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Voy a buscar otro trabajo más liviano, más fácil, más decente, estoy cansado de este
trabajo, todo lo que veo son vacas y rocas en el campo.
Estás cometiendo un error, le dijo por última vez el padre. No es fácil encontrar
trabajo en Nueva York… Y sabes, no escribas pidiendo dinero. A menos que sea
para regresar a casa.
Introducción
Al día siguiente, unos momentos antes de que Pedro saliera rumbo a Nueva York, su
madre le entregó una Biblia hermosa con tapas de cuero, y le dijo:
“Si en algún día te sientes desalentado, por favor lee el SALMO 115, y estoy segura
que encontrarás ayuda, alivio y consuelo
Esto ocurrió a fines del siglo pasado, y el país estaba sufriendo bajo el peso de una
dura depresión económica.
Pedro bien pronto descubrió que encontrar trabajo en Nueva York, no era tarea fácil;
no era como se lo había imaginado.
Además la pregunta era siempre la misma: ?Qué es lo que sabes hacer? ?Cuál es tu
oficio?
Y todo lo que Pedro sabía hacer era ordeñar vacas, plantar papas, y para ello no
había demanda en una ciudad como aquella.
El dinero que poco a poco había podido ahorrar en la granja se iba muy
rápidamente… y exactamente al mes de haber llegado gastó su última moneda en un
sándwich y un vaso de leche, y después se sentó desanimado en un banco en la plaza
y comenzó a contarle sus penas a un desconocido.
Mira muchacho -le dijo el desconocido- tal vez yo pueda ayudarte a conseguir un
trabajo: ?Te gustaría navegar, salir a alta mar?,
¡Oh, fantástico! Me gusta la aventura.
Trato hecho. Tienes trabajo. Dentro de una semana exactamente, saldremos a pasear,
y necesitamos ayuda.
Dentro de una semana, el próximo lunes, a las 6 de la mañana, nos esperas en el
puerto, en el muelle número 10 ?De acuerdo?
Pedro pasó el resto del día y el siguiente caminando de un lado a otro, con la
esperanza de encontrar algún trabajito, alguna cosa para poder aguantar hasta la
semana siguiente
La pasó sin comer nada nada y dormía en la plaza sobre un banco.
Al tercer día, ya no aguantó más, estaba demasiado débil para seguir caminando, y
decidió llamar a su padre –por cobrar- pidiéndole que le enviara dinero para regresar
a la casa.
Los padres lo estaban esperando en la estación, lo llevaron a la casa, donde comió la
primera comida decente en todo un mes. Luego de un rato, la madre se fue con él al
cuarto, y el hijo le dice:
Me da pena mamá que todo salió mal, tenía trabajo, ¡si tan solo hubiera podido
aguantar un semana más! Pero estaba cansado, con hambre y sin un centavo.
Dime hijo, ?Se te ocurrió abrir la Biblia, como te dije en el SALMO 115?
NO, cuando estaba desanimado, cansado y con hambre, era dinero lo que necesitaba,
no el salmo 115
Para sorpresa del joven, todavía estaba allí un billete de $50.00 que su madre había
puesto al entregarle la Biblia
No será mis amigos, que a veces tenemos a nuestro alcance un TESORO, la
bendición que buscamos, y sencillamente no la recibimos porque no nos tomamos el
tiempo de abrir las páginas de este LIBRO EXTRAORDINARIO…?
No quiero decir que cada vez que la abrimos vamos a encontrar dinero, pero ustedes
saben que hay muchas cosas de un valor mucho más elevado que el dinero.
Con el dinero no se pueden conseguir: Ni la felicidad, ni la paz en el alma, ni una
conciencia limpia, ni la seguridad del perdón de los pecados, ni una vida sin
temores, ni ansiedades, ni fe en el futuro, nada de esto se consigue con dinero, todo
lo antes mencionado se encuentra en las páginas de este LIBRO
EXTRAORDINARIO
Superioridad de la Biblia
Isaías 41:10
“No temas, porque yo estoy contigo, no desmayes, porque yo soy tu Dios que te
esfuerzo, siempre te ayudaré, siempre te sustentaré…”
1 Juan 1:9
“Si confesamos…”
Propósito de la Biblia
Sobre todas las cosas, la Biblia es importante porque nos habla de JESÚS.
Juan 5:39 “Escudriñad las escrituras… Ellas son las que dan testimonio de mí.”
Hay también un himno muy hermoso que nos cuenta esta realidad, que la Biblia nos
habla de Cristo No. 209 en nuestro himnario.
El que tiene una Biblia es rico, es millonario, es poderoso, es vencedor.