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ESPíRITU DE DIOS
Pastoral Catética
OBJETIVO
• En el sacramento de la Confirmación, el cristiano recibe la fuerza del Espíritu Santo que transforma su vida.
Todos nosotros somos débiles, aunque queramos aparentar mucha fuerza. Ya los primeros cristianos, luego
01 de Pentecostés, experimentaron de diversas maneras la acción del Espíritu.
• Les hace vencer el temor (estaban con las puertas trancadas), y los empuja a la acción apostólica; los
Apóstoles llevarán el mensaje de Jesús hasta las extremidades de la tierra (Hechos 1, 1-8).
02 • El Espíritu hace que la Palabra crezca y se difunda. Los acompaña y guía en sus acciones, iluminándolos
en las decisiones importantes (Hechos 1, 29; 1, 15-28). Los fortalece en los momentos difíciles, haciéndolos
valientes para proclamar la Palabra de Dios y superar las dificultades (Mateo 10, 19-20; Hechos 4,13). Los
hace generosos para compartirlo todo (Hechos 4, 32-35).
• Les hace repetir los gestos de Jesús (Hechos 4, 30),
sus oraciones (Hechos 7,59), perpetuar la Fracción del
Pan (Hechos 2, 42), y mantener la unión entre todos. En
los inicios el Espíritu Santo comunicaba también dones
extraordinarios como el de curar, profetizar, hablar en
lenguas, etc. Ahora continúa obrando en la Iglesia,
quizás no de esas maneras llamativas, pero en formas
no menos importantes.
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Recordemos las hermosas palabras del Papa Juan Pablo II en la «Carta a los jóvenes»:
“Algunos de ustedes pueden sentirse tentados de huir de su responsabilidad: en los
usorios mundos de la droga y del alcohol, en efímeras relaciones sexuales sin compromiso
matrimonial o familiar: en la indiferencia, el cinismo y hasta la violencia. Estén alerta
contra el fraude de un mundo que quiere explotar o dirigir mal su energía y ansiosa
búsqueda de felicidad y orientación”. Es lo mismo que nos dice San Pablo, que vivamos
según el Espíritu y no según la carne.
¿QUÉ EFECTOS PRODUCE EN NOSOTROS
EL ESPÍRITU SANTO CUANDO SOMOS
DÓCILES A SU ACCIÓN EN NUESTRA
VIDA?
El Espíritu nos lleva a la verdad completa (Juan 14, 26;
15,13). El Espíritu Santo impulsa a la comunidad
cristiana a un conocimiento cada vez más claro de Jesús y
de su mensaje. Nos conduce en la maduración de la fe. El
Espíritu derrama el amor de Dios en nuestros corazones
(Romanos 5,5). Nos educa en la amistad, en el verdadero
amor.
• El Espíritu es el que "construye Iglesia". Es el Espíritu el
que nos une a Cristo y quien nos pone en comunión unos
con otros, haciéndonos superar las barreras y divisiones...
Gracias al Espíritu la comunidad cristiana surge, crece y se
desarrolla. Sólo donde está el Espíritu hay solidaridad y
comunidad. Los grupos cristianos, juveniles y de adultos,
son conducidos por el Espíritu del Señor.
• El Espíritu es también una fuerza que cambia
la vida (Romanos 8, 9-16). Del mismo modo
que por la fuerza del Espíritu Jesús resucitó y
se convirtió en el "Hombre Nuevo", así
también nosotros, bajo la acción de ese
mismo Espíritu, vamos dejando nuestra vieja
forma de ser, para transformamos en
"hombres y mujeres nuevos".
• Este modo de actuar del Espíritu no se limita a los
primeros tiempos del cristianismo. Han sido una
constante a lo largo de los siglos y han hecho posible
los mártires y santos de la Iglesia. Prepararse a
celebrar la Confirmación significa ponerse bajo la
acción del Espíritu Santo.
• Vivir según el Espíritu implica ser dócil a su
palabra, dejarnos llevar por su presencia alentadora
y transformadora. Es el mismo Espíritu el que nos
impulsa a ser cada día mejores personas e hijos de
Dios. Nos amina y nos enseña a que podamos orar
y rezar a Dios como nuestro Padre y así podemos
clamar: ¡ABBA!, que significa papito.
• Además, implica reconocerse que somos llamados
a vivir en la gracia de Dios, es decir hacer el bien
a todos los que están a mi alrededor; asimismo,
significa ser el mensajero de la Palabra, ser signo
de esperanza para los demás, signo de fe y de
amor. Significa vivir para Dios, ser personas
libres, ya que para ser libres nos libertó Cristo.
• Vivir según el Espíritu implica también obrar según
el Espíritu. El cristiano al orar, del modo más sencillo
se echa en las manos de su Padre, como un niño se
sienta en las piernas de su papá, en completa
confianza, hasta quedarse dormido en ellas.
• El niño se sabe débil y pequeño, nada tiene ni puede
dar a su papá para ganárselo, excepto el gusto de
quererlo como un hijo y abandonarse en sus brazos.
MI VIDA EN EL ESPÍRITU
Como ya estoy aproximándome a la celebración de mi confirmación, en este momento como joven no haré más que examinarme,
desde el momento en que empecé la preparación cómo me estoy disponiendo para este encuentro extraordinario con Jesús y
para recibir la plenitud del Espíritu Santo. Para ello es importante preguntarme lo siguiente:
• COMPROMISO
Comprométete a asumir una actitud madura y seria en la vida, sabiendo que con tu buena manera de vivir y
obrar bajo la guía del Espíritu de Dios contribuirás a que el mundo y la realidad nuestra cambien.
- Realizar su compromiso.
- Pastoral social.
CIERRE