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INSOLVENCIAS PUNIBLES

VIGENTES
BREVE CONCEPTO DE INSOLVENCIA PUNIBLE

• Según PETITO la insolvencia es aquel estado del patrimonio de


una persona que le impide satisfacer las deudas contraídas. Se
habla por ello de incapacidad o impotencia de pagar.
• Patrimonialmente se traduce en la desproporción entre el activo
y el pasivo; éste supera a aquel impidiendo la satisfacción de los
acreedores.
• Entonces basándonos en lo dispuesto por el Art. 2372 del C.C.
donde se expresa que todos los bienes del deudor constituyen la
garantía del acreedor, es necesario tutelar esto penalmente para
proteger el patrimonio del acreedor, más allá de que más
adelante haremos referencia a que para algunos autores no es el
único bien jurídico que se intenta proteger.
• MORENO : Cualquier alteración fraudulenta de aquel para burlar
la potestad del acreedor de satisfacer su crédito mediante la
ejecución de los bienes que lo componen, en caso de
incumplimiento de sus deudas por parte del obligado, se
encuentra paralizado en los modernos estados de derecho. Tal
protección del patrimonio del acreedor resulta esencial para la
preservación de su derecho de propiedad, e, indirectamente,
para el mantenimiento del sistema crediticio, fundamental en la
vida de las sociedades.
• No interesa al derecho penal que el acreedor haya visto o no
satisfecho su interés, sino en la medida que esa insatisfacción ha
sido el resultado del empleo de determinados medios que
constituyen el abuso de posibilidades formales y estructurales
de naturaleza jurídica o que afectan a un número indeterminado
de personas. Desde luego que el delito en examen importa
siempre una lesión patrimonial concreta.
BIEN JURIDICO TUTELADO
• En nuestro código este delito está incluido dentro del elenco de conductas que
afectan “Economía y Hacienda Pública”, por lo que la mayoría de los juristas
discrepan con esta ubicación debido a que el principal bien jurídico tutelado no
es la economía pública sino la propiedad, como sucede con el Código Español.
• Entre quienes entienden que el delito tutela el derecho de propiedad
entendido como derecho de los acreedores a la satisfacción de sus créditos se
ubican Rodríguez Devesa, Puig Peña y Muñoz Conde.
• PETITO, muy bien argumentado, sostiene: “A nuestro entender el bien jurídico
objeto de la tutela- al menos en forma prevalente- es la propiedad. El doble
condicionamiento de la infracción consistente en la verificación de actos
infructuosos de ejecución en la vía civil, y la condición de procedibilidad
constituida por la denuncia, así lo confirman. En cuanto a este último requisito,
la existencia de la instancia del ofendido no parece compatible con la tutela de
un objeto jurídico cuyo titular es la sociedad”
• CAIROLI: “En cuanto al bien jurídico tutelado
no parece acertado que se hubiera incluido
entre los delitos contra la Economía Pública,
porque el objeto jurídico no parece ser otro
que el patrimonio de los acreedores civiles.
Sin embargo, dentro de la ubicación del
Código, se entiende que lesiona además, el
bien jurídico de la Economía Pública, por lo
que puede ser un delito pluriofensivo.”
• En nuestra doctrina encontramos una posición contraria a lo
mencionado anteriormente, esta es la posición que sostiene RETA Y
GREZZI, estas consideran que para abordar la discusión y el bien
jurídico en disputa, es necesario precisar el alcance del concepto de
Economía Pública que aparece en el nomen juris del título.
• Por Economía Pública debe entenderse, con MAGGIORE: “El
conjunto de relaciones humanas que tienen por objeto satisfacer las
necesidades materiales mediante la riqueza cuyo ciclo se desarrolla
a través de cuatro momentos: producción, circulación, distribución y
consumo. Opinan que la insolvencia del deudor civil como la del
comerciante incide indudablemente, en la economía, y el desarrollo
actual de la negociación civil justifica un tratamiento igualitario.
• “La referencia a la Economía Pública como bien jurídico prevalente
debe servir al intérprete para inclinarse por soluciones limitativas
toda vez que se planteen dudas sobre el alcance de la norma”
• BARRERA tomando las posiciones de SHÜNEMANN y por KINDHÄUSSER:
respecto de los bienes jurídicos mediata e inmediatamente tutelados (que
hayan a su vez sustento en la teoría de los bienes espiritualizados de ROXIN
y de JAKOBS). Así ubicamos un bien jurídico inmediatamente tutelado, a
cuyo respecto se verifica y se cierra entonces el juicio de tipicidad, que en la
subespecie no es otro más que el patrimonio de la víctima (En el caso: el
acreedor civil). Asimismo, ubicamos un bien jurídico mediatamente tutelado,
que en la especie se trata de la economía pública, determinando mediante
el siguiente razonamiento de corte estadístico: Si multiplicásemos la
conducta lesiva del patrimonio de un determinado acreedor civil por una
variable x ( representativa ésta de todas las relaciones jurídicas de crédito
civil), podemos concluir que tales conductas (en esa cantidad) si podrían
resultar lesivas derechamente de la economía pública, en lo que a las
relaciones de créditos respecta. De allí el carácter de “representativo” o de
“espiritualizado” del bien jurídico patrimonio respecto del de la Economía
Pública. La verificación de dicha “espiritualización” del bien patrimonio
respecto del bien economía pública, configura una mayor cantidad de
antijuricidad material que conlleva, a su vez, a mayor cantidad de pena.
RÉGIMEN VIGENTE
• REGIMEN ANTERIOR A LA LEY 18384 Y 18411:

• Previo a la introducción de dicha ley dentro de nuestro ordenamiento, los autores


PETITO, RETA y GREZZI en sus aportes doctrinarios, a modo de esquema podíamos llegar
a concluir que las insolvencias que tenían relevancia para el derecho penal eran las
siguientes:
• 1) Código Penal 1934, Art. 255 Insolvencia Fraudulenta.
• 2) Ley 2230 de 1893.Disolución y liquidación de sociedades anónimas en su Art. 76,
responsabilidad de los directores y administradores de sociedades anónimas por
cometer fraude en la liquidación.
• 3) Ley ilícitos económicos 14095, Art. 5 Insolvencia Societaria Fraudulenta.
• 4) Ley 14068, agrega Art. 279 A) al código penal disposición de familia, y establece la
agravante del empleo de estratagemas o pretextos para sustraerse al cumplimiento de los
deberes inherentes de asistencia económica.
• 5) Delitos de quiebra regulados por el código de comercio y por el código penal en los
Arts. 253 (quiebra dolosa) y 254 (quiebra culpable).
• El 23 de octubre de 2008, se crea la ley 18387, mejor conocida como Ley
Concursal, ésta posee como principales objetivos: simplificar los procedimientos;
instrumentarlo en forma única; facilitar el acceso; dar un marco flexible para los
acuerdos entre las partes; mejorar los procesos de decisión; reducir costos de
proceso; fortalecer la judicatura y la especialización; conservar la empresa viable
y las fuentes de trabajo; e intentar adecuar las sanciones penales.

• Esta ley y su complementaria sustituyen todos los procesos concursales vigentes


como la quiebra, liquidación judicial, concurso civil, concordatos preventivos y
resolutorios y las moratorias.  
• Ahora bien, ¿podríamos decir que la creación de la ley 18387 y su complemento
18.411 han modificado lo que se ha expuesto anteriormente a modo de
esquema?
• Consideramos que la respuesta debe ser afirmativa, la creación del artículo 256
que contiene determinadas derogaciones. , la creación del tipo penal del Art. 248
de la mencionada ley más el artículo 2º de su ley complementaria han tenido un
relevante efecto, no solo en materia comercial, sino también en la materia penal,
a la hora de determinar la punibilidad de las insolvencias en nuestra comunidad
jurídica actual.
SITUACIÓN ACTUAL Y CONSECUENCIAS
• 1) Si analizamos la situación del Art. 255 del Código penal (Insolvencia Fraudulenta) y lo que ha
sucedido tras la entrada en vigencia de la ley concursal, creemos que para este artículo no existe
implicación alguna.
• El delito de insolvencia fraudulenta consagra la responsabilidad del deudor civil persona física fuera
del ámbito empresarial que en cualquier oportunidad realice los actos típicos con la finalidad de
frustrar los intereses de los acreedores.
• El presupuesto subjetivo del proceso concursal es un deudor persona física o jurídica, siempre que
realice actividad comercial o empresarial, por lo que estaría excluyendo al deudor civil abarcado
por el Art. 255 C.P.
• El deudor al que se refiere el Fraude Concursal no es el mismo sujeto activo de la conducta de la
Insolvencia Fraudulenta, es por éste principal argumento que lleva a concluir que éstos dos
artículos tutelan situaciones distintas, su finalidad es abarcar dos tipos de deudores de diferente
categoría porque lo que podrían convivir conjuntamente ambos artículos dentro del ordenamiento
jurídico. En materia comercial uno se rige por el Código General del Proceso y el otro mediante la
ley concursal. En materia penal el deudor civil por el Art. 255 del C.P mientras que el sujeto activo
del Fraude Concursal se encuentra abarcado en el 248 de la ley 18387. Coexisten en paralelo en la
comunidad jurídica ya que son respuesta a fenómenos relacionados pero en si disímiles.
• La relación jurídica obligacional puede surgir de diversas fuentes.
Conforme al Art. 1246 del C. Civil, la ley, el contrato, los cuasicontratos, los
delitos y los cuasidelitos.
• La Insolvencia Fraudulenta presenta dos tipos de requisitos de
procedibiliad: La denuncia de Parte y los actos infructuosos en la vía civil.
• Con respecto a los actos infructuosos en la vía civil no logramos encontrar
una clara definición pero como aproximación podríamos basarnos en lo
expuesto por RETA y GREZZI: Actos infructuosos constituyen la actuación
ante la justicia mediante la cual se comprueba la incapacidad del deudor
para satisfacer sus deudas, es decir la insolvencia. Agregan que es
imprescindible que se compruebe cuando se lleva a cabo la ejecución.
• En el mismo momento en que el acreedor comprueba judicialmente que
no puede hacer efectivo el cobro de un crédito, se ve frustrado en el
interés a la satisfacción del mismo. Si pese a la insolvencia fraudulenta la
ejecución no resulta infructuosa, porque se descubrió la simulación en la
misma sede, o porque el deudor paga voluntariamente, no hay delito
consumado.  
• 2) A la hora de analizar la situación del Art. 5 de la ley 14095 de ilícitos
económicos (Insolvencia Societaria Fraudulenta) la consecuencia jurídica
tras la creación de la ley en estudio es nula, es decir no hay ningún tipo de
variante para este tipo penal.
• La creación de esta ley del 17 de noviembre de 1972, aparece como
respuesta al fenómeno de la delincuencia económica, incorporando figuras
como delitos cambiarios, delitos de fraude en la instrumentación de los
actos de comercio exterior, usura, omisión de denunciar delitos económicos
y el delito que estudiaremos a continuación, Insolvencia Societaria
Fraudulenta en su Art. 5.
• La década del 60 se caracterizó por un marcado intervencionismo en materia
económica arrogándose el Estado una clara función dirigista. Mediante la
aprobación de la llamada ley de Ilícitos Económicos se pretendió atacar tres
de los pilares de la macro economía: El control del sistema de cambio, el
comercio exterior y las tasas de interés. En una economía estatista, estas
funciones no podían quedar libradas a la voluntad de los particulares. Así se
dictaron verdaderas normas en blanco que, a la luz de la nueva orientación
económica del Estado a partir de los años 80´se han tornado inaplicables.
• Esta figura procura combatir el fenómeno dado en Argentina llamado
“vaciamiento de empresas”. Como antecedente, este era el nomen iuris
pensado para este artículo y tenía un texto primitivo distinto al actual,
cuya modificación tuvo la vital intervención de BAYARDO, quien en
definitiva agregó la referencia subjetiva y propuso el cambio de
denominación.
• consagra una sanción penal a quien para procurarse un provecho injusto
para sí u otro, ocultare, disimulare o hiciere desaparecer parcial o
totalmente el patrimonio de un empresa en perjuicio de otro.
• Creemos que con la creación de la ley concursal y su Art. 248, esta
insolvencia ha quedado intacta.
• CAIROLI opina que: “En principio se trata de dos conductas distintas, en
primer término porque el artículo 248 se refiere a un deudor al momento
de solicitar el concurso o durante etapas posteriores y el Art. 5 de la ley
citada, exige la calidad de empresa, no habla de deudor y además
requiere que el autor quiera procurarse un provecho injusto en perjuicio
de un tercero. Esas tres importantes diferencias, a mi juicio, indican que
se trata de dos conductas delictivas diferentes”
• En nuestra opinión el argumento más importante para
marcar la diferencia en las situaciones tuteladas por la
norma es la existencia de un presupuesto en su parte
objetiva del Art. 248 de la ley 18387, que es una
delimitación al ámbito en donde se realizan los medios
típicos, es decir, deben realizarse en oportunidad de la
solicitud del concurso o en cualquier etapa posterior,
dentro de éste proceso.
• Los actos ilícitos de un deudor con un ramo empresarial
que no se encuentren dentro de la delimitación típica
del Art. 248 no serán absorbidos por éste, sino por el
Art. 5 de la ley de ilícitos económicos, concluyendo
entonces la plena vigencia del tipo.
• 3) Quiebra: Arts. 253 y 254 del C.P
• Regulada en el Art. 1572 C. Comercio: “Se considera en estado de quiebra a todo
comerciante que cesa en el pago corriente de sus obligaciones mercantiles.
• Basta para constituir el estado de quiebra la cesación en el pago de una obligación
mercantil, a que no se haya opuesto por el deudor alguna excepción legal.
• La declaración de quiebra puede tener lugar a solicitud del mismo deudor
comerciante, de uno o más de sus acreedores, o procediendo el Juez de Oficio.
• Art. 1658: La quiebra puede ser casual, culpable o fraudulenta. 
• Como primer punto a tocar, esta nueva normativa ha influido en lo que llamamos
delitos de quiebra, ya sea la quiebra dolosa (Art. 253 Código Penal), como la quiebra
culpable (Art. 254 Código Penal), en la creación del Art. 256 de dicha ley que
expresamente derogó el Libro IV (del concordato preventivo y de las quiebras),
Artículos 1523 a 1781, del Código de Comercio.

• Estas disposiciones han causado cierto tipo de efecto en delito aludido anteriormente.
Se ha creado la disyuntiva de sostener por un lado, la derogación tácita de tipo, por
otro lado la continuidad del tipo integrándolo con las disposiciones concursales y
desde otra perspectiva a la cual nos adherimos, el fenómeno del vacío de contenido
del tipo, provocando una clara imposibilidad de aplicación.
• I) Como primer punto, descartar en forma personal la
posibilidad de una derogación tácita basándonos en las
disposiciones de nuestro Código Civil en su Art. 10: “es
tácita cuando la nueva ley contiene disposiciones que no
pueden conciliarse con las de la ley anterior. La derogación
tácita deja vigente en las leyes anteriores, aunque versen
sobre la misma materia, todo aquello que no pugna con
las disposiciones de la nueva ley”. Es claro que en el caso
en estudio, no existen disposiciones en pugna, es decir, no
se presentan elementos inconciliables entre los delitos de
quiebra de nuestro Código Penal y las disposiciones que a
éstos refieren en el Art. 256 anteriormente mencionado
de la ley 18387. Dado a éste planteo descartamos la
posibilidad de una derogación tácita.
• II) Desde nuestro punto de vista junto con ADRIASOLA, CERVINI y CHAVES las
derogaciones concursales han dejado sin contenido los delitos, tornándolos
inaplicables en la práctica.

• El Art. 1 C.P. “in fine”, establece que para que un delito sea considerado como tal, debe
contener una norma y una sanción.
• La norma contiene un precepto y una sanción. Como nos expresa CAIROLI “El precepto
es un imperativo de derecho, que puede ser positivo, en cuanto determina un “hacer” o
puede ser negativo, si determina un “no hacer”, es decir, si consagra una prohibición.
 
• Como notamos, CAIROLI al describir la ley penal imperfecta expresa: “Las imperfectas
carecen de sanción (Art. 257 del C.P) o de precepto (Art. 253)”.
• El precepto de dichos delitos, se debía incorporar en las disposiciones comerciales, ya
que al hablar de “quebrados fraudulentos o culpables” no se verifica en el tipo mismo
una delineación de la conducta, nos obliga a determinar el contenido de éstas en las
disposiciones comerciales (Libro IV Concordato Preventivo y quiebras, Arts. 1523 a
1781).
• En la actualidad el efecto del Art. 256 derogando expresamente las disposiciones ut
supra mencionadas genera un vacío de contenido en el precepto del tipo, forjando una
imposibilidad de aplicación al haber perdido la conducta a punir.
• III) Otra parte de la doctrina entiende por su lado, la posibilidad de
integración del tipo penal, con las disposiciones concursales, es decir
encontrando la conducta a punir en la nueva ley. ACOSTA NATALIA entiende
“no existirían razones para impedir a la ley penal integrar el elenco de leyes
anteriores que refirieran a situaciones de quiebra por lo que en lugar de leer
“quebrado” fraudulento o culpable, ahora leeríamos “concursado”
fraudulento o culpable. Para esto plantea utilizar las presunciones de
concurso y las calificaciones de tal proceso.
• Se apoya en lo establecido por el Art. 264 de la ley: (Armonización con el
régimen anterior): “Todas las demás disposiciones legales contenidas en
leyes anteriores, cuando se refieran a situaciones de quiebra y/o liquidación
judicial deben entenderse realizadas a la decisión judicial de la liquidación de
la masa activa del concurso. Cuando se refieran a situaciones de concurso,
concordatos o moratorias deben entenderse realizadas a los casos de
concurso.”

• Quedarían las hipótesis en manos del juez el cómo integrar esa conducta, lo
cual brinda un muy bajo nivel de certeza jurídica y problemática con analogía.
• Que sucede con el Art. 76 de la Ley 2230­­:
 
• Nuestro ordenamiento a la hora de sancionar dicha ley en 1893, utilizó
como modelo otras legislaciones, creando un régimen de
responsabilidad de los administradores que compensa la limitación de
responsabilidad de los accionistas. Al apreciar la legislación belga se
tiene en cuenta solo dos de sus cuatro aspectos importantes,
inclinando su importancia a los periodos de “enfermedad” de la
sociedad, entendiendo estos como los de liquidación y quiebra,
dejando de lado los contextos de creación societaria.
• Esta ley presenta normas con responsabilidades específicas para los
administradores de sociedades anónimas para el caso de liquidación
judicial. Esta ley no se caracterizó por su tecnicismo jurídico ni nada que
se le parezca. Vale destacar, que incluso habían determinados artículos
que intentaban punir una conducta, pero no tenían establecido su
sanción, que más allá de los intentos de algunos autores de
análogamente incluirle una pena, no eran factibles de aplicación.
• Con respecto a esta ley nos interesa estudiar el contenido del Art.
76, este, establece una especial responsabilidad penal en la etapa
de liquidación de la sociedad.
• En su objetividad jurídica se tutela en nuestra opinión el patrimonio
en forma inmediata de la sociedad y de forma mediata el de los
acreedores, en principio con la eventualidad de ser pluriofensivo en
aquellas hipótesis determinadas donde la entidad de la situación es
de una gran magnitud, y se podría aquí, afectar la Economía Pública.
• Lo que sucede con este artículo es que las expresiones de comisión
de fraude, simulación, infracción de los estatutos o de una ley
cualquiera de orden público, no presentan una clara descripción
típica, por lo que, en sus tiempos de vigencia, resultaba imposible
determinar el verdadero significado y contenido de dichos
preceptos, colisionando con el principio de tipicidad. Vale destacar,
que incluso habían determinados artículos que intentaban punir una
conducta, pero no tenían establecido su sanción.
• Con respecto a esto BAYARDO expresaba: “El legislador dista de formular
una descripción prolija de las conductas delictuosas. Y precisamente la
crítica medular que es el caso establecer radica en no haber procedido el
codificador a suministrar la pauta sobre los elementos descriptivos del
tipo delictual, por cuya virtud esa función queda entregada a juez” . Es
por esto que el mismo autor lo califica como un tipo penal en Blanco.
• MARTINEZ MORENO mencionaba en relación a este suceso para que
exista el principal requisito de la adecuación típica debe cumplirse el
principio de que no hay delito sin ley que lo establezca, y esto exigiría una
descripción aunque sea somera, del ilícito, para que los ciudadanos
tengan que atenerse.
• GONZALO FERNÁNDEZ sostuvo que el Art. 76 se encontraba vigente ya
que ninguna norma posterior, de naturaleza penal, contenida en el Código
o en las leyes especiales lo había derogado.
• Dentro de este artículo encontramos una clara condición para su
existencia, que es la necesariedad de un procedimiento judicial de
liquidación. Además de destacar la existencia de saldos impagos
perjudicando a los acreedores.
• Tras la creación de la ley 18.387 pierde en el
Código de Comercio vigencia la liquidación judicial,
sustituida por el concurso y también el Concordato
Preventivo. Sucede también lo mismo con los
artículos  13 a 41 y 45 a 75, inclusive, de la ley en
análisis. Pero no sucedió lo mismo con los artículos
42,43, 44, 76 y 77. Tras la derogación de estos
primeros artículos mediante la aprobación de la ley
Concursal, se creó un pequeño desorden
normativo que intentó ser luego reparado por la
creación de una Ley complementaria 18.411 que
deroga expresamente los artículos 42,43,44,76 y
77.
• 5) Agravante 279 A.
• Esta agravante fue agregada al Código Penal por la ley 14068, consagrando la
responsabilidad para el que emplee estratagemas o pretextos para sustraerse al
cumplimiento de los deberes inherentes de asistencia económica.
• Con respecto a la ley 18387 y su complementaria, no sufre ningún tipo de
modificación, pero la creación del Código de la Niñez y Adolescencia brinda
algunos complementos interesantes de mencionar.
• Art. 57 “Omisión injustificada de los alimentos”. Cuando el obligado
judicialmente a servir alimentos de acuerdo a las disposiciones de este Código
que, habiendo sido intimado judicialmente, omitiera prestarlos sin causa
justificada, el juez de familia dará cuenta de inmediato al Juez Letrado en lo Penal
que corresponda, a los efectos de previstos por el Art. 279 A.
• Art. 61 “Obstáculos al cumplimiento de la obligación alimentaria”: Se imputa al
empleador que intencionalmente ocultare, total o parcialmente los ingresos,
sueldos o haberes del obligado del delito de estafa.
• También en el mismo delito incurrirá todo aquel que obstaculizare o impidiere el
correcto servicio de la obligación alimentaria dispuesta judicialmente, o simulare
créditos contra el obligado, o de cualquier manera colaborare intencional y
fraudulentamente, en la reducción del patrimonio efectivo del alimentante.
• Art. 248 ley 18387 Fraude Concursal
•  
• En cuanto al bien jurídico tutelado es como en los demás tipos de insolvencias, la
propiedad de los acreedores, debiendo hablarse del patrimonio de los acreedores debido
al verdadero concepto tratado de tutelar en el tipo. Sin descartar que eventualmente en
determinadas hipótesis donde se perjudiquen intereses económicos de volúmenes muy
amplios, podría afectarse la economía pública, convirtiéndolo así en la característica de
ser eventualmente pluriofensivo.
• A la hora de describir el sujeto activo, debe tratarse según lo descrito por la norma, de un
deudor, persona física que realice actividad empresarial, o persona jurídica, civil o
comercial. La ley exigió determinados requisitos al sujeto persona física, es decir debe
dedicarse al ramo empresarial.
• CARLOS LOPEZ define a la empresa como la organización del trabajo ajeno y del capital,
para producir bienes o servicios destinados a ser cambiados.
• En cuanto a las personas jurídicas se refiere a sociedades comerciales de cualquier
tipología, o sociedades civiles con personería jurídica constituida.
• Luego se establecen excepciones de la aplicación de dicha ley, esta situación se da por
ejemplo para el Estado, Entes Autónomos, Gobiernos Departamentales, y se excluye
también a las instituciones de intermediación financiera por la denominada ley de
fortalecimiento del sistema financiero la cual propone un sistema especial de liquidación.
• Presenta un presupuesto en su parte objetiva, que es una delimitación
al ámbito en donde se realizan los medios típicos, es decir, deben
realizarse en oportunidad de la solicitud del concurso o en cualquier
etapa posterior, dentro de este proceso. Es decir que el sujeto que “en
oportunidad de la solicitud del concurso o en cualquier etapa
posterior, exagere u oculte su activo o su pasivo, reconozca o aparente
privilegios inexistentes o constituidos ilícitamente, sustraiga o esconda
los libros sociales, acuerde u otorgue a sus acreedores con cargo a la
masa activa ventajas particulares en razón de su voto..”
• Consideramos que podría entonces entrar en el tipo a modo de
ejemplo la situación donde el deudor para conseguir los presupuestos
necesarios con el fin de declararse en concurso y así poder satisfacer
sus deudas en la llamada moneda concursal, realice alguna de las
actividades enmarcadas en el artículo estaría entrando en lo
establecido en este tipo; de modo que también el sujeto implicado en
el proceso una vez ya iniciado, que realice lo mencionado
anteriormente, sucedería lo mismo.
• ¿Las conductas realizadas durante el acuerdo
privado de reorganización regulado en la ley
en estudio, entran dentro del Art. 248?
• Consideramos que en el mismo artículo que
regula dicha hipótesis, Art. 214, se establece
claramente que es sería una situación anterior
de la declaración judicial del concurso, por lo
que entonces basándonos en el principio de
legalidad estas conductas quedarían excluidas
de este acuerdo.
CONCLUSIONES: Régimen vigente
• Art. 255 C.P: Insolvencia Fraudulenta: Plenamente vigente.
• Art. 5 ley 14095: Insolvencia Societaria Fraudulenta: Plenamente
vigente.
• Art. 253 y 254 C.P: Quiebra Fraudulenta y Culposa: Formalmente
vigentes ( no se derogan expresa ni tácitamente) pero vaciadas de
contenido, inaplicables en la práctica.
• Art. 76 ley 2.230: Responsabilidad Directores de S.A en períodos
de liquidación: Derogado expresamente por Art. 2 ley 18411.
• Art. 279 A: Agravante obligación Asistencia Económica: No sufre
modificaciones por ley Concursal, se agrega material por el CNA.
• Art. 248 Ley 18387: Fraude Concursal: Creado expresamente en
esta ley, cobrando vigencia desde su creación.

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