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• En el año 333 A.E.C.

, Alejandro Magno conquistó Judea


y así comenzó el gobierno de los griegos en Judea y en
Eretz Israel toda. Alejandro Magno le otorgó a los judíos
el derecho de vivir según sus costumbres y el goce de
autonomía religiosa y nacional.
• Después de su muerte, se dividió el reino entre los
Ptolomeos que reinaban en Egipto y la Casa de los
Seléucidas que gobernaban en Siria. Estos dos reinos
luchaban entre ellos por retener el gobierno en Judea.
En el año 198 A.E.C Antíoco III, rey de Siria, conquistó
Eretz Israel y otorgó nuevamente una autonomía
religiosa y nacional a los judíos.
• La situación cambió en el año 175 A.E.C.
Cuando subió al gobierno de Siria Antíoco IV,
Antíoco Epifanes. Antíoco Epifanes se veía a sí
mismo como representante de la cultura griega
(helenista) y quería promover esta cultura en
todos los dominios del reino. En esa época
había en Judea dos posiciones: la de los
"Helenistas" y la de los "Jasidim". Los que
apoyaban la cultura griega, que hablaban griego
y adoptaban las costumbres griegas, se
conocían como Helenistas. La mayoría de los
Helenistas provenían de la clase media y alta
• La mayoría del pueblo permaneció fiel a la religión y a la
tradición judía y no adoptó la cultura griega. Del pueblo
se levantó un grupo de personas que se llamaron a si
mismos: "Jasidim". Los "Jasidim" veían como la principal
misión el cuidado de los valores nacionales y religiosos.
Ellos se opusieron a la imposición de la cultura helenista
dado que ello aniquilaba a la cultura judía.
• Antíoco Epifanes quería convertir a Jerusalén en una
ciudad griega. Impuso edictos contra la religión judía;
prohibió observar el Shabat; cumplir la mitzvá de la
circunsición y el estudio de la Torá. Construyó un altar
en el Templo y obligó a los judíos a presentar ofrendas a
los dioses griegos. También en todo Jerusalén
construyeron los griegos altares a sus dioses.
• El resentimiento dentro del pueblo judío se fue
acrecentando y en el año 167 A.E.C. estalló la
revuelta contra el gobierno griego en Judea. La
revuelta comenzó en el pueblo de Modiín. A la
cabeza de los rebeldes estaba el anciano sacerdote
Matitiahu el Jashmoneo.
• Matitiahu mató al soldado griego que quiso ofrendar
un cerdo sobre el altar de su pueblo, destruyó el
altar que antes habían levantado los soldados
griegos y huyó a las montañas. Junto a él partieron
sus cinco hijos: Iojanán, Shimón, Iehudá , Ionatán y
Eleazar. Muchos judíos, que en su mayoría eran
campesinos, se agregaron a las filas de Matitiahu y
sus hijos, para luchar contra los griegos. A la
cabeza de los combatientes judíos estaba el hijo de
Matitiahu, Iehudá el Macabeo.
• El lema de los combatientes judíos era: “MI HASHEM
ELAI” entre fuerzas dispares: pocos contra muchos;
campesinos sin armas contra un ejercito regular y
entrenado. La guerra fue popular y de guerrillas. En esta
lucha cayeron muchos judíos y entre ellos Eleazar el
Jashmoneo. Iehudá el Macabeo dio un duro golpe al
ejército de Antíoco y liberó a Jerusalén. Esto ocurrió en
el año 165 A.E.C. Purificó el Templo y renovó el servicio
sagrado. El 25 del mes de Kislev los judíos inauguraron
el Templo y ofrendaron el primer sacrificio a D-os sobre
el nuevo altar. La fiesta de la inauguración del Templo
se extendió por ocho días. Después de la inauguración
del Templo continuaron las luchas. Iehudá el Macabeo
cayó en combate.
• A su muerte le continuaron en la lucha sus hermanos,
Ionatán y Shimón, quienes fortalecieron el reino,
anularon los edictos de Antíoco y convirtieron a Judea
en un reino independiente. Shimón fue el primer príncipe
de Judea y así comenzó la dinastía de los Jashmoneos.
Los reyes Jashmoneos extendieron los límites del reino
y, en épocas del rey Alejandro Janeo, las fronteras se
extendieron desde el desierto, en la ribera del Jordán
oriental hasta el Mediterráneo, al occidente; desde el
Líbano, al norte, y hasta Rafiaj, al sur. El país se
extendía en la mayor área histórica de Eretz Israel.
• La dinastía Jashmonea continuó hasta
después de la conquista romana en el año
67 A.E.C y hasta la muerte del último rey
de la dinastía en el año 37 A.E.C.
DEPENDENCIA POLITICA Y AUTONOMIA INTERIOR
 
• Jerusalén estuvo bajo el dominio extranjero, desde el regreso a
Sión, durante varios siglos. Primero fue conquistada por los Persas.
En el ano 333 a.e.c., Alejandro Magno derrotó a los Persas y
gobernó todo el Medio Oriente. A su muerte, su imperio se dividió
entre la dinastía de Talmai (Ptolomea) que gobernaba en Egipto y
la Seléucida que desde Siria dominaba a los países vecinos.

• Los judíos tuvieron la posibilidad de dirigir sus asuntos internos y


sociales según las normas de la Torá y los aspectos religiosos del
Bet Hamikdash durante todo este período. El Cohen Gadol - sumo
sacerdote - se ocupaba también de cuestiones administrativas,
como la reparación de los muros o el mejoramiento de la red de
acuíferos. No tenían ejército, no conducían sus relaciones
exteriores y debían pagar altos impuestos a los gobernantes
extranjeros.
LOS HELENIZANTES
 
• Alejandro Magno introdujo a todo el Oriente Medio la cultura helénica, que era muy
diferente de la judía. La cultura griega
• se expresaba en la filosofía, la literatura y el arte; en el deporte y las ciencias
marciales, en la construcción y el
• diseño. Sus áreas eran: el espíritu, el cuerpo y las cuestiones materiales. Los pueblos
dominados trataban de imitar la cultura de sus mandatarios y parte de ellos se
asimilaron totalmente y desaparecieron.

• También en Iehudá habían quienes deseaban ser parte de la cultura griega


dominante. La clase alta y los sacerdotes que estaban en contacto con los
gobernadores conocían e imitaban la cultura de los invasores: hablaban griego,
adoptaron nombres extranjeros, y concurrían a los gimnasios a practicar, desnudos,
los deportes de moda recién llegados. La mayoría, celosa de la religión y las
costumbres judías, se oponía a la cultura extranjera y a sus hermanos helenizantes.
La cultura griega, politeísta, tenía muchos elementos que contradecían a la tradición.

• Imaginemos a los enérgicos campesinos judíos de los poblados aislados de Judea,


fieles a sus tradiciones, ascender a Jerusalén para ver al Cohen Gadol quitarse sus
ropas ceremoniales al salir de los solemnes servicios, dirigiéndose rumbo a los juegos
que se realizaban en el gimnasio.

• Mientras los judíos tradicionales veían a los helenizantes como apóstatas y traidores,
éstos se sentían pertenecer a la vanguardia de la modernidad y despreciaban a sus
hermanos tildándolos de fanáticos y retrógrados.
ANTIOCO IV Y SUS DECRETOS
 
• Antíoco IV, uno de los reyes de la dinastía de los Seléucidas, que gobernó
en Siria y en el territorio de Israel, ascendió al trono en el año 175 a.e.c. A
diferencia de sus predecesores helénicos y persas, decidió entrometerse en
los aspectos religiosos, con el objetivo de unificar a todos los pueblos
dominados. Prohibió el cumplimiento de las mitzvot y obligó la adopción de
las costumbres griegas.

• En nuestras fuentes podemos leer la reacción que ello provocó en los


judíos:

• "También a Jerusalén y a las ciudades de Iehudá el rey hizo llegar, por


medio de mensajeros, el edicto que ordenaba seguir costumbres extrañas
al país. Debían suprimir holocaustos, sacrificios y libaciones del santuario;
profanar los shabatot y las fiestas; mancillar el santuario y todo lo sagrado,
levantar altares, recintos sagrados y templos idolátricos; sacrificar puercos
y animales impuros; dejar a sus hijos sin el brit milá (circuncisión); volver
abominables sus almas con toda clase de impurezas y profanaciones, de
modo que olvidasen la Ley y cambiasen todas las costumbres. El que no
obrara conforme a la orden del rey, moriría"... (I Macabim 1: 44-50).
LA OPOSICION POPULAR A LOS DECRETOS
 
• Quienes estaban en proceso de helenizarse, aceptaron facilmente
los decretos, pero muchos otros se opusieron y entre ellos había
quienes estaban incluso dispuestos a ofrendar su vida en defensa
de la Torá y del cumplimiento de las Mitzvot.

• Leemos en I Macabim (1:60-61 ): "A las mujeres que hacían


circuncidar a sus hijos las llevaban a la muerte, conforme
• al edicto, con sus criaturas colgadas al cuello. La misma suerte
corrían sus familiares y los que habían efectuado la
• circuncisión". El relato acerca de Janá y sus siete hijos que no
aceptaron el culto politeísta y pagaron con sus vidas
• es uno de los más conocidos.
• En esos difíciles días, Antíoco nombró a Filipos como gobernador de
Jerusalén y le ordenó que obligue a los judíos a posternarse ante la estatua
del rey (que en muchos casos se consideraba divino) y sacrificar un puerco.
Filipo supuso que si convenciera a un anciano a cumplir con su orden
podría influenciar sobre todo el pueblo. Eligió a Eleazar uno de los cohanim
más importantes y cuando éste se negó, le brindó una elegante salida: le
serviría comida casher para hacerle creer a la multitud que estaba
ingiriendo carne porcina [Eleazar no estaría haciendo aparentemente nada
prohibido..., y Filipo demostraría su poder...

• Sin embargo, grande fue su sorpresa cuando Eleazar contestó: "Ya tengo
90 años. Si hiciese lo que me solicitas, todos los jóvenes dirían: - Eleazar el
nonagenario, comió puerco con tal de salvar su pellejo, qué pueden
entonces exigirnos a nosotros?
• - Prefiero morir - dijo Eleazar - para ser ejemplo para todo el pueblo...
 
• Filipo, al no poder doblegarlo ordenó se le golpeara hasta que Eleazar
murió. (Sefer Iosifon 14)

 
INICIO DE LA REBELION
 
• El Libro Macabim, nos relata el inicio de la rebelión contra los
griegos. Un destacamento de soldados griegos llegó a la ciudad de
Modiín para obligar a sus residentes a sacrificar un puerco ante los
dioses helénicos. Un oficial se dirigió a Matitiahu, sacerdote de la
familia Jashmonea:

• "Los enviados del rey, encargados de imponer la apóstatas,


llegaron a la ciudad de Modiín para los sacrificios. Muchos
• israelitas acudieron donde ellos. Matitiahu y sus hijos fueron
convocados. Los enviados del rey se dirigieron a Matitiahu: 'Tú eres
jefe ilustre y poderoso en esta ciudad y estás bien apoyado por
hijos y hermanos. Acércate, pues, el primero y cumple la orden del
rey, como la han cumplido todas las naciones, los notables de
Iehudá y los que han quedado en Jerusalén. Entonces tú y tus hijos
seréis contados entre los amigos del rey, y os veréis honrados, con
plata, oro y muchos beneficios'".
• Matitiahu contestó con fuerte voz: "Aunque todas las naciones que
forman el imperio del rey le obedezcan hasta abandonar cada uno
el culto de sus padres y acaten sus órdenes, yo, mis hijos y mis
hermanos, nos mantendremos en la Alianza de nuestros padres. El
Cielo nos guarde de abandonar la ley y los preceptos. No
obedeceremos las órdenes del rey, para desviarnos de nuestro
culto ni a la derecha ni a la izquierda".

• Apenas había concluído de pronunciar estas palabras, cuando un


judío se adelantó, a la vista de todos, para sacrificar en el altar de
Modiín, conforme al decreto real. Al verle Matitiahu, se inflamó de
indignación y se estremecieron sus entrañas.
• Encendido en justa cólera, corrió y le degolló sobre el altar. Luego
mató también al enviado del rey que obligaba a
• sacrificar y destruyó el altar... Seguidamente, Matitiahu gritó: "Todo
aquel que sienta celo por la Ley y mantenga la Alianza que me
siga". Dejando en la ciudad cuanto poseían, él y sus hijos huyeron
a las montañas. (I Macabim, 2: 15-28)
LA BODA DE JANA, HIJA DE MATITIAHU
• Otro relato acerca del heroico inicio de la sublevación macabea nos
cuenta que los invasores decretaron que toda novia debía ser
poseída por el gobernador en su noche de bodas.

• Durante más de tres años, los judíos se abstuvieron de celebrar


casamientos para evitar ese oprobio. Un buen día, Jana , hija de
Matitiahu, el Cohen Gadol, organizó su boda a la que invitó a una
multitud y a las más distinguidas personalidades. En un momento
de la fiesta, desde su sitial de honor, pidió que los invitados se le
acercaran y desgarró su bello vestido quedando desnuda. La gente,
estupefacta, sin entender, bajó sus ojos al suelo, pero sus
hermanos se acercaron a ella muy molestos e indignados, con
intención de castigarla.

• Jana , rompió el tenso silencio, diciendo: "Ustedes, mis amigos y


familiares, están indignados y enojados conmigo
• y quisiesen matarme por la verguenza que yo me he infringido, pero, sin
embargo estuvieron dispuestos a entregarme ésta misma noche para que
el gobernador extranjero yaciese conmigo!". El acto y las palabras de la
joven novia obligaron a que los presentes tomaran conciencia y decidieron
que vestirían a Jana con ropas lujosas y la llevarían ante el Rey.

• Ante el soberano expresaron: "Somos los hijos del Sumo Sacerdote y no


queremos entregar a nuestra hermana en su noche de bodas al
gobernador, ya que ella sólo es digna de su majestad". El rey aceptó
gustoso la sugerencia y cuando los hijos de Matitiahu introdujeron a Janá  a
los aposentos reales, lo capturaron y mataron. A continuación salieron para
apresar y matar a los guardianes y a los servidores del palacio.

• Así dio comienzo la rebelión Jashmonea.


 
• (M. I. Ben Gurión, Mimakor Israel A; Y. D. Eisenstein, Otzar Midrashim;
Janucá)
LA LUCHA POR JERUSALEN
• Antíoco envió a distintos militares para que aplaquen la rebelión
macabea, pero sus esfuerzos no fueron fáciles. Los judíos que se
movían en el desierto y en zonas de difícil acceso que conocían
muy bien, estaban convencidos de su objetivo: rescatar a Jerusalén
de sus opresores.
 
• "Pero Jerusalén estaba despoblada como un desierto,
• ya sus hijos no entraban ni salían,
• su santuario conculcado por las huellas de los pies extranjeros.
• Iaacov perdió su alegría,
• la flauta y la lira habían enmudecido".
• (I Macabim 3:45)
• El lugar que ocupaba la alegría de los peregrinos fue llenado por la
pesadumbre de la nostalgia. Iehudá, el hijo de Matitiahu, nombrado
comandante de los luchadores no se dejó vencer por la difícil situación.
Alentaba al pueblo a luchar y rebelarse. En la batalla de Emaús, superó con
"tres mil hombres que no tenían las armas defensivas y las espadas que
hubiesen querido a los cinco mil gentiles fuertes, bien atrincherados,
rodeados de la caballería y todos diestros en la guerra"... (4: 6 y 7).

• Antes de la batalla, como era su costumbre, exhortó a su tropa:

• "Preparaos, revestíos de valor y estad dispuestos mañana temprano para


entrar en batalla con estos gentiles que se han coligado contra nosotros
para destruírnos y destruir nuestro Lugar Santo. 'Lo que el Cielo tenga
dispuesto, lo cumpliré ".
• (I Macabim 3: 58-60)
 
RECONQUISTA DE JERUSALEN Y PURIFICACION DEL BET HAMIKDASH
 
• El triunfo de las escasas y pobremente equipadas tropas frente a una potencia es
uno de los ejemplos más característicos de lo que logra la fuerza del espíritu en las
luchas fundamentales.

• En el año 164 a.e.c., tres años después del estallido de la rebelión, los judíos
regresaron a Jerusalén como triunfadores:
• "Iehudá y sus hermanos dijeron: 'Nuestros enemigos están vencidos; subamos,
pues, a purificar el Lugar Santo y a celebrar su dedicación'. Se reunió todo el ejército
y subieron al monte Sión. Cuando vieron el santuario desolado, el altar profanado,
las puertas quemadas, arbustos nacidos en los atrios como en un bosque o en un
monte cualquiera, y las salas destruídas, rasgaron sus vestidos, dieron muestras de
gran dolor y pusieron ceniza sobre sus cabezas. Cayeron luego rostro en tierra y a
una señal dada por las trompetas, alzaron sus clamores al Cielo". (I Macabim 4:36-
40).

• Iehudá y sus hombres limpiaron la tierra, repararon el edificio y erigieron un altar


nuevo en el lugar donde se encontraba el
• profanado por los griegos.
LA FLAMA ETERNA REGRESA AL ALTAR
 
 
• Un relato nos cuenta que cuando, al finalizar la
construcción del nuevo altar, Iehudá y sus hombres
colocaron sobre él maderos, ofrendaron el primer
sacrificio y se dispusieron a quemarlo, no encontraron el
fuego sagrado y estaba prohibido usar fuego profano.
Elevaron sus oraciones al Todopoderoso, y de las
piedras del altar salió un fuego que abrazó las maderas.
Ese fuego permaneció encendido hasta la destrucción
del Templo por los romanos.  
•  
• El altar fue inaugurado el 25 de kislev, día en el que
festejamos Janucá.
EL MILAGRO DEL ACEITE
 
• La Menorá  se encendía con aceite purificado de oliva de la mayor calidad,
que era guardado de contaminación en recipientes especiales, sellados
herméticamente con el sello del Cohen Gadol. El Talmud nos relata:
"Cuando los griegos entraron al santuario profanaron todos los aceites y
cuando los Jasmoneos los vencieron, revisaron y sólo encontraron un jarrito
de aceite guardado con el sello del Cohen Gadol.
 
• Su contenido alcanzaba para una sola noche, pero se produjo un milagro y
pudieron encender de él durante ocho días. Al año siguiente, se estableció
convertirlos en días festivos en los que se elevan alabanzas y loas al
Creador". (Talmud Babilónico, Shabbat 21b)

• Janucá, fijada hace más de 2000 años, se continúa festejando hasta el día
de hoy en todo lugar donde se encuentren judíos.
MAOZ TZUR YESHUATI
 
• Esta canción que se entona después del encendido de las velas de Janucá,
fue compuesta en el S. XIII en Alemania, por un autor del cual se conoce
sólo su nombre: Mordejay, que se puede leer por las letras que se
encuentran al inicio de cada fragmento, como acróstico.

• El himno Maoz Tzur que se entona con bello ritmo, relata la salvación de
los judíos de distintas amenazas y acosos, desde la salida de Egipto, el
regreso a Sión después del exilio babilónico, la salvación en tiempos de
Ester y Mordejay, hasta el milagro de Janucá.

"­Oh, fortaleza mía y bastión salvador!


Digno eres de mis loores.
Restaura mi casa de oración"...
..."Helenos con sarna me acosaron,
En tiempos jasmoneos, más tarde,
Mis torres y muros con furia derribaron
Y los sagrados olios quedaron profanados.
Lo que de un jarrito se había salvado
Fue objeto del milagro que hoy celebramos
Ocho días de himnos, cantos y loores"...
 
 
 
AMPLIACION DE JERUSALEN
• Durante la dinastía jashmonea creció la población de la
ciudad y se construyeron muchos edificios, viviendas y
palacios. Los reyes tenían su residencia en las
cercanías del Templo. Extendieron la muralla de la
ciudad para dejar dentro de sus límites a las nuevas
construcciones. Extramuros construyeron fastuosos
panteones, algunos, como Iad Avshalom, existen hasta
el día de hoy. En las excavaciones arqueológicas se
encontraron restos de las obras del gobierno jasmoneo
de la ciudad de Jerusalén.

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