Está en la página 1de 7

LA POESÍA EN

EL SIGLO XVIII Y
XIX
Desarrollo del género lírico
Desarrollo temático de la
poesía escrita en español

Poesía épica  romance  soneto  poesía


amorosa  Poesía religiosa  poesía satírica
 poesía burlesca  poesía moderna
La poesía • Se considera poesía moderna la escrita durante los últimos años del siglo XVIII y durante
todo el siglo XIX.
moderna y • Durante este periodo la poesía europea se impregna de un movimiento que ya había
contemporánea dejado su rastro en la narrativa y el teatro. Se trata del Romanticismo.
• El Romanticismo representó en la poesía un medio de afirmación de la individualidad.
Proclama la libertad con respecto a las reglas convencionales, defiende el lirismo, la
libertad creadora, aunque también reclama el dominio de los estados oníricos, del
misterio y el lenguaje de la fantasía.
Romanticismo europeo

• El Romanticismo tuvo su mayor esplendor en la poesía. Es nueva, cálida, refinada y de estilo


armonioso.
• Las diferentes lenguas de cada país se encuentran nutridas de nuevos vocablos, matices y formas
descriptivas, todo ello para habitar la lírica de sentimientos y sensaciones excepcionales.
• Poetas románticos: Lord Byron (1788-1824), en Inglaterra; Alfonso Lamartine (1790-1869) y
Víctor Hugo (1802-1885), en Francia; Henry Heine (1797-1856), en Alemania, y Gustavo Adolfo
Bécquer (1836-1870) en España.
ACUÉRDATE DE MÍ
LORD BYRON

Llora en silencio mi alma solitaria,


excepto cuando está mi corazón
unido al tuyo en celestial alianza
de mutuo suspirar y mutuo amor.
Es la llama de mi alma cual lumbrera,
que brilla en el recinto sepulcral:
casi extinta, invisible, pero eterna…
ni la muerte la puede aniquilar.
¡Acuérdate de mí!… Cerca a mi tumba
no pases, no, sin darme una oración;
para mi alma no habrá mayor tortura
que el saber que olvidaste mi dolor.
Oye mi última voz. No es un delito
rogar por los que fueron. Yo jamás
te pedí nada: al expirar te exijo
que vengas a mi tumba a sollozar.
El otoño
Alfonso Lamartine

Tierra, sol, arroyadas, bella y dulce natura,


¡Yo os saludo oh bosques de verdor coronados, hojarasca
os entrego una lágrima ya al borde de mi tumba;
amarilla en la hierba esparcida! ¡Hola, postreros días! el ¡Qué aire tan perfumado! ¡Qué claridad tan pura!
duelo de natura con mi dolor se acuna y place a mis Para alguien desahuciado el sol se ve tan bello!
miradas.
Ahora mismo quisiera vaciar hasta los posos
Sigo, y me pierdo en sueños, la senda solitaria; amo volver de este cáliz mezclado de néctar y de hiel:
a ver, ya por última vez, este sol cuya luz, débil que en el fondo del vaso en que bebía la vida,
palidece, a mis pies llega apenas atravesando el bosque. acaso allí quedara una gota de miel.
En estos días de otoño en que natura expira, a su mirada
Quizá es que el futuro me reservara aún
oculta encuentro encantos nuevos: el adiós de un amigo, es la vuelta de la dicha cuya ilusión perdí.
la última sonrisa de labios que la muerte cerrará para Quizá, entre el gentío, un alma misteriosa
siempre. a la mía comprendiera, y me haya respondido.
Así, cercano el día de abandonar la vida, llorando sin cesar
La flor cae liberando sus perfumes al céfiro;
la esperanza se evade, me vuelvo una vez más, y con a la vida, al sol, dirige sus adioses:
mirada ávida contemplo aún sus bienes de los que no he yo me muero; y mi alma, en cuanto que ella expire
gozado. desplegará un sonido lánguido y melodioso.
Volverán las oscuras golondrinas
Gustavo Adolfo Bécquer

Volverán las oscuras golondrinas Pero aquellas, cuajadas de rocío


cuyas gotas mirábamos temblar
en tu balcón sus nidos a colgar,
y caer como lágrimas del día…
y otra vez con el ala a sus cristales ¡esas… no volverán!
jugando llamarán.
Volverán del amor en tus oídos
Pero aquellas que el  vuelo refrenaban
las palabras ardientes a sonar;
tu hermosura y mi dicha a contemplar, tu corazón de su profundo sueño
aquellas que aprendieron nuestros nombres… tal vez despertará.
¡esas… no volverán!
Pero mudo y absorto y de rodillas
Volverán las tupidas madreselvas
como se adora a Dios ante su altar,
de tu jardín las tapias a escalar, como yo te he querido…; desengáñate,
y otra vez a la tarde aún más hermosas ¡así… no te querrán!
sus flores se abrirán.

También podría gustarte