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EL OSO DE

ANTEOJOS
DESCRIPCIÓN

El oso andino (Tremarctos ornatus), es también conocido como oso sudamericano, ucumari,
jukumari, o popularmente como ‘oso de anteojos’ debido a las manchas blancas alrededor de sus
ojos. Es un mamífero que mide hasta 2.2 metros de alto y puede pesar hasta 180 kilos. Es un oso
mediano, en comparación con las 8 especies de osos conocidos en el mundo, entre ellos el oso pardo
o el oso polar.

Es un mamífero solitario, de hábitos diurnos y nocturnos, principalmente terrestre pero con algunas
costumbres arborícolas como la recolección de frutos y bayas en la copa de los árboles. A diferencia
de sus parientes, el oso de anteojos no hiberna.
Hábitat
Según Sernanp, habita en diversos ecosistemas ubicados entre
los 500 msnm, donde baja temporalmente cuando escasea el
alimento, y los 4500 msnm, donde rara vez se le puede
observar. Su presencia en mayor en los bosques húmedos y de
neblinas situados en las ecorregiones de la Selva Alta y el
Páramo.

En nuestro país, de acuerdo el Servicio Nacional de Áreas


Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), el oso de
anteojos puede hallarse en diez áreas naturales protegidas.
Entre ellas el Santuario Histórico de Machu Picchu, el Área de
Conservación Regional Choquequirao, Parque Nacional Río
Abiseo, Parque Nacional Yanachaga Chemillén, Parque
Nacional Ichigkat Muja-Cordillera del Cóndor, Bosque de
Protección Alto Mayo, entre otros. También se puede hallar en
zonas como el Área de Conservación Privada Chaparrí, en
Lambayeque.
Dieta

Los osos de anteojos son principalmente herbívoros, pero en


general se clasifican como omnívoros.

Viajan principalmente a través de los bosques para la recogida de


fruta madura, bayas, cactus y miel. Durante los períodos en que la
fruta madura no está disponible, también se alimentan de
corazones de bambú, maíz y epifitas, unas plantas que crecen
sobre otras plantas llamadas bromelias.

De vez en cuando, estos osos van a complementar su dieta con


insectos, roedores y aves, aunque en promedio, sólo alrededor del
siete por ciento de su dieta es carnívora.
Comportamiento

Los osos de anteojos son nocturnos, lo que significa que son principalmente activos durante la
noche, sobre todo durante las horas del crepúsculo. En el día, se refugian en cuevas, así como en las
raíces o troncos de los árboles.

Son criaturas arbóreas y escaladores expertos, de ahí que gasten una gran cantidad de tiempo
alimentándose en los árboles. Su supervivencia depende en gran medida de la capacidad de escalar
hasta los árboles más altos de los bosques de los Andes.
Una vez que los osos están en los árboles, a menudo construyen plataformas a partir de ramas
rotas, como vía para llegar a más comida.

Esta especie no es muy territorial, pero sus ejemplares tienden a aislarse entre ellos, con el fin
de evitar la competencia. Si se encuentran con otros osos e incluso un ser humano, reaccionan de
una manera dócil pero prudente. No obstante, atacan si se sienten amenazados o una madre percibe
que sus cachorros están en peligro, tal y como hacen otros osos, ya que este animal, sea la especie
que sea, es muy protector con sus crías.

Los osos de anteojos también son animales solitarios y normalmente sólo se ven juntos durante
la temporada de apareamiento. Debido a ese carácter solitario, los individuos de la especie suelen
ser criaturas muy silenciosas y sólo cuando se encuentran con otro oso es que ejecutan
vocalizaciones.
Reproducción
Siendo una especie tropical de oso, la reproducción de los de anteojos tiene lugar durante todo
el año, pero sobre todo de abril a junio. Los ejemplares alcanzan la madurez y comienzan a
reproducirse entre la edad de cuatro y siete años.

La hembra puede dar a luz a uno o dos cachorros cada dos o tres años y el período de gestación
es entre seis y siete meses.

Las parejas reproductoras permanecen juntas durante unas semanas después de que ocurre el
apareamiento. La hembra es capaz de planificar su embarazo y el parto, para asegurarse de que el
nacimiento se produzca unos 90 días antes del pico de la temporada de la fruta, de modo que haya
abundancia de suministros alimenticios. Si se produjese una temporada donde los suministros de
alimentos son escasos, el oso hembra puede retrasar la implantación mediante la que los embriones
pueden ser absorbidos por el cuerpo de la madre, de forma que no de a luz ese año.

Una hembra en estado además construye una guarida antes de dar a luz.

Los cachorros de la especie pesan entre 10 y 18 onzas al nacer y sus ojos permanecen cerrados
durante el primer mes de vida. Los cachorros además permanecen con su madre durante al menos
dos años, montando en su espalda cuando son pequeños, práctica a la que se ven obligados a
renunciar tras ser ahuyentados por los machos adultos que tratan de aparearse con la hembra
madre.

La esperanza de vida de un oso de anteojos puede ser de 25 años en el medio silvestre y 36 en


cautiverio.
Importancia cultural

El oso de anteojos, también forma parte de la tradición cultural de diversas


zonas de país, especialmente en la cosmovisión andina y amazónica, según se
explica en la Estrategia para la Conservación del oso andino en el Santuario
histórico de Machu Picchu y el Área de Conservación Regional Choquequirao.

“Los ukukus, como se denomina a los osos andinos en quechua, son los
mediadores entre las etapas o estados de la vida, entre lo celestial y lo
terrenal, entre la naturaleza y la cultura, entre la vida y la muerte. Los
ukumaris son los oso-hombre, mitad osos y mitad hombres, que ostentan las
cualidades de ambos y, por lo tanto, son admirados y temidos al mismo tiempo.
El oso también es maeni, el ser supremo, el creador de la vida para los
Matsiguenga”, resalta el documento.
Avistamientos

Del 2014 al 2017, los monitoreos del oso andino en el Santuario de Machu Picchu reveló la
presencia de esta especie en más del 95% del área natural protegida. Este resultado contrasta
con estudios anteriores en donde se señala que el hábitat de la población del oso andino se
restringía a las áreas al noroeste del Santuario, ocupando menos del 30% del espacio protegido.

Investigadores estiman que actualmente no existen más de 18 mil osos de anteojos en


estado silvestre en toda la Cordillera de los Andes.
Estado de Conservación
Esta especie se enumera como vulnerable en la Lista Roja de Especies
Amenazadas de la Unión Mundial para la Naturaleza, dado que su población está
amenazada por una serie de razones.

Los osos de anteojos son cazados por los humanos locales, que creen que estos
animales constituyen una amenaza para el ganado, desconociendo que realmente
no comen grandes cantidades de carne. De igual forma, la agricultura extensiva y
la tala han dado lugar a la pérdida de hábitat de la especie.

La vesícula biliar de los osos de anteojos se valora en las prácticas medicinales


orientales, por lo que son cazados para este fin también.

Algunas estimaciones sugieren que sólo hay alrededor de tres mil ejemplares de
esta especie en el mundo silvestre.
Referencias bibliográficas
https://www.ososwiki.com/anteojos

https://www.google.com/search?
q=oso+de+anteojos+en+ritual&rlz=1C1CHBD_esPE953PE953&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=2ahUKE
wjQ_cbwrMDxAhWxIbkGHYChBJgQ_AUoAXoECAEQAw&biw=1344&bih=608
https://www.actualidadambiental.pe/bcr-acuno-moneda-alusiva-al-oso-de-anteojos-que-tanto-sabemos-sobre-
esta-especie/

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