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(Escrito en 1876)
El estudio actual del
delincuente está basado
y comienza con César
Lombroso (1835 - 1909).
➽ 3ª conclusión del XII
Congreso Internacional de
Criminología celebrado en
1998 en Seúl (Corea del Sur)
Al italiano César Lombroso se le considera el padre de la
Criminología actual, de la Antropología Criminal y de la Escuela
Positiva (o Positivista según algunos autores). Su obra dominó en los
estudios sobre el mundo de la criminalidad durante el último tercio
del siglo XIX, y fue inicio de diversas líneas de estudio de la
conducta criminal, que, aunque prescindieran de la terminología
acuñada por Lombroso, se inspiraron en la brecha. abierta por éste.
Su obra, en la que sólo nos detendremos en los aspectos más
destacados, se centra en el estudio, desde un punto de vista orgánico,
de las causas de la criminalidad y de las conductas consideradas
anormales.
Antes de estudiar sus teorías, mencionaremos sus bases:
☛ 400 autopsias de criminales.
☛ Observación de más de 6.000 delincuentes vivos.
☛ Investigación de más de 25.000 reclusos de cárceles europeas.
Lombroso parte del principio de que existen un
conjunto de hombres condicionados por una serie de
taras que le dirigen fatalmente por la senda del
crimen. La explicación de la existencia de este tipo de
hombres la encontró en las similitudes observadas
entre los rasgos de los criminales encerrados en las
cárceles con los del hombre primitivo. Este fenómeno,
definido como atavismo, se caracterizaba por la
reaparición en algunos hombres de rasgos ya
desaparecidos y que eran propios de nuestra especie
en los iniciales estados de la evolución.
El delincuente sería un ejemplar de dicha
regresión orgánica que tenía rasgos de nuestros
antepasados más salvajes, cuando acabábamos de
salir del reino animal y aún conservábamos la
ferocidad propia de ellos.
LOS ORÍGENES DE LA
ANTROPOLOGÍA CRIMINAL
En 1866 Lombroso comienza a trabajar con locos y
delincuentes en la cárcel de Pavía. Es precisamente en esta cárcel
donde hace la autopsia de Vilella (famoso bandido y criminal
italiano) y encuentra en la base del cráneo una fosa (la occipital
media) en el lugar de la cresta occipital.
En la fotografía es el cráneo de la derecha.
Este descubrimiento reforzó en Lombroso la hipótesis
biogenética degenerativa de la especie.
En esta época ya había identificado y aislado algunos rasgos
del futuro criminal nato: pómulos salientes, fosa temporal saliente
y mandíbulas voluminosas.
Al realizar la autopsia de Verzeni, un estrangulador que
mordía la carne y bebía la sangre de sus víctimas (hoy sería un
buen caso de sadismo) creyó confirmar su hipótesis atávica.
En 1871 Lombroso ya tenía formada su teoría atávica y
degenerativa.
En este año en el penal de Pésaro hizo el estudio de
los 400 primeros delincuentes, lo que está considerado como
el primer núcleo de la moderna Antropología Criminal.
Sus primeros pasos lo llevan a acentuar y sobrevalorar
la correlación e interrelación entre la herencia biológica, la
locura y la criminalidad, al postular, prevalentemente un
origen atávico y degenerativo del hombre delincuente, con
rasgos comunes y observables en signos antropomórficos.
El 15 de abril de 1876 publica su “Tratado
antropológico experimental del hombre delincuente”, de algo
más de 200 páginas, libro en el que resume sus
observaciones sobre delincuentes.
Lombroso también se apoyó en otros métodos de
investigación, como la técnica de la fotografía compuesta.
PORTADA DEL LIBRO
Si tuviéramos que
elegir una fecha de inicio
de la Criminología
Moderna, y a la vez de la
Escuela Positiva, daríamos
la de 1876, año en que se
publicó el libro de Lombroso
“Tratado antropológico
experimental del hombre
delincuente” causando una
profunda revolución en el
mundo de la Criminología,
aunque era desde 1864 que
Lombroso trabajaba y estudiaba la
Antropología Criminal.
Entre 1896 y 1897 se publica la quinta y definitiva edición del “Tratado
antropológico experimental del hombre delincuente”, con dos tomos a los que
agregará un “Atlas”, con fotos, esquemas, dibujos, etc., en el que hemos basado
esta exposición monográfica sobre el trabajo de Lombroso.
El denominado período criminológico Lombrosiano (1850 - 1876 - 1900),
en general, se caracteriza por el comienzo del estudio del delincuente desde un
enfoque biológico, antropológico y social, con mayor o menor intensidad
dependiendo de la Escuela.
Podemos considerar la aparición en 1876 de la obra llamada
comúnmente “El hombre delincuente”, como el inicio de la Antropología Criminal,
ciencia del crimen que mayor difusión tuvo y dio lugar a infinidad de discípulos e
investigaciones por toda Europa y América, y de la aparición de la Escuela
Positiva. Lombroso, junto con los italianos Ferri y Garófalo, fueron los tres grandes
promotores de la Escuela Positiva y del desarrollo de las implicaciones penales y
penitenciarias que encerraba la nueva visión de la conducta criminal. La obra de
Lombroso hay que contemplarla como el punto de llegada de numerosas líneas
de investigación de diversas ciencias y corrientes filosóficas, que habían indagado
en los componentes médicos y fisiológicos de la conducta o de los estrechos
vínculos entre los signos del cuerpo y las características de las almas. En
Lombroso confluyen saberes del pasado, pero también lo es de ruptura e inicio de
la Criminología como ciencia autónoma.
TEORÍA BÁSICA
LOMBROSIANA
☞ CLASIFICACIÓN DE LOS DELINCUENTES SEGÚN LOMBROSO:
(errores y aciertos)
Una de las primeras críticas, y quizás
la más importante
Es su afirmación de que el delincuente nato está
predestinado a delinquir, y que habló de que todos los delincuentes
eran natos.
Ésta es una de las críticas más absurdas, ya que Lombroso
nunca habló de predestinación, el sujeto que tenga las
características señaladas no va forzosamente a delinquir, el sujeto
que las tenga está predispuesto para ser criminal, y hay que hacer
una clara diferencia entre predestinación y predisposición. A lo
único que estamos predestinados es a la muerte, fuera de este
destino hay una serie de factores que pueden influir. Así como hay
personas que están predispuestas por sus facultades físicas y
mentales a ser buenos arquitectos o grandes atletas, hay sujetos
que tienen predisposición a ser delincuentes.
Las críticas de fondo a las teorías
lombrosianas pueden clasificarse en:
A) Morfológicas
B) Sociológicas
C) Psicológicas.
CRÍTICAS MORFOLÓGICAS
Se basan principalmente en que
los rasgos “criminales” se encuentran
también en sujetos honorables.
Así, Gentile dice que el
delincuente de Lombroso no es un
delincuente, sino el cuerpo de un
delincuente.
Principiada por Ferri, en sus “Nuevos
Horizontes”, Lombroso señala la influencia
del medio en el delincuente.
Ésta va a ser una de las críticas
fundamentales de los representantes de la
Escuela de Lyón, al considerar que
Lombroso no toma en cuenta los factores
externos, indudablemente Lombroso
superó estas críticas gracias a su libro de “El
Crimen, sus causas y remedios”.
A partir de Freud, pero principalmente
desde Giuffreé (1912), al hablar de
perversiones instintivas y demostrar la
influencia de los problemas psicológicos con
la criminalidad, el descubrimiento del
inconsciente y de los procesos psicológicos
profundos permite un análisis diferente de la
problemática criminal.
PRINCIPALES ERRORES Y ACIERTOS DE
LA TEORÍA LOMBROSIANA
Indudablemente muchas de las críticas a la teoría
lombrosiana son gratuitas, y muchas de ellas carecen de
seriedad y de fundamento, pues no debemos de olvidar
que Lombroso, para hacer su teoría, hizo la autopsia a más
de 400 delincuentes y observó a más de 6.000 criminales
(con delitos de sangre) vivos y estudió a 25.000 reclusos de
toda Europa, sin embargo, esto no quiere decir que su
teoría sea perfecta y que no puedan hacerse algunas
observaciones. A continuación señalaremos los principales
defectos y las virtudes sobresalientes de algunos aspectos
de su teoría ya a los ojos de la Criminología del siglo XXI.
La primera crítica hecha a Lombroso, como más numerosa y frecuente,
es su afirmación de que el delincuente nato está predestinado a delinquir, y de
que habló de que todos los criminales eran natos.
Lombroso nunca habló de la PREDESTINACIÓN (concepto religioso).
El delincuente nato no va forzosamente a delinquir, simplemente está
PREDISPUESTO. Por lo tanto hay que hacer una clara distinción entre
PREDESTINACIÓN y PREDISPOSICIÓN
Siendo éste el punto más conocido de la teoría lombrosiana, es sin duda
el más criticado, principalmente porque esta idea nos lleva a una serie de
conclusiones jurídico-penales que no concuerdan ni con la Escuela Clásica, ni
con algunos de los conceptos jurídicos modernos.
Indudablemente se trata de una teoría que, gracias a la influencia de
Ferri, se lanza a destruir el principio clásico de libre albedrío, la teoría es
plenamente determinista.
En muchos aspectos el delincuente nato de Lombroso no es responsable
de sus actos, ya que su predisposición, su impulso, llega a convertirse en lo que
Lombroso denominó una “fuerza primitiva”.
Es quizá muy alto el número de delincuentes “natos” que señala
Lombroso, 23% del total.
Hay que tomarlo con mucha reserva, ya que Lombroso equipara
al delincuente con un cuasi-animal, en sus primeras obras habla de
delincuencia animal, después corregirá hablando de “equivalencia a”, de
todos modos la influencia fue grande y varios de sus seguidores, Garófalo
incluso, hablan de delincuencia animal. Se podría hacer una
Criminología Comparada, igual que en Psicología se puede hablar de
Psicología Comparada, haciendo comparaciones de las reacciones
animales con las reacciones humanas, pero hablar de delincuencia
animal, así como de psicología animal, nos puede llevar a situaciones
muy peligrosas, señaladas ya por algunos juristas, pues si las leyes son
creaciones humanas, los animales se rigen por instintividad y por leyes
naturales, las cuales difícilmente se pueden violar.
Se han dado explicaciones muy claras de qué es lo que sucede
cuando los animales aparentemente se convierten en delincuentes,
cuando matan o destruyen sin causa, porque siempre hay una
explicación intuitivo-natural.
Los perritos de las praderas, que en un momento dado
se suicidan en masa, lo que podría parecer una actitud
extraña no lo es, ya que de no matarse un fuerte número de
ellos, no van a alcanzar los alimentos y se destruiría la
especie, entonces el instinto los hace llegar a un suicidio que
es verdaderamente inverosímil, diríase que el instinto de
conservación ha fallado, pero no, al contrario, el instinto de
conservación de la especie es lo que hace que una parte de
ella se sacrifique.
Igual podemos encontrar explicación al ejemplo que
tanto llamó la atención a Lombroso, de los pollos enfermos
que son desatendidos por la madre, o el infanticidio brutal
de la perra que, sabiendo instintivamente que su leche es
limitada, elimina al cachorro o cachorros más débiles para
poder alimentar a los fuertes, y en esta forma evitar que
perezcan todos.
El delincuentes es como un “salvaje” porque puede andar
descalzo, semidesnudo, no siente frío, le gusta traer amuletos, es
exhibicionista, reacciona en forma primitiva, golpea, su delito
nunca es cerebral, ni es sujeto que haga un fraude elaborado, su
delito es muscular.
Esto puede considerarse como uno de los grandes errores
de la teoría lombrosiana porque, efectivamente, en los estudios
actuales de ciertas tribus primitivas, que viven en situaciones
equivalentes a la del hombre de las cavernas, con instrumentos
rudimentarios, no se ha encontrado una gran criminalidad, ni
hay homicidios pues son demasiado pocos, no hay robos puesto
que la escasa propiedad es comunal, no hay incesto pues éste es
visto con temor, no hay parricidio pues su régimen es patriarcal, y
mucho menos fraudes y cohechos, o sea que los pueblos
primitivos son menos criminógenos en general que el hombre
“civilizado”.
En realidad el error no es atribuible a
Lombroso, sino a las teorías de la época, ya
que los primeros sociólogos y antropólogos
trabajaban más con la imaginación que
experimentalmente, así, se había dado una
idea fantástica de lo que eran los salvajes, e
indudablemente cualquiera se ve
fuertemente impresionado por las
fotografías de los “salvajes” con los que
Lombroso ilustró su Atlas.
Por lo que respecta a la teoría morbosa, es indudable que en un principio
Lombroso llega, a pensar que el delincuente es un enfermo, y a meditar mucho
sobre la naturaleza morbosa del delito. ¿El delincuente es un enfermo? ¿Es
anormal el delincuente? Si lo normal es que la gente viva en paz, el sujeto que se
sale de la norma es un anormal, y la norma lógica es la convivencia. La norma
natural es el instinto gregario, la norma, es la relación humana, la antinorma es la
antirrelación. ¿Todo sujeto que rompe la norma debe considerarse anormal? En
principio sí, pero entonces ¿dónde queda el Derecho Penal?, porque siendo
anormal el sujeto que rompe la norma, luego no sería imputable, así, si el sujeto
normal es el que no roba, ni mata, ni viola, entonces el delincuente es anormal.
Siguiendo un buen razonamiento, la Escuela Positiva piensa que el
delincuente es un enfermo, principalmente el delincuente nato, el loco moral y el
epiléptico.
Hoy está claro que no todos los delincuentes son unos enfermos.
5º) CIERTAS TIPOLOGÍAS
DELINCUENCIALES