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URBANIDAAD

Propedéutico

URBANIDAD Y BUENAS COSTUMBRES


Curso Propedéutico
CONTENIDO OBJETIVO
Deberes Morales del hombre
• Estructura Manual de   
Carreño.  
  Capítulo Primero Método de Evaluación 
CONTENID

• Deberes con Dios En el Templo 


URBANID
TEMAS

Capítulo Segundo     1. Evaluación Continua


• Deberes con la Sociedad Deberes con los padres
AD
O

 Capítulo Tercero   2. Informe Final escrito


• Deberes con nosotros Nuestro Aseo Personal a mano consta de 5 partes:
mismos   1.-Portada
Capítulo Cuarto En la Calle 2.-Introducción
• Normas de Urbanidad En la Casa 3.- Cuerpo
Con la Sociedad 4.- Conclusión
5.- Bibliografía
Aplicación de las Normas  
  De Urbanidad.
ESTRUCTURA DEL MANUAL DE CARREÑO
• Deberes con Dios.
• Deberes con la Sociedad.
MANUAL DE CARREÑO • Deberes con la Patria.
• Deberes con los Padres.
• Deberes con nuestros semejantes
Contenido
ESTRUCTU

• Deberes con nosotros mismos.


• El aseo personal y de la habitación.
RA

• Acerca de como conducirnos en la casa.


• Modo de conducirnos en la Sociedad.
¿QUIEN FUE CARREÑO?
Este manual fue escrito por Manuel Antonio Carreño (1812-1874) fue un
diplomático Venezolano y pedagogo que en 1853 publicó el “Manual de
Urbanidad y buenas costumbres para jóvenes” que pasaría a la historia
como el Manual de Carreño y tuvo gran repercusión a nivel mundial,
inclusive estaba en las escuelas de instrucción primaria de España.
En su vida se desempeñó como Ministro de Relaciones Exteriores(canciller)
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Contenido
QUIEN FUE
CARREÑO

y Ministro de Hacienda de Venezuela. También es conocido por ser el padre


de la compositora y pianista Teresa Carreño, el éxito de este manual radica
O

en que sus lecciones son aplicadas en gran cantidad de países y esta dirigido
a distintos públicos. Hoy día el periodista Roland Carreño realizó una versión
actualizada donde incluye el uso del celular y de las tecnología en general.
SU ESTRUCTURA: Se divide en deberes morales
del hombre y Urbanidad, cada uno con capítulos
específicos, lo interesante es, que al inicio de cada
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URBANIDA

uno con capítulos específicos, y subcapítulo se


justifica la existencia de la regla y se concluye con
temas

la presentación de la norma, en 285 paginas


D

Carreño describe con detalles las normas


correctas.
COMPORTAMIENTO EN SOCIEDAD
Hay personas que, con su sola presencia siembran alegría y paz
porque con su propio ser y su elegancia interior contribuye al
bienestar y al bien ser de los demás, nuestro comportamiento ha
de caracterizarse por una buena educación, por el afán de servir, la
elegancia, la cordialidad y la simpatía; cualidades que nacen de la
virtud de la caridad, del amor de Dios y del amor al prójimo.
Por desgracia, en la actualidad se ha difundido un equívoco que
Comportamient

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identifica naturalidad y la autenticidad con el desprecio de las


Sociedad

formas sociales. Así se dice que cada uno ha de manifestarse como


es, sin dejarse uniformar por normas de cortesía, corrección en el
D
o

modo de vestir, de hablar, de comportarse en la mesa. etc. Que


serian reglas artificiales o postizas.
A veces se da un proceso que inicia con poner de lado los buenos
modales, y se manifiesta por el desorden, los gritos y risotadas, la
incorrección en el lenguaje, la suciedad y la falta de respeto a los
demás. De esto, se pasa fácilmente de lo vulgar, al uso de palabras
hirientes, y nos resbalamos a la obscenidad, que es expresión verbal
y corporal de la sexual, en forma burlona o provocativa: los chistes,
las descripciones eróticas, los bailes provocativos.
A la humanidad le ha costado mucho salir de la barbarie y debemos
esforzarnos por no regresar a ella.
URBANIDAD: Ayuda a que las relaciones entre personas,
sean más fáciles, mas justas y mas humanas. Se trata, en
definitiva, de comportarse con corrección, estudiemos
detalles básicos:
• Trato con los demás: pedir las cosas “por favor”, y dar
las gracias ante cualquier servicio; hablar mirando al
interlocutor. Si usas celular y suena cuando se esta
hablando con una persona, no interrumpir la
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Urbanidad

conversación, o al menos pedir disculpas.


temas

• Comportamiento en la mesa: comer con serenidad, sin


ansiedad, aprender a usar los cubiertos y las
servilletas, esperar a que 2 o 3 personas se hayan
servido antes de empezar a comer, no es posible
masticar con la boca abierta, o hablar con la boca
llena, ni sorber la sopa o el agua, ni hablar de lo que se
está comiendo.
• Otros detalles: Modo de sentarse; evitar bostezos,
taparse la boca al toser, estornudar, o bostezar; evitar
poner sobre nombres o motes que puedan molestar a
los demás.
LA BUENA EDUCACIÓN
La buena educación ayuda a que las relaciones interpersonales
sean mas fáciles, mas justas y mas humanas. La voz de las
personas tiene un gran peso en el ánimo de los demás. La
palabra puede ser bálsamo, luz, poesía, gozo, compañía, ilusión,
cariño… y solo eso debería ser. El silencio también puede ser eso
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mismo, ante el, que el alma se sienta abrigada por pensamientos


de paz. Para que haya paz en el mundo, se necesita también paz
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en las palabras.
De nosotros no solo hablan las palabras, sino también nuestro
porte externo; la forma de andar y movernos, la expresión del
rostro y la mirada. Un lenguaje, sin duda, distinto al verbal, pero
muy contundente.
Capitulo Primero.- DEBERES CON DIOS

Dios es el ser que reúne la inmensidad de la creación, la grandeza de


la perfección; nosotros, aunque creaturas suyas y destinados a gozarle
por toda la eternidad, somos unos seres muy humildes e imperfectos;
así es que nuestras alabanzas nada puede añadir a sus soberanos
atributos. Pero Él se complace en ellas y las recibe como u homenaje,
debido a la majestad de su gloria. Dios penetra en lo más íntimo de
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nuestros corazones, y esos ruegos son una expresión sincera del


reconocimiento en que vivimos. Además Dios es la fuente de todo bien,
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de todo consuelo y de toda felicidad, y con ello movemos su


misericordia, y aplacamos la severidad de su divina justicia, irritada por
nuestras ofensas, porque es Dios de bondad y su bondad no tiene
limites.
Cuán propio y natural es que el hombre se dirija a su Creador, le hable
de sus penas con la confianza de un hijo que habla al padre más tierno
y amoroso, le pida el alivio de sus dolores y el perdón de sus culpas,
con una mirada dulce y llena de unción religiosa, le muestre su amor y
su fe como los títulos de su esperanza.
DEBERES MORALES DEL HOMBRE - DEBERES CON DIOS

Como al momento de acostarnos y levantarnos, elevamos nuestra alma


a Dios; y con todo el fervor de un corazón sensible y agradecido, le
dirigimos nuestras alabanzas, le daremos gracias por los beneficios, y
daremos gracias por nuestros Padres, nuestras familias, por
Venezuela, por nuestros bienhechores y amigos, así como también por
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nuestros enemigos. Es también un acto debido a Dios, y propio de un


corazón agradecido, el manifestarle siempre nuestro reconocimiento al
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levantarnos de la mesa.
Entre los deberes con Dios están los deberes sociales y las
prescripciones morales, tales como el modelo de todas las virtudes: el
padre amoroso, el hijo mas obediente, el esposo mas fiel, el ciudadano
más útil a su País. Visitar la casa del Señor con mucha frecuencia,
manifestando siempre en él toda devoción y todo el recogimiento que
inspira tan sagrado recinto.
DEBERES CON DIOS

Los Sacerdotes, ministros de Dios sobre la tierra, tienen la alta misión


de mantener el culto Divino y de conducir nuestras almas por el camino
de la felicidad eterna. Tan elevado carácter nos impone el deber de
respetarlos y honrarlos, oyendo siempre con interés y docilidad los
consejos con que nos favorecen, cuando en nombre de su Divino
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Maestro y en desempeño de su augusto Ministerio nos dirige su voz de


caridad y de consuelo.
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Es importante destacar el respeto a los Sacerdotes como una


manifestación de nuestro respeto a Dios mismo, como un signo
inequívoco de una buena educación moral y religiosa.
Grande es sin duda la falta en que incurrimos al ofender a nuestro
prójimo, sean éstos quienes fueren; pero todavía es mucho más grave
antes los ojos de Dios la ofensa dirigida a un Sacerdote, pues con ella
hacemos injuria a la Divinidad, que le ha investido con atributos
Sagrados y le ha hecho su representante en este mundo.
Capitulo II DEBERES CON NUESTROS PADRES-

Los autores de nuestros días, los que recogieron y enjugaron nuestras


primeras lágrimas, los que sobrellevaron las incomodidades de nuestra
infancia, los que consagran todos sus desvelos a la difícil tarea de
nuestra educación, son para nosotros los seres más privilegiados y
venerables que existen sobre la tierra. Muchas pueden ser las
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ocasiones en que un hijo haya de prestar auxilios a sus padres,


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endulzar sus penas, y aun hacer sacrificios a su bienestar y a su dicha;


pero jamás podrá llegar a recompensarles todo lo que les debe, jamás
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podrá hacer nada que le descargue de la inmensa deuda de gratitud


que para con ellos tiene contraída.
Los cuidados tutelares de un padre y de una madre, son de un orden
tan elevado y tan sublime, que en nada se asemejan a los demás actos
de amor y benevolencia que nos ofrece el corazón del hombre, y sólo
podemos verlos como una emanación de aquellos con que la
Providencia cubre y protege a todos los mortales.
DEBERES CON NUESTROS PADRES

En el momento mismo en que nacemos, nuestros padres nos


saludan con el ósculo de bendición, nos prodigan sus caricias,
protegen nuestra debilidad y nuestra inocencia; Nuestros primeros
años roban a nuestros padres toda su tranquilidad y los privan a
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cada paso de los goces y comodidades de la vida social. Durante


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aquel período de nuestra infancia, en que la naturaleza nos niega


la capacidad de atender por nosotros mismos a nuestras
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necesidades.
Apenas descubren en nosotros un destello de razón, ellos se
apresuran a dar principio a nuestra educación moral e intelectual;
y son ellos los que imprimen en nuestra alma las primeras ideas,
las cuales nos sirven de base para todos los conocimientos
ulteriores, y de norte para emprender el espinoso camino de la
vida.
DEBERES CON NUESTROS PADRES

Su primer cuidado es hacernos conocer a Dios. ¡Qué sublime, qué


augusta, qué sagrada aparece entonces la misión de un padre y de una
madre! El corazón rebosa de gratitud y de ternura, al considerar que
fueron ellos los que nos hicieron formar idea de ese ser infinitamente
grande, poderoso y bueno, ante el cual se prosterna el universo entero,
y nos enseñaron a amarle, a adorarle y a pronunciar sus alabanzas.
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En el laudable y generoso empeño de enriquecer nuestro corazón


de virtudes, y nuestro entendimiento de ideas útiles a nosotros
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mismos y a nuestros semejantes, ellos no omiten esfuerzo alguno


por proporcionarnos la enseñanza.
Por muy escasa que sea su fortuna, y aun sometiéndose a duras
privaciones, siempre hacen los gastos indispensables para
presentarnos en los establecimientos de educación, proveernos de
libros y pagar a nuestros maestros.
DEBERES CON NUESTROS PADRES

Terminada nuestra educación, y formados ya nosotros a costa de


tantos desvelos y sacrificios, no por eso nuestros padres nos
abandonan a nuestras propias fuerzas. Su sombra protectora y
benéfica nos cubre toda la vida, y sus cuidados, como ya hemos dicho,
no se acaban sino con la muerte.
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Si durante nuestra infancia, nuestra niñez y nuestra juventud,


trabajaron asiduamente para alimentarnos, vestirnos, educarnos y
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facilitarnos toda especie de goces inocentes, ellos no se desprenden en


nuestra edad madura de la dulce tarea de hacemos bien.
Nuestros padres son al mismo tiempo nuestros primeros y más
sinceros amigos, nuestros naturales consultores, nuestros leales
confidentes. El egoísmo, la envidia, la hipocresía, y todas las demás
pasiones tributarias del interés personal, están excluidas de sus
relaciones con nosotros.
DEBERES CON NUESTROS PADRES

Nuestro acendrado amor debe, naturalmente, conducirnos a cubrirlos


siempre de honra, contribuyendo por cuantos medios estén a nuestro
alcance a su estimación social, y ocultando cuidadosamente de los
extraños las faltas a que como seres humanos pueden estar sujetos,
porque, LA GLORIA DEL HIJO ES EL HONOR DEL PADRE.
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Nuestro respeto debe ser profundo e inalterable, sin que podamos


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jamás permitirnos la más ligera falta que lo profane, aun cuando


lleguemos a creerlos alguna vez apartados de la senda de la verdad y
de la justicia, y aun cuando la desgracia los haya condenado a la
demencia o a cualquiera otra situación lamentable que los despoje de
la consideración de los demás. Siempre son nuestros padres y a
nosotros no nos toca otra cosa que compadecerlos, llorar sus miserias
y colmarlos de atenciones delicadas y de contemplaciones.
DEBERES CON NUESTROS PADRES

¡Cuan venturosos días debe esperar sobre la tierra el hijo amoroso y


obediente, el que ha honrado a los autores de su existencia, el que los
ha socorrido en el infortunio, el que los ha confortado en su ancianidad.
Los placeres del mundo serán para él siempre puros, como en la
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mañana de la vida: en la adversidad encontrará los consuelos de la


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buena conciencia, y aquella fortaleza que desarma la irreverencia de la


fortuna; y nada habrá para él más sereno y tranquilo que la hora de la
N

muerte, seguro como está de haber hecho el camino de la eternidad a


la sombra de las bendiciones de sus padres. ¡En aquella hora suprema
en que ha de dar cuenta al Creador de todas sus acciones, los títulos
de un buen hijo aplacarán la justicia divina y le alcanzarán misericordia!

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