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INSTITUTO SUPERIOR TECNOLÓGICO DE

ESTÉTICA INTEGRAL
Dermoestètica.

Nombre: Karla Jiménez


Docente: Dra. Cristina León
TEMA: Tipos de piel
Fecha:7- 06- 2021
Objetivo general
Realizar un trabajo sobre los diferentes tipos de piel, con características y cuidados necesarios.

Objetivo especifico
Conocer e investigar las características de los tipos de piel : Seca, grasa, sensible, mixta,
eudèrmica.

Introducción:
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano, pues posee aproximadamente dos metros
de superficie y pesa 5 kilogramos en un individuo adulto.
Hay cuatro tipos básicos de piel sana: normal, seca, grasa y mixta. El tipo de piel se determina
genéticamente. No obstante, el estado de nuestra piel puede variar considerablemente según
los diversos factores internos y externos a los que es sometida.
Conocer nuestro tipo de piel nos permite elegir mejor los cosméticos y brindar cuidados más
adecuados.

Marco teórico :
- Piel eudèrmica
- Piel grasa
- Piel mixta
- Piel seca
- Piel sensible
Piel eudèrmica

• Características:
La piel normal es suave al tacto y su tono es prácticamente uniforme.
La textura de la piel normal suele ser tersa y sus poros son poco visibles.
Es aquella que se encuentra en un equilibrio de secreción sebáceo y sudor; presenta una hidratación y
oleosidad adecuadas.
Su superficie es fina, flexible y posee una capa de grasa que no llega a darle un brillo aceitoso a su
parte más externa. No presenta descamaciones evidentes y, además, es difícil que se formen en ella
espinillas y otras impurezas.
Las pieles normales suelen responder bien a los cambios de temperatura y humedad, soportando sin
inconvenientes las agresiones diarias tales como la contaminación del ambiente o los rayos UV.
• Cuidados:
El cuidado de este tipo de piel se basa en mantener la proporción adecuada de grasa y sebo que el
tejido ya presenta. Uso de geles de limpieza purificantes, la aplicación de cremas hidratantes y ciertas
cremas nutritivas, tonificación con tónico hidratante o agua de rosas, mascarilla de algas o hidroplastia
una vez a la semana, protección del sol (bloqueador solar).
Piel mixta
• Características:
Se caracteriza por ser grasa principalmente en la “zona de T”, es decir, frente, nariz y barbilla y
deshidratada o seca en sus bordes y contornos. En la zona T nombrada es donde se presentan de
forma más evidente los signos de una superficie cutánea oleosa: poros dilatados, puntos negros,
sebo superficial y aparición de espinillas. Las zonas normales o secas se encuentran en las
mejillas.
Por lo general este tipo de piel es suave y tiene un aspecto brillante.
Las partes más grasas de la piel mixta se deben a una hiperproducción de sebo. Las partes más
secas de la piel mixta se deben a una falta de sebo y al correspondiente déficit de lípidos.
• Cuidados:
En las personas con más puntos negros y porosidad evidente puede ser muy adecuada la
utilización de geles limpiadores que extraigan las impurezas, podemos utilizar leche limpiadora en
las zonas con sequedad; además de el uso de tonificadores y cremas hidratantes específicas para
este tipo de piel. Equilibrantes de sebo y de resequedad.
Piel grasa o seborreica
■ Características:
Es un tipo de piel de textura gruesa, con folículos sebáceos dilatados, de aspecto untuoso e hidratación
adecuada. El cutis seborreico se caracteriza, de forma externa, por presentar una coloración rojiza en
algunas áreas y amarilla en otras. La piel grasa se define por la aparición constante de nódulos,
pústulas, maculas, comedones, entre otras impurezas.
En el acné leve aparece un número significativo de comedones en la cara y también frecuentemente en
el cuello, los hombros, la espalda y el pecho.
En casos moderados y graves aparecen pápulas (protuberancias pequeñas sin cabeza blanca o negra
visible) y pústulas (protuberancias de tamaño medio con un punto blanco o amarillo perceptible en el
centro) y la piel llega a enrojecerse e inflamarse.
■ Cuidados:
Este tipo de piel es muy sensible a los hábitos y dieta del individuo, pues factores como la ansiedad, el
agotamiento, la falta de ejercicio o una dieta muy rica en grasas pueden provocar la secreción excesiva
de sebo. Por ello, el primer consejo para mantener “a raya” este tipo de piel es llevar un estilo de vida
adecuado y evitar alimentos ultraprocesados ricos en azúcares y grasas.
Utilizar cosméticos a base de gel, crema hidratante no muy lipídica, bloqueador solar, mascarilla dos
veces por semana de arcilla o hidroplàstica, algas. Activos equilibrantes se sebo. Tonificación con tónico
de rosas o facial. Realizarse tratamiento según el tipo de acné que presente y controlar el sebo.
Piel seca
■ Características:
La piel seca se caracteriza por una textura fina, tensa y estriada, con poros muy pequeños, sin brillo y
de aspecto rugoso.
En estos tipos de piel es común la descamación. Por ello, es mas probable que presente procesos
infecciosos (al estar menos protegida).
La falta de retención de humedad en estas capas dérmicas se debe a diversos factores: una dieta
inadecuada, la exposición a temperaturas extremas, humedades relativas bajas, el viento o la inmersión
en agua caliente.
Las glándulas sebáceas no producen suficientes sustancias oleosas para proteger la piel y, por tanto,
esto desemboca en una evaporación anormal de agua a nivel tisular.
■ Cuidados:
Hidratar la piel, utilizar leches de limpieza, activos que ayuden a hidratar la piel, tónico de rosas o tónico
facial hidratante, mascarilla hidroplastica, productos a base de colágeno, cremas nutritivas e
hidratantes. Tratamientos constantes al cosmetólogo para controlar la resequedad, cuidado extremo del
sol (bloqueador solar y sombrillas)
Piel sensible
Características:
Un tipo de piel que posee la facilidad de enrojecerse y elevar su temperatura, ya que contiene múltiples
fibras nerviosas sensibles ante cualquier estímulo. La irritación, el picor y la comezón son los signos
más típicos de una piel sensible que no está siendo cuidada adecuadamente.
Este tipo de piel puede ser causa de factores internos, como la edad, la genética, el estrés e incluso una
mala alimentación; o también puede ser el resultado de factores externos como la contaminación, la
humedad, el clima, el viento o los rayos del sol así­como los productos cosméticos agresivos, como
jabones con perfumes y alcohol en su composición.
Cuidados:
Hidratación, limpieza según el tipo de piel que tengamos ya sea con leches o geles, evitar el contacto
directo de la piel con los objetos del exterior, utilizar productos a base de colágeno, cremas a base de
malva, en las zonas eritematosas aplicar vitamina K, protegerse del sol.
 evitar aún más la exposición a elementos irritantes, productos con un pH marcadamente diferentes al pH de la
piel.

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