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El comienzo de la filosofía en

Occidente: desde el μῦθος al λóγος.

Profesor: Christian Acevedo Jara.


Hacia la explicación racional: el λóγος como
recurso para conocer el mundo.

En medio de las provincias griegas de


Éfeso, Mileto, Abdera, Samos y otras
polis griegas hubo un evento de
singular aporte para la Humanidad: el
cuestionamiento del dogma religioso
hacia una explicación laica del mundo.
Ya no es la divinidad esencialmente
el sostén de las explicaciones de
los fenómenos del mundo, sino que
es el individuo pensante quien
busca las respuestas, nace (desde
¿Por qué llueve y relampaguea?, la expresión pitagórica en adelante)
¿será por Zeus?, ¿será el agua?, la figura del filósofo como pensador
de la naturaleza, φυσικόι en
¿cuál es el trasfondo del mundo?,
términos griegos.
¿hay algo que subyace ante todo lo
que sucede en el cosmos?, ¿cuál es
el origen y orden de sus fenómenos?
Mytho
Lógos
s

El μῦθος, mythos, es el relato de El λóγος, lógos, representa este


autoridad que las creencias, a través quiebre acontecimental debido al flujo
de las generaciones, daban sentido a del pensamiento racional, siendo de
las explicaciones del mundo, ligándolos este modo una interrogación del
a dioses y héroes mitológicos. individuo al mundo.
El ἀρχή, el concepto clave para comprender a la
cosmología de los primeros pensadores.
El ἀρχή (arché) es un concepto clave
para los pensadores de naturaleza.
Traducido como origen o principio es
la palabra esencial que sirve como
explicación última para los fenómenos
del mundo.

Tales de Mileto es el primer pensador


que, desde su perspectiva, determinó que
el ἀρχή de todo el cosmos es el agua.
Los pensadores de la naturaleza: hacia el
concepto de ἀρχή.
Tales de Mileto: el agua como origen de todo.
Nacido en el 624 a.C. y muerto 546 a.C.,
considerado como uno de los Siete Sabios de
Grecia y representante original (en criterios de
Aristóteles) de los filósofos naturales, ha destacado
en la historia de la filosofía por teorizar acerca de su
ἀρχή, siendo el agua el elemento esencial que sirve
de base para el cosmos.
Anaximandro de Mileto: τὸ ἄπειρον como
el sustento de todas las cosas.
Anaximandro (610 – 545 a.C.) fue el
discípulo y continuador de Tales,
encausando la reflexión de su maestro
en pos de presentar su propio origen:
τὸ ἄπειρον, lo indeterminado.

Para este pensador, el ápeiron es una


suerte de elemento infinito, eterno e
indeterminado que permite a todas las
cosas materiales e inmateriales de
este mundo ser, existir y estar.
Anaxímenes de Mileto: el poder del aire como
fundamento del cosmos.

Anaxímenes de Mileto (590 – 528/525 a.C.),


seguidor de Tales y Anaximandro también
propondría su propio elemento como origen
y sustento de todas las cosas: el aire
serviría como sustrato de todas las cosas
en el mundo, todo gracias a su relación
entre el frío y el calor de su materia.
Pitágoras de Samos: el maestro matemático.
Uno de los grandes pensadores de Además de su famoso teorema, uno de sus
Occidente, Pitágoras (569 – 475 a. C.), aportes más importantes más importantes al
ha sido legado como uno de los grandes pensamiento fue su relación con los números
matemáticos de la Antigüedad. como ἀρχή, ya que son estos el sustento,
forma y criterio con el cual comprender el
trasfondo de toda lo que existe, al punto de
creer religiosamente en estos.
Parménides y Zenón: la escuela eleática del ser.
Destacado por su lógica, Parménides
(530/515 – 4X0 a.C.) figura una idea clave
para el pensamiento de la naturaleza: el
Lo Uno, eterno, único sustento real de todo lo que existe es
inmóvil, el Ser, lo Uno, el cual es eterno, inmóvil e
infinitamente circular. Nada existe según
circular e estos criterios lógicos, demostrados en su
infinito de Poema del Ser y de la verdad.
Parménides.
El movimiento es mostrable, pero lógicamente
indemostrable. Solo es el Ser como lo eterno,
inmóvil e infinito lo que realmente existe y sirve
de sustento para todo lo demás.
Parménides y Zenón: la escuela eleática del ser.

Por su parte, Zenón de Elea (490 – 430


a.C.) fue discípulo y divulgador
intelectual del pensamiento de su
maestro. Desde la perspectiva del ser
como eterno, inmutable e infinito,
nociones como el movimiento y el
espacio son inexistentes, siendo Zenón
el más destacado defensor por su nivel
de argumentación y paradojas.
La paradoja de Aquiles y la tortuga se
destaca por demostrar lógicamente la
imposibilidad del espacio.
Heráclito de Éfeso, el oscuro sabio del fluir,
devenir y el río del λóγος eterno.
La figura de Heráclito (540 – 480 a.C.) ha sido de
renombre en la historia de la filosofía por su
trasfondo e impacto con los siglos. Para el
pensador oscuro todo lo que subsiste en el
mundo es el cambio y el devenir de lo múltiple,
todo lo que es cambia, fluye y se trasforma a lo
largo del tiempo.

Todo esta fluyendo y cambiando


dentro del fuego cósmico universal
que posibilita toda transformación en
el universo que vemos.
Empédocles de Agrigento, el filósofo de los 4
elementos.
El pensador y político Empédocles (VI En este sentido los 4 elementos son
a.C.) destaca por una singular primarios y necesarios de todo lo que hay,
combinación de elementos como su en conjunto al amor y odio, como fuerzas
arché esencial de todas las cosas: los 4 que unen y repelen a los mismos y que
elementos de tierra, fuego, aire y agua. significan lo que se creará en el mundo.

La mezcla de estos elementos


determina lo que exista en el
universo, separándose o
atrayéndose a través del infinito.
Aire. Fuego.

Anaxímenes. Ligado a Heráclito.


Arché
de
Empédocles

Tierra. Agua.

Ligado a Jenófanes. Tales.


Anaxágoras de Clazómenas: todo lo que hay es
puro intelecto.
Anaxágoras (500 – 428 a.C.) fue un pensador
intrigante, conocedor de las doctrinas de los demás
filósofos, él propone la idea de νοῦς, nous y
traducido como intelecto, siendo este el trasfondo
esencial como un fluido que posibilita todo
movimiento de la materia en el universo.

Como elemento clave del nous, permite a


ciertos seres moverse o no, además de
figurar las homeomerías como las
partículas que determinan la animosidad de
cada elemento del cosmos.
Jenófanes de Colofón: el pensador de la imagen y
semejanza de lo humano y lo divino.

A diferencia de los otros pensadores


sobre el origen de las cosas, Jenófanes
(580/576 – 475/466 a.C.) se planteó la
siguiente postura: ¿los dioses son
pensados desde los hombres o
viceversa?, ¿Dios se adapta a nuestras
imágenes terrenales?, entre otros
importantes cuestionamientos que A diferencia de Homero y Hesíodo,
apuntan, en esencia, a una crítica del Jenófanes propone una singular y
antropocentrismo de las figuras divinas. monista idea de comprender lo divino.
Demócrito de Abdera: el pensamiento indivisible
del átomo.
Nacido en Abdera, Demócrito (460 –
370 a.C.) junto a su maestro Leucipo
estipularon que es el átomo, ἄτομον,
traducido como sin división el elemento
fundamental de todo lo que hay en el
cosmos, siendo muy importante para el
desarrollo ulterior de la ciencia.

Todo se divide hasta un mínimo punto,


lo indivisible, como el arché de todo lo
que nos rodea en el mundo.
El legado de los pensadores de la naturaleza.

La influencia de los pensadores naturales ha


sido decisiva: en la ciencia, filosofía y demás
áreas del conocimiento no ha pasado
desapercibida de ningún modo.

Desde el nous, el átomo, el ápeiron y los


números, cada una de estas perspectivas
del arché ha determinado el saber en
todas sus aristas a lo largo de toda la
historia, desde los mismos griegos en
adelante es totalmente demostrable.
Hasta el giro antropocéntrico de la filosofía con
Sócrates, el hombre más sabio de Grecia.

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