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SISTEMA NEUROENDOCRINO

El sistema nervioso junto con el sistema endocrino son


quienes desempeñan la mayoría de las funciones del
organismo tendientes a mantener el equilibrio del medio
interno (homeostasis).

En general, el sistema nervioso controla las actividades


rápidas del cuerpo, como contracciones
musculares, fenómenos viscerales que evolucionan
rápidamente e incluso las secreciones de algunas glándulas
endocrinas. Sin embargo, también está a cargo de las
acciones que tardamos años en llevar adelante.
SISTEMA NERVIOSO
El Sistema Nervioso según su estructura, se dividen en:

CENTRAL PERIFÉRICO
 
Nervioso Central
Se integra por el cerebro, el cerebelo y el bulbo raquídeo
(todas las estructuras que se encuentran dentro del cráneo)
y la médula espinal. Es el centro estructural y funcional de
todo el sistema nervioso.

Allí se integran las piezas aferentes de información sensitiva,


se evalúa la información y se inicia una respuesta eferente.

Sistema Nervioso Periférico


Está formado por los nervios situados en la región externa
del sistema nervioso. Estos se clasifican como craneales
(originados en el encéfalo) y raquídeos o espinales
(originados en la médula espinal).
Estos nervios cumplen funciones sensitivas y motoras. Los
nervios motores, a su vez, se dividen en somáticos: que
llevan información a los músculos estriados, y autónomos:
que llevan información al músculo liso, cardíaco y glándulas.
CÉLULAS DEL
SISTEMA NERVIOSO

1. NEURONAS

2. CÉLULAS DE LA GLIA
O NEUROGLIA
NEURONA
NERVIO
CÉLULAS DE LA NEUROGLIA
Las células gliales o neuroglía son más pequeñas y numerosas que las neuronas

Funciones de «asistencia» a las neuronas:

• las aislan,
desempeñan un papel
• las defienden, fundamental para mantener a las
• eliminan sus desechos y neuronas en las condiciones

• las nutren óptimas

Células gliales del Sistema Nervioso

 Central: astrocitos, oligodendrocitos y microglía (80-90% de las células del


SNC).

 Periférico: las células de Schwann.
Células gliales del SNC: astrocitos, oligodendrocitos y microglia 
• Astrocitos: Son las células gliales más
abundantes, tienen 
forma estrellada y numerosas
prolongaciones. Algunos astrocitos
están en contacto con vasos
sanguíneos, por lo que se cree que
participan en la nutrición de las
neuronas, mientras que otros
envuelven las membranas somáticas y
dendríticas de las neuronas, dando
soporte y aislando a las neuronas.
Células gliales del SNC: astrocitos, oligodendrocitos y microglia 
• Oligodendrocitos: son más pequeñas que
los astrocitos, emiten prolongaciones
escasas y poco ramificadas que rodean a
los axones del SNC formando una capa
de mielina. Esta vaina, formada en su
mayor parte por lípidos, constituye un
buen aislante que aumenta la velocidad
de conducción de los impulsos nerviosos.
La vaina de mielina no cubre totalmente
el axón, ya que hay puntos en los que el
axón queda al descubierto. Estas zonas se
llaman nódulos de Ranvier.
Células gliales del SNC: astrocitos, oligodendrocitos y microglia 
• Microglia: Son pequeñas células que se
mueven entre las neuronas y otros tipos
de glía. En situaciones normales, el
número de células de microglía es
pequeño, pero cuando se produce una
lesión o inflamación en el tejido
nervioso, estas células se activan,
proliferan rápidamente y migran a la
zona del daño donde fagocitan restos
celulares y productos de desecho del
tejido. Equivalen a los glóbulos blancos
del SNC.
Células gliales del SNP: las células de Schwann.
Las células de Schwann tienen forma aplanada, y realizan en el SNP las
  mismas funciones que las otras células gliales en el SNC. Una de sus
principales tareas es formar la vaina mielina alrededor de los axones
del SNP, tarea que relazan los oligodendrocitos en el SNC.

A diferencia de un oligodendrocito, que puede mielinizar varios axones


distintos, una célula de Shwann sólo puede formar un segmento de
mielina de un único axón.
Una célula de Schwann envuelve y gira alrededor del axón formando la
vaina de mielina. Se dice que el axón está «mielinizado».

https://www.youtube.com/watch?time_continue=68&v=eoVQ09W_Qlo&feature=emb_logo
SINAPSIS
Las señales nerviosas se transmiten de una neurona a otra a
través de una forma de comunicación intercelular
llamada sinapsis.

La neurona que transmite el mensaje es la presináptica y la que


lo recibe, la postsináptica. 

Según la forma en que se establece la comunicación, las


sinapsis se clasifican en dos tipos:
QUÍMICAS y ELÉCTRICAS
SINAPSIS

Las sinapsis eléctricas son comunes en los


invertebrados. En el hombre, se encuentran en
algunas partes del SNC. Consisten en el
acoplamiento de las células por medio de
uniones tipo nexus o uniones en hendidura. El
potencial de acción se propaga directamente
de una célula a la otra.

La mayoría de las sinapsis en nuestro


organismo son sinapsis químicas: no hay
contacto directo entre las células que se
comunican. Las membranas de las dos
neuronas están separadas por un breve
espacio, la hendidura sináptica y la
comunicación está mediada por una
sustancia química, el neurotransmisor
(NT). Las sinapsis más frecuentes son las
que se producen entre el telodendron de
una neurona y las dendritas de otra.
SINAPSIS QUÍMICA

En los botones sinápticos se almacenan las vesículas que contienen


los neurotransmisores. Cuando el impulso nervioso llega al terminal axónico de
la neurona presináptica, las vesículas sinápticas se fusionan con la membrana
plasmática. De esta forma, mediante exocitosis, los neurotransmisores son
volcados al espacio sináptico.

Una vez producida la exocitosis, las membranas vesiculares se endocitan (se


«hunden») nuevamente para su reciclaje.

La exocitosis de las vesículas sinápticas es disparada por un aumento en la


concentración del Ca2+ citoplasmático. Éste ingresa a los botones terminales a
través de canales de calcio regulados por voltaje, que se abren con la llegada del
potencial de acción. Luego, el calcio es secuestrado rápidamente dentro del botón
sináptico.

Los neurotransmisores liberados en la hendidura sináptica difunden hasta la


membrana postsináptica. Allí se encuentran los receptores apropiados, proteínas
de membrana a las cuales se acoplan las moléculas del neurotransmisor.
EXOCITOSIS

ENDOCITOSIS
SINAPSIS

Las sinapsis excitatorias son aquéllas en las cuales el neurotransmisor


desencadena un potencial de acción en la neurona postsináptica.

Por el contrario, en las sinapsis inhibitorias, la membrana postsináptica


se hiperpolariza, es decir, se hace aún más negativa en su cara interna
(hacia el citoplasma). Esto la aleja de la posibilidad de generar un
potencial de acción.
Es importante señalar que pueden existir distintos receptores para un
mismo neurotransmisor. Los cambios inducidos en la célula postsináptica
dependen de la interacción entre ambos. 

Los neurotransmisores tienen un efecto muy breve, pues rápidamente son


inactivados por alguno de los siguientes mecanismos:
 Destrucción enzimática del neurotransmisor en la hendidura sináptica.
 Recaptación del neurotransmisor en el botón terminal.
 Captación del transmisor por células gliales.
 Difusión fuera de la hendidura.
El impulso nervioso se transmite a lo largo de una neurona mediante un proceso de
despolarización:

1) En un principio, la membrana está polarizada (potencial de reposo). En la parte


exterior de la membrana abundan los iones con carga positiva y en la parte interior, los
de carga negativa. Esto se mantiene por la acción de la bomba de sodio-potasio y se
denomina potencial de reposo.

2) Cuando llega un estímulo aumenta la permeabilidad para los iones de sodio, que
entran en la célula, con lo que la polaridad se invierte en ese punto, quedando más
carga positiva en el interior en esa zona. A esta alteración se le llama potencial de
acción.

3) Esta despolarización lleva a la redistribución de los iones, los canales de sodio


cercanos se abren, y también se despolariza la zona contigua, y ésta, a su vez, a la de
la zona que le sigue, como si fueran las fichas de un dominó. De esta manera el impulso
nervioso se desplaza como una onda a lo largo del axón.

4) Una vez que el impulso nervioso ha recorrido todo el axón, en milésimas de


segundo, se produce la repolarización o restablecimiento de las concentraciones de
iones características del estado de reposo.
IMPULSO NERVIOSO
Acto y Arco Reflejos
Los ACTOS REFLEJOS son las respuestas más simples producidas por
el sistema nervioso. Se trata de respuestas innatas, independientes de la
voluntad, que ocurren rápidamente y tienen una función adaptativa. La
extensión de la pierna cuando se golpea el tendón rotuliano, la acción de
cerrar los ojos ante el acercamiento de un objeto o de retirar el cuerpo
frente a una agresión, son ejemplos de actos reflejos.
Acto y Arco Reflejos
Las estructuras que intervienen en la
producción de un acto reflejo reciben,
en conjunto, el nombre de ARCO
REFLEJO. 

Los arcos reflejos más simples


constan de un receptor, una
neurona sensitiva, una neurona
motora y un efector (un músculo o
una glándula). Entre las neuronas
sensitiva y motora puede interponerse
una neurona de asociación o
interneurona.
Arco Reflejo
El Sistema Nervioso Autónomo:
los sistemas simpático y parasimpático
El Sistema Nervioso Autónomo (SNA)

Es la parte del sistema nervioso que controla y regula los órganos internos como
el corazón, el estómago y los intestinos, sin necesidad de realizar un esfuerzo
consciente por parte del organismo. Es parte del sistema nervioso periférico (que
incluye el Sistema nervioso Somático o SNS y el SNA) y por este motivo también
controla algunos de los músculos del cuerpo.
Controla funciones de manera automática como por ejemplo los latidos del corazón, la
digestión, la respiración, el sudor, la presión arterial, etc.

Funciones del SNA: control de…


Presión sanguínea
Corazón y frecuencia respiratoria
Temperatura corporal
Digestión
Metabolismo (lo que afecta el peso corporal)
El equilibrio de agua y electrolitos (como sodio y calcio)
La producción de fluidos corporales (saliva, sudor y lágrimas)
Micción
Defecación
Respuesta sexual
Así, la mayoría de los órganos están controlados por el sistema nervioso
simpático y el parasimpático. A veces, ambos tienen efectos opuestos en el
mismo órgano. Por ejemplo, el sistema simpático aumenta la presión arterial
mientras que el parasimpático la disminuye. En general, ambos sistemas trabajan
juntos para garantizar que el cuerpo responda adecuadamente a las diferentes
situaciones.
La función principal del SNA es mantener el equilibrio del medio interno, la
homeostasis, y controlar las funciones involuntarias. Por este motivo, es
capaz de modificar la actividad de la musculatura lisa, las glándulas y el músculo
cardíaco en respuesta a la información que proviene de niveles superiores del
cerebro (especialmente emociones y estímulos del entorno).

El SNA está compuesto por dos grandes sistemas:


El sistema nervioso simpático
El sistema nervioso parasimpático
Sistema Nervioso Simpático
El  sistema nervioso simpático prepara el cuerpo para situaciones que requieren
estado de alerta o fuerza, como situaciones que despiertan temor, ira, emoción o
vergüenza (situaciones de “lucha o huida”). En este tipo de situaciones, el sistema
nervioso simpático estimula los músculos cardíacos para aumentar la frecuencia
cardíaca, dilata los bronquios de los pulmones (incrementa la retención de oxígeno)
y causa la dilatación de los vasos sanguíneos que irrigan el corazón y los músculos
esqueléticos (aumentando el suministro de sangre).

La médula suprarrenal es estimulada


para liberar adrenalina y
noradrenalina, lo que a su vez
aumenta la tasa metabólica de las
células y estimula al hígado para que
libere glucosa en la sangre. Las
glándulas sudoríparas se preparan
para producir sudor. Además, el
sistema nervioso simpático reduce la
actividad de otras funciones
corporales que son menos
importantes en emergencias, como la
digestión y la micción.
Sistema Nervioso Parasimpático
Está activo durante los períodos de digestión y descanso. Estimula la
producción de enzimas digestivas y los procesos de digestión, micción y defecación.
Reduce la presión arterial y las frecuencias cardíaca y respiratoria, y conserva la
energía mediante la relajación y el descanso.
El sistema parasimpático estimula actividades que facilitan el almacenamiento o
ahorro de energía. Produce cambios encaminados a conservar y restaurar la
energía y asegurar el bienestar a largo plazo (por ejemplo, la digestión), mientras
que la activación del simpático sirve para enfrentarnos a emergencias a corto
plazo.

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