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Rosa de lima

Santa Rosa de Lima

Isabel Flores de Oliva, era conocida como “Santa Rosa de Lima, es una santa peruana, hija de Gaspar Flores.
Nació en Lima el 30 de abril de 1586. Rosa fue la cuarta hija de los Flores de Oliva, fue bautizada el 25 de mayo de
1586 en la Parroquia de San Sebastián, en Lima por el cura Antonio Polaco, siendo sus padrinos Hernando de
Baldés y María Osorio.

Su infancia fue común y corriente, su compañero de juegos fue su hermano Hernando (Lima 1584 - 1627). A la edad de 12,
se mudó con su familia a Quives, donde al parecer comenzó con sus mortificaciones, contrayendo una muy fuerte
reumatismo, con dolorosas consecuencias para su recuperación, que ocultó a su madre.

El día de su confirmación en la localidad de Quives, el arzobispo Santo Toribio de Mogrovejo la llamó Rosa sin que nadie
pidiera avisar al arzobispo de este particular e íntimo nombre. Aunque le mortificaba que la llamaran así, a los 25 años
aceptó y quería llamarse Rosa de Santa María, según cuenta su madre, fue a hablar con un cura a la iglesia de Santo
Domingo, expresando la molestia de que hizo que la llamaran "Rosa", pero el cura la tranquilizó diciéndole: "Bueno, hija,
¿no es tu alma como una rosa que recrea a Jesucristo?" Con esto quedó tranquila y segura del nombre que le habían
dado. Regresó a Lima con su familia siendo una mujer joven, debido a problemas económicos familiares, trabajaba todo
el día en el jardín y bordaba para diferentes familias de la Ciudad para ayudar al sustento del hogar. Rosa hizo voto de
virginidad ante la imagen del "pequeño doctor" para confirmar su resolución.
Al cabo de unos años ingresó en la Orden Tercera de Santo Domingo a imitación de Catalina de Siena. A
partir de entonces prácticamente se recluyó en la Ermita que construyó con la ayuda de su hermano
Hernando. Salía a visitar el Templo de Nuestra Señora del Rosario y atender las necesidades espirituales
de los indígenas, los negros, los enfermos que llegaban a su casa en busca de ayuda y atención, creando
una especie de enfermería en su casa.

El demonio la fastidiaba con violentas tentaciones. El único consejo que sabían dar a quienes
consultaba era que comieran y durmieran más. Posteriormente, una comisión de sacerdotes y médicos
examinó a la santa y dictaminó que sus experiencias eran sobrenaturales.

Rosa pasó los últimos tres años de su vida en la casa de don Gonzalo
de Massa, un empleado del gobierno, cuya esposa era especialmente
aficionada a su. Durante la larga enfermedad que precedió a su muerte,
la joven oración fue: "Señor, aumenta mis sufrimientos, pero aumenta
tu amor en el misma medicina." Murió el 24 de agosto de 1617, a la
edad de 31 años. Papa Clemente X la canonizó en 1671.
PAZ Y BIEN

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