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LA CLASIFICACION DE LOS BIENES SEGÚN EL CODIGO CIVIL

Según el artículo 885, son inmuebles:


1.El suelo, el subsuelo y el sobresuelo:
El suelo es la división de la superficie terrestre. La
división de la superficie terrestre son los predios. Los
predios se extienden a todo lo que está por debajo de
el (subsuelo) y por encima de èl (sobresuelo) hasta
donde sea útil al propietario el ejercicio de su derecho
(art. 954 del Código Civil).
2. El mar, los lagos, los rios, los manantiales, las corrientes de agua y
las aguas vivas o estanciales: El mar es la masa de agua salada que
separa las tierras emergidas y constituye la mayor parte de la superficie
de la tierra. En el Perú, el dominio marítimo del Estado comprende el
mar adyacente a sus costas, así como el lecho y subsuelo, hasta la
distancia de doscientas millas contadas desde la línea de más alta
marea.
Las primeras doce millas corresponden al mar territorial y las siguientes
ciento ochenta y ocho al dominio marítimo o zona económica exclusiva.
Los lagos son masas de agua dulce o salada que ocupan una zona
deprimida de la corteza terrestre. Los lagos se encuentran alimentados
por un curso de agua, el inmisario y drenado por otra corriente fluvial,
el emisario.
Los ríos son las corrientes de agua continua que van a desembocar en
otra corriente, en un mar o en un lago. Su origen puede ser un
manantial, un lago o los ventisqueros de nieve derretida.
Los manantiales son los afloramientos en superficie de un manto
acuífero subterráneo.
3. Las minas, canteras y depósitos de hidrocarburos:
Se entiende por mina la excavación por medio de pozos, galerías,
túneles, socavones o tajos abiertos para la extracción y explotación de
minerales.
También se entiende por mina el lugar donde se acumulan o se
encuentran los minerales por obra de la naturaleza
Las canteras son los lugares de donde se saca piedra, greda u otro
material análogo, son el conjunto de las producciones de los minerales
de naturaleza pétrea o terrosa, y en general todas las que sirven para
materiales de construcción u ornato.
Los depósitos de hidrocarburos son yacimientos o fuentes en los que se
pueden encontrar o explotar diversas clases de hidrocarburos.
4. Las naves y aeronaves:
Las naves son vehículos en forma de barcos o
embarcaciones que tienen por fin transportar bienes
y/o personas a través de los mares, ríos o lagos.
Las aeronaves son todos los vehículos susceptibles de
navegación aérea.
5. Los diques y muelles:
Los diques son los muros artificiales realizados por el hombre para
contener las aguas de mares, ríos o lagos.
Los muelles son las construcciones hechas a la orilla del mar o de un rio
navegable que facilitan el embarque y desembarque de bienes y/o
personas de las embarcaciones.
6. Los pontones, plataformas y edificios flotantes:
Los pontones son un tipo de embarcaciones que se
caracterizan por tener mayor facilidad en el paso en
los ríos y puentes .
Las plataformas son tableros horizontales,
descubiertos y elevados sobre el suelo.
Los edificios flotantes son edificaciones que se
encuentran permanentemente asegurados a la orilla.
7. Las concesiones para explotar servicios públicos:
La concesión es el acto administrativo por el que el Estado otorga a un
particular la facultad de prestar un servicio público.
8. Las concesiones mineras obtenidas por particulares:
La concesión minera es un derecho que otorga a su titular la
exploración y explotación de los recursos minerales concedidos. La
concesión minera es un inmueble distinto y separado del predio donde
se encuentra ubicada.
9. Las estaciones y vìas de ferrocarriles y el material rodante afectado
al servicio:
Las estaciones de ferrocarriles son los puestos donde existen
cambiavías, se presta servicios a pasajeros y pueden efectuarse además
movimientos, como la inversión del sentido de marcha de los trenes, la
concesión de precedencias y otros.
Las vías de ferrocarriles son el conjunto de rieles durmientes y
elementos de fijación y sustentación sobre el cual circulan los vehículos
ferroviarios. En esta definición se encuentran los materiales rodantes
afectados a este servicio.
10. Los derechos sobre inmuebles inscribibles en el registro:
11. Los demás bienes a los que la ley les confiere tal calidad.
Según el artículo 886, son muebles:
1.Los vehículos terrestres de cualquier clase:
Se considera vehículo terrestre a todo artefacto o
aparato destinado al transporte de personas y/o
carga. No estàn incluidas las naves y aeronaves.
2. Las fuerzas naturales susceptibles de apropiación:
Se trata de las fuerzas naturales, como la energía
eléctrica, que, por el progreso de la ciencia, pueden
ser apropiadas y tener un valor económico.
3. Las construcciones en terreno ajeno, hechas para un fin temporal:
Este tipo de construcciones se caracterizan por no
tener cimientos fijos en el suelo. Tienen carácter
temporal. Es el caso de los circos.
4. Los materiales de construcción o procedentes de una demolición si
no están unidos al suelo:
5. Los títulos valores de cualquier clase o los instrumentos donde
conste la adquisición de créditos o derechos personales:
Título valor es el documento que representa o
incorpora derechos patrimoniales cuyo destino es la
circulación, y que además reúne los requisitos
formales esenciales que exige la ley. Los títulos
valores pueden ser materializados, cuando
representan o incorporan derechos patrimoniales en
un documento cartular, o desmaterializados, cuando
requieren su representación y anotación en cuenta y
su registro ante una institución de compensaciòn y
liquidación de valores.
Son bienes muebles los títulos valores regulados por la Ley de Títulos
Valores (Ley Nº 27287: la letra de cambio, el pagaré, la factura
conformada, el cheque, el certificado bancario de moneda extranjera y
de moneda nacional, el certificado de depósito, el warrant, el título de
crédito hipotecario negociable, el conocimiento de embarque, la carta
de porte, lo valores mobiliarios (bonos y papeles comerciales)
El certificado de suscripción preferente, la letra
hipotecaria, la cédula hipotecaria, el pagaré bancario
y el certificado de depósito negociable. Instrumentos
que representan créditos o derechos personales son
los certificados de participación en fondos mutuos y
fondos mutuos de inversión en valores.
6. Los derechos patrimoniales de autor, de inventor, de patentes,
nombres, marcas y otros similares:
Se trata de la propiedad intelectual y la propiedad industrial. La
propiedad intelectual está conformada por los derechos de autor sobre
obras literarias, composiciones musicales, artes plásticas, programas de
ordenador (sowfware), artículos periodísticos, obras arquitectónicas,
etc.
La propiedad intelectual de una obra otorga a su titular dos tipos de
derechos: moral y patrimonial. El derecho moral es aquel mediante el
cual se puede reivindicar la paternidad de la obra y es, por naturaleza
perpetuo, inembargable, inalienable, irrenunciable e imprescriptible.
Por su parte, el derecho patrimonial otorga al titular de la obra la
facultad para explotarla económicamente.
El bien mueble se refiere a los derechos patrimoniales de autor. La
propiedad industrial comprende a las patentes de invención, los
modelos de utilidad, los diseños y secretos industriales, las marcas de
producto , servicio, colectivas y de certificación, los nombres y lemas
comerciales y las denominaciones de origen.
7. Las rentas o pensiones de cualquier clase.
8. Las acciones o participaciones que cada socio tenga en sociedades o
asociaciones, aunque a éstas pertenezcan bienes inmuebles:
La acción puede ser definida como una de las partes en que se divide el
capital social de una sociedad.
Dado que el capital social siempre se expresa monetariamente, la
acción representa al mismo tiempo una suma de dinero y una alícuota
del capital social. Por acción también se entiende el conjunto de
derechos y obligaciones corporativas derivadas de la calidad de socio
(titular de la acción).
Las acciones pueden ser de sociedades anónimas abiertas, cerradas y
ordinarias y de sociedades en comandita por acciones. Las
participaciones representan los aportes que los socios realizan en favor
de sociedades colectivas, sociedades en comandita simples, sociedades
comerciales de responsabilidad limitada, sociedades civiles ordinarias y
de responsabilidad limitada. Las participaciones no se materializan en
tìtulos.
8. Los demás bienes que pueden llevarse de un lugar
a otro.
9. Los demás bienes no comprendidos en el artículo
885.
BIENES INMUEBLES EN EL CODIGO CIVIL
El art. 885 del C.C. enumera los distintos tipos de
bienes inmuebles reconocidos por el legislador. De
este listado podemos hacer la siguiente clasificación:
A. Inmuebles por naturaleza.
B. Inmuebles por determinación de la ley.
C. Inmuebles por el objeto sobre el que recaen (derechos
inmobiliarios).
D. Inmuebles por afectación (calificación) legal y
E. Inmuebles por integración.
En rigor, no existe un solo temperamento para clasificar a los bienes
tanto inmuebles como muebles.
A. INMUEBLES POR NATURALEZA:
Son los bienes inmuebles por excelencia. Aquellos
bienes materiales que permanentemente están
fijos o adheridos a un lugar (el suelo) y, por
consiguiente, no pueden ser transportados ni
cambiados de un lugar a otro. Por eso se les llama
inmuebles por naturaleza, porque no está en la
voluntad del hombre el hacerlos variar de sitio.
En términos bastante generales, diremos que pertenecen
a esta clase los predios, las minas, el mar, los edificios,
estanques, molinos, etc. Y, en general, todos los bienes y
obras que están incorporados, arraigados o adheridos al
suelo, «para que permanezcan allí mientras dure».
Si estos bienes fueran trasladados o transportados
sufrirían un deterioro y menoscabo y hasta su
destrucción, o sea, perderían su individualidad o
fisonomía (Alessandri).
Veamos cuales son los inmuebles por naturaleza en el
Código Civil.
1. El suelo, el subsuelo y el sobresuelo (Artículo 885 Inc. 1)
La norma constituye una innovación. Contiene tres
nociones distintas:
El suelo. El vocablo «suelo» tiene varias acepciones,
aunque para estos efectos hay que entenderlo
como la superficie o parte solida de la corteza
terrestre. Pero este significado es más bien
geológico. Existe una diferencia notoria con el
«predio».
Así como hemos dicho que las cosas se convierten en bienes cuando,
además de brindar una utilidad económica pasan a formar parte del
dominio del hombre, así también el predio es la parte o porción del
suelo incorporada al servicio del hombre.
suma, los «predios» (llamados diversamente heredades, fincas, fundos,
haciendas) son aquellas extensiones de tierra que ya han sido objeto de
apropiación (no hay predios nullius), independientemente de que el
suelo u terreno se encuentre en áreas rurales o urbanas.
El suelo - o con más exactitud, el predio – es el bien inmueble por
excelencia. De el se derivan todos los demás bienes inmuebles:
edificaciones (construcciones), plantaciones y siembras.
Al mismo tiempo, la propiedad del suelo (predio) comprende lo que
está encima o arriba (sobresuelo) y lo que se halla debajo (subsuelo).
Pero, desde otro ángulo, suelo, subsuelo y sobresuelo pueden
corresponder a dueños distintos.
El subsuelo. Viene a ser la porción sólida de la corteza terrestre inferior
del suelo, es la que da fijeza al suelo. De acuerdo con la doctrina, éste
se prolonga idealmente proyectando los planos verticales del perímetro
superficial, en forma de cono, hasta donde le sea util al propietario o
poseedor.
Obviamente tiene importancia económica para el dueño del suelo. Pero
puede pertenecer a propietario distinto, ya porque es enajenado a un
tercero, ya porque se encuentra allí un yacimiento minero o algún
monumento arqueológico, en cuyo caso pertenece al Estado (Código
Civil arts. 954, párrafo 2 y 955).
El sobresuelo. Etimológicamente significa suelo que está encima de
otro suelo. Desde el punto de vista jurídico, sobresuelo es la porción
aérea que corresponde a toda superficie terrestre. Lo que se encuentra
arriba o encima del suelo. Algunos lo denominan «aires», aunque es
preciso advertir que no es sinónimo de «espacio aéreo».
Sobresuelo es lo que está encima de un bien o propiedad en particular.
Altitud hasta donde haya utilidad es la expresión idónea.
En el Código Civil existen algunos artículos que delatan su naturaleza
inmobiliaria, así el art. 731, 732, 1025, 1027, 1030, etc.
2. El mar, los lagos, los ríos, los manantiales de agua y las aguas vivas
o estanciales (artículo 885, Inc. 2)
El numeral contiene la clasificación – aunque no bien redactada
técnicamente – de las aguas, que no traía el Código derogado.
Todas las aguas y corrientes de agua, en general, participan de la
naturaleza inmobiliaria del suelo, de quien dependen sus cursos y
cauces. De otra parte, son bienes que pueden ser utilizados por el
hombre, aunque de ser sacadas o retirados de dicho cauce, corriente o
fuente original, se transformarían en muebles.
El mar. Es la porción líquida de la corteza terrestre. Debe anotarse que
el planeta tierra es mayoritariamente agua en una cantidad de dos
tercios apropiadamente. Las aguas marinas son saladas, en contraste
con las de los ríos consideradas dulces.
También son inmuebles por naturaleza los lagos.
El lago viene a ser una masa o acumulación natural de agua
permanente en la superficie, ubicada generalmente en una hondonada.
Puede comunicarse con el mar o no. Siendo los lagos recursos
naturales, ellos integran el patrimonio nacional y por ende del Estado
(Constitución, art. 66)
De acuerdo con la Ley General de Aguas (D.L. 17752), los lagos son de
dominio público (Art. 4). Dentro del concepto «lagos» hay que entender
también las lagunas y otras formas pequeñas de acumulación natural
de aguas.
Los ríos, riachuelos y otras corrientes de agua menores. El rio es una
porción o cantidad de agua situada entre dos orillas o riberas, que corre
perpetuamente desde tiempo inmemorial y que tiene un punto de
origen. Los ríos son también de dominio público del Estado (D.L. 17752).
Su navegación es libre.
Los ríos desembocan o bien en otro rio, en el mar o en un lago. El rio
que desemboca en otro rio se llama afluente de aquel, y emisario si
sirve de desagüe. Los ríos son flotables (tienen una profundidad media
superior a medio metro) y navegables (cuando sus aguas exceden de un
metro en los lugares de menor profundidad).
Los manantiales. Manantial es la fuente u origen de donde mana o
surge por ello mismo, a diferencia del lago, se encuentra en el subsuelo.
Su importancia crece cuando se trata de aguas medicinales, sobre todo
porque estos atraen el turismo. También los manantiales y arroyos son
de propiedad del Estado.
En suma, las aguas corrientes (ríos), estanciales (lagos) y vivas
(manantiales) son bienes inmuebles. ¿Y las aguas pluviales? También sin
duda.
La consideración de inmuebles requiere que estén unidas a sus cauces o
àlveos, o, en todo caso, depositadas en represas, estanques,
acueductos, reservorios, canales y, en general, cualquier receptáculo
que contenga aguas estancadas o canalizadas por el hombre.
El Código Civil considera bienes inmuebles sólo a las aguas terrestres en
estado líquido, no se refiere a las aguas solidas o gaseosas.
Finalmente, cabe advertir que la redacción del numeral 2 del artículo
885 no es la adecuada. Más idóneo hubiese sido referirse a las aguas
corrientes, estanciales, vivas y pluviales, con lo cual se entendería que
corresponde a todas las estudiadas.
3. Las minas, canteras y depósitos de hidrocarburos (art. 885, inc. 3)
El término mina tiene varias acepciones o conceptos:
a. El yacimiento mineral, también llamado veta o filón, es concepto
amplio que alude al filón o criadero natural de mineral, por lo general
todavía no apropiado;
b) La mina, propiamente dicha, que es el mismo yacimiento pero ya
incorporado a la vida económica;
c) El socavón, que viene a ser el pozo o profundidad donde se
desarrollan las labores mineras.
En este rubro, importan sobre todo las dos primeras acepciones.
El carácter inmobiliario de estos bienes se deriva de su pertenencia o
arraigo a la tierra, independientemente que se trate de minas
(sustancias minerales metálicas) o de canteras (sustancias no
metálicas). Si son extraídos, pierden carácter inmobiliario y se
transforman en bienes muebles.
Tanto las minas, como las canteras y los hidrocarburos son recursos
naturales que pertenecen a la nación (Constitución, art. 66).
La mina, es un criadero de metales que se encuentra de ordinario, en
las profundidades de la corteza terrestre y, de acuerdo, con el régimen
legal vigente, pertenecen al Estado.
Las canteras. Sitios o yacimientos minerales naturales que, al contrario
de las minas, se encuentran generalmente en la superficie de la tierra, y
de donde se extraen roca , piedra, hormigón, granito, arena, cal, yeso,
canto rodado, greda, pizarra, polvo y otras sustancias no metálicas
análogas.
Como bien sabemos, se trata de materiales que luego son utilizados en
la construcción y edificación de obras, el adorno, el empedramiento, la
vialidad, etc. Por cierto que las canteras serán inmuebles , en tanto en
cuanto, no hayan sido extraídos dichos materiales; luego conviértanse
en muebles.
Los depósitos de hidrocarburos. Yacimientos naturales de sustancias
fósiles liquidas, sólidas o gaseosas, que se encuentra en el subsuelo
terrestre. Son hidrocarburos el petróleo, la gasolina, kerosene
(líquidos), el gas, etc.. Se estiman inmuebles antes de su extracción.
4. Los diques y muelles (art. 885 inc. 5)
Los diques. El vocablo dique hace referencia a una suerte de taller
situado en la orilla de un puerto (dársena), donde se limpian, reparan y
carenan los barcos.
Los muelles. Muelle viene del latín moles que significa «dique,
murallón». Es la estación terminal construida en la orilla de los ríos
navegables o en las costas de los mares y lagos que sirve para favorecer
las actividades comerciales e industriales (marítimas, fluviales y
lacustres). Así por ejemplo, el embarque y desembarque de bienes y
personas. En todo puerto existe siempre un inmueble donde atracan las
embarcaciones.
Son bienes inmuebles por naturaleza, precisamente porque al estar
unidos al suelo del puerto conviertense en inmóviles.
La construcción de los muelles, atracaderos, espigones, nordys y otros,
es autorizada por la Dirección General de capitanías y Guardacostas.
5. Las estaciones y vías de ferrocarriles (art. 885 inc. 9)
La estación de ferrocarril es la instalación u oficina donde forzosamente
se detienen (hacen parada) los trenes, para efectuar la carga y descarga
de pasajeros y mercancías (bienes).
Es la natural y obligada oficina (edificio) donde se verifica el transporte
ferrocarrilero. Comprende además de las oficinas y ambientes
administrativos, las instalaciones de espera de los pasajeros, así como
los almacenes y depósitos de bienes y servicios y los andenes.
El anden es una acera a lo largo de la vía férrea, para que los viajeros
entren en los carruajes y se apeen de ello; así como también para
cargar y descargar equipajes y mercancías.
No existe problema alguno en admitir que estas estaciones son
inmuebles por naturaleza, debido a la inamovilidad que le transmite su
pertenencia al suelo. Este es otro caso de construcción sobre el suelo o
terreno.
También se encuentran aquí las vías férreas, vale decir las rieles, o, con
mayor precisión, los caminos asentados (afirmados) en el suelo y
compuestos por rieles y carriles de fierro por donde discurren la
locomotora, los trenes y vagones. Su naturaleza inmobiliaria se deriva
de su destino de lo (férreo) por donde discurren las maquinarias y
vagones.
En cuanto al material rodante, éste no es inmueble por naturaleza; nos
referiremos a él, más adelante.
B. INMUEBLES POR DETERMINACION DE LA LEY
También llamados inmuebles por ficción legal. El fundamento para la
distinción entre bienes muebles e inmuebles no es únicamente la
movilidad o inmovilidad de los bienes. Hay otros. Es el caso de los que,
por ficción legal, son enumerados como inmuebles.
En realidad son bienes muebles que el legislador inmoviliza por razones
especificas una de las cuales reside en su «aptitud para la identificación
antes que en su gran valor». Aquí encontramos los siguientes bienes:
1. Las naves y aeronaves (art. 885 inc. 4)
En rigor son bienes muebles por naturaleza que el codificador ha
inmovilizado no solo por el valor económico que representan, sino
porque son fácilmente identificables, y, por tanto, susceptibles de
garantías reales como la hipoteca.
Debemos entender por aeronave todo tipo de construcción destinada al
transporte a través del aire, por aviones, helicópteros, etc. Mientras
que nave, es la embarcación que se desplaza en el agua (mar, lago, rio),
como es el caso de los buques, barcos, transbordadores, submarinos,
etc.
Las naves y aeronaves son pues bienes muebles.
2. Los pontones, plataformas y edificaciones flotantes (art. 885 inc. 6)
Adviértase que en el Código la
Los pontones flotantes.
expresión completa es «pontòn flotante», que
vendría a ser en el lenguaje portuario, cualquier
embarcación (barco) en desuso y fondeada
permanentemente en el puerto, y que sirve de
depósito, almacén y, en general, para cualquier otro
uso o servicio portuario. Por ejemplo, pudiera ser
pontòn flotante un barco que se usa para reparar,
soldar, etc. Otras naves similares.
Las plataformas flotantes. En el lenguaje vulgar es cualquier tablero
horizontal. También viene a ser el suelo superior, a modo de azotea, de
torre.
Parece ser que aquí significa cualquier tablero plano, sin cubierta, que
encallado en un puerto (no comprende las de tierra firme), sirve para
movilizar y transportar bienes y mercancías entre las orillas y los barcos.
La instalación y operación de plataforma castilletes es autorizada por la
Dirección General de Capitanías y Guardacostas de la Marina de Guerra
del Perú.
Los edificios flotantes. Edificio viene del latín edificium. Son todas las
construcciones u obras sostenidas por flotadores que se encuentran
inmovilizadas en el agua, más o menos permanentemente, cumpliendo
una función complementaria en todas las actividades portuarias. Son las
que se encuentran en el mar, así como en los lagos y ríos navegables.
3. El material rodante de los ferrocarriles (art. 885 inc. 9)
El inc. 9 del art. 885 se refiere al material rodante afectado al servicio
de los ferrocarriles.
El material rodante está integrado por la locomotora, los vagones y
trenes del ferrocarriles.
Como es ostensible, son bienes muebles por naturaleza (o sea bienes
cuya función es precisamente desplazarse de un lugar a otro), pero la
ficción de la ley les da naturaleza inmobiliaria, a fin de que puedan ser
hipotecados y servir de garantía real.
En realidad siempre serán inmuebles –aunque no por naturaleza-,
puesto que la razón de ser de estos vagones y locomotoras es
transportar pasajeros y mercancías a través de las vías férreas (éstas si
inmuebles por naturaleza. Pero de otra parte, también estarán incluidos
en la hipoteca como accesorios de la estación y de las vías férreas (C.C.
art. 889).
C. INMUEBLES POR EL OBJETO SOBRE EL CUAL RECAEN:
La doctrina más reciente los llama «derechos
inmuebles por su objeto», o sencillamente «derechos
sobre inmuebles».
Consisten en derechos que recaen sobre bienes
inmuebles. Son bienes incorporales. También están
comprendidos aquí las acciones relativas a la defensa
de tales derechos inmobiliarios, por ejemplo, la
acción reivindicatoria de un inmueble.
1. Los derechos sobre inmuebles inscribibles en el Registro (art. 885,
inc. 10)
Aquí el objeto a que se aplican los derechos son bienes inmuebles.
La redacción del numeral 10 del artículo 885 del C.C. vigente, no hace
referencia a la propiedad. Sin embargo, hay que entenderlo en ese
sentido, pues sólo los derechos inmobiliarios se inscriben en el
registro de la propiedad.
Es preciso advertir que comprende no sólo a los derechos reales, sino
también a los personales o crediticios, eso si, que recaigan sobre
inmuebles.
En consecuencia, creemos que la norma se refiere a todos los derechos
reales y obligacionales sin distingo. La referencia a los derechos
inscribibles hay que entenderla como sinónima de los inmuebles.
2. Las concesiones mineras obtenidas por particulares (art. 885 inc. 8)
El Estado tiene el dominio originario de las riquezas mineras
expresamente, además, el artículo 66 de la Constitución dice que los
recursos naturales (entre los cuales están los yacimientos minerales)
pertenecen a la Nación.
El aprovechamiento de esos recursos minerales del territorio nacional,
no obstante puede cederlo a terceros (particulares). Es aquí donde nos
encontramos frente a las concesiones mineras.
Este otorgamiento a los particulares a que hace referencia el citado
artículo 66 de la Constitución, debe entenderse en el sentido de
concesión.
La concesión minera. Es el derecho real administrativo – licencia,
autorización- que otorga o concede el Estado a cualquier persona
natural o jurídica nacional o extranjera con fines de exploración y/o
explotación de los recursos minerales, bajo las condiciones y requisitos
exigidos por las leyes. De ninguna manera, pues otorga la propiedad del
yacimiento o del suelo, sólo la de los productos mineros extraidos.
La concesión minera es un derecho y, como tal, un bien inmaterial. Es,
adicionalmente, un inmueble, cuya calificación de tal obedece a la
exclusiva finalidad de permitir su hipoteca.
Pero la concesión minera no sólo es un inmueble, sino un inmueble
distinto y separado del suelo donde se encuentra.
D. INMUEBLES POR CALIFICACION LEGAL
No son ni muebles ni inmuebles, pero la ley los tipifica de bienes
inmuebles.
1. Las concesiones para explotar servicios públicos (art. 885 inc. 7)
La idea de «servicio público» es desarrollada en profundidad por el
Derecho Administrativo. Se entiende por servicio público aquel
conjunto de actividades, los medios (personales y reales) que el ente
público administrativo o privado desarrolla a efecto de satisfacer las
necesidades regulares y permanentes del agregado nacional (el
público).
Ahora bien, la explotación de estos servicios públicos (educación, salud,
ferrocarriles, etc.) es otorgada vía las concesiones. Precisamente el
legislador, por ficción, ha creído conveniente darle carácter inmobiliario
a estas concesiones para explotar los servicios los servicios públicos que
franquee el Estado. Y que pueden recaer tanto en un particular, cuanto,
en un ente o empresa privada.
La palabra concesión tiene aquí el significado simple y común de
licencia o autorización administrativa. El Estado decide que
concesionarios podrán explotar un servicio público. Tales
concesionarios pueden ser una entidad privada o una empresa estatal.
Ya se ha dicho que lo público no hace referencia al régimen jurídico,
sino al destinatario.
E. INMUEBLES POR AFECTACION LEGAL
El Código estipula: «Los demás bienes a los que la ley
les confiere tal calidad» (art. 885 inc. 11). Es un
precepto innovador, no había uno similar en el C.C.
derogado.
La norma es lo suficientemente flexible para permitir
en el futuro el encuadramiento de cualquier bien
inmueble que se cree en esta hipótesis. Para que sea
aplicable, la ley especial debe calificar
meridianamente como inmueble al bien.
El inc. 11 supone también que, en cuanto a los inmuebles, se ha optado
por el sistema clausus (cerrado, rígido). Lo que en nada perjudica
nuestra aseveración de que es una norma supletoria para cualquier
omisión del artículo; solo son inmuebles los que así tipifique la ley.
F. INMUEBLES POR INTEGRACION
El tema será estudiado en el capítulo concerniente a las partes
integrantes.
BIENES MUEBLES EN EL CODIGO CIVIL
Los muebles, igual que los inmuebles, no son clasificados
necesariamente según el criterio físico de la movilidad o inamovilidad,
como pudiera creerse, sino de acuerdo con su importancia social. En
última instancia, la ley establece en que casos serán inmuebles y en que
otros muebles.
Se puede establecer la siguiente clasificación:
-Muebles por naturaleza
-Muebles por determinación de la ley.
-Muebles por el objeto a que se aplican (Derechos mobiliarios).
-Muebles por no ser inmuebles.
A. BIENES MUEBLES POR NATURALEZA
Desde siempre se ha entendido que cuando un bien puede ser
transportado, trasladado o llevado de un lugar a otro, sin deterioro
(menoscabo, detrimento) de su integridad, esencia o caracteres
principales, sin que pierdan su individualidad, sin que dejen de ser
lo que son, entonces estamos ante los bienes muebles por
naturaleza.
Comprende por igual al que se mueve «por fuerza propia», por si
mismo (los animales) o por fuerza externa, «por hecho del hombre»
(objetos inanimados). Entre los primeros citemos libremente a los
animales (perros, caballos, peces, etc.),las plantas en todos sus matices;
el listado de los segundos, es inmenso: automóviles, vestidos,
electrodomésticos, teléfono, el menaje de una casa, etc.
Se puede arribar a determinadas notas características de estos bienes, a
saber:
1. Transportabilidad. Es decir, ese ostensible atributo de poder llevar
un bien de un lado a otro, sea por voluntad propia, sea por voluntad
ajena: inalterabilidad.
2. El bien no debe deteriorarse, ni perder sus rasgos que tipifican su
individualidad. El incumplimiento de cualquiera de estas dos exigencias
hará automáticamente perder su valor económico al bien.
1. Los bienes que pueden llevarse de un lugar a otro (art. 886 inc. 9)
Esta fórmula recoge el enunciado general de los
bienes muebles por naturaleza. El numeral, de
otra parte, deja abierto un gran margen de
libertad de acción para la creación de todos los
bienes muebles posibles, con la única exigencia de
la transportabilidad.
Un bien, para ser mueble por su naturaleza, debe ser
pasible de traslado de un lugar a otro. Sino es así,
podría ser mueble pero no por naturaleza.
2. Los vehículos terrestres de cualquier clase ( art. 886 inc. 1)
El codificador se refiere a todo medio de transporte por tierra, que sirva
para trasladar personas o bienes de un lugar a otro.
Vehículo terrestre es, pues, aquel especial artefacto de locomoción
cuya razón de ser consiste en movilizar personas y mercancías de un
lugar a otro, obviamente en la superficie terrestre. Los hay automotores
o automotrices (automóvil, motocicleta, camioneta rural; en la costa
norte y en la selva, circulan las denominadas «mototaxis) y no
motorizados (bicicleta, triciclo, patinete, etc.).
Desde otra óptica, los vehículos son: a tracción humana (literal) y a
tracción humana (carruaje, calesa, carreta de tiro).
De todos los medios de transporte que utiliza el hombre, son los
terrestres los más empleados. Quizá porque son los más económicos,
pero también porque son más veloces que los marítimos, aunque
menos que los aéreos.
Los vehículos terrestres pueden ser objeto de compraventa, donación,
permuta, alquiler, etc. El Código franquea la posibilidad de la prenda
sin desplazamiento (arts. 1055 y 1065).
3. Las fuerzas naturales susceptibles de apropiación (art. 886, inc. 2)
La legislación y doctrina comparadas son unánimes en otorgar
virtualidad inmobiliaria a las fuerzas naturales, mejor dicho las energías.
Somos de la opinión que una redacción idónea hubiera sido ésta: Son
muebles: las energías naturales susceptibles de aprovechamiento y
apropiación.
De otra parte, lo que se califica de mueble, es la energía producida por
las fuerzas naturales, no éstas en si, que podrán ser muebles o
inmuebles.
Paralelamente al avance de la ciencia y tecnología, el hombre ha
introduciendo al mundo jurídico nuevas energías producidas. La energía
hidráulica (eléctrica); solar, mareomotriz, geotérmica, eólica, atómica o
nuclear, todas ellas son energías pasibles de ser disfrutadas por los
seres humanos. Pero deben ser también apropiables.
El término «apropiación» - que debemos interpretar en sentido vasto
– tiene valor para el derecho penal, por ser elemento en la
configuración del delito de hurto (C.P. art. 185).
4. Los materiales de construcción o procedentes de una demolición si
no están unidos al suelo (art. 886 inc. 4)
Todos los materiales que la ingeniería civil destina a levantar, construir,
fabricar un edificio (instalación), son inobjetablemente muebles en
tanto no hayan sido incorporados a la obra (obviamente son pasibles de
transportarse sin menoscabo).
Los ladrillos, piedras, cemento, cal, yeso, cascajo, vidrios, metales
(como aluminio), maderas, cañas, tuberías, etc. ya extraídos de las
canteras tiene esta naturaleza, son usados para fabricar, pero también
para reparar, reconstruir las obras.
Los objetos muebles mencionados pierden esa condición una vez que
han sido incorporados en la obra, convirtiese en partes integrantes del
inmueble, una pared o una puerta en una casa ya edificada, por
ejemplo, de ningún modo pueden ser muebles.
A estos bienes hay que agregar aquellos mismos resultantes de la
demolición de lo edificado sea voluntaria o involuntariamente, y que ya
no está unidos al suelo. Nosotros consideramos que volverán a ser
muebles los ladrillos o tuberías, por ejemplo, siempre y cuando
mantengan su valor económico (de lo contrario serían desmonte, pero
sin recuperar su valor antiguo).
5. Los títulos valores de cualquier clase o los instrumentos donde
conste la adquisición de créditos o derechos personales (art. 886 inc.
5)
En tesis general, no existe ninguna duda en considerar como muebles,
tanto a los derechos credituales contenidos en el título valorado,
cuanto a los instrumentos o documentos donde consten aquellos.
Los Títulos Valores. El documento – en cierta medida el papel – que
contiene derechos patrimoniales (o sea créditos, valores en dinero o en
mercancías) y que los prueba, reúne las características de título
valorado, siempre destinado a la circulación y reúna los requisitos.
La Ley de Títulos Valores Nº 27287 de 19 de junio de 2000 vigente
desde el 17 de octubre del año 2000, se aplica a una serie de títulos
establecidos en la propia ley.
Los Títulos Valores son bienes muebles y además corporales. Su propia
naturaleza y razón de ser se explica con la continua movilidad,
circulación y tráfico mercantil.
Finalmente, los instrumentos que acrediten un derecho personal.
Entendemos que cualquier documento – es decir, cualquier papel – que
corrobore un derecho personal, será mueble. Por ejemplo, quien firma
un papel reconociendo el pago de una suma por arrendamiento.
En buena cuenta, todos los documentos e instrumentos relativos a
derechos patrimoniales o no patrimoniales, muebles o inmuebles,
tienen carácter mobiliario.
B. MUEBLES POR DETERMINACION DE LA LEY
Por su naturaleza son bienes inmuebles pero que, en ficción
innecesaria, el legislador coloca entre los muebles.
1. Las construcciones en terreno ajeno, hecha para un fin temporal
(art. 886 inc. 3)
Toda construcción o edificación por estar adherida al suelo es, por su
propia naturaleza un bien inmueble. Es una regla básica. No obstante el
legislador, en figura excepcional, la coloca entre los muebles.
Pero no es cualquier construcción, se trata de una edificación en suelo
ajeno. El otro requisito es que la edificación temporal. El codificador
considera que toda construcción provisional o provisoria hecho en suelo
ajeno, se reputa como bien mueble.
2. Los derechos patrimoniales de autor, de inventor, de patentes,
nombres, marcas y otros similares (art. 886 inc. 6)
Los derechos de autor, comprenden todas las creaciones del ingenio y
del cerebro humanos: Toda la producción literaria, científica, artística o
técnica: Por cierto que debe tratarse de obras, que hayan sido
concretizadas, llevadas a la realidad.
Lo que permanece únicamente en las ideas no goza de protección. Son
derechos que pueden vender, donar, ceder en uso, usufructo, etc.
Los derechos de inventor o propiedad industrial son en cambio, de
orden exclusivamente económico, crematístico. Su fin es conseguir una
utilidad económica, tanto como sea posible.
C. MUEBLES POR EL OBJETO A QUE SE APLICAN
Se les confiere carácter mobiliario teniendo en cuenta el objeto sobre
que recaen. Por eso se les llama «derechos sobre muebles», o
simplemente «derechos mobiliarios».
Se presentan dos clases, que vemos a continuaciòn:
1. Las rentas o pensiones de cualquier clase (art. 886 inc.7)
Renta es toda utilidad, rendimiento, provecho o beneficio que en forma
regular rinde un bien, una ocupación y cualquier derecho. Desde el
punto de vista del derecho civil, una modalidad de renta son los
frutos civiles, constituidos por los provechos y utilidades que
produce el bien como consecuencia de una relación jurídica.
El sentido que este numeral otorga al término «renta» parece hacer
referente a la utilidad, provecho o rendimiento que produce en poder
de otro (arrendamiento, usufructo oneroso, renta vitalicia) en forma
periódica y regular (mensual, anual, etc.) y como producto de una
relación contractual. El usufructo de dinero o de crédito, por ejemplo,
autoriza a cobrar sólo la renta (arts. 1018 y 1019 del Código Civil).
Aunque los términos rentas y pensiones se consideran sinónimos,
tienen diferencias.
La renta en el derecho privado (civil) es toda utilidad económica
derivada de una relación jurídica actual: puede ser un contrato de
arrendamiento, usufructo de dinero o del patrimonio de una persona.
La palabra pensión tiene también varios sentidos: en el derecho laboral,
la pensión es la cantidad o sueldo que se paga periódicamente (cada
mes, sobre todo) por un servicio prestado anteriormente. En el derecho
familiar, la pensión familiar es el pago que provisional o definitivamente
entrega una persona (alimentante) a otra (alimentista) como resultado
de la relaciòn familiar (art. 472 del C.C.).
Hay otras especies como la pensión militar, pensión gravable, etc. Como
puede verse la pensión es más bien una obligación (pago) de
protección. El Estado no es titular del derecho sino de la obligación.
Sintetizando: Las rentas y pensiones se reducen en último análisis, a
sumas de dinero, que son obviamente muebles.
2. Las acciones o participaciones que cada socio tenga en sociedades o
asociaciones, aunque a estas pertenezcan bienes inmuebles (art. 886
inc. 8)
El sistema capitalista ha diversificado la propiedad. Las sociedades y
compañías mercantiles han supuesto una renovación del concepto de
dominio.
Las acciones son precisamente la representación de partes de esa
propiedad. A mayor cantidad de acciones o cuotas, el socio tendrá
mayor ingreso proporcional en la distribución de los réditos anuales.
Toda acción es un título valor, es decir un documento representativo de
una porción de capital y, por ende, es un bien mueble; no interesa que
el objeto o giro social de la sociedad mercantil o industrial sea la
compraventa, edificación o comercialización de inmuebles. Sea mueble,
sea inmueble el objeto de la sociedad mercantil, siempre será bien
mueble la acción representativa.
Cualquier aporte – sea mueble o inmueble – que el socio haga al
patrimonio social de la empresa mercantil (industrial), conviertese en
un bien mueble, se transforma en un derecho de crédito cuyo monto
está representado en las acciones. La acción social se convierte en
mueble porque el dinero que representa es un bien mueble.
En suma, una vez aportados los bienes – sean muebles o inmuebles –
por el socio o empresario, estos se convierten en patrimonio social, que
alcanza asi autonomía entitativa con respecto a sus aportantes. En vez
de ellos, los socios reciben acciones o participaciones que simbolizan o
representan el nivel porcentual que se tiene sobre dichos bienes. Pues
bien, estas acciones y participaciones son consideradas por el Código
como bienes muebles.
D. MUEBLES POR NO SER INMUEBLES
El precepto es bastante útil, donde todo bien que no encuadre como
inmueble en la fórmula amplia del artículo 885, inc. 11 hay que
estimarlo un bien mueble, independientemente de que sea
transportable o no.
Aunque a decir verdad, la norma solo parece aplicable a los derechos.
En otros términos, serían derechos sobre inmuebles que no aparezcan
así llamados, por el numeral 885.
Es preciso desechar la creencia de que un inmueble, por no estar
enumerado en el artículo 885, se convierta automaticamente en
mueble.
Si a estos bienes se les considera «muebles por no ser inmuebles», es
precisamente por eso, por ser derechos (no objetos materiales)
referidos a muebles no comprendidos en el numeral 885.
Los Bienes Inmateriales.-
Son bienes que no tienen una presencia corpórea o física. Incluyen el
trabajo, las prestaciones de servicios, los derechos y las obligaciones.
También son denominados a veces bienes intangibles.
• La creación intelectual da lugar a un bien inmaterial, por eso las leyes
de todo el mundo le reconocen, a su titular, un derecho absoluto de
utilización de esa creación.
En la práctica, son bienes inmateriales, la plusvalía, derechos de autor,
prestación de un servicio, derechos de uso de software, derechos de
propiedad industrial.
Bienes del Estado.-
Son bienes constituidos por el territorio y los bienes públicos que hacen
parte de el: ríos, mares, espacio aéreo.
El estado los administra y son inalienables, imprescriptibles e
irreductibles.
Las características de estos bienes es que pertenecen a la nación
entera.

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