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“Pensando en su propia salvación”

Serie de Sermones “SEÑOR TRANSFORMAME”


Introducción

Quisiéramos comenzar el estudio de esta noche leyendo uno de los versículos mas
extraordinarios de la Biblia: Juan 3:16
Algunas cosas resaltan de estas palabras:
 Dios tiene un amor inmenso por sus hijos
 La Salvación es posible para todos
 Para ser salvos hay que creer
Introducción

En esto tenemos que pensar si queremos contestar la pregunta:

¿HA PENSADO USTED EN SU PROPIA SALVACION?


El Amor de Dios

Veamos un poco más en detalle en cuanto al amor de Dios, la base misma del plan
de la salvación.
ADAN Y EVA
Génesis 2:16, 17 (Prueba de obediencia)
Génesis 3:1-6 (Historia de la caída)
En lugar de llegar a destruirlos, Dios llegó a anunciarles un Plan para salvarlos:
Génesis 3:9 “¿Dónde estás tu?” –Los buscó para ayudarlos- Génesis 3:15 (Dios hijo
muriendo en lugar de ellos)
El Amor de Dios

Génesis 3:… delantales de hojas de higuera. Génesis 3:21 túnicas de pieles…


¿Qué tenían Adán y Eva que hacer para ser salvos?
Creer que Dios los amaba, aceptar el plan que Dios había hecho, obedecerle por
amor.
Adán y Eva salieron del Edén con varias lecciones aprendidas:
Con el pecado no se juega. Que Dios los amaba. Que había esperanza, que un
camino se había abierto para que regresaran.
Es para TODOS

Y el plan que fue presentado a Adán y Eva es el mismo que Dios nos ofrece a
nosotros: El Señor vino a pagar la deuda:
Marcos 10:45…”dar su vida en rescate por muchos”.

¿Cuántos están incluidos? ¿Por cuántos pagó la deuda?

Para TODO aquel que en El cree. Jesús vino a morir para pagar la deuda del pecado
y para convencernos que nos ama y que tiene mucho interés en salvarnos.
Es para TODOS

Lucas 19:10…”vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”. No


importa cuan pecadores seamos, El vino a buscar lo perdido. No hay
ningún pecado demasiado grande, no hay ni una sola persona aquí esta
noche para quien no se aplique el plan del cielo.

Juan 6:37…”y al que a Mí viene, no le hecho fuera”. Esta es una


promesa de Dios, y El cumple, y más que eso se deleita en cumplirla.
Creer

Ya vimos, aunque a grandes rasgos, lo que Dios ha hecho para que nosotros
podamos ser salvos. Ahora ¿Qué es lo que nosotros tenemos que hacer?

El versículo clave que leímos al principio nos dice:


“Para que todo aquel que en el cree…” Nuestra parte es aceptar por fe, lo que Dios
quiere darnos.
Hechos 16:30-31 “…¿Qué es menester que yo haga para ser salvo? CREER EN EL
SEÑOR JESUCRISTO.
Creer

Pero ¿porqué creer en Jesús?


Juan 1:7 “… la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”.

Juan 14:6 “…Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por
Mi”.
El pagó la deuda, El tiene poder para cambiar nuestra vida, y hacernos semejantes a
El.
Juan 3:1-3 “Mirad cual AMOR”… Ahora somos hijos de Dios…
se PURIFICA.

Cuando aceptamos a Jesús, El nos acepta como sus hijos, queda


atrás nuestro pasado, y junto con el comenzamos una vida de
crecimiento.
2da. Corintios 5:17 “…Si alguno está en Cristo nueva criatura es,
las cosas viajas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas.”

¡Qué glorioso privilegio el nuestro! ¡Qué extraordinario el amor de


Dios que lo hizo posible!
¿Saben lo que es difícil de entender a veces? Que el Señor ha
hecho tanto por nosotros, tanto para demostrar que nos ama, y para
hacer posible nuestra salvación, y que haya tan poca gente que esté
deseosa y dispuesta a aceptar ese plan, y beneficiarse.
Juan 3:1-3 “Mirad cual AMOR”… Ahora somos hijos de Dios…
se PURIFICA.

Cuando aceptamos a Jesús, El nos acepta como sus hijos, queda


atrás nuestro pasado, y junto con el comenzamos una vida de
crecimiento.
2da. Corintios 5:17 “…Si alguno está en Cristo nueva criatura es,
las cosas viajas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas.”

¡Qué glorioso privilegio el nuestro! ¡Qué extraordinario el amor de


Dios que lo hizo posible!
¿Saben lo que es difícil de entender a veces? Que el Señor ha
hecho tanto por nosotros, tanto para demostrar que nos ama, y para
hacer posible nuestra salvación, y que haya tan poca gente que esté
deseosa y dispuesta a aceptar ese plan, y beneficiarse.
Jesús dejó el cielo, la compañía de los ángeles, la gloria y vino a
vivir, a sufrir y a morir en beneficio del hombre, y a nosotros a
veces nos cuesta dejar algo.
Y ¿qué es lo que debemos dejar? Nada que nos haga falta. Lo que
se nos pide que dejemos es lo que nos daña, y lo que nos cerrará
las puertas de la eternidad.
Nuestra vida aquí es la única oportunidad para prepararnos para la
eternidad.
El Señor nos llama, nos invita. ¿Qué haremos? ¿Responderemos?
O por no querer abandonar alguna cosa , ¿seguiremos viviendo en
la miseria y en el pecado?
Conclusión

Relato:
Un hombre había naufragado. Providencialmente había una isla a cierta
distancia, y nadando con todo entusiasmo pudo llegar.
Era una isla deshabitada. Pasaban los días, las semanas, los meses y
nadie acertaba a pasar por aquel lugar.
Cierto día encontró un monito, y comenzó a cuidarlo y se hicieron
amigos.
Conclusión

El hombre comía raíces, en realidad lo que encontraba para poder subsistir. Miraba
diariamente a alta mar, para ver si pasaba algún barco y hacerle señas para que lo
salvase. Después de mucho tiempo, divisó un día una embarcación que pasaba no
muy lejos. Le hizo señas desesperadamente… Alguien lo vio, y se acercaron a la
isla.
Encontraron un cuadro muy triste. El hombre semidesnudo con su barba y su pelo
largo, desnutrido… casi con lágrimas les dijo: ¡Qué suerte que han venido! ¡Podré
salvarme!
Conclusión

Los hombres llenos de alegría le dijeron: ¡Por supuesto, a nosotros nos


alegra ayudarle. Suba. Pero cuando estaba por subir, uno le dijo: Por
favor deje al mono, tenemos una ley en este barco que no se permiten
animales. Para sorpresa de todos la respuesta del miserable fue: “Si no
me permiten llevar mi mono, me quedo… El barco se alejó, y él quedo
en la miseria… con su mono.
Muchas personas hacen lo mismo. Quieren salvarse, pero como
eso implica dejar alguna cosa, algún mono que los encadena,
prefieren rechazar a Jesús y se quedan en la miseria con su pecado.
El Señor Jesús nos invita a entregarle nuestro corazón. Ojalá que
nadie diga, me quedo con mi mono, me quedo con mi pecado, me
quedo en el error, me quedo en la indiferencia.

Que cada día el Espíritu Santo nos ayude a recordar:


QUE DE TAL MANERA AMÓ DIOS AL MUNDO, QUE DIO A
SU ÚNICO HIJO PARA QUE USTED Y YO SEAMOS SALVOS.
Que Dios les bendiga

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