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EL INCA GARCILASO DE LA VEGA

Hijo de la princesa
incaica Isabel
Chimpu Ocllo y
del conquistador
español Sebastián
Garcilaso de la
Vega
Dejó el Perú para
irse a España a los
20 años
Raíces incaico – españolas
Mestizo
Influencias – españolas – utilizadas para ensalzar la
civilización incaica
Garcilaso nos presenta su propia versión del país materno a
través de un relato ameno, que busca la complicidad del lector,
empleando relatos de cronistas hispanos o mestizos y varios “cuentos”, es
decir anécdotas o sucedidos. Sin embargo, aunque toma a los cronistas
más famosos como modelos no está de acuerdo con ellos en todo y
además el historiador Roberto Levillier lo nota y demuestra que la
relación entre la obra de Garcilaso y los textos de los cronistas no es muy
fiel, ya que el Comentarista pasa por alto muchos detalles apuntados en
las crónicas.
Garcilaso destaca muy claramente y con mucha
insistencia las dos épocas: antes y después de la obra
civilizadora de los Reyes Incas.

“Y así adoraban yerbas, plantas, flores,


árboles de todas suertes, cerros altos,
grandes peńas y los resquicios de ellas,
cuevas hondas, guijarros y piedrecitas, las
que en los ríos y arroyos hallaban, de
diversos colores, como el jaspe”. p. 39
Garcilaso quiso alabar la civilización inca y alabar el
imperio.
De hecho, por los múltiples pasajes en los que
transforma la poblaciones previas en primitivos, seres
sin razón, sin juicio, lo único que logra es CREAR UN
ENEMIGO INFERIOR a los incas.
Enemigo inferior – no significa necesariamente que el
otro tenga características superiores.
Garcilaso fue el apologista de los Incas, y lo fue mal,
pues en vez de enaltecerlos corno guerreros, disminuyó
el valor de sus hazañas, al sindicar a los adversarios de
flojos, brutos e inferiores, dispuestos desde tiempo a
someterse a su yugo. (Levillier, 173)
Sábete que todos los que hemos nacido hemos de volver
a vivir en el mundo (no tuvieron verbo para decir
resucitar) y las ánimas se han de levantar de las
sepulturas con todo lo que fue de sus cuerpos. Y porque
las nuestras no se detengan buscando sus cabellos y
uńas (que ha de haber aquel día gran bullicio y mucha
prisa), se las ponemos aquí juntas para que se levanten
más aina, y aun si fuera posible habíamos de escupir
siempre en un lugar. – p. 84
Garcilaso sostiene que no tomó la información de
otras fuentes escritas
Levillier – otros cronistas escribieron antes de
Garcilaso
Ésta es una de las muestras de que Garcilaso no se
limita la prodigiosa capacidad inventiva a quitar y
poner, sino se alegra como un abuelo que sus nietos,
de hecho sus ancestros, lo hayan dicho,
presentantando un orden inverso de las fuentes
“no es, pues, su versión, hija de las crónicas de Cieza,
de Gómara, de Zárate; ni procede de ellas; gracias a
sus recuerdos, coincide. Es una mera coincidencia”.
(Levillier, 96).
Garcilaso – fábula del lago Titicaca – Inca Manco
Cápac (hijo del Sol)
Pedro Sarmiento de Gamboa – presenta a Inca Manco
al lado de sus hermanos, en búsqueda de un territorio
fértil para vivir (difieren las versiones)
Otro truco que emplea Garcilaso – alabar a los reyes
incas
Conquistaron los demás pueblos con palabras dulces
No imponían como obligatoria la religión dedicada al
Sol, sino los dejaban que la conocieran
Sinchi Roca – el segundo inca – hijo de Inca Manco
Cápac y Mama Ocllo – presentado en el mismo
ámbito lleno de bondad
Los indios le obedecieron, y cumplieron
todo lo que se les mandó y vinieron muy
contentos con el nuevo gobierno del Inca
Sinchi Roca, el cual, a imitación de su
padre, hizo todo lo que pudo en beneficio de
ellos, con mucho regalo y amor. (Garcilaso,
p. 101.)
Sería válido preguntarnos cómo fue posible
que un imperio tan joven lograra someter a
los demás pueblos sin guerra, sino por
bondad y palabras mágicas.

Levillier se refiere a las presentaciones de


Garcilaso como a “parodias de escenas
bíblicas”.
La confirmación nos la ofrece Levillier, quien
afirma que el Imperio Inca fue un imperio con un
trastorno normal, como cualquier otro imperio, a
base de guerra, matanzas, anexiones,
dominaciones, no por discursos argumentativos de
los gobernadores del Perú medieval.
Sarmiento dice que su obra le revela al mundo “la tiranía de
los crueles incas de esta tierra”. (Sarmiento de Gamboa, 141.)

“Estos folios nos presentan a los incas no siempre como


soberanos afables y virtuosos, por lo contrario, los retratan
como despiadados y expertos guerreros, crueles usurpadores
de los territorios que llegaron a formar parte del extenso
Tahuantinsuyo”. Hortega Aleksín, p. VII.

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