Está en la página 1de 32

Actos Administrativos Impugnables

Actos Administrativos impugnables


De acuerdo con el autor Guzmán Napurí:

En nuestra legislación solamente son impugnables en sede


administrativa los actos definitivos que ponen fin a la instancia, así
como los actos de trámite que determinen la imposibilidad de
continuar el procedimiento o que produzcan indefensión al
administrado.
Supuestos en los que no cabe impugnación
alguna contra los actos administrativos

Guzmán Napurí: No cabe la impugnación de actos que sean reproducción


de otros anteriores que hayan quedado firmes, ni la de los confirmatorios
de actos consentidos por no haber sido recurridos en tiempo y formal. Ello
dado que dichos actos son, en realidad, idénticos a otros anteriores que no
fueron recurridos dentro del plazo señalado para ello. (…)

En el supuesto de los actos Heterocompositivos: Finalmente, no resultan


impugnables en sede administrativa los actos que resuelven
procedimientos en los cuales la Administración Pública compone un
conflicto de intereses, puesto que dichos actos agotan la vía administrativa.
En consecuencia, contra ellos cabe solo la impugnación en la vía judicial, a través
del uso del proceso contencioso administrativo.
Recursos Administrativos en la LPAG
Artículo 218. Recursos administrativos.

218.1 Los recursos administrativos son:

a) Recurso de reconsideración
b) Recurso de apelación

Solo en caso que por ley o decreto legislativo se establezca expresamente, cabe la
interposición del recurso administrativo de revisión.

218.2 El término para la interposición de los recursos es de quince (15) días


perentorios, y deberán resolverse en el plazo de treinta (30) días.
El Recurso de Reconsideración
Guzmán Napurí:

El recurso de reconsideración —también conocido como recurso de


reposición por algunos sectores de la doctrina comparada— se interpondrá
ante el mismo órgano que dictó el primer acto que es materia de la
impugnación y deberá sustentarse en nueva prueba. (…)

Es preciso indicar que el recurso de reconsideración es opcional y el hecho


de que el mismo no se interponga no impide el ejercicio posterior del
recurso de apelación, si este procede.(…)
Finalidad del Recurso de
Reconsideración
Guzmán Napurí: El recurso de reconsideración tiene por finalidad
controlar las decisiones de la Administración en términos de verdad
material y ante la posibilidad de la generación de nuevos hechos. La
Administración, en consecuencia, debe resolver analizando nuevos
elementos de juicio. Por ello es la misma autoridad que emitió el acto la
que conoce el recurso de reconsideración y la presentación del mismo
requiere nueva prueba.
El recurso jerárquico o de apelación

Guzmán Napurí: El recurso de apelación —típico recurso jerárquico o de


alzada— se interpondrá, en primer lugar cuando la impugnación se
sustente en diferente interpretación de las pruebas producidas o cuando
se trate de cuestiones de puro derecho, razón por la cual no admite la
presentación de nueva prueba. Asimismo, debe dirigirse a la misma
autoridad que expidió el acto que se impugna para que la misma eleve lo
actuado al superior jerárquico, si es que este existe.
Recurso de Revisión

Guzmán Napurí: En nuestra legislación se establece que, excepcionalmente,


hay lugar a recurso de revisión, ante una tercera instancia de competencia
nacional, si las dos instancias anteriores fueron resueltas por autoridades que
no son de competencia nacional, debiendo dirigirse el recurso ante la misma
autoridad que expidió el acto que se impugna para que la misma eleve lo
actuado al superior jerárquico. El recurso de revisión configura, en
consecuencia, una tercera instancia administrativa que se configura ante
situaciones de descentralización sectorial.
Los efectos del Recurso Administrativo
Guzmán Napurí: Los recursos administrativos generan efectos jurídicos
directos en el procedimiento, y en especial, respecto al acto impugnado.
El efecto esperable por parte del administrado es la revisión del acto a
fin de que la administración acceda a lo solicitado por él. Además, los
recursos pueden generar la suspensión de los efectos del acto
impugnado, y en especial, pueden acarrear el agotamiento de la vía
administrativa.
La suspensión de los efectos del acto impugnado en
la LPAG
Artículo 226.- Suspensión de la ejecución

226.1 La interposición de cualquier recurso, excepto los casos en que una norma
legal establezca lo contrario, no suspenderá la ejecución del acto impugnado.

226.2 No obstante lo dispuesto en el numeral anterior, la autoridad a quien


competa resolver el recurso suspende de oficio o a petición de parte la ejecución
del acto recurrido cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias:

a) Que la ejecución pudiera causar perjuicios de imposible o difícil reparación.


b) Que se aprecie objetivamente la existencia de un vicio de nulidad trascendente.
  
226.3 La decisión de la suspensión se adoptará previa ponderación suficientemente razonada entre el
perjuicio que causaría al interés público o a terceros la suspensión y el perjuicio que causa al recurrente la
eficacia inmediata del acto recurrido.

226.4 Al disponerse la suspensión podrán adoptarse las medidas que sean necesarias para asegurar la
protección del interés público o los derechos de terceros y la eficacia de la resolución impugnada.

226.5 La suspensión se mantendrá durante el trámite del recurso administrativo o el correspondiente


proceso contencioso-administrativo, salvo que la autoridad administrativa o judicial disponga lo contrario si
se modifican las condiciones bajo las cuales se decidió.

Guzmán Napurí: La interposición de cualquier recurso, excepto los casos en que una norma legal
establezca lo contrario, no suspenderá la ejecución del acto impugnado. Ello es coherente con lo
dispuesto por la propia Ley en materia de ejecutoriedad del acto administrativo, en consecuencia,
las decisiones de la Administración se ejecutan, en principio, no obstante que el administrado se
oponga a ellas.
Existencia de la nulidad del
acto impugnado
Guzmán Napurí: Constatada la existencia de una causal de nulidad, la autoridad,
además de la propia declaración de nulidad, resolverá sobre el fondo del asunto, de
contarse con los elementos suficientes para ello. Ahora bien, la constatación de la
nulidad, por su origen objetivo, no requiere que la misma haya sido invocada por el
administrado al momento de impugnar la resolución.

Cuando a la autoridad no le sea posible pronunciarse sobre el fondo del asunto, se


dispondrá la reposición del procedimiento al momento en que el vicio se produjo, a fin
que el mismo se corrija. Es necesario señalar que ello no obsta para que la nueva
resolución que se emita pueda ser pasible de nueva impugnación administrativa.
Efectos directos de la Resolución que resuelve
el recurso en la LPAG

Artículo 227.- Resolución

227.1 La resolución del recurso estimará en todo o en parte o desestimará las


pretensiones formuladas en el mismo o declarará su inadmisión.

227.2 Constatada la existencia de una causal de nulidad, la autoridad, además de la


declaración de nulidad, resolverá sobre el fondo del asunto, de contarse con los
elementos suficientes para ello. Cuando no sea posible pronunciarse sobre el fondo
del asunto, se dispondrá la reposición del procedimiento al momento en que el vicio
se produjo.
Los actos que agotan la vía administrativa en
la LPAG
Artículo 228.- Agotamiento de la vía administrativa

228.1 Los actos administrativos que agotan la vía administrativa podrán ser
impugnados ante el Poder Judicial mediante el proceso contencioso-
administrativo a que se refiere el artículo 148 de la Constitución Política del
Estado.

228.2 Son actos que agotan la vía administrativa:

a) El acto respecto del cual no proceda legalmente impugnación ante una autoridad u
órgano jerárquicamente superior en la vía administrativa o cuando se produzca
silencio administrativo negativo, salvo que el interesado opte por interponer recurso de
reconsideración, en cuyo caso la resolución que se expida o el silencio administrativo
producido con motivo de dicho recurso impugnativo agota la vía administrativa; o
b) El acto expedido o el silencio administrativo producido con motivo de la interposición
de un recurso de apelación en aquellos casos en que se impugne el acto de una
autoridad u órgano sometido a subordinación jerárquica; o

c) El acto expedido o el silencio administrativo producido con motivo de la interposición


de un recurso de revisión, únicamente en los casos a que se refiere el artículo 218; o

d) El acto que declara de oficio la nulidad o revoca otros actos administrativos en los
casos a que se refieren los artículos 213 y 214; o

e) Los actos administrativos de los Tribunales o Consejos Administrativos regidos por


leyes especiales.
Revisión del Acto Administrativo
La Rectificación de Errores
Artículo 212.- Rectificación de errores

212.1 Los errores material o aritmético en los actos administrativos


pueden ser rectificados con efecto retroactivo, en cualquier momento, de
oficio o a instancia de los administrados, siempre que no se altere lo
sustancial de su contenido ni el sentido de la decisión.

212.2 La rectificación adopta las formas y modalidades de comunicación


o publicación que corresponda para el acto original.
¿Qué no es Rectificación de Errores?

Guzmán Napurí: Para cierto sector de la doctrina, la rectificación de errores también puede
emplearse para convalidar actos que adolecen de vicios no trascendentales, a fin de conservar los
mismos de conformidad con lo señalado por la propia Ley. (…)De hecho, la naturaleza de los actos
en enmienda y los actos rectificatorios es distinta, no obstante que los actos en enmienda
configuran, desde el punto de vista técnico, un mecanismo de revisión de actos administrativos a
fin de evitar que los mismos sean pasibles de ser declarados nulos.

No debe confundirse tampoco la rectificación de errores —ni tampoco los actos en enmienda—
con la llamada fe de erratas, la misma que opera frente a actuaciones normativas y si bien también
es aplicable a actos administrativos, si dicho mecanismo se encuentra sometido a un plazo,
conforme la norma pertinente, aplicándose lo mismo a la publicación es el diario oficial.
La nulidad del Acto Administrativo

Pascual Asensos: La nulidad absoluta de pleno derecho, o nulidad


ipso jure, se da cuando el acto administrativo adolece de cualquiera
de sus requisitos esenciales o requisitos de validez: autoridad
competente, objeto o contenido legal finalidad pública, motivación
adecuada y procedimiento regular previsto por la ley, y además haber
incurrido en cualquiera de los supuestos que están establecidos en el
Art. 10° de la Ley de Procedimiento Administrativo General.
La nulidad de Oficio en la LPAG
Artículo 213.- Nulidad de oficio

213.1 En cualquiera de los casos enumerados en el artículo 10, puede declararse de


oficio la nulidad de los actos administrativos, aun cuando hayan quedado firmes,
siempre que agravien el interés público o lesionen derechos fundamentales.
213.2 La nulidad de oficio solo puede ser declarada por el funcionario jerárquico
superior al que expidió el acto que se invalida. Si se tratara de un acto emitido por una
autoridad que no está sometida a subordinación jerárquica, la nulidad es declarada por
resolución del mismo funcionario.

Además de declarar la nulidad, la autoridad puede resolver sobre el fondo del asunto
de contarse con los elementos suficientes para ello. En este caso, este extremo sólo
puede ser objeto de reconsideración. Cuando no sea posible pronunciarse sobre el
fondo del asunto, se dispone la reposición del procedimiento al momento en que el
vicio se produjo.
En caso de declaración de nulidad de oficio de un acto administrativo
favorable al administrado, la autoridad, previamente al pronunciamiento, le
corre traslado, otorgándole un plazo no menor de cinco (5) días para ejercer
su derecho de defensa.

213.3. La facultad para declarar la nulidad de oficio de los actos


administrativos prescribe en el plazo de dos (2) años, contado a partir de la
fecha en que hayan quedado consentidos, o contado a partir de la notificación
a la autoridad administrativa de la sentencia penal condenatoria firme, en lo
referido a la nulidad de los actos previstos en el numeral 4 del artículo 10.
Causales de nulidad del Acto Administrativo en la
LPAG
Según lo señalado en el art. 10 de la LPAG, las causales de nulidad del acto
administrativo son:

Son vicios del acto administrativo, que causan su nulidad de pleno derecho, los
siguientes:

1. La contravención a la Constitución, a las leyes o a las normas reglamentarias.


2. El defecto o la omisión de alguno de sus requisitos de validez, salvo que se presente
alguno de los supuestos de conservación del acto a que se refiere el Artículo 14.
3. Los actos expresos o los que resulten como consecuencia de la aprobación
automática o por silencio administrativo positivo, por los que se adquiere facultades, o
derechos, cuando son contrarios al ordenamiento jurídico, o cuando no se cumplen
con los requisitos, documentación o tramites esenciales para su adquisición.
4. Los actos administrativos que sean constitutivos de infracción penal, o que se dicten
como consecuencia de la misma.
El plazo de prescripción para la nulidad
de Oficio
De acuerdo con el Art. 213 de la LPAG:

213.3. La facultad para declarar la nulidad de oficio de los actos administrativos


prescribe en el plazo de dos (2) años, contado a partir de la fecha en que hayan
quedado consentidos, o contado a partir de la notificación a la autoridad
administrativa de la sentencia penal condenatoria firme, en lo referido a la nulidad
de los actos previstos en el numeral 4 del artículo 10.

213.4 En caso de que haya prescrito el plazo previsto en el numeral anterior, sólo
procede demandar la nulidad ante el Poder Judicial vía el proceso contencioso
administrativo, siempre que la demanda se interponga dentro de los tres (3) años
siguientes a contar desde la fecha en que prescribió la facultad para declarar la
nulidad en sede administrativa.
Acción, revisión o recurso de lesividad en
la LPAG
De acuerdo con la LPAG, art. 213 inciso 4:

213.4 En caso de que haya prescrito el plazo previsto en el


numeral anterior, sólo procede demandar la nulidad ante el
Poder Judicial vía el proceso contencioso administrativo,
siempre que la demanda se interponga dentro de los tres (3)
años siguientes a contar desde la fecha en que prescribió la
facultad para declarar la nulidad en sede administrativa.
La nulidad de Oficio en los casos de Leyes
Especiales
213.5. Los actos administrativos emitidos por consejos o tribunales regidos por leyes especiales,
competentes para resolver controversias en última instancia administrativa, sólo pueden ser
objeto de declaración de nulidad de oficio en sede administrativa por el propio consejo o
tribunal con el acuerdo unánime de sus miembros. Esta atribución sólo puede ejercerse
dentro del plazo de dos (2) años contados desde la fecha en que el acto haya quedado
consentido. También procede que el titular de la Entidad demande su nulidad en la vía de
proceso contencioso administrativo, siempre que la demanda se interponga dentro de los tres
años siguientes de notificada la resolución emitida por el consejo o tribunal.
Revocación en la LPAG
Artículo 214.- Revocación
214.1 Cabe la revocación de actos administrativos, con efectos a futuro, en cualquiera de los siguientes casos:

214.1.1 Cuando la facultad revocatoria haya sido expresamente establecida por una norma con rango legal y siempre que se
cumplan los requisitos previstos en dicha norma.

214.1.2 Cuando sobrevenga la desaparición de las condiciones exigidas legalmente para la emisión del acto administrativo
cuya permanencia sea indispensable para la existencia de la relación jurídica creada.

214.1.3 Cuando apreciando elementos de juicio sobrevinientes se favorezca legalmente a los destinatarios del acto y siempre
que no se genere perjuicios a terceros.

214.1.4 Cuando se trate de un acto contrario al ordenamiento jurídico que cause agravio o perjudique la situación jurídica del
administrado, siempre que no lesione derechos de terceros ni afecte el interés público.
La revocación prevista en este numeral solo puede ser declarada por la más alta autoridad de la entidad competente, previa
oportunidad a los posibles afectados otorgándole un plazo no menor de cinco (5) días para presentar sus alegatos y evidencias
en su favor.

214.2 Los actos administrativos declarativos o constitutivos de derechos o intereses legítimos no pueden ser revocados,
modificados o sustituidos de oficio por razones de oportunidad, mérito o conveniencia.
Irrevisabilidad de Actos Judicialmente
confirmados

Artículo 215.- lrrevisabilidad de actos judicialmente confirmados

No serán en ningún caso revisables en sede administrativa los actos


que hayan sido objeto de confirmación por sentencia judicial firme.
¿Cabe indemnización por
revocación?
Sí. El art. 216 de la LPAG recoge la indemnización por revocación:

216.1 Cuando la revocación origine perjuicio económico al administrado, la


resolución que la decida deberá contemplar lo conveniente para
efectuar la indemnización correspondiente en sede administrativa.

216.2 Los actos incursos en causal para su revocación o nulidad de oficio,


pero cuyos efectos hayan caducado o agotado, serán materia de
indemnización en sede judicial, dispuesta cuando quede firme
administrativamente su revocación o anulación.
Actos Administrativos impugnables
Guzmán Napurí:

En nuestra legislación solamente son impugnables en sede administrativa


los actos definitivos que ponen fin a la instancia, así como los actos de
trámite que determinen la imposibilidad de continuar el procedimiento o que
produzcan indefensión al administrado.
Supuestos en los que no cabe impugnación alguna
contra los actos administrativos
De acuerdo con el autor Guzmán Napurí:

No cabe la impugnación de actos que sean reproducción de otros anteriores que hayan
quedado firmes, ni la de los confirmatorios de actos consentidos por no haber sido
recurridos en tiempo y formal. Ello dado que dichos actos son, en realidad, idénticos a
otros anteriores que no fueron recurridos dentro del plazo señalado para ello.
(…)
De acuerdo con el mismo autor, en el supuesto de los actos Heterocompositivos:

Finalmente, no resultan impugnables en sede administrativa los actos que resuelven


procedimientos en los cuales la Administración Pública compone un conflicto de
intereses, puesto que dichos actos agotan la vía administrativa. En consecuencia, contra
ellos cabe solo la impugnación en la vía judicial, a través del uso del proceso contencioso
administrativo.

También podría gustarte