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En esta etapa del peregrinaje de la nación israelita por el

desierto, Moisés se había dado cuenta de:


Era muy difícil tratar con el carácter del pueblo
Necesitaba la intervención divina para retomar la confianza
Espera que Dios le diera las capacidades necesarias para
guiar a la nación.
No tenía mucho que había salido de Egipto y ya estaba
enfrentando grande dificultades con la bipolaridad espiritual
de Israel
Moisés necesitaba conocer a Jehová de una forma que
quedara duda que este era Dios único y que seguiría
manifestando su poder y su misericordia a los suyos.
I. El ANHELO POR SU GLORIA
1. UN HOMBRE CON HAMBRE DE DIOS
Para este momento Moisés ya había estado en la presencia
del Señor en el Monte Sinai, donde se le daban las tablas
de la ley y el pueblo fabricaba un becerro de oro para
adorarlo.
Vemos la gran diferencia entre una vida que toma tiempo
para buscar la presencia del Señor y otra que se dejaba llevar
por el pecado.
Ambos Moisés y el pueblo habían experimentado los
milagros y las maravillas del Señor pero solo el primero
desarrollo una estrecha relación con El.
2. UN HOMBRE CONSCIENTE DE SU FRAGILIDAD
Moisés entendió la enormidad del desafío que tenía delante
y lo contraste con sus limitaciones.
Así que al rogar por la manifestación de la gloria divina
(Éxodo 33:18) no solamente desea conocer más al Señor, si
no también ser fortalecido en todas las áreas de si vida por
ese Dios que había demostrado en ocasiones pasadas que
era capaz de usar a un total desconocido sin ningún
tipo de rango social o político para ir a enfrentarse al mismo
rey de Egipto.
3. UN HOMBRE VALIENTE
Moisés sabe que está ante un Dios Santo, pero ahora pide
que el Todopoderoso se manifieste a él: Te ruego que me
muestres tu gloria (33:18)
Entonces Jehová le advierte de los riesgos: No podrás ver mi
rostro porque no me verá hombre y vivirá (33:20). Sin
embargo le permite un atisbo de su gloria.
Pregunta: La presencia divina en Cristo es una realidad
permanente, pero ¿es posible que existan situaciones que
constituyan un estorbo para esa comunión?
II. LA MANIFESTACIÓN DE SU GLORIA
1. EN SU BONDAD
Cuando Moisés le pide a Jehová que le muestre su gloria, lo
primero que Dios le dice es: Yo haré pasar todo mi bien
delante de tu rostro (33:19), lo cual nos enseña que la gloria
divina se manifiesta en todos sus actos bondadosos.
Moisés contasto con el pueblo que apesar de ser rebelde,
Jehová seguía sustentando, protegiendo, vistiendo, sanando
y guiando.
2. A TRAVÉS DE SU NOMBRE
Y Jehová descendió en la nube, y estuvo allí con el,
proclamando el nombre de Jehová (34:5) El Señor mismo
proclama su nombre como lo había prometido (33:19)
Moisés escuchando la voz de la Divinidad que exclama -
seguramente con estruendosa voz- Jehová Jehová.
El nombre de Jehová en si mismo incluye la descripción de su
naturaleza y carácter.
Dios eterno, el que era, el que es el que siempre será.
Su nombre además tiene poder y autoridad
3. EN SU MISERICORDIA
...fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira y grande
en misericordia y verdad (34:6).
Dios deja claro que el se complace en hacer misericordia,
como leemos también en Miqueas 7:8 ¿Que Dios como tu? ...
porque se deleita en misericordia.
Jehová quería que su siervo quedara convencido de que el
amaba a su pueblo y que sería amplio en perdonar.
4. EN SU JUSTICIA
Que de ningún modo tendrá por inocente al malvado (34:7)
Dios está dispuesto a perdonar a su pueblo pero esto no
significa que tolerará sus pecados.
El es misericordioso pero también justo
Solo si se arrepiente el malvado puede experimentar la
bondad y la misericordia del Señor.
5. EN SU SANTIDAD
Jehová le dice a Moisés que se prepare para subir al monte
Sinai. Le da instrucciones precisas para que nadie se acerque
al monte, pues podrían parecer la manifestación de la
santidad de Dios. El
Señor afirmó su carácter Santo al decir que visita la iniquidad
de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos
hasta la tercera y cuarta generación (34:7).

Pregunta:
¿Ha experimentado la bondad y la misericordia de Dios en su
vida?
¿De qué manera?
III. LA PROMESA DIVINA
1. LA PETICIÓN DE MOISÉS
...te ruego que nos acompañes en el viaje (34:9 NTV) Moisés
se había dado cuenta que si Dios no los acompañaba no
llegaría a ningún lugar.
Por eso pide a Dios que continúe acompañándolos en el
viaje. Cuántas veces en la vida no hemos enfrentado
situaciones semejantes, desafíos enormes que parecen
insuperables, pero no debemos olvidar que Dios ha
prometido estar con nosotros en todo momento su
presencia en una realidad en nuestra vida.
Moisés reitera también su ruego por perdón, incluyéndose
así mismo en esa petición: y perdona nuestra iniquidad y
nuestro pecado.
Luego el siervo de Dios termina su petición: Tómanos como
tu posesión más preciada (34:9 NTV)
2. LA RESPUESTA DIVINA
Dios responde a Moisés: Yo hago un pacto contigo en
presencia de todo tu pueblo (34:10).
Se compromete a obrar milagros extraordinarios que
ninguna otra nación ha visto jamás: haré maravillas.
Para que no quede la menor duda que las obras divinas serán
extraordinarias el Señor promete: ... será cosa tremenda lo
que haré contigo.

Diferencia de la manifestación de la presencia divina en el


A.T. a la actualidad
Hebreos 12:18-24
Conclusión
Cuanto más pesado siente el liderazgo Moisés ruega al Señor
por un vislumbre de la gloria divina. Dios respondió porque el
no deja de manifestarse a los hombres que anhelan su
presencia.
Mayor privilegio tenemos ahora nosotros Dios resplandio en
nuestra vida (2 Corintios 4:6 NTV)
Además nos ha dado la esperanza de contemplar su gloria
por la eternidad (Romanos 5:3)
Disfrutemos cada día de disfrutar de la gloria de Dios a través
de nuestra comunión con Cristo. Así seremos renovados para
perseverar en el Señor.

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