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Menstruación en situación de calle

¿Por qué no hay ¿Por qué optar por


ayuda para las toallas y no otros
01 mujeres en esta
situación?
03 métodos de cuidado
higiénico?
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¿Porque se origina ¿Por qué cuesta ¿Por qué atacar el


la situación de acceder al cuidado problema de la
calle? 02 e higiene? 04 menstruación en
situación de calle?
Menstruación en situación de calle
En nuestro país no se visibiliza las En Chile las mujeres destinan aproximadamente $
desigualdades de genero que viven las 4.000 mensuales para la compra de productos
mujeres. menstruales como toallas, tampones o copas
menstruales, por lo que el gasto anual ronda los $
A partir de la crisis sanitaria, económica y

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48.000. convirtiéndolos en productos costosos e

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social producto del COVID – 19, y bajo la inaccesibles si se tiene de referencia el valor actual del
consigna “En cuarentena seguimos ingreso mínimo. Es por toda esta problemática que
menstruando “, quedo en evidencia la falta surge el concepto de pobreza menstrual, donde la falta
de perspectiva de genero en la medida de acceso a productos de higiene menstrual, educación
implementada por el actual gobierno sexual y reproductiva, productos sanitarios y acceso a
instalaciones con baño y agua potable se ven limitados
si no se cuenta con el recurso monetario para acceder
a ellos.

Las personas en situación de calle son un grupo de La menstruación es un proceso biológico, natural y A partir del Registro Social Calle se calculan 2.437 mujeres en
atención prioritario, por cuanto representa una cotidiano, que viven los cuerpos menstruantes, que durante situación de calle, las cuales no pueden acceder a estos
manifestación mas cruda de la exclusión social. Se estima décadas bajo un sistema capitalista patriarcal ha siso productos de primera necesidad, repercutiendo directamente en
que mas de 15 mil personas en Chile viven en Situación invisibilizado y relegado al ámbito de lo privado impactando su salud sexual y reproductiva, en tanto se ven expuestas a
de calle; en las que se encuentran niñas, jóvenes, y condicionando la manera en como estos cuerpos viven infecciones y enfermedades urogenitales, enfermedades de

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mujeres y hombres trans. Cuanto mayor es el tiempo en este proceso. Reflejo de esto es el castigo económico que transmisión sexual, síndrome de shock toxico e incluso la
calle, mayor es el deterioro de las personas, afectando sufren en una sociedad higienista, donde el acceder a muerte. La elección entre acceder a toallas femeninas o
sus capacidades, autoestima, relaciones familiares y productos relacionados a la “higiene femenina” depende productos de higiene menstrual versus la necesidad de
expectativas. Sumando a esto conductas adaptativas estrictamente de la capacidad de consumo, que, en contexto alimentarse es una problemática a la que estos cuerpos se ven
como el consumo problemático de alcohol y otras drogas de extrema pobreza, se agudiza y multiplica cuando se trata expuestos todos los meses. La problemática del tema de la
o el pedir limosna lo que son condenadas por la sociedad de niñas, mujeres, hombres trans menstruantes que se menstruación en la calle no es algo (aun) prioritario a abordar
y profundice las relaciones de exclusión encuentran en situación de calle, siendo receptoras de la pues, sumado a la falta de recursos, la menstruación sigue
violencia económica- social imperante. siendo un tema tabú de abordar, lo que dificulta que estos
grupos a veces ni siquiera sean conscientes de que existe esta
necesidad.

En Chile, no existe una política donde sea el Estado quien


garantice la salud menstrual ni mucho menos existe una
institución a la que las mujeres en situación de calle puedan
recurrir para asearse y obtener productos higiénicos.

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