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Cuando Jesús vivió en la Tierra, curó enfermos, alimentó a miles de personas e incluso resucitó muertos.
Actualmente, Él está deseando corregir todo el daño que el pecado de Adán les ha hecho a los humanos.
Ahora bien ya sabemos que los que vivirán en el cielo son 144.00, pero en cuanto a los que vivirán en la
tierra, para siempre La Biblia no pone límite (Ap 7:9, 10).
Pero no porque tienen la esperanza de vivir en la tierra, son menos importantes para Dios; Vamos a ver que
calificativo les da la biblia y como nos muestra que son muy valiosos para él(Is 65:23).
Alli dice que los que vivan en la tierra son, “los benditos de Jehová”
¿nos imaginamos nosotros allí, formando parte de los benditos de Jehova” (Is 65:17).
¡Dios quiere que estemos allí!
Ahora bien,cada uno de nosotros puede decidir si formará parte de la familia de siervos de Dios o no; lo que
no podemos elegir es dónde le serviremos, si en el cielo o en la Tierra.
No podemos decidir si nos corresponde “nacer de nuevo” termino que se utiliza en las escrituras para
identificar a los que tienen esperanza celestial y que gobernarán con cristo, o si viviremos en la tierra(Jn 3:5-
8; w09 1/4 5, 6).
Es Jehová quien decide dónde es el mejor lugar para que cada uno le sirva.
¿Cómo sabe una persona si ha sido elegida por Dios para vivir en el cielo? (Ro 8:15-17; w04 15/3 6).
Es decir, Dios unge a los coherederos de Cristo mediante su espíritu santo, o fuerza activa, lo cual les da la
seguridad de que son herederos del Reino y crea en ellos una esperanza celestial.
Los cristianos ungidos entienden que todo lo que las Escrituras dicen sobre la vida en los cielos se dirige a ellos.
Además, están dispuestos a sacrificar todos sus vínculos con la Tierra, inclusive la vida terrenal y todas las
relaciones humanas.
Aunque saben que la vida en el Paraíso terrestre sería maravillosa, no abrigan esta esperanza (Lucas 23:43).
Gracias a la actuación del espíritu de Dios en ellos, y no debido a ideas religiosas falsas, tienen una esperanza
celestial inalterable y por eso participan con todo derecho de los emblemas de la Conmemoración.
Los ungidos con espíritu santo no necesitan que nadie más les confirme cuál es su esperanza
¿Cómo se sentiría Dios si alguien a quien él no ha escogido come del pan o bebe del vino? (Ro 9:16; w91 15/3
21 párr. 2). Veamos un Ejemplo: . En el Israel de la antigüedad Dios escogió a los que le servirían de
sacerdotes, y ejecutó a Coré por actuar presuntuosamente al procurar el sacerdocio que Dios había asignado
a la familia de Aarón
De igual manera, a Jehová le desagradaría que alguien se presentara como uno de los que han sido llamados
para estar entre los reyes y sacerdotes celestiales aunque Dios no le hubiera otorgado tal vocación o
llamamiento.
Cuando Jesús “venga” durante la gran tribulación, se llevará al cielo a los “escogidos” que queden en la Tierra.
A partir de ese momento, Los siervos de Dios en la Tierra ya no celebrarán más la Conmemoración.
Por lo tanto, Para beneficiarse del sacrificio de Jesús, ya no necesitarán comer del pan ni beber del vino,
ni ahora ni en el futuro.