos que los bienes sufran
por su culpa”.
EL FIDEICOMISO

OBLIGACIONES DE LA FIDUCIARIA

En el manejo del patrimonio fideicomitido, el fiduciario deberá llevar


especial contabilidad del mismo y rendir cuentas de su
administración tanto al fideicomitente como al fideicomisario,
dependiendo de que elemento personal se hubiese reservado la
facultad de exigirlo.

Entre las principales obligaciones que asumen las instituciones


fiduciarias, se encuentran:

* Ceñirse a los términos del contrato constitutivo para cumplir su


finalidad;

*Conservar y mantener los bienes fideicomitidos;

* Llevar una contabilidad por separado para cada fideicomiso;


EL FIDEICOMISO

OBLIGACIONES DE LA FIDUCIARIA

* Cumplir con las obligaciones en materia fiscal que graven al


fideicomiso;

* Realizar sus actividades a través de un delegado fiduciario que la


propia institución designe;

* Guardar el secreto fiduciario;

* Rendir cuentas;

* Invertir fondos en valores aprobados, y;

* Acatar las instrucciones y recomendaciones del comité técnico.


EL FIDEICOMISO

EL FIDEICOMISARIO

El tercer elemento de carácter personal que puede o no existir al


momento de la celebración del contrato pero que deberá en todo
caso estar plenamente identificado antes de la conclusión del
mismo, es el fideicomisario, persona física o entre colectivo, que
es quien recibe los beneficios del fideicomiso.

Pueden ser fideicomisarios las personas físicas o jurídicas que


tengan la capacidad necesaria para recibir el provecho que el
fideicomiso implica.

El fideicomitente puede designar varios fideicomisarios para que


reciban simultánea o sucesivamente el provecho del
fideicomiso, salvo el caso de la fracción II del artículo 394.
EL FIDEICOMISO

EL FIDEICOMISARIO

Además, cuando sean dos o más los fideicomisarios y deba


consultarse su voluntad, en cuanto no esté previsto en la
constitución del fideicomiso, las decisiones se tomarán a
mayoría de votos computados por representaciones y no por
personas, y en caso de empate, decidirá el Juez de Primera
Instancia del lugar del domicilio del fiduciario.

De conformidad con el artículo 382 el fideicomiso será válido


aunque se constituya sin señalar fideicomisario, siempre que
su fin sea lícito y determinado.
EL FIDEICOMISO

EL FIDEICOMISARIO

Los derechos del fideicomisario son:

* Recibir los beneficios del contrato a saber: (rendimientos,


remanentes);

* Exigir rendición de cuentas;

* Modificar el contrato si es irrevocable, y;

* Ceder sus derechos.


EL FIDEICOMISO

NATURALEZA JURÍDICA DE LOS BIENES FIDEICOMITIDOS

El fideicomiso implica siempre la existencia de un patrimonio que es


trasmitido por el fideicomitente.

Los bienes fideicomitidos salen del patrimonio del fideicomitente para


formar un patrimonio autónomo y lo único que el fideicomitente
tendrá en relación con dichos bienes serán aquellos derechos que
expresamente se haya reservado.

“Los bienes dados en fideicomiso constituyen un patrimonio


separado, fin o de afectación, cuyo titular jurídico es el fiduciario
(temporal y revocable) y sus titulares económicos son el
fideicomitente y el fideicomisario”.
EL FIDEICOMISO

NATURALEZA JURÍDICA DE LOS BIENES FIDEICOMITIDOS

“El fideicomiso es un negocio jurídico pro medio del cual el fideicomitente


constituye un patrimonio autónomo constituido por bienes materiales o
derechos, cuya titularidad se atribuye al fiduciario para la realización de un
fin determinado, en donde los bienes fideicomitidos salen del patrimonio del
fideicomitente, para colocarse en situación de patrimonio de afectación”.

“El patrimonio de un fideicomiso es autónomo, esto es, en el aspecto


jurídico, independiente de cualquier otro, incluidos en primer lugar, el del
fideicomitente y el del fiduciario, pero se encuentra bajo la titularidad y
dirección exclusiva del último, que es al que se trasmitió su propiedad, tan
solo con el interés de que llegue a su fin ulterior”.

En relación con la naturaleza del contrato, la Suprema Corte de Justicia se


ha pronunciado por sostener que en efecto se trata de un patrimonio
autónomo.
EL FIDEICOMISO

NATURALEZA JURÍDICA DE LOS BIENES FIDEICOMITIDOS

De conformidad con el artículo 386 pueden ser objeto del fideicomiso


toda clase de bienes y derechos, salvo aquellos que, conforme a la ley,
sean estrictamente personales de su titular.

Los bienes que se den en fideicomiso, se considerarán afectos al fin a


que se destinan y, en consecuencia, sólo podrán ejercitarse respecto a
ellos, los derechos y acciones que al mencionado fin se refieran, salvo
los que expresamente se reserve el fideicomitente, los que para él
deriven del fideicomiso mismo, o los adquiridos legalmente respecto de
tales bienes, con anterioridad a la constitución del fideicomiso, por le
fideicomisario o por terceros.

El fideicomiso constituido en fraude de terceros, podrá en todo tiempo


ser atacado de nulidad por los interesados.
EL FIDEICOMISO

NATURALEZA JURÍDICA DE LOS BIENES


FIDEICOMITIDOS

La titular del patrimonio fideicomitido será siempre la


institución fiduciaria. El fideicomitente y en su caos los
fideicomisarios sólo tendrán derecho a los rendimientos
que produzca el patrimonio o en su caso a los remanentes
que queden una vez cumplido el fin para el cual se
constituyó, dependiendo de los derechos que
expresamente se hubieran reservado en el acto
constitutivo.
EL FIDEICOMISO

NATURALEZA JURÍDICA DE LOS BIENES FIDEICOMITIDOS

Los bienes otorgados en fideicomiso se encuentran en situación


jurídica de ser considerados como un patrimonio llamado
autónomo o afectación, y respecto de los cuales el fiduciario
tendrá lo que se conoce como la propiedad fiduciaria, situación
que se traduce en que únicamente podrá realizar con los bienes
fideicomitidos, aquellos actos tendientes a su conservación y a la
consecución de los fines del contrato, ya que de la administración
que de los bienes realice, deberá responder civilmente, de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 391 de la ley, que
establece que la institución fiduciaria deberá obrar siempre como
buen padre de familia, siendo responsable de las pérdidas o
menoscabos que los bienes sufran por su culpa.
EL FIDEICOMISO

NATURALEZA JURÍDICA DE LOS BIENES FIDEICOMITIDOS

De lo anterior se desprende que el fiduciario es titular más


no propietario de los bienes y sus derechos respecto de
ellos están determinados por las limitaciones mismas de
las facultades que le sean conferidas en el propio contrato.

En efecto, de acuerdo con el artículo 391 de la ley de la


materia, el fiduciario tendrá todos los derechos y acciones
que se requieran para el cumplimiento del fideicomiso o
bien por la naturaleza del fin a que los bienes sean
destinados.
EL FIDEICOMISO

CLASES DE CONTRATOS DE FIDEICOMISO

El fideicomiso cuyo objeto recaiga en bienes muebles, surtirá efectos


contra tercero desde la fecha en que se cumplan los requisitos
siguientes:

I.- Si se tratare de un crédito no negociable o de un derecho personal,


desde que el fideicomiso fuere notificado al deudor;

II.- Si se tratare de un título nominativo, desde que éste se endose a


la institución fiduciaria y se haga constar en los registros del emisor,
en su caso, y,

III.- Si se tratare de cosa corpórea o de títulos al portador, desde que


estén en poder de la institución fiduciaria.
EL FIDEICOMISO

CLASES DE CONTRATOS DE FIDEICOMISO

El fideicomisario tendrá, además, de los derechos que se le concedan


por virtud del acto constitutivo del fideicomiso, el de exigir su
cumplimiento a la institución fiduciaria; el de atacar la validez de los
actos que ésta cometa en su perjuicio, de mala fe o en exceso de las
facultades que por virtud del acto constitutivo o de la ley le
corresponda, y cuando ello sea procedente, el de reivindicar los
bienes que a consecuencia de esos actos hayan salido del patrimonio
objeto del fideicomiso.

Cuando no exista fideicomisario determinado o cuando éste sea


incapaz, los derechos a que se refiere el párrafo anterior,
corresponderán al que ejerza la patria potestad, al tutor o al Ministerio
Público, según el caso.
EL FIDEICOMISO

LOS FIDEICOMISOS PROHIBIDOS

El artículo 394 se refiere a los fideicomisos prohibidos, al señalar que quedan


prohibidos:

I.- Los fideicomisos secretos;

II.- Aquellos en los cuales el beneficio se conceda a diversas personas


sucesivamente que deban substituirse por muerte de la anterior, salvo el caso
de que la substitución se realice en favor de personas que estén vivas o
concebidas ya, a la muerte del fideicomitente; y

III.- Aquellos cuya duración sea mayor de 30 años, cuando se designe como
beneficiario a una persona jurídica que no sea de orden público o institución
de beneficencia.

Sin embargo, pueden constituirse con duración mayor de 30 años cuando el


fin del fideicomiso sea el mantenimiento de museos de carácter científico o
artístico que no tengan fines de lucro.
EL FIDEICOMISO

ESPECIES DE FIDEICOMISO

De acuerdo con los usos financieros, el fideicomiso


suele utilizarse para operaciones de traslado de
dominio, administración, testamentos y para
garantizar el cumplimiento de créditos que se
otorguen. De ese modo, se señala que el fideicomiso
se convierte en sustitutivo de los contratos relativos.
EL FIDEICOMISO

TRASLATIVO DE DOMINIO

El fideicomiso traslativo de dominio, de enorme utilidad practica, ha


servido, entre otras muchas aplicaciones para realizar operaciones con
bienes muebles, inmuebles y derechos, al sustituirse por vía de esa
operación, a la compraventa y demás operaciones de traslado de
dominio.

“Ese tipo de fideicomiso se convirtió en un formidable argumento a favor


de la tesis que sustenta la trasmisión absoluta de la propiedad, de
fideicomitente y fiduciario, y en uno de los más importantes en contra de
la tesis que sustenta una trasmisión de propiedad técnica y no material,
pues queda en el, fideicomitente, pero en estado latente. La propiedad del
bien se transfiere a la fiduciaria pero como ésta no lo compró, y solo lo
recibe para desahogar el fin pactado, tampoco es propietaria sino titular,
más técnicamente es la propietaria fiduciaria”.
EL FIDEICOMISO

TRASLATIVO DE DOMINIO

El fideicomiso traslativo de dominio ha sido utilizado como


un medio para burlar la prohibición establecida por el
artículo 27 constitucional que impide que los extranjeros
adquieran el dominio de tierras y aguas a lo largo de lo
que se conoce como la zona prohibida (50 kilómetros a lo
largo de las costas y 100 en las fronteras), ya que ha
permitido a aquellos obtener por vía de la posesión
derechos de uso y explotación, durante períodos de treinta
años.
EL FIDEICOMISO

DE ADMINISTRACIÓN

En el fideicomiso de administración, el fideicomitente coloca sus


bienes o inversiones en manos de la institución para que ésta, en
operaciones de auténtica representación de aquél, ejecute diversos
actos, tanto para administrar parte o la totalidad de su patrimonio
como para incrementar el valor de sus inversiones.

Dentro del fideicomiso en administración se encuentra el de inversión,


que de acuerdo con Dávalos Mejía, es aquel por el que el
fideicomitente destina cierta cantidad en efectivo o en títulos de
crédito a la constitución de un fideicomiso; y, la fiduciaria se
compromete durante el plazo del contrato a invertirlos en mercado de
valores, o en mesas de dinero, de otras bancas, con objeto de
obtener con ellos un máximo rendimiento.
EL FIDEICOMISO

TESTAMENTARIO

El fideicomiso testamentario, derivado de la práctica bancaria, permite la


afectación de parte o todo el patrimonio de una persona de forma mortis
causa, lo que implicará que una vez ocurrido el fallecimiento del
fideicomitente, la institución entre en posesión de los bienes
fideicomitidos; los administre y ejecute la voluntad expresada en el
contrato por el fideicomitente. De modo que es un fideicomiso que no
entra en operación sino hasta en tanto ocurre el fallecimiento del
fideicomitente.

“En los fideicomisos por testamento, la voluntad de su constitución es


expresada por el testador al dictar su última voluntad, consecuentemente,
es hasta que el testador fallece cuando el fideicomiso se constituye, en
los términos que el propio testador manda”. En realidad el fideicomiso se
encuentra ya constituido, lo que ocurre es que no se ejecutará sino hasta
en tanto ocurra el fallecimiento del fideicomitente, quien inclusive en vida
puede revocarlo.
EL FIDEICOMISO

TESTAMENTARIO

“La figura típica que éste fideicomiso sustituye, es desde luego, el


testamento. El fideicomitente, que es quien dispone de sus bienes
para después de su muerte, manifiesta su voluntad sucesoria en las
cláusulas del fideicomiso, la que será cumplida por el fiduciario sin
necesidad de iniciar diligencias ni de sucesión legítima ni
testamentaria y por lo mismo, a su muerte no se requerirá de la
intervención ni del órgano jurisdiccional, ni de notario público y los
bienes del fideicomiso se trasmiten a la fiduciaria para la realización
de un fin lícito y determinado, que en éste tipo de fideicomiso consiste
en hacer con estos bienes lo que el fideicomitente encomendó se
hiciera, a favor de terceros, quienes no recibirán los beneficios del
fideicomiso en tanto que herederos, sino en tanto de fideicomitentes”.
EL FIDEICOMISO

DE GARANTÍA

“El fideicomiso de garantía consiste en la trasmisión de bienes al


fiduciario para que este garantice con ello el cumplimiento de las
obligaciones de muy diversa naturaleza que asume el fideicomitente,
Así, un préstamo, un crédito, una emisión de obligaciones, un
usufructo, la administración de bienes, pueden garantizarse mediante
la entrega en fideicomiso de ciertos bienes”.

Para Cervantes Ahumada, el fideicomiso de garantía se ha usado


como sustitutivo de la hipoteca (se agrega que también de la prenda),
atribuyendo a la institución un poder jurídico de enajenar la cosa en
los términos y condiciones que en el acto constitutivo se establezcan .
ARRENDAMIENTO FINANCIERO

Por virtud del contrato de arrendamiento financiero, el arrendador se


obliga a adquirir determinados bienes y a conceder su uso o goce
temporal, a plazo forzoso, al arrendatario, quien podrá ser persona
física o moral, obligándose este último a pagar como
contraprestación, que se liquidará en pagos parciales, según se
convenga, una cantidad en dinero determinada o determinable, que
cubra el valor de adquisición de los bienes, las cargas financieras y
los demás accesorios que se estipulen, y adoptar al vencimiento del
contrato alguna de las opciones terminales a que se refiere el artículo
410 de esta Ley.

Los contratos de arrendamiento financiero deberán otorgarse por


escrito y podrán inscribirse en el Registro Público de Comercio, a
solicitud de los contratantes, sin perjuicio de hacerlo en otros
Registros que las leyes determinen.
ARRENDAMIENTO FINANCIERO

En los contratos de arrendamiento financiero en los que se convenga


la entrega de anticipos, por parte del arrendador, a los proveedores,
fabricantes o constructores de los bienes objeto de dichos contratos
que, por su naturaleza, ubicación o proceso de producción, no sean
entregados en el momento en que se pague su precio o parte del
mismo, el arrendatario quedará obligado a pagar al arrendador una
cantidad de dinero, determinada o determinable, que cubrirá
únicamente el valor de las cargas financieras y demás accesorios de
los anticipos hasta en tanto se entregue el bien de que se trate,
condición que deberá estar contenida en el contrato de arrendamiento
financiero.
En el supuesto señalado en el párrafo anterior, las partes deberán
convenir el plazo durante el cual se entregarán los anticipos, después
del cual el arrendatario deberá cubrirlos en el arrendamiento
financiero con las características y condiciones pactadas en el
contrato correspondiente. (Art. 408 LGTOC).
ARRENDAMIENTO FINANCIERO

El o los pagarés que el arrendatario otorgue a la orden del


arrendador, por el importe total del precio pactado, por
concepto de renta global, no podrán tener un vencimiento
posterior al plazo del arrendamiento financiero y deberá
hacerse constar en tales documentos su procedencia de
manera que queden suficientemente identificados. La
transmisión de esos títulos, implica en todo caso el traspaso de
la parte correspondiente de los derechos derivados del contrato
de arrendamiento financiero y demás derechos accesorios en la
proporción que correspondan. La suscripción y entrega de
estos títulos de crédito, no se considerarán como pago de la
contraprestación ni de sus parcialidades. (Art. 409 LGTOC).
ARRENDAMIENTO FINANCIERO

Al concluir el plazo del vencimiento del contrato o cuando las partes


acuerden su vencimiento anticipado y una vez que se hayan cumplido
todas las obligaciones, el arrendatario deberá adoptar alguna de las
siguientes opciones terminales:

I. La compra de los bienes a un precio inferior a su valor de


adquisición, que quedará fijado en el contrato. En caso de que no se
haya fijado, el precio debe ser inferior al valor de mercado a la fecha
de compra, conforme a las bases que se establezcan en el contrato;

II. A prorrogar el plazo para continuar con el uso o goce temporal,


pagando una renta inferior a los pagos periódicos que venía
haciendo, conforme a las bases que se establezcan en el contrato; y
ARRENDAMIENTO FINANCIERO

III. A participar con el arrendador en el precio de la venta de los


bienes a un tercero, en las proporciones y términos que se convengan
en el contrato.
Cuando en el contrato se convenga la obligación del arrendatario de
adoptar, de antemano, alguna de las opciones antes señaladas, éste
será responsable de los daños y perjuicios en caso de
incumplimiento. El arrendador no podrá oponerse al ejercicio de dicha
opción.

Si en los términos del contrato, queda el arrendatario facultado para


adoptar la opción terminal al finalizar el plazo obligatorio, éste deberá
notificar por escrito al arrendador, por lo menos con un mes de
anticipación al vencimiento del contrato, cuál de ellas va a adoptar,
respondiendo de los daños y perjuicios en caso de omisión, con
independencia de lo que se convenga en el contrato. (Art. 410
LGTOC).
ARRENDAMIENTO FINANCIERO

En los contratos de arrendamiento financiero en los que se


estipule que la entrega material de los bienes sea realizada
directamente al arrendatario por el proveedor, fabricante o
constructor, en las fechas previamente convenidas, el arrendatario
quedará obligado a entregar constancia del recibo de los bienes al
arrendador. Salvo pacto en contrario, la obligación de pago del
precio del arrendamiento financiero se inicia a partir de la firma del
contrato, aunque no se haya hecho la entrega material de los
bienes objeto del arrendamiento.
En los casos a que se refiere el párrafo anterior, el arrendador
estará obligado a entregar al arrendatario los documentos
necesarios para que el mismo quede legitimado a fin de recibirlos
directamente. (Art. 411 LGTOC).
ARRENDAMIENTO FINANCIERO

Salvo pacto en contrario, el arrendatario queda obligado a


conservar los bienes en el estado que permita el uso normal que
les corresponda, a dar el mantenimiento necesario para este
propósito y, consecuentemente, a hacer por su cuenta las
reparaciones que se requieran, así como a adquirir las refacciones
e implementos necesarios, según se convenga en el contrato.
Dichas refacciones, implementos y bienes que se adicionen a los
que sean objeto del arrendamiento financiero, se considerarán
incorporados a éstos y, consecuentemente, sujetos a los términos
del contrato.
El arrendatario debe servirse de los bienes solamente para el uso
convenido, o conforme a la naturaleza y destino de éstos, siendo
responsable de los daños que los bienes sufran por darles otro
uso, o por su culpa o negligencia, o la de sus empleados o
terceros. (Art. 412 LGTOC).
ARRENDAMIENTO FINANCIERO

El arrendatario deberá seleccionar al proveedor, fabricante o


constructor y autorizar los términos, condiciones y
especificaciones que se contengan en el pedido u orden de
compra, identificando y describiendo los bienes que se
adquirirán.
El arrendador no será responsable de error u omisión en la
descripción de los bienes objeto del arrendamiento
contenida en el pedido u orden de compra. La firma del
arrendatario en cualquiera de estos últimos documentos
implica, entre otros efectos, su conformidad con los términos,
condiciones, descripciones y especificaciones, ahí
consignados. (Art. 413 LGTOC).
ARRENDAMIENTO FINANCIERO

Salvo pacto en contrario, son a riesgo del arrendatario:

I. Los vicios o defectos ocultos de los bienes que impidan su uso


parcial o total. En este caso, el arrendador transmitirá al
arrendatario los derechos que como comprador tenga, para que
éste los ejercite en contra del vendedor, o lo legitimará para que el
arrendatario en su representación ejercite dichos derechos;
II. La pérdida parcial o total de los bienes, aunque ésta se realice
por causa de fuerza mayor o caso fortuito; y
III. En general, todos los riesgos, pérdidas, robos, destrucción o
daños que sufrieren los bienes dados en arrendamiento financiero.
Frente a las eventualidades señaladas, el arrendatario no queda
liberado del pago de la contraprestación, debiendo cubrirla en la
forma que se haya convenido en el contrato. (Art. 414 LGTOC).
ARRENDAMIENTO FINANCIERO

En casos de despojo, perturbación o cualquier acto de terceros, que


afecten el uso o goce de los bienes, la posesión de los mismos o bien la
propiedad, el arrendatario tiene la obligación de realizar las acciones que
correspondan para recuperar los bienes o defender el uso o goce de los
mismos. Igualmente, estará obligado a ejercer las defensas que
procedan, cuando medie cualquier acto o resolución de autoridad que
afecten la posesión o la propiedad de los bienes.
Cuando ocurra alguna de estas eventualidades, el arrendatario debe
notificarlo al arrendador, a más tardar el tercer día hábil siguiente al que
tenga conocimiento de esas eventualidades, siendo responsable de los
daños y perjuicios, si hubiese omisión. El arrendador, en caso de que no
se efectúen o no se ejerciten adecuadamente las acciones o defensas, o
por convenir así a sus intereses, podrá ejercitar directamente dichas
acciones o defensas, sin perjuicio de las que realice el arrendatario.
El arrendador estará obligado a legitimar al arrendatario para que, en su
representación, ejercite dichas acciones o defensas, cuando ello sea
necesario. (Art. 415 LGTOC).
ARRENDAMIENTO FINANCIERO

El arrendador, para solicitar en la demanda o durante el


juicio la posesión de los bienes objeto del arrendamiento
financiero, al ser exigible la obligación y ante el
incumplimiento del arrendatario de las obligaciones
consignadas en el contrato, deberá acompañar el contrato
correspondiente debidamente ratificado ante fedatario
público. Una vez decretada la posesión, el arrendador
quedará facultado a dar los bienes en arrendamiento
financiero a terceros o a disponer de ellos. (Art. 416
LGTOC).
ARRENDAMIENTO FINANCIERO

El seguro o garantía que llegue a convenirse en los contratos de


arrendamiento financiero deberá cubrir, en los términos que se pacte, por
lo menos, los riesgos de construcción, transportación, recepción e
instalación, según la naturaleza de los bienes, los daños o pérdidas de los
propios bienes, con motivo de su posesión y uso, así como las
responsabilidades civiles y profesionales de cualquier naturaleza,
susceptibles de causarse en virtud de la explotación o goce de los propios
bienes, cuando se trate de bienes que puedan causar daños a terceros,
en sus personas o en sus propiedades.
En los contratos o documentos en que conste la garantía deberá
señalarse como primer beneficiario al arrendador, a fin de que, en primer
lugar, con el importe de las indemnizaciones se cubran a éste los saldos
pendientes de la obligación concertada, o las responsabilidades a que
queda obligado como propietario de los bienes. Si el importe de las
indemnizaciones pagadas no cubre dichos saldos o responsabilidades, el
arrendatario queda obligado al pago de los faltantes. (Art. 417 LGTOC).
ARRENDAMIENTO FINANCIERO

Artículo 418.- Las primas y los gastos del seguro serán


por cuenta del arrendatario, incluso cuando el
arrendador proceda a contratar los seguros a que se
refiere el artículo anterior si es el caso de que
habiéndose pactado que el seguro deba ser contratado
por el arrendatario y éste no realizara la contratación
respectiva dentro de los tres días siguientes a la
celebración del contrato. Lo anterior, sin perjuicio de
que contractualmente esta omisión se considere como
causa de rescisión.
FACTORAJE FINANCIERO

Por virtud del contrato de factoraje, el factorante conviene con


el factorado, quien podrá ser persona física o moral, en adquirir
derechos de crédito que este último tenga a su favor por un
precio determinado o determinable, en moneda nacional o
extranjera, independientemente de la fecha y la forma en que
se pague, siendo posible pactar cualquiera de las modalidades
siguientes:

I. Que el factorado no quede obligado a responder por el pago


de los derechos de crédito transmitidos al factorante; o
II. Que el factorado quede obligado solidariamente con el
deudor, a responder del pago puntual y oportuno de los
derechos de crédito transmitidos al factorante.
FACTORAJE FINANCIERO

La administración y cobranza de los derechos de crédito, objeto


de los contratos de factoraje, deberá ser realizada por el
factorante o por un tercero a quien éste le haya delegado la
misma, en términos del artículo 430.
Todos los derechos de crédito pueden transmitirse a través de
un contrato de factoraje financiero, sin el consentimiento del
deudor, a menos que la transmisión esté prohibida por la ley,
no lo permita la naturaleza del derecho o en los documentos en
los que consten los derechos que se van a adquirir se haya
convenido expresamente que no pueden ser objeto de una
operación de factoraje.
El deudor no puede alegar contra el tercero que el derecho no
podía transmitirse mediante contrato de factoraje financiero
porque así se había convenido, cuando ese convenio no conste
en el título constitutivo del derecho. (Art. 419 LGTOC).
FACTORAJE FINANCIERO

El factorante, al celebrar contratos con los deudores de derechos de


crédito constituidos a favor de proveedores de bienes o servicios, deberá
estipular expresamente si se comprometerá a adquirir dichos derechos de
crédito para el caso de aceptación de los propios proveedores.

Tratándose de contratos de promesa de factoraje en los que se convenga


la entrega de anticipos al factorado, éste quedará obligado a pagar una
cantidad de dinero determinada o determinable que cubrirá conforme a lo
estipulado el valor de las cargas financieras y demás accesorios de los
anticipos hasta en tanto se transmitan los derechos de crédito mediante la
celebración del contrato de factoraje correspondiente, condición que
deberá estar contenida en el contrato de promesa de factoraje financiero.

En este supuesto deberá convenirse el plazo de los anticipos, después


del cual deberá otorgarse el contrato de factoraje financiero. (Art. 420
LGTOC).
FACTORAJE FINANCIERO

Podrán ser objeto del contrato de factoraje, cualquier


derecho de crédito denominado en moneda nacional
o extranjera que se encuentren documentados en
facturas, contrarrecibos, títulos de crédito, mensajes
de datos, en los términos del Título Segundo del Libro
Segundo del Código de Comercio, o cualesquier otros
documentos, que acrediten la existencia de dichos
derechos de crédito. (Art. 421 LGTOC).
FACTORAJE FINANCIERO

Los factorados estarán obligados a garantizar la


existencia y legitimidad de los derechos de crédito
objeto del contrato de factoraje, al tiempo de celebrarse
el contrato, independientemente de la obligación que,
en su caso, contraigan conforme a la fracción II del
artículo 419 de esta Ley. (Art. 422 LGTOC).
FACTORAJE FINANCIERO

Los factorados responderán del detrimento en el valor de los


derechos de crédito objeto de los contratos de factoraje
financiero, que sean consecuencia del acto jurídico que les
dio origen, salvo los que estén documentados en títulos de
crédito y aún cuando el contrato de factoraje se haya
celebrado en términos de la fracción I del artículo 419.
Si del acto jurídico que dio origen a los derechos de crédito
se derivan devoluciones, los bienes correspondientes se
entregarán al factorado, salvo pacto en contrario. (Art. 423
LGTOC).
FACTORAJE FINANCIERO

Solo en las operaciones de factoraje financiero a que se


refiere la fracción II del artículo 419, los factorados podrán
suscribir a la orden del factorante pagarés por el importe
total de las obligaciones asumidas por ellos, en cuyo caso
deberá hacerse constar en dichos títulos de crédito su
procedencia, de manera que queden suficientemente
identificados. Estos pagarés serán no negociables, en los
términos del artículo 25 de esta Ley.

La suscripción y entrega de dichos pagarés no se


considerará como pago o dación en pago de las
obligaciones que documenten. (Art. 424 LGTOC).
FACTORAJE FINANCIERO

En las operaciones de factoraje financiero la


transmisión de los derechos de crédito comprende la de
todos los derechos accesorios a ellos, salvo pacto en
contrario. (Art. 425 LGTOC).
FACTORAJE FINANCIERO

La transmisión de derechos de crédito efectuada con


motivo de una operación de factoraje financiero surtirá
efectos frente a terceros, desde la fecha en que haya
sido notificada al deudor, en los términos del artículo
427 de esta Ley, sin necesidad de que sea inscrita en
registro alguno u otorgada ante fedatario público. (Art.
426 LGTOC).
FACTORAJE FINANCIERO

El factorante deberá notificar al deudor respectivo la transmisión de los


derechos de crédito objeto de un contrato de factoraje financiero,
excepto en el caso de factoraje en el que se otorgue al factorado
mandato de cobranza o se conceda a este último la facultad de llevar a
cabo la cobranza del crédito correspondiente. La notificación deberá
hacerse a través de cualquiera de las formas siguientes:

I. Entrega del documento o documentos comprobatorios del derecho de


crédito en los que conste el sello o leyenda relativa a la transmisión y
acuse de recibo por el deudor mediante contraseña, contrarrecibo o
cualquier otro signo inequívoco de recepción;

II. Comunicación por correo certificado con acuse de recibo, telegrama,


télex o telefacsímil, contraseñados que deje evidencia de su recepción
por parte del deudor;
FACTORAJE FINANCIERO

IV. Mensajes de datos, en los términos del Título Segundo del Libro
Segundo del Código de Comercio.

Cuando se trate de notificaciones que deban surtir efectos en el extranjero,


el factorante las podrá efectuar a través de los medios señalados en las
fracciones anteriores de este artículo o por mensajería con acuse de recibo
o por los medios establecidos de conformidad con lo dispuesto por los
tratados o acuerdos internacionales suscritos por los Estados Unidos
Mexicanos.

Las notificaciones surtirán sus efectos el día hábil siguiente a aquél en que
fueron hechas y, al practicarlas, deberá proporcionarse al interesado copia
del acto que se notifique.

En los casos señalados, la notificación deberá ser realizada en el domicilio


del deudor, y podrá efectuarse con su representante legal o cualquiera de
sus dependientes o empleados. Toda notificación personal, realizada con
quien deba entenderse, será legalmente válida aún cuando no se efectúe
en el domicilio respectivo.
FACTORAJE FINANCIERO

Para los efectos de la notificación a que alude el párrafo anterior, se


tendrá por domicilio del deudor el que se señale en los documentos
en que consten los derechos de crédito objeto de los contratos de
factoraje. En cuanto al lugar de notificación, se estará a lo dispuesto
en el Código de Comercio cuando la notificación se realice por medio
de mensaje de datos en términos de dicho ordenamiento.

En el caso de sociedades en liquidación en las que se hubieran


nombrado varios liquidadores, las notificaciones o diligencias que
deban efectuarse con aquellas podrán practicarse válidamente con
cualquiera de éstos.

La notificación se tendrá por realizada al expedir los deudores


contraseña, sello o cualquier signo inequívoco de haberla recibido
por alguno de los medios señalados en el presente artículo.
Asimismo, el pago que haga el deudor o su representante legal al
factorante surtirá efectos de notificación en forma desde la fecha en
que se realice dicho pago. (Art. 427 LGTOC).
FACTORAJE FINANCIERO

El deudor de los derechos de crédito transmitidos por virtud


de una operación de factoraje financiero, mientras no se le
haya notificado la transmisión en términos del artículo
anterior, libera su obligación con el pago que haga al
acreedor original o a quien haya sido el último titular de
esos derechos previo al factorante, según corresponda. Por
el contrario, el pago que, después de recibir la notificación a
que se refiere el artículo precedente, realice el deudor al
acreedor original o a quien haya sido el último titular de
esos derechos previo al factorante, según corresponda, no
lo libera ante el propio factorante. (Art. 428 LGTOC).
FACTORAJE FINANCIERO

Cuando el factorante dé en prenda los derechos


adquiridos, dicha garantía se constituirá y
formalizará mediante contrato que deberá constar
por escrito, pudiendo designarse un depositario de
los documentos correspondientes. (Art. 429
LGTOC).
FACTORAJE FINANCIERO

La persona a la que se le haya otorgado mandato de administración y


cobranza de los derechos de crédito objeto de una operación de
factoraje financiero o que, por cualquier otra forma, se le haya
concedido la facultad de llevar a cabo dichos actos deberá entregar al
factorante las cantidades que le sean pagadas en virtud de la cobranza
que realice, dentro de un plazo que no podrá exceder de diez días
hábiles contados a partir de aquel en que se efectúe dicha cobranza.

En el contrato de factoraje financiero deberá incluirse la relación de los


derechos de crédito que se transmiten. La relación deberá consignar,
por lo menos, los nombres, denominaciones, o razones sociales del
factorado y de los deudores, así como los datos necesarios para
identificar los documentos que amparen los derechos de crédito, sus
correspondientes importes y sus fechas de vencimiento.
FACTORAJE FINANCIERO

En caso de que el factorante convenga con el factorado


que podrá realizar visitas de inspección en los locales de
las personas a quienes se les haya conferido la facultad de
realizar la administración y cobranza de los derechos de
crédito objeto del factoraje financiero, se deberá establecer
expresamente en el contrato los aspectos que, respecto de
los derechos de crédito, serán objeto de las visitas y la
obligación de levantar actas en las que se asiente el
procedimiento utilizado y los resultados de las mismas.
Será nula cualquier visita hecha en violación a lo pactado
conforme a lo anteriormente dispuesto por este párrafo.
(Art. 430 LGTOC).
FACTORAJE FINANCIERO

El factorante podrá transmitir a un tercero los


derechos de crédito objeto del correspondiente
contrato de factoraje financiero que haya
celebrado, para lo cual deberá sujetarse a las
disposiciones aplicables a dicha transmisión. (Art.
431 LGTOC).
BIBLIOGRAFIA

Castrillón y Luna, Victor M. CONTRATOS MERCANTILES,


Editorial Porrúa.

Cervantes Ahumada, Raúl, TÍTULOS Y OPERACIONES DE


CRÉDITO, Editorial Herrero, S.A. DE C.V.

Dávalos Mejía, L. Carlos, TÍTULOS Y CONTRATOS DE


CRÉDITO, QUIEBRAS, Editorial Harla.

Díaz Bravo, Arturo, CONTRATO MERCANTILES, Editorial Iure.

León Tovar, Soyla H. CONTRATOS MERCANTILES, Editorial


Oxoford.

Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito

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