Escribiendo sobre el discurso la mañana siguiente ,
el corresponsal J. Reston decía: “Pasará mucho
tiempo antes de que olvidemos la voz melodiosa y
melancólica del Dr. M.L.King gritando sus sueños a
la multitud. Tocó todos los temas actuales, solo
que
mejor que ningún otro. Estuvo lleno del simbolismo
De Lincoln y Gandhi, de las cadencias de la Biblia.
Estuvo combativo y triste. Despidió a la muchedumbre
dejándola con la sensación de que el largo viaje
había valido la pena.”
Su discurso fue bien recibido desde sus primeras líneas
pero, sólo hacia el final de los comentarios formales
se apartó del guión y alcanzó su ritmo acostumbrado.
Encontró su propia voz diciendo: “He tenido un sueño”
estaba enraizado en el sueño americano, arrancaba
de la Biblia y alcanzaba a todas las personas del país.
EL sueño culminaba como el discurso con el estribillo
de un viejo “Negro Spiritual”: “Libres al Fin! Gracias
a Dios Todopoderoso, Libres al Fin !”
Ganarse los corazones de la nación -de los blancos y
de los negros- así como la alabanza de los medios de
comunicación no es tarea fácil. Los logros de King
tuvieron su reconocimiento cuando fue elegido como
el “hombre del año” de Time en 1963 y cuando se le
concedió el Premio Nobel de la Paz en 1964.
 "Yo os digo hoy, amigos míos, que a pesar de las dificultades y frustraciones del
momento, aún tengo un sueño. Un sueño profundamente enraizado en la dignidad humana.

Sueño que un día esta nación se elevará y hará vida el significado auténtico de su
credo: «Sostenemos como verdad evidente en sí misma que todos los hombres han sido
creados iguales".

Sueño que un día los hijos de los que antes fueron esclavos y los hijos de los que
antes fueron amos serán capaces de sentarse juntos en la misma mesa.

Sueño que un día incluso en los estados más racistas habrá un oasis de justicia y
libertad.

Sueño que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación en donde no se les
juzgará por el color de su piel sino por las capacidades de su carácter.

Sueño que un día los lugares planos se elevarán, las montañas y colinas
descenderán, los caminos pedregosos se allanarán y los lugares torcidos serán enderezados, y
la gloria del Señor se revelará, y todo el género humano estará allí viéndolo.

Con esta fe seremos capaces de trabajar juntos, de rezar juntos, de permanecer

juntos luchando, conscientes de que un día seremos libres".

I HAVE A DREAM (Martin Luther King , in Black Protest thought in the 20th Century, pp. 346-351).