PERFECCIÓN EN EL PROCESO DE MADUREZ

Todo lo que Dios ha hecho ha sido conforme a su plan y su propósito, desde  el

principio de la creación Él ha querido que el hombre viva en la perfección y en
un lugar perfecto.
Adán y Eva no  necesitaron pasar por proceso de desarrollo porque ellos desde
su creación fueron hechos a imagen y semejanza de Dios, (no fueron
engendrados) perfectos en todo, es por ello que lo que Dios hizo fue darles la
orden de fructificar y multiplicarse solo que tenían que hacerlo siempre
conforme a la imagen y semejanza de Dios a través de los hijos que tendrían.

Adán y Eva fueron hechos.

 Adán y Eva fueron hechos.

Gén 1:26  Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,  conforme a nuestra
semejanza;  y señoree en los peces del mar,  en las aves de los cielos,  en las bestias,  en toda la
tierra,  y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
Gén 1:27  Y creó Dios al hombre a su imagen,  a imagen de Dios lo creó;  varón y hembra los creó.
Gén 1:28  Y los bendijo Dios,  y les dijo: Fructificad y multiplicaos;  llenad delos cielos,  y en todas las
bestias que se mueven sobre la tierra.
Adán y Eva no tenían la simiente de Dios en ellos, no eran hijos si no creación. 1 corintios 15: 45- 47.
1 corintios 15:22
Dios les dio autoridad porque los hizo perfectos a su imagen y semejanza, ya tenían estatura, tenían
de Dios, pero no su simiente, no su genética, su forma sí. Los hizo Dios no nacieron de Dios, no les
dijo que eran sus hijos sino creación suya.
A Adán y Eva Dios les dijo que fructificaran y se multiplicaran delegándoles asó una paternidad una
responsabilidad la cual no estaban capaces de realizar a cabalidad o perfectamente como se lo
pedía Dios.
No queda el crecimiento o desarrollo o llegar a la madurez así nada más sino que debe de ser un
padre responsable Discipulado que desarrolle en otros las mismas características dadas por El
PADRE a Cristo Jesús.
 Jesús fue engendrado por El   Espíritu Santo.
Luc. 1:35  Respondiendo el ángel,  le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti,  y el poder del Altísimo te
cubrirá con su sombra;  por lo cual también el Santo Ser que nacerá,  será llamado Hijo de Dios.
Jesús nació una vez por la obra del Espíritu e inició su proceso de madurez.
Luc 2:21  Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño,  le pusieron por nombre JESÚS,  el cual le
había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido.
Luc 2:40  Y el niño crecía y se fortalecía,  y se llenaba de sabiduría;  y la gracia de Dios era sobre él.
Luc 2:42  y cuando tuvo doce años,  subieron a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta.
Luc 2:52  Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura,  y en gracia para con Dios y los hombres.
Jesucristo llegó a agradar al Padre cuando obedeció al bautizarse Mateo 3:17.
Cuando en el monte de la transfiguración la voz del cielo dice “a El oíd” otro nivel de madurez que Jesús
demostró tener.
Fue llevado por el Espíritu al desierto y luego de pasar por esta prueba inicio su ministerio…
Cuando está a punto de morir, se debilita pero no sede sino cumple el propósito del Padre en él.
Jesucristo llegó a ser la imagen misma del Padre. Hebreos 1:3
Porque tenía la simiente del Padre en él. Su desarrollo y crecimiento lo llevó a mostrar madurez frente a
circunstancias diversas obteniendo sabiduría crecimiento gracia para con los hombres. Esa gracia para con
los hombre habla del testimonio lo que las personas veían de su comportamiento.
Jesús llegó a la medida y estatura que el Padre requirió de él. Dio la talla él es nuestro Modelo no Adán.
Cristo en mí.
Jesucristo de la misma manera delegó a sus discípulos así como el Padre me envió yo los envío a
vosotros…
Nosotros como personas.
Ya hemos nacido de carne y sangre y de varón, traemos la imagen de Adán. 1co. 15:45.
Cuando nacemos de nuevo somos engendrados por Dios. La semilla o simiente de Dios es en mí, y
al ser bautizado en agua a la vez que nazco de nuevo inicia mi proceso de crecimiento y desarrollo.
Juan 1:12 Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser
hechos hijos de Dios;
Juan 1:13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de
varón, sino de Dios.
Debe de ser normal el tener hambre de Dios, sed de El, como recién nacido anhelar más.
1Jn 3:2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser;
pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como
él es. 1Jn 3:9 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios
permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.
Estamos predestinados a ser como El. Romanos 8:29
Dios nos demanda que llevemos un proceso de madurez hasta que todos lleguemos a la medida de
la estatura de la plenitud de Cristo.
Efe 4:13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo
de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
Efe 4:14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo
viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con
astucia las artimañas del error.
Es natural seguir proceso de madurez al tener la naturaleza de Cristo su genética
habiendo nacido de nuevo.

Llegar a la madurez que demanda Dios nuestro Señor pero no queda solo en ser
maduro sino en ser multiplicado en fructificar y desarrollar responsabilidad en esa
área como buen discipulador, enseñándoles a caminar desarrollarse y como tener
hijos espirituales siendo responsables de ellos. Para que ellos mismos sean
responsables teniendo iniciativa, esforzándose, valiéndose por si mismos y viendo en
otros la realización de su desarrollo o madurez