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El Camino de la Vida

para Toda la Humanidad


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Las rivalidades históricas llevan a la desconfianza e
incluso a las guerras dentro de nuestras naciones,
avivando así las brasas de la incertidumbre y la
desesperanza en el mundo. La solución a todos
estos problemas está en desarrollar una relación
de amor ideal con Dios.
A través de la historia, la humanidad ha buscado responder esta
simple pregunta:¿Por qué nacemos?

El propósito de Dios de crear, el propósito de los ángeles de ayudar, el propósito de


la naturaleza de proveer los materiales e incluso el propósito humano de ser
creados son todos consistentes. Hay un propósito único que es darle alegría a Dios,
a los ángeles, al resto de la creación y a los seres humanos.
. Los seres humanos nacieron en amor y están destinados a transitar el camino del
amor; incluso las personas mueren por amor. Esto nos muestra que el amor es más
valioso que la vida misma. Además, vemos que el amor precede a la vida, y es por
eso que las personas incluso ofrecen sus vidas por el bien del amor.
Entonces, una persona que reconoce y guarda el pacto de amor de Dios
puede disfrutar de la libertad en cualquier parte del universo. Una
persona que está intoxicada con el amor de Dios puede examinar un grano
de arena durante mil años sin aburrirse. Una persona así verá la luz
radiando de su propia mano. Una persona que está acostada una noche
siente que está durmiendo en una cama dorada y que está irradiando luz
dorada. Esto podrá sonar poco creíble, pero es verdad. Si alcanzan ese
estado, pueden pararse en la cima de una colina y sentir que toda la
creación está ansiosa de recibirlos. ¿Alguna vez han sentido eso? El
pensamiento de que nacieron en un universo de amor no solo nos da un
sentimiento de felicidad infinita, sino que también nos hace querer
proclamar al mundo: “¡Ey, mírame!”. Dios estuvo trabajando en el
laboratorio y creó el descubrimiento más ideal y sensacional: el
descubrimiento es cada uno de nosotros.
Una persona podrá ser encarcelada y torturada hasta el punto de vomitar sangre. En
ese momento, si él o ella siente el amor de Dios, ese sufrimiento se convierte en la llave
que abre la puerta al abrazo de Dios con un amor que penetra la médula de sus huesos.
Una persona que percibe su sufrimiento de esa forma podrá encarar la muerte con
felicidad.

Una persona así, llamada por Dios para que represente a toda la humanidad centrada
en este amor cósmico, sería el Mesías. Jesús es ese representante. Nunca podremos
encontrar este amor cósmico sin pasar por el Mesías. Es razonable decir que todas las
personas de la tierra tendrán que seguir al Mesías. Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la
verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”, (Juan 14:6) El significado de esto
sería más claro si se agregara la palabra amor: “Yo soy el camino, y la verdad, la vida y
el amor; nadie viene al Padre, sino por mí”

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