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Santificarás las fiestas.

Tercer mandamiento de la Ley de Dios.

Taller de madurez cristiana


Alumno: José Guadalupe Contreras Torres
¿Qué son los mandamientos?

 Son un resumen fundamental de la ley de Dios y en ellos


encontramos la forma en la que Dios desea que nos comportemos
con él y con todos los que nos rodean, son las «diez palabras» que
recogen la Ley dada por Dios al pueblo de Israel durante la Alianza
hecha por medio de Moisés.
¿Qué significa este mandamiento?

 Dios da a conocer a Moisés los preceptos que ha de cumplir el


pueblo elegido y éste mandato es uno de ellos, fue instituido en
memoria del día séptimo en que el creador había concluido su obra,
bendiciendo y santificando aquel día, entendido como el «šabbat»,
una institución divina pues el mismo Dios ha descansado ese día.
Fundamentos bíblicos A.T.

 «Recuerda el día sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y


harás todos tus trabajos, pero el día séptimo es día de descanso en
honor de Yahvé, tu Dios. No harás ningún trabajo ni tú, ni tu hijo, ni
tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el forastero que
habita en tu ciudad. Pues en seis días hizo Yahvé el cielo y la tierra,
el mar y todo cuanto contienen, y el séptimo descansó. Por eso
bendijo Yahvé el día del sábado y lo santificó» (Ex 20, 8-12)
 «Guardarás el día del sábado santificándolo, como te lo ha
mandado Yahvé tu Dios. Seis días trabajarás y harás todas tus
tareas, pero el día séptimo es día de descanso, consagrado a Yahvé
tu Dios. Recuerda que fuiste esclavo en el país de Egipto y que
Yahvé tu Dios te sacó de allí con mano fuerte y tenso brazo; por eso
Yahvé tu Dios te manda guardar el día del sábado» (Dt 5, 12. 15)
N.T.

 «El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el


sábado. De suerte que el Hijo del hombre también es señor del
sábado.» (Mc 2, 27-28)
 «Él les dijo: ¿Quién de vosotros, si tiene una sola oveja y cae en un
hoyo en sábado, no la agarra y la saca? ¡Pues cuánto más vale un
hombre que una oveja! Por tanto, es lícito hacer bien en sábado»
(Mt 12, 11-12)
Enseñanzas del CEC

 Dios confió a Israel el sábado para que lo guardara como signo de la


alianza inquebrantable. El sábado es para el Señor santamente
reservado a la alabanza de Dios, de su obra de creación y de sus
acciones salvíficas en favor de Israel.
  Dios es el modelo de la acción humana, pues si Dios «tomó
respiro» el día séptimo, también el hombre debe descansar y hacer
que los demás, sobre todo los pobres, «recobren aliento».
 El sábado interrumpe los trabajos cotidianos y concede un respiro.
Es un día de protesta contra las servidumbres del trabajo y del culto
al dinero.
 En el nuevo testamento, de manera específica en el Evangelio, se
relatan diversos incidentes en que Jesús fue acusado de quebrantar
la ley del sábado. Pero Jesús nunca falta a la santidad de ese día,
sino que con autoridad da la interpretación auténtica de esta ley,
pues proclama que es lícito hacer el bien en sábado y no el mal. El
sábado es el día del Señor de las misericordias y del honor de Dios.
¿El sábado o el domingo?

 La Iglesia, por tradición apostólica, revaloriza el domingo pues trae


su origen en el mismo día de la Resurrección de Cristo, por ello
celebra el misterio pascual cada ocho días y lo llama “día del Señor”
o domingo, en este día los fieles se reúnen a fin de que, escuchen la
palabra de Dios y participen de la Eucaristía, recuerden la Pasión,
Resurrección y Gloria de nuestro señor Jesucristo, den gracias a
Dios, que los «hizo renacer a la viva esperanza por la Resurrección
de Jesucristo de entre los muertos».
 La celebración del domingo cumple la prescripción moral inscrita
en el corazón del hombre de «Dar a Dios un culto exterior, visible,
público y regular bajo el signo de su bondad universal hacia los
hombres» El culto dominical realiza el precepto moral de la Antigua
Alianza, cuyo ritmo y espíritu recoge celebrando cada semana al
Creador y Redentor de su pueblo
¿Cómo vivir este mandato?

 Los cristianos tienen la obligación de participar en la misa, han de


abstenerse de aquellos trabajos y actividades que impidan dar culto
a Dios, gozar de la alegría propia del día del Señor o disfrutar del
debido descanso de la mente y del cuerpo cultivando el reposo y
ocio suficientes en la vida familiar, cultural, social y religiosa. Así
mismo todo cristiano debe evitar imponer, sin necesidad, a otro
impedimento para guardar el día del Señor.
 Dios quiso que se guardara un día en memoria de que él lo había
creado todo en seis días y de que el séptimo descansó. Los judíos
honraban el sábado en memoria de la primera creación, mas al venir
Cristo hizo una nueva creación. Por la primera fue hecho el hombre
terreno, por la segunda el hombre celeste.
Santo Tomas de Aquino

 Dice que este precepto nos fue dado para destruir un error, para
instruir en la fe en el Redentor, para robustecer y para figurar la
verdad de la promesa pues se nos ha prometido el descanso.
Observemos que esperamos descansar de tres cosas: del trabajo de
la vida presente, de la turbación de las tentaciones y de la
servidumbre del diablo, pues Cristo lo prometió a los que vienen a
Él.
 También nos fue dado para inflamar nuestro amor y obrar
bondadosos respecto a los inferiores. En efecto, no se ha establecido
ese día para divertirse, sino para orar y alabar al Señor. Por lo cual
San Agustín dice que: «Es menos malo arar ese día que divertirse».
En la realidad eclesial

 Los mandamientos de Dios son una de sus muestras de amor, pero


es el hombre quien con libertad decide si los sigue o se aparta de
ellos.
   Lamentablemente en nuestra Iglesia este precepto ha ido en
decadencia pues hay personas que dicen van a misa solo “Cuando
les nace” olvidándose de que además de ser un mandamiento en
honor de Dios, nuestra Santa Madre Iglesia pide que asistamos los
domingos y fiestas de precepto como Pascua y Navidad.
En conclusión

 Este mandamiento es de gran importancia dentro de la Iglesia pues


cumpliéndolo, además de vivir la fe, la compartimos y celebramos
unidos en comunidad, lo cual es un signo de unidad y fraternidad
pues juntos como hijos de Dios nos acercamos al Padre que tenemos
en común por medio de la celebración de los misterios de la muerte
y resurrección de Nuestro Salvador Jesucristo.

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