Está en la página 1de 9

JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

I. LÍNEA JURISPRUDENCIAL: Nº 5: NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES

1. Alcance del art 19 CADH obligación del estado de protección especial al tratarse de niños.
 El artículo 19 de la Convención establece que “todo niño tiene derecho a las medidas de protección que su condición
de menor requieren por parte de su familia, de la sociedad y del Estado”.
 Estado está en la obligación de realizar todo lo que está a su alcance para poder respetar a cabalidad los derechos de
los niños/as, pero en el caso de los menores víctimas de abandono tienen doble vulneración de derechos, por lo que la
obligación estatal debe ser más focalizada a ese sector, para que puedan tener una vida digna, con asistencia social,
y reinserción a la sociedad, dado que ellos son más propensos a una violencia física, psicológica y moral,

1.2. Sujeto de protección. Definición y situación particular de vulnerabilidad.


1.2.1. Definición de sujeto protegido
 El Art. 19 de la Convención Americana no define que se entiende como niño, Por su parte, la Convención sobre
Derechos del Niño considera como tal (artículo 1) a todo ser humano que no haya cumplido los 18 años, “salvo
que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad”; con esta edad se está
en la capacidad de actuar, pero no todos tendrían la oportunidad de tener esta capacidad y en la gran
responsabilidad recae sobre los niños, otros que recaen sobre esta carencia son los incapaces que por su
condición se ven obligados a la tutela parental, todos son sujetos de derechos, titulares de derechos
inalienables e inherentes a la persona humana.
 1.2.2. Los derechos se ejercen según el desarrollo progresivo
 La Corte reitera que los niños y las niñas ejercen sus derechos de manera progresiva a medida que desarrollan
un mayor nivel de autonomía personal, esto es que de acuerdo a su crecimiento pueden tener diferentes
formas de percibir la vida.
1.2.3. Vulnerabilidad de su situación

 El Tribunal y la Corte interamericana, determina que los derechos que se vulneran más a los menos de edad y existen casos donde los Estados no han
prevenido la consumación de violaciones de derechos cuando son grupos de personas que viven en circunstancias adversas y con menos recursos, tales
como las personas que viven en condiciones de extrema pobreza; niños y adolescentes en situación de riesgo, y poblaciones indígenas, enfrentan un
incremento del riesgo para padecer discapacidades mentales.

1.3. Corpus Iuris

 Establece que de todo niño tendrá un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social, y el Estado adoptará las medidas
para que los padres o progenitores serán quienes ayuden al desarrollo integral de los menores.

 1.4. Interés superior del niño/a

1.4.1. Medidas y protección del estado deben respetar el interés superior del niño/a

 El interés superior del niño/a, prevalece sobre cualquier otro derecho y el cual está amparado por todas las leyes que los Estados determinan dando
prioridad atención y respetando su calidad de vida humana, protección especial, oportunidades, En toda situación que involucre a niñas y niños se deben
aplicar y respetar, de forma transversal, cuatro principios rectores, a saber: i) la no discriminación ii) el interés superior del niño; iii) el derecho a ser
oído y participar, y iv) el derecho a la vida, supervivencia y desarrollo.

 1.4.2. Determinación y ponderación del interés superior de los niños y niñas

 En los casos de en casos de cuidado y custodia de menores de edad se debe hacer a partir de la evaluación de los comportamientos parentales específicos
y su impacto negativo en el bienestar y desarrollo del ni o según el caso, los da os o riesgos reales y probados, y no especulativos o imaginarios, es allí
donde prima el interés superior del niño/a, la situación de la tenencia del menor justifica que no se debe priorizar a que se dé por presunciones
infundadas y estereotipadas sobre la capacidad e idoneidad parental de poder garantizar y promover el bienestar y desarrollo del niño no es adecuada
para garantizar el fin legítimo de proteger el inter s superior del niño.

 1.4.4. Relación con el derecho a ser oído

 El Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas resaltó la relación entre el “interés superior del niño” y el derecho a ser escuchado, al afirmar que
“no es posible una aplicación correcta del artículo 3 [(interés superior del niño)] si no se respetan los componentes del artículo 12. Del mismo modo, el
artículo 3 refuerza la funcionalidad del artículo 12 al facilitar el papel esencial de los niños en todas las decisiones que afecten su vida.

 1.5. Prohibición de discriminación

 Los niños/as no tienen que ser objetos de discriminación en razón de la condición, actividades, opiniones o creencias de los integrantes de su familia,
además no debe ser discriminados al ser separados de sus familias para ser dados en adopción, o ser discriminados por tener una madre soltera o en
condición de pobreza.
2. Consideraciones particulares según derechos específicos

2.1. Derecho a la personalidad jurídica (Art. 3 CADH)

La alteración a la identidad de forma ilegal, por desaparición de uno de sus progenitores, esta cesará cuando uno de los medios garanticen a
las víctimas las posibilidades jurídicas y fácticas para recuperar su verdadera identidad, en este caso es el vínculo familiar, se observa en este
caso que no se garantizó el derecho a la personalidad jurídica.

2.2. Derecho a la vida (Art. 4 CADH)

Son las condiciones que el Estado reviste para que se pueda otorgar una vida digna, entonces todos los menores que están bajo estas
condiciones y en situación de vulnerabilidad deben ser protegidas para evitar cualquier omisión o acción y en el caso que se exista niños
privados de la libertad tienen mayor protección por esta vulneración especial, entonces no por el hecho de estar en esa situación pierden el
interés superior que la ley otorga, y por lo tanto el estado debe precautelar su integridad y dar seguridad para que no se vea desprotegida o
amenazada su vida.

2.3. Derecho a la integridad personal (ART. 5 CADH)

Para que los menores puedan ser respetados sus derechos y su interés superior cuando están privados de la libertad, el Estado debe adoptar
medidas acordes para quienes están de custodios tengan la capacitación adecuada, a fin de evitar que ocurran torturas, o que estos puedan
compartir lugares con adultos, que por su condición de edad, peso, estatura, puedan ser perjudiciales para los menores atentando contra su
integridad física, además todo menor recluido contará con los medios adecuados para una defensa adecuada.

Otra de las formas de atentar contra su integridad física es que realicen la entrega de niños/as a cambio de una retribución económica, lo
cual condiciona sus libertades, integridad psíquica, física y moral

2.4. Derecho a la libertad personal

Para la determinación de las consecuencias jurídicas del delito cuando ha sido cometido por un niño, la reacción deberá ser proporcional al
caso en concreto y la condición del menor, debiéndose respetar los siguientes principios: 1) de ultima ratio y de máxima brevedad, que
significa que la detención, el encarcelamiento o la prisión de un niño se utilizará tan sólo como medida de último recurso y durante el período
más breve que proceda; 2) de delimitación temporal desde el momento de su imposición; y 3) la revisión periódica de las medidas de privación
de libertad de los niños. Al respecto, si las circunstancias han cambiado y ya no es necesaria su reclusión.

La Corte es de la opinión que la privación de libertad de niñas o de niños por razones exclusivas de índole migratoria excede el requisito de
necesidad. Debiendo prevalecer el interés superior del niño, y buscando la unión familiar.
Los niños en su condición migratoria deben ser informados de manera inmediata los pormenores de su situación legal, en su idioma y de
acorde a su edad, para que de esta manera viabilice una posible revisión de la decisión.

Se reconoce el principio de justicia separa, por la cual los niños, niñas y adolescentes deban ser juzgados por una justicia especializada.

2.5. Protección a la familia

El niño tiene derecho a vivir con su familia, Cualquier decisión relativa a la separación del niño de su familia debe estar justificada por el
interés del niño. “cuando no exista un ambiente familiar de estabilidad y bienestar, los intentos de la comunidad por ayudar a los padres en
este aspecto hayan fracasado y la familia extensa no pueda ya cumplir esta función, se deberá recurrir a otras posibles modalidades de
colocación familiar.

La adopción internacional es una forma permanente de cuidado sustituto que puede contemplarse como una de las posibles medidas de
protección, alternativas al entorno familiar, pero bajo el principio de subsidiaridad, es decir cuando no exista otra forma de acogimiento del
menor. El derecho internacional exige el cumplimiento de una serie de requisitos materiales y procesales, en todas las etapas del
procedimiento de adopción, para proteger los derechos humanos y los mejores intereses de cualquier niño.

.6. Derecho al nombre (Art. 18 CADH) e identidad de género

En respeto a los derechos del niño, los estados parte deben respetar sus derechos dentro de los cuales tenemos el nombre y la identidad de
género. Corte indicó que el derecho a la identidad estaba íntimamente ligado a la persona en su individualidad específica y vida privada. Toda
política del estado debe tener presente el interés superior del niño y el principio autonomía progresiva del menor.

2.7. Derecho a la nacionalidad

Se establece 3 consideraciones: a) el estatus migratorio de una persona no puede ser condición para el otorgamiento de la nacionalidad por el
Estado; b) el estatus migratorio de una persona no se trasmite a sus hijos, y c) la condición del nacimiento en el territorio del Estado es la
única a ser demostrada para la adquisición de la nacionalidad.

2.8. Igualdad ante la ley (Art. 24 CADH)

La igualdad, debe ser aplicada al dar el mismo tratamiento los menores, sin distinción o beneficio alguno con alguna condición. La propia Corte
Interamericana ha establecido que no existe “discriminación por razón de edad o condición social en los casos en que la ley limita el ejercicio
de la capacidad civil a quienes, por ser menores o no gozar de salud mental, no están en condiciones de ejercerla sin riesgo de su propio
patrimonio
2.9. Garantías Judiciales (Art. 8 Y 25 CADH)

2.9.1. Garantías generales acceso a la justicia (Arts. 8.1 y 25.1 CADH)

 Las reglas del debido proceso y las garantías judiciales deben aplicarse no sólo a los procesos judiciales, sino a cualesquiera otros procesos que
siga el Estado, o bien, que estén bajo la supervisión del mismo.

 2.9.2. Derecho a ser oído (Art. 8.1 CADH y Art. 12. 2 Convención Sobre Derechos del Niño)

 El Tribunal observa que el artículo 8.1 de la Convención Americana consagra el derecho a ser oído que ostentan todas las personas, incluidos
los niños y niñas, en los procesos en que se determinen sus derechos. Dicho derecho debe ser interpretado a la luz del artículo 12 de la
Convención sobre los Derechos del Niño, el cual contiene adecuadas previsiones sobre el derecho a ser escuchado de las niñas y los niños, con
el objeto de que la intervención del niño se ajuste a las condiciones de éste y no redunde en perjuicio de su interés genuino.

 2.9.3. Derecho a tener un procedimiento especializado (Art. 5.5 y 8.1 CADH)

 Evidentemente, hay gran variedad en el grado de desarrollo físico e intelectual, en la experiencia y en la información que poseen quienes se
hallan comprendidos en aquel concepto. La capacidad de decisión de un niño de 3 años no es igual a la de un adolescente de 16 años. Por ello
debe matizarse razonablemente el alcance de la participación del niño en los procedimientos, con el fin de lograr la protección efectiva de su
interés superior.

 2.10. Derecho a la educación (Art. 26 CADH)

 Se debe destacar que dentro de las medidas especiales de protección de los niños y entre los derechos reconocidos a éstos en el artículo 19 de
la Convención Americana, figura de manera destacada el derecho a la educación, que favorece la posibilidad de gozar de una vida digna y
contribuye a prevenir situaciones desfavorables para el menor y la propia sociedad.

 2.11. Derecho a la identidad (Art. 8 y 30 Convención Derechos del Niño)

 Consiste en la obligación de promover y proteger el derecho de los niños indígenas (todos los grupos étnicos) a vivir de acuerdo con su propia
cultura, su propia religión y su propio idioma.

 La pérdida de prácticas tradicionales, como los ritos de iniciación femenina o masculina y las lenguas de la Comunidad, y los perjuicios
derivados de la falta de territorio, afectan en forma particular el desarrollo e identidad cultural de los niños y niñas de la Comunidad, quienes
no podrán siquiera desarrollar esa especial relación con su territorio tradicional y esa particular forma de vida propia de su cultura si
no se implementan las medidas necesarias para garantizar el disfrute de estos derechos. Asimismo, el derecho a la
identidad puede ser conceptualizado, en general, como el conjunto de atributos y características que permiten la
individualización de la persona en sociedad y, en tal sentido, comprende varios otros derechos según el sujeto de derechos
de que se trate y las circunstancias del caso.
2.12. Trabajo infantil

 Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier
trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral
o social.

 El mismo precepto señala que los Estados partes fijarán una edad mínima para trabajar. Todas las formas de esclavitud, sus prácticas
análogas, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, el trabajo forzoso u obligatorio, y el trabajo que, por su naturaleza o por las
condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños, entre otros, son considerados como
las peores formas de trabajo infantil. 

 2.13. Trata de personas con fines de adopción y la venta de niñas y niños

 La Corte ha destacado que el derecho a no ser sometido a esclavitud, servidumbre, trabajo forzoso o trata de esclavos y mujeres tiene un
carácter esencial en la Convención Americana y forma parte del núcleo inderogable de derechos que no pueden ser suspendidos en casos de
guerra, peligro público u otras amenazas. No solo se puede realizar trata de personas con fines sexuales sino también para adopción ilegal,
trabajo forzado, entre otras circunstancias.

 3. Situaciones particulares de afectación a los derechos del niño y la niña 

 Un aspecto interesante es la forma en que la jurisprudencia trata algunas de las situaciones en que se encuentran niños/as, lo que también
determina el alcance de la protección de derechos. Los más relevantes: migración, conflictos armados y niños/as privados de libertad. 

 3.1. Violencia sexual contra niñas 

 Las presuntas violaciones a derechos en perjuicio de una niña, no solo con base en los instrumentos internacionales de violencia contra la
mujer, el cual debe servir para definir el contenido y los alcances de las obligaciones que ha asumido el Estado cuando se analizan los derechos
de las niñas, niños y adolescentes, y en el caso particular, de la obligación estatal reforzada de debida diligencia. Asimismo, la Corte dará
aplicación concreta a los cuatro principios rectores de la Convención sobre los Derechos del Niño, esto es el principio de no discriminación , el
principio del interés superior de la niña , el principio de respeto al derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo, y el principio de respeto
a la opinión de la niña en todo procedimiento que la afecte, de modo que se garantice su participación , en lo que resulte pertinente para
identificar las medidas especiales que son requeridas para dotar de efectividad a los derechos de niñas, niños y adolescentes cuando son
víctimas de delitos de violencia sexual.
2.12. Trabajo infantil

 Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier
trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral
o social.

 El mismo precepto señala que los Estados partes fijarán una edad mínima para trabajar. Todas las formas de esclavitud, sus prácticas
análogas, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, el trabajo forzoso u obligatorio, y el trabajo que, por su naturaleza o por las
condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños, entre otros, son considerados como
las peores formas de trabajo infantil. 

 2.13. Trata de personas con fines de adopción y la venta de niñas y niños

 La Corte ha destacado que el derecho a no ser sometido a esclavitud, servidumbre, trabajo forzoso o trata de esclavos y mujeres tiene un
carácter esencial en la Convención Americana y forma parte del núcleo inderogable de derechos que no pueden ser suspendidos en casos de
guerra, peligro público u otras amenazas. No solo se puede realizar trata de personas con fines sexuales sino también para adopción ilegal,
trabajo forzado, entre otras circunstancias.

 3. Situaciones particulares de afectación a los derechos del niño y la niña 

 Un aspecto interesante es la forma en que la jurisprudencia trata algunas de las situaciones en que se encuentran niños/as, lo que también
determina el alcance de la protección de derechos. Los más relevantes: migración, conflictos armados y niños/as privados de libertad. 

 3.1. Violencia sexual contra niñas 

 Las presuntas violaciones a derechos en perjuicio de una niña, no solo con base en los instrumentos internacionales de violencia contra la
mujer, el cual debe servir para definir el contenido y los alcances de las obligaciones que ha asumido el Estado cuando se analizan los derechos
de las niñas, niños y adolescentes, y en el caso particular, de la obligación estatal reforzada de debida diligencia. Asimismo, la Corte dará
aplicación concreta a los cuatro principios rectores de la Convención sobre los Derechos del Niño, esto es el principio de no discriminación , el
principio del interés superior de la niña , el principio de respeto al derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo, y el principio de respeto
a la opinión de la niña en todo procedimiento que la afecte, de modo que se garantice su participación , en lo que resulte pertinente para
identificar las medidas especiales que son requeridas para dotar de efectividad a los derechos de niñas, niños y adolescentes cuando son
víctimas de delitos de violencia sexual.

 
Igualdad y No discriminación en el Acceso a la Justicia en un caso Violencia Sexual contra una Niña

 Los Estados deben abstenerse de realizar acciones que de cualquier manera vayan dirigidas, directa o indirectamente, a crear situaciones de discriminación de
jure o de facto. En este sentido, el deber del Estado de respetar y garantizar, “sin discriminación”, los derechos establecidos como el derecho a “igual protección
de la ley”. Por consiguiente, los Estados tienen la obligación de no introducir en su ordenamiento jurídico regulaciones discriminatorias, eliminar las regulaciones
de carácter discriminatorio, combatir las prácticas de este carácter y establecer normas y otras medidas que reconozcan y aseguren la efectiva igualdad ante la ley
de todas las personas. 

 3.2. Niños y niñas en situación de migración  

 Se debe priorizar el enfoque de los derechos humanos desde una perspectiva que tenga en cuenta en forma transversal los derechos de niñas y niños y, en
particular, su protección y desarrollo integral, los cuales deben primar por sobre cualquier consideración de la nacionalidad o el estatus migratorio, a fin de
asegurar la plena vigencia de sus derechos. Aplicando el principio de no discriminación, el principio del interés superior de la niña o del niño, el principio de
respeto al derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo, y el principio de respeto a la opinión de la niña o del niño en todo procedimiento que lo afecte, de
modo que se garantice su participación. 

 3.3. Niños y niñas en conflictos armados  

 Por el hecho de que, al seguirse produciendo los actos de violencia contra los miembros de las Comunidades, se afecta particularmente a los niños, mujeres y
personas de edad avanzada integrantes de éstas.  La especial vulnerabilidad por su condición de niños y niñas se hace aún más evidente en una situación de
conflicto armado interno, como en el presente caso, pues son los menos preparados para adaptarse o responder a dicha situación y, tristemente, son quienes
padecen sus excesos de forma desmesurada. 

 3.4. Niños y niñas privados de libertad 

 Quien sea detenido “tiene derecho a vivir en condiciones de detención compatibles con su dignidad personal y el Estado debe garantizar el derecho a la vida y a
la integridad personal”. La Corte ha establecido que el Estado, como responsable de los establecimientos de detención, es el garante de estos derechos de los
detenidos, lo cual implica, entre otras cosas, que le corresponde explicar lo que suceda a las personas que se encuentran bajo su custodia. La forma en que se trata
a un detenido debe estar sujeta al escrutinio más estricto, tomando en cuenta la especial vulnerabilidad de aquél, función estatal de garantía que reviste de
particular importancia cuando el detenido es un menor de edad. En el caso de los menores de edad, en donde la condición de garante del Estado con respecto a
estos derechos, le obliga a prevenir situaciones que pudieran conducir, por acción u omisión, a la afectación de aquéllos.  

 
4. Reparación  

 Cuando se ordena el pago de las indemnizaciones. La Corte ha establecido que cuando haya afectaciones graves a la víctima y a sus familiares, que perdure en el
tiempo y que haya ocasionado cambios significativos tanto en sus vidas como en sus relaciones personales y sociales, dañando su desarrollo personal, físico y
psicológico se disponga ordenar como medida de satisfacción cierta cantidad de dinero. 

 [Garantías de no Repetición] 

En este sentido, la Corte estima conveniente ordenar que el Estado adopte protocolos que establezcan medidas claras de protección y criterios a tomar en cuenta
durante las investigaciones y procesos penales derivados de actos de violencia sexual en perjuicio de niñas, niños y adolescentes; que aseguren que las
declaraciones y entrevistas, los exámenes médico-forenses, así como las pericias psicológicas y/o psiquiátricas sean llevadas a cabo de forma ajustada a las
necesidades de niñas, niños y adolescentes víctimas, y delimiten el contenido de la atención integral especializada para niñas, niños y adolescentes víctimas de
violencia sexual. 

 [Restitución en el marco de procesos de adopción] 

La Corte recuerda que la reparación del daño ocasionado por la infracción de una obligación internacional requiere, siempre que sea posible, su plena restitución.
Sin embargo, se deberá adoptar todas las medidas necesarias y adecuadas para facilitar y contribuir a una restitución de los vínculos familiares, así como deberá
hacer un esfuerzo serio, multidisciplinario y de oficio por iniciar, propiciar y, en su caso, continuar una vinculación de la persona víctima. 

 [Restitución de Vínculos] 

El Estado debe diseñar e implementar, con la asistencia de profesionales expertos en la materia, un procedimiento de acercamiento progresivo orientado a la
efectiva vinculación entre la víctima y su familia. Por tanto, el plan de trabajo que se diseñe deberá prever los mecanismos más adecuados para obtener su
consentimiento en cada etapa del proceso y mantenerlo completamente informado, sin causar daño. 

 [Satisfacción y Garantías de no Repetición] 

Es oportuno ordenar, como garantía de no repetición, que el Estado cree e implemente un programa nacional efectivo para garantizar una adecuada supervisión,
fiscalización y control de la institucionalización de niñas y niños.

También podría gustarte