Introducción
Avivamiento Espiritual: cuando Dios revela al hombre algo de Su gloria, majestad y santidad.
Por el lado humano, el encontrarse con Dios produce tremendo gozo y fervor en la vida cristiana.
PERO hay que enfatizar - un Avivamiento Espiritual no es auto generado.
- no se puede avivar a uno mismo.
- no se puede avivar a otro creyente.
Lo que el hombre sí puede y debe hacer es ORAR, y pedir que Dios se manifieste ante sus ojos.
Ex 33:18 es una de las oraciones más breves en toda la Biblia; pero ¡qué profundidad encontramos aquí!
¡Es una oración que todos debemos hacer!
¿Quién era Moisés? ¿Un creyente nuevo? ¿Uno que recién estaba empezando su vida espiritual?
En los meses anteriores, Moisés había tenido muchos encuentros con Dios. Había vista muchísimo más de
la gloria de Dios que cualquiera de nosotros.
Uno se pregunta, ¿por qué pide más? ¡Parece casi una falta de respeto! Dios bien podría haberle dicho:
“¿No es suficiente lo que has visto?"
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La oración de Moisés en Ex 33:18 es una evidencia de la gran sed espiritual que este siervo de Dios
tenía. Él no se contentaba con lo que conocía de Dios. ¡Anhelaba conocerle más y más!
ESTA ACTITUD DELEITA EL CORAZÓN DE DIOS. Lo triste es que tan pocos tenemos esta actitud.
La gran mayoría de nosotros nos contentamos con conocer muy poco a Dios.
Tenemos que volver a estudiar el contexto de Ex 33:18. ¿Qué estaba pasando en ese momento?
¿Cómo responde Moisés ante estas órdenes de Dios? Parece que ya no está seguro de querer hacerlo;
tampoco siente que puede hacerlo. Moisés manifiesta su temor e inseguridad en el v.12.
[1] La cantidad de personas que él tenía que llevar (más de un millón de personas).
[2] El lugar por donde tenía que guiar al pueblo – a través de un desierto.
[3] La clase de gente que tenía que llevar. Israel era una nación terca, desobediente a Dios, y
rebelde contra Moisés.
En otras palabras, la tarea que Dios le estaba encomendando era imposible (humanamente hablando). Es
por eso que Moisés no quería aceptar las órdenes de Dios.
¡Pero Dios sigue insistiendo! Al fin Moisés cede al pedido de Dios, pero parece casi estipular una
condición: "Muéstrame Tu gloria...". La gloria de Dios es la suma de Sus perfecciones y carácter. Moisés
se da cuenta que él sólo no puede hacer la tarea que Dios le está dando. Por lo tanto Moisés le dice a Dios:
"Si Tu me haces ver todo lo que Tu eres (Tu grandeza, poder, autoridad, bondad, paciencia, etc.), entonces
podré confiar en Ti para intentar hacer lo que me estás pidiendo."
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2. ¿CUÁL FUE EL RESULTADO DE ESTA ORACIÓN?
En primer lugar podemos notar que Moisés pidió más de lo que entendía. Él pensaba poder ver la gloria de
Dios en su plenitud; pero Dios le aclara que esto no es posible para el ser humano (Ex 33:20).
Sin embargo, Dios le responde a Moisés conforme a lo que él puede recibir de la revelación de Dios (Ex
33:21-23).
La respuesta de Dios está en Ex 34:5-7. Ahí notamos qué es la GLORIA DE DIOS: es el Carácter de Dios;
la Personalidad de Dios; el Poder de Dios.
NOTA: Esto es lo que también nos pasará a nosotros cuando realmente estemos en Su presencia.
Esto es quizá sorprendente. Moisés ya había estado en la presencia de Dios (Ex 3:4-6; 24:9-10; etc.);
inclusive había hablado con Él cara a cara (Ex 33:11). Pero lo que Moisés ve ahora de la gloria de Dios
supera todo lo que había visto antes, y la Biblia nos dice que Moisés se "apresuró" para agachar la cabeza.
Esto nos enseña que hay grados de conocimiento de Dios. Todo verdadero creyente conoce a Dios; Cristo
vive en él o en ella por Su Espíritu. Sin embargo, hay grados más profundos de conocer a Dios. Pablo
habla de uno de estos en 2 Cor 12:2-4.
REFLEXIÓN: ¿Cuál es nuestro grado de conocimiento de Dios? ¿Estamos anhelando conocerle más?
Moisés ahora entra en un conocimiento más profundo de Dios, y como consecuencia, se siente
profundamente humillado ante la presencia de la majestad y de la gloria de Dios. Moisés siente su
humanidad, y se echa en el polvo. ¡TIENE MIEDO DE PERDER SU VIDA! (Ex 33:20)
* Esta es siempre la marca de una persona que ha pasado largo tiempo en la presencia de Dios, y que
ha visto algo de la gloria de Dios. Tal persona será profundamente humilde ante Dios y los
hombres.
Hay bastante evidencia bíblica que Moisés tenía un carácter fuerte: mató a un egipcio, se enfrentó con el
faraón, sacó a Israel de Egipto, etc. Pero un día, cuando fue criticado por sus hermanos, la Biblia nos dice
que él enmudeció; simplemente NO REACCIONÓ (Núm 12:1-3). Moisés era un hombre que se había
encontrado con Dios, y había llegado a ver lo que era su vida a la luz de la grandeza de Dios.
APLICACIÓN: ¿Qué actitudes demostramos hacia otras personas? La marca de un hombre que anda con
Dios es la HUMILDAD.
Cuando Moisés bajó del monte, después de haber visto la gloria de Dios, se notaba algo diferente en él.
¡Ya no era el Moisés de antes! Algo dramático había pasado en la montaña (en su encuentro con Dios), y
toda la gente podía ver claramente la diferencia en su vida. Su rostro resplandecía, con el reflejo de la
gloria de Dios. ¡Dios había cambiado a Su siervo!
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Esta es la segunda marca de toda persona que ha tenido un encuentro personal con Dios, y ha visto algo de
Su gloria.
Es por esto que necesitamos un Avivamiento Espiritual. Cuando hemos sentido la presencia de Dios en un
verdadero Avivamiento Espiritual, nuestras vidas serán diferentes, y la gente se percatará de la diferencia.
EJEMPLO: Reunión de oración en Gales, con un hermano que experimentó algo del avivamiento espiritual.
Quizá algunos dirán: "Esto es muy interesante, pero está lejos de nuestra realidad; hoy en día estas cosas
simplemente no ocurren."
Sin embargo, veamos 2 Cor 2:14. Debemos estar llevando siempre, en todo lugar, algo de la FRAGANCIA
de Cristo en nuestras vidas. ¿Cómo es posible esto? Ver 2 Cor 3:18. ¡Esta debe ser la experiencia de
todo creyente!
Gracias a Dios, es posible llevar la gloria de Dios en nuestras vidas. El problema es que la gran mayoría de
nosotros no lo anhelamos, y no se lo pedimos a Dios. Necesitamos hacer la misma oración que hizo
Moisés: