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LAS HERENCIAS

HISTÓRICAS
Escuela: Colegio Moriah
Nombres de los alumnos: Lionel, Daniela, Gabriela
Nombre de maestra: Beatriz Aurelia León Morales
Materia: Historia
Grado: “2º A”
Introducción
La diversidad cultural y étnica de los pueblos
indígenas de México es producto de su milenaria
historia y de las formas en que estos pueblos han
creado, mantenido y transformado sus culturas y sus
identidades particulares a lo largo de los siglos,
siempre en estrecho contacto e intercambio con los
otros grupos indígenas y, después, con los grupos
europeos, africanos y otros que han llegado a nuestro
país.
Las raíces prehispánicas
La historia de los pueblos indígenas me­xicanos se inició hace más de 10 mil años,
cuando los primeros grupos de seres humanos provenientes de Asia y del norte de
América llegaron al territorio de lo que hoy es nuestro país. Ya desde entonces
estos grupos hablaban idiomas diferentes y tenían tradiciones culturales distintas,
pero todos vivían de lo que los antropólogos llaman la “caza y la recolección”, es
decir, de cazar y pescar animales y recoger plantas y frutos silvestres. Al
distribuirse en los diversos ecosistemas que existían en México, las diferencias
entre estos grupos crecieron, pues cada uno adaptó su forma de vida y su cultura a
sus particulares condiciones medioambientales.
Estas diferencias se hicieron más profundas hace aproximadamente 7 mil años,
cuando los pueblos que vivían en el sur de lo que hoy es México comenzaron a
cultivar plantas, como el maíz, la calabaza, el chile y el frijol. Estos pueblos
agricultores se establecieron en aldeas hace aproximadamente 4 mil años. Con
el tiempo los agricultores de Mesoamérica desarrollaron una civilización
original. Hace 3 mil años se levantaron las primeras ciudades en esa región y
surgieron los primeros gobiernos centralizados, que cobraban tributos a las
comunidades de agricultores a cambio de darles protección política, militar y
religiosa. Así surgió la distinción social entre la mayoría de la población
dedicada a trabajar la tierra y producir alimentos y las élites que se encargaban
del gobierno, la guerra y la religión.
Principales etapas históricas del periodo prehispánico en
Mesoamérica.
Conquista y Colonia, las diferentes
experiencias.
Los españoles llegaron a lo que hoy es México en 1517 y en los siguientes 50
años conquistaron la mayor parte de Mesoamérica, cambiando radicalmente la
vida de los pueblos indígenas de esa zona cultural. Sin embargo, el impacto de
la conquista fue diferente en cada región y para cada pueblo. En el centro de
México la conquista militar española fue muy rápida porque muchos pueblos
indígenas, como el totonaco de Veracruz y el nahua de Tlaxcala, se aliaron con
los recién llegados para ayudarlos a derrotar a los poderosos aztecas, o mexicas,
a quienes consideraban sus peores enemigos. Posteriormente, estos pueblos, más
los vencidos mexicas, cas, ayudaron a los españoles a extender su dominio a
otras regiones de Mesoamérica, como Michoacán, Oaxaca, la zona maya de
Chiapas y Yucatán y también Guatemala y Centroamérica. Igualmente,
emprendieron juntos la colonización de Aridoamérica y Oasisamérica.
La consecuencia más devastadora de la conquista española fueron las epidemias que
llegaron con los españoles. La viruela, la peste, el tifo e incluso la gripe eran
enfermedades desconocidas en América y por eso sus habitantes no tenían defensas
contra ellas.
Los españoles fueron los primeros en llamar “indios” a los habitantes de estas tierras
y en agrupar a todos bajo esta categoría, pese a las grandes diferencias que existían
entre ellos. Este término se origi­nó en un equívoco, pues en un principio los
exploradores europeos pensaron que América era parte de las Indias, como llamaban
a Asia, y llamaron indios a sus habitantes. Para los españoles todos los indios tenían
varias cosas en común. En primer lugar, eran paganos. Es decir, no practicaban la
religión católica y por ello debían ser conquistados y evangelizados, esto es,forzados
a convertirse a esa religión.
La vida de los indígenas en el
México independiente.
Con la independencia de México las reglas del juego volvieron a cambiar
radicalmente para los pueblos indígenas. El naciente Estado-nación mexicano
proclamó la igualdad de todos sus habitantes, lo que en teoría debería favorecer a los
indios al librarlos del estatus de inferioridad al que habían sido relegados durante la
Colonia.
Considerables contingentes indígenas formaron parte del ejército encabezado por
Miguel Hidalgo en 1810 y continuaron participando en los ejércitos que lucharon por
la independencia del país, bajo la dirigencia de José María Morelos y Vicente
Guerrero, entre otros. Estos grupos indígenas buscaban librarse de los tributos y
cargas que les imponía el régimen colonial por el solo hecho de ser indios. Por ello
defendían la idea de la igualdad de todos los mexicanos.
Esta reivindicación era compartida por muchos otros grupos del país: los criollos
que querían tener acceso a cargos y privilegios que antes eran sólo para los
españoles; los negros que querían escapar de la esclavitud; los mestizos y mulatos
que buscaban el mismo trato que los blancos. Por ello, la igualdad fue adoptada por
todas las leyes de la nueva nación; de golpe se abolieron todas las distinciones entre
grupos establecidas por el régimen colonial.
Sin embargo, los indígenas no podían cumplir con las nuevas condiciones impuestas
por el liberalismo, pues tenían una cultura distinta a la occidental, hablaban muy
diversas lenguas y practicaban una religión que no era idéntica al catolicismo de los
grupos criollos; pero, sobre todo, tenían un sistema económico diferente, basado en
la propiedad comunitaria de la tierra, y no buscaban enriquecerse como individuos.
México: composición étnica reflejada en
los censos de 1808, 1885 y 1921.
El siglo XX
En la revolución de 1910 estallaron los conflictos creados por las políticas
libera­les del siglo XIX, por el despojo de tierras de las comunidades indígenas
y no indígenas, por la imposición unilateral de una idea de ciudadanía que
excluía en los hechos a la mayor parte de la población del país y por la
búsqueda de la homogeneización cultural del país de acuerdo con un modelo
minoritario y elitista. Diferen­tes grupos de campesinos e indígenas de muy
diversas regiones del país se levanta­ron en armas luchando por la restitución
de las tierras de sus comunidades, que eran la base de su supervivencia como
grupos humanos.
Entre los años 30 y 40 del siglo XX el régimen revolucionario formuló la
política indigenista que buscaba utilizar la ciencia, la acción social y la
educación para integrar a los indígenas a la nación. Pretendía lograr la
integración por medios pacíficos y no por medio del despojo, como en el siglo
xix, y por medio del convencimiento y no de la imposición. Junto con las
políticas oficiales, el desarrollo económico de México a lo largo del siglo xx
continuó y aceleró el proceso de mestizaje, es decir, la transformación de
comunidades e individuos indígenas en mestizos. La creciente urbanización
condujo a que muchas personas recién establecidas en las ciudades
abandonaran sus lenguas indígenas y adoptaran las formas de vestir y de
comportarse de los mestizos urbanos.
GRACIAS POR SU
ATENCIÓN

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