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PROCEDIMIENTOS

DEL
CONDICIONAMIENTO
INSTRUMENTAL
PROCEDIMIENTOS DEL
CONDICIONAMIENTO INSTRUMENTAL
En todas las situaciones de condicionamiento
instrumental, el participante emite una
respuesta y por consecuencia produce un
resultado. Pagarle al vecino por cortar el
césped, gritarle al gato por subirse a la barra de
la cocina, cerrar una ventana para impedir que
entre la lluvia y quitarle a un adolescente el
privilegio de usar el carro por llegar demasiado
tarde son formas de condicionamiento
instrumental.
REFORZAMIENTO POSITIVO

Un padre le da a su hija una galleta


cuando guarda sus juguetes; un
profesor elogia a un estudiante
cuando éste entrega un buen informe;
un empleado recibe un bono en su
cheque cuando se desempeña bien en
el trabajo. Todos esos son ejemplos de
reforzamiento positivo.
EL CASTIGO

Una madre regaña a su hijo por correr en


la calle; su jefe lo critica por llegar tarde
a una reunión; un maestro le asigna una
calificación reprobatoria por dar una
respuesta incorrecta a muchas preguntas
del examen. Esos son ejemplos de
castigo.
REFORZAMIENTO NEGATIVO

Abrir un paraguas para impedir que la lluvia


lo moje, subir la ventana del automóvil para
reducir el viento que entra y ponerse los
lentes de sol para protegerse del brillo del sol
de verano son ejemplos de reforzamiento
negativo.
ENTRENAMIENTO POR OMISIÓN
El entrenamiento por omisión es utilizado cuando
a una niña se le ordena ir a su habitación después
de cometer una travesura. La niña no recibe un
estímulo aversivo cuando se le dice que vaya a su
cuarto, No hay nada aversivo en la habitación de
la niña. Más bien, al enviarla a su cuarto el padre
está retirando fuentes de reforzamiento positivo,
como jugar con las amigas o ver televisión.
Suspenderle a alguien la licencia de conducir por
hacerlo ebrio también constituye un
entrenamiento por omisión (retirar el placer y el
privilegio de conducir).
REFORZAMIENTO DIFERENCIAL DE OTRA CONDUCTA
COMO TRATAMIENTO PARA LA CONDUCTA
AUTOLESIVA Y OTRAS CONDUCTAS PROBLEMÁTICAS

La conducta autolesiva es un hábito


problemático que resulta evidente en
algunos individuos con discapacidades en
el desarrollo. Bridget era una mujer de 50
años con un retardo mental profundo cuya
conducta autolesiva consistía en golpearse
en el cuerpo y azotar la cabeza contra los
muebles, paredes y pisos.

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