asesinado. Este personaje consideró que el modelo ideal de nación debía obedecer la voluntad de la ciudadanía, pues nadie más que ella sabía qué era lo mejor para sí misma, y creyó que los procesos electorales justos llevarían al progreso de México. Con este lema, que incluyó la frase “no reelección” como afrenta al porfirismo, retomó los objetivos que el propio Díaz había enarbolado contra el gobierno a mediados de la década de los años setenta del siglo X Donde denuncio la reelección en Parras de la Fuente, Coahuila