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UNIVERSIDAD DEL ATLANTICO

ORDINARIO
HISTORIA DE MEXICO

JESUS GUADALUPE ARREDONDO GALVAN


SUSANA PAOLA MATEOS RODRIGUEZ 3-A

LA REVOLUCION MEXICANA
La Revolución mexicana fue un conflicto armado que se inició en México el 20 de
noviembre de 1910. Los antecedentes del conflicto se remontan a la situación de
México bajo la dictadura conocida como el porfiriato. Porfirio Díaz ejerció el poder en
el país de manera dictatorial desde 1876 hasta 1911. Durante estos 35 años,
México experimentó un notable crecimiento económico y tuvo estabilidad política,
pero estos logros se realizaron con altos costos sociales, que pagaron los estratos
menos favorecidos de la sociedad y la oposición política al régimen de Díaz.
Durante la primera década del siglo XX estallaron varias crisis en diversas esferas
de la vida nacional, que reflejaban el creciente descontento de algunos sectores con
el porfiriato.
Cuando Díaz aseguró en una entrevista que se retiraría al finalizar su mandato sin
buscar la reelección, la situación política comenzó a agitarse. La oposición al
Gobierno cobró relevancia ante la postura manifestada por Díaz. En ese
contexto, Francisco I. Madero realizó diversas giras en el país con miras a formar un
partido político que eligiera a sus candidatos en una asamblea nacional y compitiera
en las elecciones. Díaz lanzó una nueva candidatura a la presidencia y Madero fue
arrestado en San Luis Potosí por sedición. Durante su estancia en la cárcel se
llevaron a cabo las elecciones que dieron el triunfo a Díaz.
Madero logró escapar de la prisión estatal y huyó a los Estados Unidos. Desde San
Antonio (Texas), el 5 de octubre de 1910, proclamó el Plan de San Luis, que
llamaba a tomar las armas contra el Gobierno de Díaz el 20 de noviembre de 1910.
El conflicto armado se inició en el norte del país y posteriormente se expandió a
otras partes del territorio nacional. Una vez que los sublevados ocuparon Ciudad
Juárez. (Chihuahua), Porfirio Díaz presentó su renuncia y se exilió en Francia. Lo
sucedió Francisco León de la Barra como presidente interino.
En 1911 se realizaron nuevas elecciones en las cuales resultó electo Madero.
Desde el comienzo de su mandato tuvo diferencias con otros líderes
revolucionarios, que provocaron el levantamiento de Emiliano Zapata y Pascual
Orozco contra el Gobierno maderista. En 1913 un movimiento contrarrevolucionario,
encabezado por Félix Díaz, Bernardo Reyes y Victoriano Huerta, dio un golpe de
Estado. El levantamiento militar, conocido como Decena Trágica, terminó con el
asesinato de Madero, su hermano Gustavo y el vicepresidente Pino Suárez. Huerta
asumió la presidencia, lo que ocasionó la reacción de varios jefes revolucionarios
como Venustiano Carranza y Francisco Pancho Villa. Tras poco más de un año de
lucha, y después de la ocupación estadounidense de Veracruz, Huerta renunció a la
presidencia y huyó del país.
A partir de ese suceso se profundizaron las diferencias entre las facciones que
habían luchado contra Huerta, lo que desencadenó nuevos conflictos. Carranza, jefe
de la Revolución, de acuerdo con el Plan de Guadalupe, convocó a todas las
fuerzas a la Convención de Aguascalientes para nombrar un líder único. En esa
reunión Eulalio Gutiérrez fue designado presidente del país, pero las hostilidades
reiniciaron cuando Carranza desconoció el acuerdo. Después de derrotar a la
Convención, los constitucionalistas pudieron iniciar trabajos para la redacción de
una nueva Constitución y llevar a Carranza a la presidencia en 1917. La lucha entre
facciones estaba lejos de concluir. En el reacomodo de las fuerzas fueron
asesinados los principales jefes revolucionarios: Emiliano Zapata en
1919, Venustiano Carranza en 1920, Francisco Villa en 1923, y Álvaro Obregón en
1928.
Actualmente no existe un consenso sobre cuándo terminó el proceso revolucionario.
Algunas fuentes lo sitúan en 1917, con la proclamación de la Constitución mexicana,
en 1924 con la presidencia de Plutarco Elías Calles o en 1928 con el asesinato del
reelecto presidente Álvaro Obregón. Incluso hay algunas que aseguran que el
proceso se extendió hasta los años 1940, como Alfonso Taracena.

LAS ELECCIONES DE 1910


Las campañas electorales son procesos criticados en México prácticamente desde
que el país se volvió independiente. A inicios del siglo XX, las elecciones de 1910 y
1911 marcaron a México y también establecieron algunos elementos que seguimos
viendo en las campañas actuales. 

Las elecciones de 1910 en México detonaron la Revolución Mexicana


cuando Porfirio Díaz se declaró ganador de la Presidencia, aunque Francisco I.
Madero había obtenido el triunfo. Los simpatizantes de Madero trabajaron para dar
a conocer la plataforma de su candidato, cosa que Díaz no hizo sintiéndose seguro
de ganar la elección.

Incluso como parte de la propaganda se aseguraba que varios espíritus preferían a


Madero de Presidente.

Otra manera de propaganda era a través de los corridos, a continuación se muestra


una parte del Cancionero Popular, número 6. Ahí se habla de la lucha electoral
entre Bernardo Reyes y Ramón Corral, ambos aspirantes a la vicepresidencia
pertenecientes a dos grupos políticos (militares vs. los científicos) cercanos a
Porfirio Díaz.

En 1910 Madero resultó ganador aunque Porfirio Díaz se asumió como el victorioso
de la elección. A pesar de lo anterior, miles de simpatizantes salieron a las calles a
celebrar la victoria.

En 1911 y ya con la Revolución iniciada, Porfirio Díaz renunció al cargo de


Presidente de México y así fue publicado por los medios de comunicación.

Sin Díaz en el poder, se convocaron a nuevas elecciones en donde Gustavo I.


Madero resultó victorioso, abajo se muestra el momento en que emitió su voto en la
casilla.

EL PLAN DE SAN
LUIS
El Plan de San Luis fue un manifiesto creado el 6 de noviembre de 1910
por Francisco I. Madero, líder del movimiento revolucionario Mexicano y candidato
presidencial por el Partido Nacional Anti reeleccionista, bajo el lema sufragio
efectivo no reelección. Se llamó al pueblo mexicano a tomar las armas para el 20 de
noviembre siguiente. El documento convocaba a levantarse en armas para la
culminación de la dictadura de Porfirio Díaz y establecer elecciones libres y
democráticas; también se comprometía a restituir a los campesinos las tierras que
les habían sido arrebatadas por los hacendados. Aunque se redactó en San
Antonio, Texas, fue fechado el 5 de octubre último día que Madero estuvo preso
en San Luis Potosí a fin de evitar conflictos con el gobierno de los Estados Unidos.
Muy pronto llegaron a la Ciudad de México las copias del Plan de San Luis, la
prensa capitalina informaba del desarrollo de un complot. El 18 de
noviembre de 1910, fue descubierta una conspiración contra Díaz en la ciudad
de Puebla, la conjura era dirigida por Aquiles Serdán, quien fue asesinado junto con
su familia por la policía. Sin embargo, como respuesta a la proclamación de Madero,
en noviembre de 1910 comenzaron a surgir levantamientos armados a lo largo de
México, que finalmente culminaron con la renuncia de Porfirio Díaz, el triunfo de
Madero en las elecciones presidenciales de 1911, así como en la Revolución
mexicana, que duraría alrededor de una década y cobraría la vida de cientos de
miles de mexicanos.
En 1910 el Partido Nacional Anti reeleccionista eligió como candidatos a la
presidencia y vicepresidencia de México a Francisco I. Madero y a Francisco
Vázquez Gómez, respectivamente. Ratificando la alianza con el Partido Nacionalista
Democrático. Se consideraba a la fórmula adecuada ya que Madero era popular y
Vázquez tenía un reconocido prestigio político. En junio, durante la gira de campaña
en la que fue frecuentemente obstaculizado por las autoridades fue detenido por
proteger a uno de sus oradores, Roque Estrada, acusado de incitar a la rebelión. La
detención tuvo lugar en Monterrey, Nuevo León, al siguiente día Estrada se entregó
esperando conseguir la libertad de Madero, pero sin obtener resultados. Ambos
eran acusados de sedición, fomentar la rebelión e insultar a las autoridades. A
finales del mes fueron trasladados a San Luis Potosí. Con Madero en prisión se
llevaron a cabo las elecciones primarias en junio y el 10 de julio las secundarias,
declarándose triunfador indiscutible a Porfirio Díaz. El triunfo fue ratificado en
septiembre por la Cámara de Diputados, después de rechazar un recurso de
apelación, presentado por Madero y los anti releccionistas, donde se solicitaba la
anulación de las elecciones por considerarlas fraudulentas.
Madero fue liberado bajo fianza y huyó a la ciudad de San Antonio, Texas e inició
con sus colaboradores la redacción de un documento para convocar una lucha
armada contra Díaz, para no tener repercusiones políticas con el gobierno
estadounidense que mantenía relaciones diplomáticas con México, el documento
fue fechado el 5 de octubre último día que pasó en la ciudad de San Luis Potosí.
INICIO DE LA REVOLUCION

El movimiento armado en contra del Presidente Porfirio Díaz, cuyo gobierno había
durado más de 30 años, periodo que se conoce como el “Porfiriato”, comenzó a
delinear el rostro del México actual.

La Revolución de 1910 dio lugar a la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos de 1917, la primera en el mundo por su contenido político - social.

El período del General Porfirio Díaz inicia el 28 de noviembre de 1876, cuando, al


igual que otros gobernantes de México, llegó a la Presidencia de México a través de
un movimiento armado, en este caso a partir del Plan de Tuxtepec. El gobierno de
Díaz tuvo como prioridad la pacificación y el orden, seguido del progreso
económico; las libertades políticas eran restringidas y se darían siempre y cuando
fueran compatibles con la estabilidad del régimen porfirista.

Si bien las políticas económicas del General trajeron consigo la modernización y


crecimiento de la economía mexicana, el porfiriato se caracterizó por ser un régimen
represivo que recurría a la fuerza para imponerse, cuando no funcionaban las
prácticas de conciliación. Durante el porfiriato se retrocedió en materia de libertad
política y social, hasta tal punto, que desencadenó el levantamiento armado. En
marzo de 1908, relativamente cerca de las elecciones, la revista británica Pearson's
Magazine publicó una entrevista de su reportero James Creelman con el Presidente
Porfirio Díaz, que había tenido lugar unos meses atrás en el Castillo de
Chapultepec. En dicha publicación Díaz declaró: "He esperado pacientemente que
llegue el día en que el pueblo de la República Mexicana esté preparado para
escoger y cambiar sus gobernantes en cada elección, sin peligro de revoluciones
armadas, sin lesionar el crédito nacional y sin interferir con el progreso del país.
Creo que, finalmente, ese día ha llegado”. A raíz de estas declaraciones, se crearon
partidos políticos de oposición para las elecciones que se llevarían a cabo en 1910,
destacando el partido Anti–reeleccionista, encabezado por Francisco I. Madero. Sin
embargo, Díaz no cumplió la promesa y se reeligió para el mandato de 1910 a
1916.Ante esta imposición, Madero lanzó, el 5 de octubre de 1910, el Plan de San
Luis, que rechazó la reelección y convocó a derrocar al dictador.

“Los pueblos, en su esfuerzo constante por que triunfen los ideales de libertad y
justicia, se ven precisados en determinados momentos históricos a realizar los
mayores sacrificios”, expresa el primer párrafo del Plan de San Luis.En ese
manifiesto eran denunciados los abusos del régimen porfirista y ofrecida la
restitución a los campesinos de los terrenos que les habían sido arrebatados
arbitrariamente, entre otros compromisos.El pueblo mexicano, al llamado de Madero
plasmado en el Plan de San Luis, se lanzó a la lucha armada el 20 de noviembre de
1910.Las fuerzas revolucionarias fueron compuestas por campesinos que
reclamaban su derecho a la propiedad de tierras, por obreros que reclamaban
justicia social y por las clases medias que pedían libertad política. A finales de mayo
de 1911, los generales Pascual Orozco y Francisco Villa tomaron Ciudad Juárez,
Chihuahua, lo que representó el triunfo de los rebeldes; después de las elecciones
de octubre de ese año, Francisco I. Madero llegó a la Presidencia, en lo que fue la
primera etapa de la Revolución Mexicana.

El movimiento revolucionario continuó los siguientes años con descontentos entre


las distintas facciones que lo iniciaron.Uno de esas facciones fue la de Emiliano
Zapata, quien al frente del Ejercito Libertador del Sur, reclamaba a Madero haber
incumplido lo ofrecido en cuanto a la devolución de tierras a las comunidades
indígenas y agrarias del estado de Morelos.

Mientras tanto, en Chihuahua, al norte del país, Pascual Orozco acusaba al


Presidente de corrupción y traición al país Posteriormente, Madero fue víctima de la
asonada militar conocida como la “Decena Trágica”, ocurrida a partir del 9 de
febrero de 1913.En un principio, Victoriano Huerta, en su condición de general
maderista, combatió el levantamiento de oficiales del viejo régimen porfirista,
aunque luego se pasó a sus filas, con la mirada puesta en ocupar la Presidencia, lo
que ocurrió después del asesinato de Madero el 22 de febrero de aquel año.
EL MOVIMIENTO CONSTITUCIONALISTA
La segunda fase (agosto 1914-julio 1915) se caracterizó por la escisión de los jefes
del Movimiento Constitucionalista, la integración de una Convención Revolucionaria
que pretendió dirimir las dificultades existentes entre éstos, y el definitivo y total
rompimiento entre los “convencionistas”, apoyados por Villa y Zapata, y los
“constitucionalistas”, que siguieron bajo el mando de Carranza. Ambas facciones
comenzaron a llevar a cabo las reformas jurídico-sociales que les exigían sus
respectivos integrantes. Sin embargo, el Movimiento Constitucionalista
abandonando su tímida postura inicial, actuó rápida y audazmente en este campo,
expidiendo un gran número de leyes y decretos que consagran los cambios y
reformas anheladas, quitándole a las demás facciones la bandera reformista.

Son particularmente importantes las Adiciones al Plan de Guadalupe, decretadas


por el primer jefe en Veracruz, el 12 de diciembre de 1914, fundamento de las
ulteriores reformas legales, decretos y leyes, que anticiparon el contenido de la
Constitución de 1917. En estas Adiciones se estableció que Carranza pondría en
vigor, durante la lucha, “todas las leyes, disposiciones y medidas encaminadas a dar
satisfacción a las necesidades económicas, sociales y políticas del país, efectuando
las reformas que la opinión pública” exigía. Facultado de esta manera, Carranza
promulgó en Veracruz la serie de decretos que integran parte del conjunto de
normas jurídicas que se conocen con el nombre de “legislación preconstitucional”:
dos reformas constitucionales, la del artículo 109, que consagra la libertad municipal
(25 de enero de 1914), y la de la fracción X del artículo 72, que facultó al Congreso
Federal para legislar en materia de trabajo (29 de enero de 1915); y gran número de
disposiciones en diversas materias, entre las cuales sobresalen: la Ley Agraria que
restituyó a las congregaciones, pueblos o comunidades, las tierras, aguas y montes
de que habían sido despojadas en contravención a la ley de 25 de junio de 1856 (6
de enero de 1915); las que establecieron la disolución del vínculo matrimonial (29 de
diciembre de 1914 y 29 de enero de 1915); el decreto que prohibió la continuación
de las obras relacionadas con la explotación del petróleo (7 de enero de 1915); el
que suprimió la Lotería Nacional (13 de enero de 1915); el que confirmó el decreto
expedido por el general Obregón fijando el salario mínimo para los jornaleros (26 de
abril de 1915); los decretos por los cuales se amplió la deuda interior (18 de junio y
21 de julio de 1915), etcétera Importante resulta también el Manifiesto a la Nación,
de 11 de junio de 1915, en el que se consignó el programa que la Revolución
llevaría a cabo a su triunfo, y por el cual el Movimiento Constitucionalista se
comprometía a garantizar a los extranjeros sus derechos; a instalar un régimen legal
y ordenado; a observar estrictamente las Leyes de Reforma, y a arreglar los
problemas agrario y educativo.

También ratificó lo ordenado en las Adiciones al Plan de Guadalupe respecto a la


convocatoria a elecciones para integrar el Congreso de la Unión. No menos
trascendente para el triunfo del Movimiento Constitucionalista fue el pacto celebrado
en este periodo con la Casa del Obrero Mundial, el 20 de febrero de 1915, y que
permitió contar con la adhesión del movimiento obrero al Movimiento
Constitucionalista.
LA INTERVENSION DE WILSON Y LA RENUNCIA DE HUERTA
Muchos vieron la negativa de Wilson a reconocer la presidencia de Huerta como
una orden para que éste abandonase el puesto. Ciertamente, muchos entendieron
el embargo de armas y la invasión de Veracruz como una manera de limitar su
autoridad y forzar su dimisión. Esta caricatura, dibujada por Clifford Kennedy
Berryman, apareció en julio de 1914, probablemente en el Washington Star, y
muestra a los Estados Unidos ordenando a Huerta a que abandonase la
presidencia.
El embargo de armas estadounidense comenzó poco después de la toma de
posesión del presidente Wilson en marzo de 1913. El presidente creía que el
embargo provocaría un alto el fuego entre las diferentes facciones involucradas en
la Revolución Mexicana. Aunque técnicamente el embargo estaba diseñado para
aplicarse de igual manera a todas las facciones beligerantes, Huerta sufrió más que
el resto. Después de que Carranza declarase a Coahuila en rebelión en febrero de
1913, Huerta confiscó toda la producción militar de las factorías mexicanas, aunque
México no producía suficientes armas o municiones para abastecer las necesidades
del ejército federal a medida que el conflicto se recrudecía. Por lo tanto, Huerta
requisó todas las armas en manos privadas para uso militar en las regiones bajo su
control, dejando a la población civil desarmada e incapaz de defenderse contra los
ataques de los Constitucionalistas. Poco después, incluso el requisado de armas y
municiones a la población civil resultó insuficiente, por lo que Huerta pidió a Estados
Unidos la devolución de todas las armas que habían sido confiscadas a las tropas
federales que se habían rendido a Estados Unidos en la frontera, pero el presidente
Wilson se negó. Desesperado, Huerta miró hacia Europa y Asia, realizando un
pedido de 40 millones de cartuchos y decenas de miles de rifles de Europa, y otro
de 70.000 rifles a la Mitsui Rifle Company de Japón. En el momento en que declaró
a México en bancarrota, Huerta había hecho un pedido de más de 145 millones de
cartuchos, los cuales nunca fueron entregados.

Ya que los métodos legales no pudieron proporcionar suficiente munición para


mantener a las fuerzas federales en la lucha, en el verano de 1913, Huerta tuvo que
recurrir a métodos ilegales para conseguir armas. Para ello envió a contrabandistas
a Nueva Orleáns y Nueva York para procurar armas y enviarlas a Cuba donde
barcos mexicanos se encargarían de recogerlas. Los Departamentos de Estado y de
Guerra de Estados Unidos pronto se dieron cuenta de la estratagema de Huerta y la
usaron en su contra. A lo largo de 1913, los barcos que se dirigían a La Habana
transportando armas para Huerta, sufrían “accidentes” o eran interceptados y
enviados a bases navales americanas en Tampico o Veracruz. Después esas armas
eran “accidentalmente” enviadas a las tropas de Carranza que alegremente las
aceptaban a pesar de los comentarios antiamericanos que Carranza había hecho en
público. Cuantas más armas Huerta obtenía en Estados Unidos por contrabando,
más municiones iban a parar a las manos de Carranza.

A finales de 1913, Huerta probó una nueva táctica. Envió a Nueva York grupos de
contrabandistas al mando del vice-cónsul ruso en México, León Rast, donde
compraron cuantas más municiones les fue posible de la Hartford Colt’s
Manufacturing Company. En lugar de ir a Cuba, sin embargo, estas armas fueron
enviadas a Odesa, Rusia, y luego a Hamburgo, Alemania, y de allí a Veracruz en el
trasatlántico alemán Ypiranga. Desafortunadamente para Huerta, el Ypiranga llegó
demasiado tarde para servirle de ayuda.

LA SEPARACION DE LOS REVOLUCIONARIOS

Toda sociedad en la cual la garantía de los derechos no está asegurada ni la


separación de los poderes determinada, carece de Constitución.
Esta afirmación del artículo 16 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano de 1789 muestra que el principio de la separación de los poderes no era
para los constituyentes revolucionarios de esta época una simpe ideología, una
justificación más o menos hábil del nuevo régimen, sino una dimensión constitutiva
del Estado moderno, sin separación de poderes no hay Constitución, es decir, no
hay Estado, puesto que el término constitución es tomado en su sentido material y
no formal. 
LA CONSTITUCION DE 1917
A finales de 1916, la posición de Carranza se había consolidado en casi todos los
estados de México, a excepción de Chihuahua y Morelos. Había llegado la hora de
legitimar la Revolución, aprobar una nueva Constitución y ser elegido presidente.
Por lo tanto, en noviembre de 1916 invitó a la nueva clase política mexicana, la
mayoría reformadores procedentes de la clase media, a una convención
constitucional en Santiago de Querétaro, México. La mitad de los asistentes habían
asistido a la universidad, tenían títulos profesionales, y sólo el 30% habían
participado directamente en la Revolución. Eran jóvenes, ambiciosos y
relativamente apolíticos. Carranza pensó que la nueva constitución sería como la de
1857, pero la mayoría de los delegados eran liberales del siglo XX, considerados
radicales en México, como era el caso del general Francisco Múgica, de Michoacán.

La Constitución de 1917, todavía vigente casi 100 años después, consta de 137
artículos. Estos artículos definen lo que significa la ciudadanía, la organización de
un gobierno, la reforma agraria, y enumeran una serie de derechos humanos
básicos para todos los mexicanos. Los artículos están divididos en diez títulos en los
que se abordan temas como la definición nacional de ciudadanía, esboza derechos
asociados, y especifica las libertades de los extranjeros residentes en el país.
También establece la forma de gobierno, los servicios públicos y el bienestar social,
y designa a la Ciudad de México como la capital de la nación, con el Distrito Federal
como una entidad aparte y autónoma de la jurisdicción estatal.

La Revolución afectó profundamente a todos los asistentes a la convención y el


documento refleja sus experiencias personales. La Constitución de 1917 contiene
tres artículos esenciales. El Artículo 3 estableció una educación gratuita, laica y
obligatoria, y secularizó el estado mexicano. El Artículo 27 declaraba que todas las
tierras que habían sido usurpadas a los campesinos durante el porfiriato tenían que
ser devueltas, aunque no tuvieran títulos de propiedad. Además, podría asumir el
control de todas las tierras que no estuvieran siendo usadas “apropiadamente” y
usarlas para el beneficio público. Este mismo artículo también declaraba que los
extranjeros no podían poseer tierras a menos de 100 km de la frontera nacional o de
50 km del mar. El Artículo 123 estableció la jornada laboral de 8 horas, 6 días a la
semana, el salario mínimo, y una remuneración equitativa para todos por el mismo
trabajo. Extendió tanto a los trabajadores como a la patronal el derecho a
organizarse, los trabajadores podrían negociar colectivamente y se les reconoció el
derecho a la huelga. Este documento fue ratificado el 5 de febrero de 1917. Se
incluye un PDF del texto completo de la Constitución de 1917, la cual apareció
impresa en su totalidad en la mayoría de los diarios mexicanos después de que
fuera ratificada. Esta copia fue publicada en el Diario Oficial el 5 de febrero de 1917.

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