Está en la página 1de 14

1. LOS VALORES ¿EXISTEN?

Muchos filósofos negaban la existencia de los valores como el español Leonardo


Polo, quien aseguraba que "Los valores no existen, por lo que, incluso, es un
contrasentido hablar de ellos", por lo que para demostrar que si existen los valores
se toma en cuenta distintos elementos de tipo conceptual. Para empezar el empleo
del termino "valor" es la manifestación lingüística de una noción de carácter
universal, esto quiere decir que entre el término valor, su concepto y la realidad de
lo valioso, encontramos una relación vinculatoria, donde lo existente, no es
solamente bueno sino valioso; desde los planteamientos clásicos vinculados con el
ser de lo existente lo bueno siempre resulta valioso, con esto se establece una triada
natural entre nociones como "ser, bien y valor". La existencia de los valores puede
demostrarse por medio del siguiente argumento: los valores tienen al menos un tipo
de existencia, la lingüística, y también otro tipos, ya que posee una significación
determinada, aunque no es fácil de entenderlo conceptualmente por ejemplo entre
los distintos tipo de valores existe diferentes sentidos, cada una posee un contenido
gnoseológico propio.
¿Cómo se fundamenta metafísicamente la noción de valor?
La noción de valor se fundamenta metafísicamente en la noción de bien
entendida en sentido ontológico trascendental . Esto significa que los
valores son valiosos porque representan algo bueno, y es en virtud de esa
bondad que se les denomina "valiosos" . Además, el valor tiene su
fundamento en el ser mismo . La existencia de los valores se basa en la
noción de bien y en la entidad de aquello que se considera valioso.
precisamente a razón de que el valor, los valores, lo valioso lo son porque
representan bajo otro nombre, algo bueno en virtud de lo cual se
denomina ese algo "valioso," es decir, nuestra postura es exactamente la
opuesta a la proposición de Scheler en el sentido de que la fundación
viene dada por el ser y no tanto por el valor que él privilegia. Se
comprende que esto pueda ser así ya que el enfoque y contextualización
de los dos planteamientos es diferente
¿Cuáles son los riesgos que se corren al explorar la noción de
valor?
Al explorar la noción de valor, se corren ciertos riesgos debido a su dificultad .
Estos riesgos pueden incluir la posibilidad de no llegar a una comprensión
satisfactoria del tema, ya que la exploración de los valores es un terreno complejo .
Además, existe el riesgo de enfrentar desafíos en el ámbito de la especulación
radical y la filosofía . Sin embargo, a pesar de estos riesgos, es importante asumir
el reto y adentrarse en el estudio de los valores para ampliar nuestro conocimiento
filosófico. Con ello nos damos cuenta de que su ámbito de existencia se extiende,
por lo menos, al campo de lo lingüístico y del conocimiento, de la intelección
teórica y de la expresión práctica vía el lenguaje ordinario. Esto significa que
tienen algún tipo de existencia, algún tipo de entidad, algún tipo de ser, como
cuando decimos "este contenido es valioso" o bien 'este diamante no tiene ningún
valor." Ambas frases están llenas de sentido, no son flatus vocis, sino que hacen
referencia a algo que, en el primer caso, tiene valor y, en el segundo, carece de
ello.
2. SER-BIEN-VALOR: ¿QUE RELACION EXISTE ENTRE ELLOS?
En el caso de la relación entre ser y bien, nos referimos a nociones cuya
trascendentalidad es de tipo ontológico porque tienen que ver con el ser, con
lo que existe. Esta trascendentalidad, por tanto, "no es sistémica, ni cerrada",
el problema de los valores que expresan, en su consideración, algún tipo de
entidad. La noción de valor, es una noción que expresa algún tipo de
realidad apoyada en lo trascendental, el ser y el bien, de lo cual resulta su
proyección ostentiva. Es por esto que lo que existe puede ser cualificado
axiológicamente en alguno o diversos sentidos. Por otro lado, en virtud de la
finitud de lo existente en el campo de lo valioso, podemos percatarnos
asimismo de lo contravalioso e incluso lo disvalioso. Es por ello que cuando
hablamos de productos contraculturales la referencia neta es contravalioso,
que es lo opuesto a lo valioso. Lo disvalioso no necesariamente tiene que
ver con el extremo de la contra cultura, si no con una disminución del valor
de algo en cierto sentido.
a) Partimos de la consideración ontológico trascendental de que ser y
bien se identifican en el ámbito del ser, es decir, lo que es bueno existe
de algún modo y lo que existe es bueno en algún sentido y esto no es
redundancia. Esto indica inicialmente, lo que tiende a ser, algo que está
en acto, pero puede encontrarse, desde otro ángulo también en potencia
(que es otro sentido de decir ente) y, por tanto, todavía no es el acto en
eso que está en potencia, pero como tal, se encuentra ordenado al acto,
que puede alcanzar o no alcanzar en virtud de lo que implica la misma
noción de potencia. Al considerar ese par de nociones a partir de su
articulación, descubrimos que lo que existe es versátil y plural,
encontrándonos con las categorías y modalidades del ente que se
manifiestan como real, ideal, sustancial, accidental, verdadero, falso,
fortuito, contingente, necesario, posible, no ente en algún sentido ,
plenamente actual.
b) La noción de bien, por el contrario, más que hacer referencia a lo que
tiene que ser, "incluye el concepto de lo perfecto que es lo apetecible", y lo
apetecible es siempre algo que, de ser alcanzado, finaliza el movimiento del
apetito, es decir, aquello que tiene razón de fin para si mismo o para otro. El
ente visualizado bajo esta óptica es bueno y se presenta al apetito bajo la
razón de bien. Esto implica el hablar de algún tipo de acto, de algún tipo de
perfección que es su propio ser, bajo la razón de bien. De allí que el ente, en
tanto más en acto esté, será un ser más perfecto, de lo cual deriva que el
grado de bondad o perfección ontológica de lo que existe depende de su
grado de ser, con lo cual se abre ante nuestros ojos la multivariedad y
pluralidad de lo existente, donde descubrimos, en las categorías y
modalidades del ente, diversos grados de perfección o bondad ontológica, lo
cual significa el hablar de diversos grados de ser.
c) El hecho de que el bien se diga en tantos sentidos como el ente, no destruye la
afirmación clásica de que el ser y el bien, sino que, la consolida, ya que, dado el
ser, connaturalmente le es dada la bondad y perfección que le es intrínseca por sí
mismo, por su naturaleza, dependiendo del tipo de entidad de que se trate. Tal
noción se convierte en una protocategoría identificable con el ser y, por lo mismo,
descubrible en cualquier ente existente, bajo la razón de bien y por esto valioso,
incluyendo al mismo dios, que es lo más valioso que existe al consistir en la
Suprema perfección o sumo bien.
La noción del bien trascendental tiene, un carácter principal, descubrible en lo
existente, porque se identifica con lo mas radical que tiene cada ente, que es su
propio ser visto desde la óptica de lo perfectible, apetecible. La noción del bien en
este sentido, es una noción trascendental, como la del ente, no posee un carácter
genérico si no estructural, porque muestra la dimensión de bondad o perfección
ontológica que tiene todo cuando existe.
3. Sobre la noción de cualidad
Aristóteles, sostiene que la noción de cualidad puede decirse de dos formas, la
primera como diferencia sustancial y la segunda como afección de la sustancias
que se mueven.
1. El primer sentido de cualidades hace referencia a la diferencia de sustancia
que denota la peculiar diferenciación cuantitativa existente entre un ser
sustancial y otro. Esta diferenciación cualitativa también lo encontramos en la
tesis de la metafísica donde el estagirita afirma que la sustancia que no se
mueve es cualitativamente diversa de las sustancias que se mueven. Esta
acepción de cualidad tiene una connotación peculiar porque cuantifica a la
sustancia como tal, lo que marca su diferencia respecto a otras entes
sustanciales. Con lo que se puede decir que cuenta con características
específicos que hace que puedas diferenciar entre persona o cosa, ser viviente
o no viviente y dentro de la dimensión axiológica distingue un valor de otro.
2. Las ideas anteriores las podremos aplicar al ámbito de lo axiológico, a
la calificación de los valores como cualidades, y lo podemos hacer en los
dos sentidos previamente mencionados:
a) "La cualidad como diferencia de la sustancia" es aplicable a todos los
seres sustanciales, desde el más perfecto hasta otro menos perfecto donde
podemos incluir a cualquier ser humano y a dios porque, en virtud de ella,
se diferencian unos de otros: los hombres entre sí y éstos en relación con
dios.
b) Aristóteles ha sostenido que "la cualidad como afección de la
sustancia" es propia de las sustancias que se mueven produciendo en ellas
una alteración que puede ser para mejora o en detrimento de la misma.
al denominarla "afección de la sustancia", el filósofo está suponiendo que
puede padecerla cualquier ente que encierre potencia, cualquier ente del
mundo infra o supra lunar, pero no el que, en su doctrina, hace referencia
al acto puro sin mezcla alguna potencia.
3. El primer sentido de decir cualidad, podemos llamarlo el sentido lato
de la noción de cualidad con respecto al sentido estricto que correspondería
a la cualidad como "alteración" de la sustancia. El primer sentido
únicamente distingue "cualitativamente" a una sustancia de la otra,
característica que podría llevar a confundirlo con la esencia, es que decir
"cualidad" no significa decir "esencia" aun cuando la noción de cualidad
tenga una esencia sino únicamente "diferencia de la sustancia", que indica
la distinción de una sustancia en relación con otra, atendiendo a su esencia
y ser específico. Esto conduce al ámbito de la pluralidad de las sustancias
donde se distingue unas de otras y donde uno de sus ángulos de estudio
puede ser de diverso grado de perfección, es decir, de su diverso grado de
bondad ontológica, que es expresión de un diverso grado y modo de ser,
que en su proyección ostensiva resulta valioso desde ángulos diversos de
apreciación. En sentido estricto el mundo de los valores, siempre expresan
algún tipo de cualidad.
4. SOBRE LA ESENCIA DE LOS VALORES CLAVE PARA SU
ABORDAJE
¿Qué son los valores?
Responder esta pregunta no es nada sencilla debido a que existe una gran
diversidad de campos y elementos especulativos que se encuentran
involucrados en la consideración de un ser y de su esencia.
1. Su relación ontológica con la noción del bien, desde la perspectiva
trascendental y no únicamente moral, da como resultado el fundamento
ontológico inmediato de la noción del valor, el fundamento ultimo es el
ser. En este sentido los valores son bueno, por eso atraen de una manera
manifestativa y no únicamente denotativa convirtiéndose en paradigmas
perfectivas de radio universal.
2. La noción del valor corre paralela a la noción de ente y bien, sin
identificación trascendental con ellas, en virtud de que su inteligibilidad
ontológica esta relaciona con la categoría cualidad, que en concordancia
con la clasificación aristotélica referida a lo real, indica que requiere de
otra categoría para existir.
3. Los valores, se encuentran vinculados con el bien trascendental por que
los valores añaden a la noción de bien un especial resplandor, entonces
los valores son un tipo de cualidad resplandeciente. Scheler les
denomina cualidades materiales y Frondizi cualidades estructurales, con
lo que forma parte fundamental del universo existente, una de las
virtudes que encierra la doctrina aristotélica, forma parte integra de los
diversos sentidos del ser, en este caso la categoría cualidad, que nos
permite formular la pregunta sobre su ser y modo de ser.
4. Los valores son modelos que pueden ser de ámbito universal o local
dependiendo de los valores que se traten, condición que no
necesariamente esta relacionada directamente con su vigencia al espacio
y al tiempo. Al tematizar los valores, no basta con definirlos y mostrar
su existencia sino que es necesario explorar algunos ámbitos donde
puede ser descubiertos o cultivados.
BIBLIOGRAFIA

“El ser y la esencia de los valores”


AUTOR: Hortensia Cuéllar Peréz
EDICION: no menciona

EDITORIAL: Editorial Trillas Sa De Cv


AÑO DE PUBLICACIÓN: 1 Enero 2012
NÚMERO DE PÁGINAS: 160
páginas

También podría gustarte