Está en la página 1de 17

El Barroco

Etimología:
-Portugués barroco (perla irregular)
-Silogismo con frecuentes resultados de
palabrería o absurdo (premisa universal
afirmativa, Individual negativa,
conclusión individual negativa)
En España se da en el s.XVII, durante
los reinados de los Austrias -Felipe III,
Felipe IV y Carlos II-, que con frecuencia
dejan el gobierno en manos de validos
(duque de Lerma, conde-duque de
Olivares)
Hay una decadencia general,
política, social y económica.
Esto provoca un sentimiento de
pesimismo y desengaño: se plantea la
confusión de las apariencias y la realidad.
El desengaño inclina el gusto
hacia temas morales o religiosos
Estéticamente se busca una
complicación de la forma; se admira la
dificultad y el ingenio, y hay tendencia a la
exageración
Distinguimos dos tendencias:

CULTERANISMO.- Da muchísima
importancia a la forma del texto.
Utiliza retórica complicada y
abundante, numerosos latinismos y
alusiones mitológicas.
CONCEPTISMO .- Busca complicar el contenido del
texto, las asociaciones de ideas complejas e
ingeniosas, la concisión en el lenguaje. La retórica
también es abundante
GÓNGORA .- En su obra se suele distinguir una parte más sencilla, en la que
utiliza metros castellanos y menos rasgos culteranos. Es el estilo que
tradicionalmente se ha calificado como Príncipe de la Luz. Frente a ella estaría el
estilo denominado Príncipe de las Tinieblas, más complejo. Es el que utiliza para
sus poemas mayores.

En un pastoral albergue
que la guerra entre unos robles
lo dejó por escondido
o lo perdonó por pobre,
do la paz viste pellico
y conduce entre pastores
ovejas del monte al llano
y cabras del llano al monte,
mal herido y bien curado
se alberga un dichoso joven
que, sin clavarle amor flecha,
lo coronó de favores.
Poemas de amor

Manda Amor en su fatiga Muy bien haré si culpare


Que se sienta y no se diga; Por necio cualquier que fuere
Pero a mí más me contenta Que como leño sufriere
Que se diga y no se sienta. Y como piedra callare;
Mande Amor lo que mandare,
En la ley vieja de Amor Que yo pienso muy sin mengua
A tantas hojas se halla Dar libertad a mi lengua,
Que el que más sufre y más calla, Y a sus leyes una higa.
Ese librará mejor; Manda Amor en su fatiga
¡Mas triste del amador Que se sienta y no se diga;
Que, muerto a enemigas manos, Pero a mí más me contenta
Le hallaron los gusanos Que se diga y no se sienta.
Secretos en la barriga!
Manda Amor en su fatiga
Que se sienta y no se diga;
Pero a mí más me contenta
Que se diga y no se sienta.
.. Mientras por competir con tu cabello
Lloraba la niña Oro bruñido al sol relumbra en vano,
Mientras con menosprecio en medio el llano
(Y tenía razón)
Mira tu blanca frente al lilio bello;
La prolija ausencia
De su ingrato amor. Mientras a cada labio, por cogello,
Dejóla tan niña, Siguen más ojos que al clavel temprano,
Que apenas creo yo Y mientras triunfa con desdén lozano
Que tenía los años Del luciente cristal tu gentil cuello,
Que ha que la dejó.
Llorando la ausencia Goza cuello, cabello, labio y frente,
Antes que lo que fue en tu edad dorada
Del galán traidor,
Oro, lilio, clavel, cristal luciente,
La halla la Luna
Y la deja el Sol, No sólo en plata o vïola troncada
Añadiendo siempre Se vuelva, más tú y ello juntamente
Pasión a pasión, En tierra, en humo, en polvo, en sombra, en
Memoria a memoria, nada.
Dolor a dolor.
Llorad, corazón,
Que tenéis razón.
Poemas satíricos

¿Qué lleva el señor Esgueva? Y lo que da la otra vía,


Yo os diré lo que lleva. Sea pebete o sea topacio;
Que al fin damas de Palacio
Lleva este río crecido, Son ángeles hijos de Eva.
Y llevará cada día
Las cosas que por la vía
¿Qué lleva el señor Esgueva?
De la cámara han salido,
Yo os diré lo que lleva.
Y cuanto se ha proveído
Según leyes de Digesto,
Lleva lágrimas cansadas
Por jüeces que, antes desto,
De cansados amadores,
Lo recibieron a prueba.
Que, de puro servidores,
Son de tres ojos lloradas;
¿Qué lleva el señor Esgueva?
De aquél, digo, acrecentadas
Yo os diré lo que lleva.
Que una nube le da enojo,
Porque no hay nube deste ojo
Lleva el cristal que le envía
Que no truene y que no llueva.
Una dama y otra dama,
Digo el cristal que derrama
¿Qué lleva el señor Esgueva?
La fuente de mediodía,
Yo os diré lo que lleva.
¡Oh excelso muro, oh torres coronadas Si entre aquellas rüinas y despojos
De honor, de majestad, de gallardía! Que enriquece Genil y Dauro baña
¡Oh gran río, gran rey de Andalucía, Tu memoria no fue alimento mío,
De arenas nobles, ya que no doradas!
Nunca merezcan mis ausentes ojos
¡Oh fértil llano, oh sierras levantadas, Ver tu muro, tus torres y tu río,
Que privilegia el cielo y dora el día! Tu llano y sierra, ¡oh patria, oh flor de España!
¡Oh siempre glorïosa patria mía,
Tanto por plumas cuanto por espadas!
Fábula de Polifemo y
Galatea Estas que me dictó, rimas sonoras,
Culta sí aunque bucólica Talía,
Oh excelso Conde, en las purpúreas horas
Que es rosas la alba y rosicler el día,
Ahora que de luz tu niebla doras,
Escucha, al son de la zampoña mía,
Si ya los muros no te ven de Huelva
Peinar el viento, fatigar la selva.

Templado pula en la maestra mano


El generoso pájaro su pluma,
O tan mudo en la alcándara, que en vano
Aun desmentir el cascabel presuma;
Tascando haga el freno de oro cano
Del caballo andaluz la ociosa espuma;
Gima el lebrel en el cordón de seda,
Y al cuerno al fin la cítara suceda.
Era del año la estación florida
En que el mentido robador de Europa
—Media luna las armas de su frente,
Y el Sol todo los rayos de su pelo—,
Luciente honor del cielo,
En campos de zafiro pace estrellas,
Cuando el que ministrar podía la copa
A Júpiter mejor que el garzón de Ida,
—Náufrago y desdeñado, sobre ausente
—,
Lagrimosas de amor dulces querellas
Da al mar; que condolido,
Fue a las ondas, fue al viento
El mísero gemido,
Segundo de Arïón dulce instrumento.
Y págalo Quevedo
porque compró la casa en que vivías,
molde de hacer arpías;
y me ha certificado el pobre cojo
que de tu habitación quedó de modo
la casa y barrio todo,
hediendo a Polifemos estantíos,
coturnos tenebrosos y sombríos,
y con tufo tan vil de Soledades,
que para perfumarla
Francisco de Quevedo es el y desengongorarla
máximo representante del conceptismo. de vapores tan crasos,
SU obra también trata magistralmente los quemó como pastillas Garcilasos:
temas más diversos: metafísicos,
pues era con tu vaho el aposento
morales, religiosos, amorosos, satíricos y
sombra del sol y tósigo del viento.
burlescos.
Tuvo una gran enemistad con
Góngora, con el que se cruzó numerosas
composiciones insultantes. Llegó al
extremo de comprar la casa de Góngora,
cuando éste estaba arruinado, para
expulsarlo
http://alertaletras.quijost.com/QUEVEDO%20CONTRA%20GONGORA%20Y%20MAS.htm
Cerrar podrá mis ojos la postrera 
Sombra que me llevare el blanco día, 
Y podrá desatar esta alma mía  Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido, 
Hora, a su afán ansioso lisonjera;  Venas, que humor a tanto fuego han dado, 
Médulas, que han gloriosamente ardido, 
Mas no de esotra parte en la ribera 
Dejará la memoria, en donde ardía:  Su cuerpo dejará, no su cuidado; 
Nadar sabe mi llama el agua fría,  Serán ceniza, mas tendrá sentido; 
Y perder el respeto a ley severa.  Polvo serán, mas polvo enamorado.
Miré los muros de la Patria mía, 
Si un tiempo fuertes, ya desmoronados,  Entré en mi Casa; vi que, amancillada, 
De la carrera de la edad cansados,  De anciana habitación era despojos; 
Por quien caduca ya su valentía.  Mi báculo más corvo y menos fuerte. 

Salíme al Campo, vi que el Sol bebía  Vencida de la edad sentí mi espada, 


Los arroyos del hielo desatados,  Y no hallé cosa en que poner los ojos 
Y del Monte quejosos los ganados,  Que no fuese recuerdo de la muerte.
Que con sombras hurtó su luz al día. 
EPÍSTOLA CONTRA LAS COSTUMBRES
DE LOS CASTELLANOS, ESCRITA AL
CONDE DE OLIVARES

No he de callar por más que con el dedo,


ya tocando la boca o ya la frente,
silencio avises o amenaces miedo.
¿No ha de haber un espíritu valiente?
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?
Hoy, sin miedo que, libre, escandalice,
puede hablar el ingenio, asegurado
de que mayor poder le atemorice.
En otros siglos pudo ser pecado
severo estudio y la verdad desnuda,
y romper el silencio el bien hablado.
Pues sepa quien lo niega, y quien lo duda,
que es lengua la verdad de Dios severo,
y la lengua de Dios nunca fue muda.
Pues me hacéis casamentero,  Y con ser todos mortales 
Ángela de Mondragón,  los Médicos, pienso yo 
escuchad de vuestro esposo  que son todos venïales, 
las grandezas y el valor.  comparados al Dotor. 

Él es un Médico honrado,  Al caminante, en los pueblos 


por la gracia del Señor,  se le pide información, 
que tiene muy buenas letras  temiéndole más que a la peste 
en el cambio y el bolsón.  de si le conoce, o no. 

Quien os lo pintó cobarde  De Médicos semejantes 


no lo conoce, y mintió,  hace el Rey nuestro Señor 
que ha muerto más hombres vivos  bombardas a sus castillos, 
que mató el Cid Campeador.  mosquetes a su escuadrón. 

En entrando en una casa  Si a alguno cura, y no muere, 


tiene tal reputación,  piensa que resucitó, 
que luego dicen los niños:  y por milagro le ofrece 
«Dios perdone al que murió».  la mortaja y el cordón

También podría gustarte